NARCOS diversifican su MODUS OPERANDI para RECLUTAR a NIÑ@S y JÓVENES en MÉXICO

Los hackers también se han infiltrado en videojuegos y redes sociales para reclutar a niños y adolescentes y adentrarlos en el mundo del cibercrimen y las ciberestafas, toda vez que hoy en día al menos 13 por ciento de los menores estarían dispuestos a hackear una web.

La diversificación en el modus operandi del narcotráfico para reclutar a estudiantes en México, como reveló esta semana The New York Times, preocupa a organizaciones civiles como Reinserta, que alertó de que los criminales hallan nuevas áreas de oportunidad en niños y jóvenes.

  • “Han cambiado su modus operandi para reclutar a los jóvenes y ahí corremos el riesgo de quedarnos atrás. Se está usando la tecnología, se está normalizando mucho la violencia y se están encontrando áreas de oportunidad en la delincuencia”, dijo Saskia Niño de Rivera, fundadora de la asociación, que trabaja con esta población.
  • Niño de Rivera se refirió a la polémica que despertó desde el pasado diciembre, donde un artículo del diario estadounidense con entrevistas con alumnos universitarios de química, profesores y reclutadores del Cártel de Sinaloa sobre el presunto empleo de estudiantes para producir fentanilo y precursores químicos en laboratorios ilícitos.

La veracidad de dicho reportaje la cuestionó la presidenta Claudia Sheinabum, quien aseguró que esto “no necesariamente” ocurre y que ese tipo de publicaciones se inspiraron en series estadounidenses de televisión como ‘Breaking Bad’, que hacen “apología” a estas situaciones.

  • Pero Niño de Rivera señaló que Sheinbaum tiene “mucha consciencia” de lo que está pasando con el reclutamiento de jóvenes, especialmente porque cuenta con el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, quien conoce cómo opera la delincuencia organizada.

“Lo que sí creo es que es difícil manejar ese tipo de información a nivel político sin generar una crisis”, señaló.

‘El narcotráfico se ha ido profesionalizando’

Para Niño de Rivera, historias como la publicada por The New York Times no sorprenden, pues desde hace mucho tiempo el narcotráfico se ha ido “profesionalizando”.

  • “De hecho, uno de los fenómenos que está pasando, y que pasó en Colombia en su momento, tiene que ver con el acceso a la educación superior que tienen las personas que se dedican al narcotráfico. O sea, uno de los hijos del ‘Chapo’ Guzmán, por ejemplo, es licenciado en Administración”, recordó.

Explicó que muchas ocasiones se asocia a la delincuencia organizada con jóvenes con educación trunca en zonas marginales, lo que “es una falacia”.

Criminalización de la pobreza

Asimismo, consideró preocupante que la estrategia del Gobierno para evitar el reclutamiento del crimen organizado sean los programas sociales asistenciales.

“Porque es un error pensar que tener un poco más de dinero en la cartera hace que haya un cambio en la conducta de las personas y es también criminalizar la pobreza de alguna manera, como si solamente las personas que están en situaciones precarias (lo hicieran)”, dijo.

  • Advirtió de que su organización estima que en México al menos medio millón de niños y jóvenes tienen factores de riesgo para ser reclutados, por lo que ‘Reinserta’ trabaja en una iniciativa de ley para que el reclutamiento infantil sea tipificado como delito y no como trata de personas.
  • Asimismo, señaló que ante la tensión entre México y Estados Unidos por la producción y comercialización del fentanilo, debe entenderse la corresponsabilidad que existe y atender la problemática de manera conjunta, respetando la soberanía mexicana.
  • “A México le beneficia mucho el apoyo, por ejemplo, los recursos del Gobierno norteamericano para erradicar y prevenir el reclutamiento infantil en delincuencia organizada y va a ser importante que medien y negocien”, concluyó.

Jóvenes son vulnerables al reclutamiento forzado

  • En 2023 la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) y el Observa­ torio Nacional Ciudadano (ONC) publicaron un informe sobre el reclutamiento forzado en jóvenes que es uno de los temas en los que los jóvenes tienen mayor vulnerabilidad.
  • Ese informe señala que Jalisco es uno de los estados de la Repú­blica en los que se dan más casos de reclutamiento forzado por parte de la delincuencia entre menores de entre 0 y 17 años.

El estudio señaló que entre 145 mil y 250 mil niñas, niños y adolescentes estaban en riesgo de ser reclutadas o utilizadas por parte de grupos delictivos en Mé­xico durante 2020.

  • La cifra estaba concentrada en siete entidades alrededor de 55% de la población de niñas, niños y adolescentes en riesgo. Los estados son Estado de México con 9.7 por ciento; Jalisco 8.6 por ciento; Chiapas 8.1 por ciento; Puebla 7.8 por ciento; Guanajuato 7.3 por ciento; Vera­cruz 7.2 por ciento; y Michoacán 6.5 por ciento.
  • Mientras que las entidades con mayor cantidad de niñas, niños y adolescentes en riesgo de ser reclutadas o utilizadas por parte de agrupaciones delictivas eran: Estado de México entre 14 mil 005 y 24 mil 227 casos; Jalisco entre 12 mil 441 y 21 mil 521 casos y Chiapas entre 11 mil 762 y 20 mil 346 casos.

En Jalisco el fiscal del estado Luis Joa­quín Méndez Ruiz afirmó que los jóvenes son engañados para formar parte de las filas de la delincuencia organizada.

  • «Des­ afortunadamente es una modalidad que se ha venido presentando con los jóvenes, el tema del famoso reclutamiento con motivo de ofrecimientos que les realizan mediante algunas redes sociales. Des­ afortunadamente logran caer en el engaño, en la trampa o por el ofrecimiento que les hacen.
  • El pasado 10 de julio José Alejandro González Padilla y su amigo Ángel Samuel Ramírez González desaparecieron en el fraccionamiento Paseos del Prado en San Pedro Tlaquepaque con rumbo a Puerto Vallarta para una entrevista de trabajo, pero ya no regresaron y tampoco han sabido nada de ellos.

Ese día José Alejandro salió de su casa y dijo que iba con su amigo, pero horas más tarde le envió un mensaje a su mamá para avisarle que estaba en Puerto Vallarta.

“Nada, no mencionó nada, solamente comentó que iba a ir a una entrevista de trabajo, fue lo único que me dijo. Y luego mamá voy a una entrevista de trabajo, voy con mi amigo Samuel, los dos vamos a ir a trabajar”.

  • Frida Padilla, mamá de José Alejandro, teme que ambos jóvenes hayan sido reclutados por algún grupo delictivo de acuerdo a los avances de la investigación que le han proporcionado en la Fiscalía Especializada en Personas Desaparecidas.
  • “Están investigando y también nos comentaron que todo apuntaba a que hubo un reclutamiento y que en ese reclutamiento se habían llevado a nuestros hijos, tanto como a Samuel y a mi hijo Alejandro”.
  • El presidente de la organización civil SOS Jalisco Anuar García señala que el reclutamiento de jóvenes por medio de engaños a través de redes sociales por parte de grupos delictivos se ha vuelto más frecuente en los últimos años.

También manifestó que los videojuegos son usados como un medio para enganchar a los jóvenes.

  • “La forma común, como los enganchan, suele ser con el ofrecimiento de trabajo. Se ha estado utilizando mucho esta oferta de guardias de seguridad privada que es muy común como los enganchan con eso y en los videojuegos».

Videojuegos, una forma de reclutamiento

El uso de videojuegos y redes sociales para reclutar a menores e introducirlos al crimen organizado ha crecido alarmantemente.

Juegos como Free Fire, Fortnite y Call of Duty se han convertido en la nueva herramienta del crimen para reclutar a niños y adolescentes a quienes, con la promesa de tener dinero fácil y una vida llena de lujos, los invitan a sumarse a las filas de los cárteles de la droga.

  • El caso más reciente de esta nueva forma de enrolamiento ocurrió en Oaxaca, donde fue rescatado un menor de edad que estaba desaparecido y que fue reclutado por el Cártel de Sinaloa, un grupo de narcotraficantes que actualmente está en la mira de Donald Trump.
  • Sin embargo, según señala la Fiscalía de Justicia de Oaxaca, se ha detectado que el Cártel de Sinaloa no es el único que se ha infiltrado en videojuegos, también otras organizaciones delictivas como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Cartel del Noreste y los Antrax.
  • “Los videojuegos se convirtieron ya en un terreno fértil para que los grupos criminales identifiquen y seleccionen a sus víctimas, son utilizados como plataformas para generar confianza con los menores antes de invitarlos a participar en actividades delictivas”, afirmó Víctor Ruiz, CEO de Silikn y especialista en temas de ciberseguridad.

De acuerdo con el experto, los criminales seleccionan a sus víctimas por sus habilidades en el uso de armas dentro de los videojuegos. Una vez seleccionada la víctima, aparece un civil que dentro del juego los contacta, les envía dinero y después lo invitan a jugar en otras partes, donde finalmente son trasladados a las regiones de influencia en las que opera el crimen organizado.

“Estos criminales les dan funcionalidades, capacidades, armamento, vidas, ropa para sus avatares y todo lo que pueden tener de insumos en el videojuego; el objetivo es ganarse la confianza de los niños o adolescentes para después sumarlos a las filas del crimen organizado”, añadió el especialista.

Corren riesgo de ser reclutados por el crimen organizado 250 mil niños

El reclutamiento de menores por grupos delictivos es una problemática que afecta a todo México y de acuerdo con la Red por los Derechos de la Infancia en México, al cierre de 2023, entre 145 mil y 250 mil niños y adolescentes se encuentran en riesgo de ser reclutados, esto como consecuencia de que son el principal segmento de videojugadores en el país.

Además, según señala organización de la sociedad civil, al menos 18 estados son identificados como las principales zonas de alta incidencia delictiva, entre las que destacan Tamaulipas, Sinaloa, Michoacán, Jalisco, Oaxaca y Estado de México.

  • “La falta de cifras oficiales dificulta dimensionar la magnitud del problema, si bien las autoridades han hecho esfuerzos por identificar los nuevos modus operandi del crimen organizado, los engaños para cooptar menores son cada vez más sofisticados”, añadió el directivo.
  • Cabe señalar que el reclutamiento de menores de edad por parte del crimen organizado no se limita a los videojuegos, sino que hay otros mecanismos donde los contactan, como las redes sociales y las comunidades virtuales de Twitch, que son también tierra fértil para que los grupos criminales identifiquen y seleccionen a sus víctimas.

Hackers también buscan víctimas en videojuegos

Los hackers también se han infiltrado en videojuegos y redes sociales para reclutar a niños y adolescentes y adentrarlos en el mundo del cibercrimen y las ciberestafas, toda vez que hoy en día al menos 13 por ciento de los menores estarían dispuestos a hackear una web.

  • “Actualmente, la edad promedio de una persona arrestada por cometer un ciberdelito es de 19 años, significativamente menor que la de 37 años para otros tipos de delitos”, indicó Manuel Moreno, Chief Information Security Officer (CISO) de IQSEC.
  • Este fenómeno va en aumento debido a que los hackers profesionales tienen cada vez más facilidades para contactar a adolescentes y reclutarlos para que entren al mundo del cibercrimen y las ciberestafas.

Tan solo en el período comprendido entre el segundo semestre de 2023 y el primer semestre de 2024, se registraron 6.6 millones de intentos de ataques en los que actores maliciosos intentaron atraer a jóvenes jugadores a sus trampas mencionando videojuegos populares, según reveló un estudio de la empresa de ciberseguridad Kaspersky.

  • Además, el estudio revela que 13 por ciento de los menores estarían dispuestos a hackear una web solo por el reto que supone. Este dato resulta alarmante, considerando que solo el 8 por ciento de los padres muestra preocupación por esto.
  • “El tema con los hackers es que saben que los niños tienen computadoras potentes para jugar y eso les permite tener facilidades para instalar software para el hackeo de sitios web”, comentó Ruiz.

Así funcionaba la “escuelita del terror” del CJNG

El rancho localizado por el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco en el municipio de Teuchitlán, a aproximadamente una hora de Guadalajara, operaba como un centro clandestino de adiestramiento criminal y exterminio, así lo han confirmado testimonios recabados por el grupo.

Los testimonios indican que las víctimas eran jóvenes provenientes de otros estados, como Coahuila, a quienes se les ofrecían trabajos de chofer, electricista, seguridad o ayudante general a través de publicaciones en Facebook. Al aceptar la propuesta, los reclutas eran citados en la central de autobuses de Guadalajara. A partir de ese momento, comenzaba su desaparición.

  • Según un testimonio recuperado por la periodista Azucena Uresti en una entrevista anterior con la esposa de una víctima, el mecanismo de reclutamiento operaba de forma sistemática:
  • “Él trabajaba en alta tensión. Hablé con él a las seis de la mañana. Me dijo que había extraviado su maleta pero que ya lo habían contactado del trabajo. A las siete le marqué y ya su teléfono estaba apagado”, relató la mujer en aquella ocasión.
  • Una vez abordaban el vehículo en la terminal, los jóvenes eran despojados de sus teléfonos y vendados de los ojos, impidiéndoles identificar el destino al que eran llevados. El trayecto duraba alrededor de una hora, hasta llegar al rancho en Teuchitlán.

Otro de los testimonios recogidos por la periodista al padre de una de las víctimas le señaló que incluso los de la supuesta empresa le ofrecieron a su hijo pagarle el transporte para que se trasladara “fuera de la ciudad” a un entrenamiento que debía tener para el trabajo.

Asignación de apodos, adiestramiento físico y castigos letales

Según los testimonios de jóvenes recabados por el colectivo, al arribar al lugar, los recién llegados eran alineados en filas y recibían un apodo. “No usaban nombres, solo apodos. Pasaban lista así. Yo conté poco más de 200 personas cuando llegamos”, declaró uno de los sobrevivientes.

  • Cabe apuntar que todo este modus operandi también coincide con uno de los testimonios que hace meses dio a conocer Gusgri en su canal de YouTube, en donde entrevistó a un hombre que logró escaparse de las garras del narco.

Los testimonios revelan que el sistema impuesto por los operadores del rancho incluía prácticas de anulación de la identidad individual. La pérdida del nombre, la uniformidad forzada, la eliminación de objetos personales y el aislamiento funcionaban como mecanismos de control psicológico.

  • Indira Navarro cuenta que la dinámica interna consistía en una primera fase de entrenamiento físico extremo, en condiciones de hacinamiento y precariedad. Dormían todos en un galpón techado con lámina, donde colocaban una lona sobre el suelo. “Dormíamos como taquitos, como cucharita. Éramos más de 200, y solo había una cobija para diez”, relataron los sobrevivientes a la líder del colectivo.
  • La rutina diaria incluía ejercicios con llantas de automóvil, pasos pecho tierra bajo alambres de púas a 30 centímetros del suelo, y simulaciones de combate. Las fallas durante las prácticas se castigaban con la muerte. “Si alguien cometía un error, lo mataban ahí mismo. Algunos no soportaban el entrenamiento, se caían, se quejaban, y los mataban”, declaró Navarro en entrevista con Manuel Feregrino y Miriam Moreno.

Los sobrevivientes contaron que, además de los ejercicios físicos, eran obligados a participar en prácticas con armas de gocha (paintball). Las jornadas se extendían todo el día. Aunque se les proporcionaba alimento y agua, el dinero que presuntamente ganaban era descontado para cubrir supuestos gastos de comida o lavado de ropa. “La ropa ya no era tuya, era de todos. Dormíamos en el piso, sobre una lona”, señalaron.

Algunos describieron también que eran asignados a diferentes zonas del predio según su avance. En una estructura techada con domo metálico dormían los nuevos reclutas, mientras que las áreas de entrenamiento estaban distribuidas alrededor. Los sobrevivientes relataron que había mujeres reclutadas, aunque en menor cantidad. También eran sometidas al entrenamiento inicial, pero muy pocas sobrevivían.

  • Una parte del entrenamiento consistía en un recorrido por un laberinto, que podían ver una vez con los ojos descubiertos y después debían memorizarlo para cruzarlo vendados. Otra sección, llamada la carnicería, era temida por todos: ahí se ejecutaba y desmembraba a quienes no superaban las pruebas.
  • Los cadáveres eran incinerados en hornos rudimentarios construidos con piedras y ladrillos, elaborados por los propios reclutas. “Hacíamos una cama de piedra, echábamos gasolina y quemaban los cuerpos ahí. El horno se usaba varias veces antes de taparlo”, relataron.
  • Según Navarro, los hornos eran fosas especiales con estructuras diseñadas para evitar ser detectadas, diferentes a los crematorios artesanales que han hallado en otras búsquedas. También hallaron objetos como ropa quemada, restos de drogas, cargadores, casquillos percutidos y esposas.

Del ‘kinder’ a la escuelita

El proceso de entrenamiento se dividía en etapas. Los sobrevivientes llamaban “el kinder” a la primera fase de adiestramiento básico. Superar esa etapa no garantizaba la permanencia, sino que implicaba ser trasladado a una zona de mayor riesgo.

“Cuando librabas el kinder, te mandaban a Zacatecas o Michoacán, a la guerrilla. Ahí te enfrentabas a situaciones reales. Era la siguiente fase”, explicó Navarro que le dijeron los sobrevivientes. Los jóvenes enviados a estas regiones actuaban como combatientes sin experiencia y eran colocados en las primeras líneas, con altas probabilidades de morir.

  • Los pocos que sobrevivían a esa etapa eran enviados al segundo nivel, denominado por los propios reclutas como “la escuelita del terror”, ubicada a aproximadamente cuatro horas y media del área metropolitana de Guadalajara, cerca del cerro.
  • En ese lugar, el adiestramiento era impartido por exmilitares mexicanos y colombianos. Las armas ya no eran de gocha, sino proyectiles congelados, capaces de penetrar la piel y matar.

“Ahí sí te mataban. El entrenamiento era táctico. Te hacían pelear entre ustedes, te golpeaban. Algunos instructores llegaban ebrios, se volvían salvajes”, relató uno de los testimonios recogidos por el colectivo.

  • Quienes finalizaban esta fase eran considerados elementos útiles para el grupo delictivo y enviados a zonas controladas por mandos superiores. “Los mandaban a la sierra, donde ya no había comunicación. Solo usaban radios. De 200, sobrevivían 30″, dijo.
  • Según el colectivo, el predio funcionó durante más de tres años. “Se iban unos, llegaban otros. Era una rotación constante. La cantidad de personas calcinadas es incalculable”, afirmó Navarro
  • Los sobrevivientes relataron que había mujeres reclutadas, aunque en menor cantidad. También eran sometidas al entrenamiento inicial, pero sus testimonios específicos no fueron recuperados en esta etapa.

Algunos jóvenes afirmaron que las mujeres tampoco sobrevivían si no cumplían las pruebas, y que muchas murieron durante el proceso. La falta de información concreta sobre su destino es una de las ausencias más inquietantes del relato. /Agencias-PUNTOporPUNTO

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