La viruela del mono (o símica) es una infección viral en la que una persona puede sufrir de fiebre, fatiga, dolores musculares y de erupciones cutáneas en todo el cuerpo. Se trata de una enfermedad poco común que se encontró principalmente en África, pero que ha repuntado casos en Europa y América.
La viruela del mono es causada por un virus similar al que causaba la viruela , pero mucho menos grave. Este se puede transmitir cuando una persona entra en contacto con un animal o humano infectado, lo que ha incrementado los casos documentados en lo que va del 2024.
Estado Unidos
A finales de marzo, funcionarios de Salud en Estados Unidos encendieron alarmas por los casos del virus de la viruela del mono que han aumentado. Aseguran que las medidas que han implementado para reducir el contagio están rezagadas y que incluso existe otro subtipo de la viruela que luce como una potencial amenaza.
- Hasta ahora, EUA ha reportado 511 casos confirmados de viruela del mono hasta el mes de marzo. Eso significa que los casos han aumentado un 70% en comparación al año pasado. Por si fuera poco, la mala estrategia de vacunación que han implementado eleva el riesgo de la mayoría de la población a contagiarse.
Los expertos señalan que Estados Unidos es uno de los países que más podrían correr riesgo. Hasta ahora, menos del 25% de la población en riesgo se ha vacunadony el descubrimiento de un nuevo subtipo de la viruela que se encontró en África a finales de 2022 hace más fácil la propagación.
España
La Consejería de Sanidad de Madrid informó que ha habido un incremento en los casos confirmados en lo que va del 2024. Hasta ahora tienen 52 casos confirmados de mpox (viruela del mono por sus siglas en inglés). Una cifra que triplica la cantidad que tuvieron en el mismo periodo de tiempo en el 2023.
La Organización Mundial de Salud ( OMS ) declaró en julio del 2022 una emergencia tras detectar el brote a nivel mundial del Mpox. Si bien se logró controlar, en el 2024 los datos no son alentadores y en España ya comienzan a entrar en alerta, ya que han sido uno de los países a nivel mundial que más casos acumula con 7684 confirmados.
Por si fuera poco, uno de los datos más preocupantes es que de los casos detectados en España en 2024, cinco estaban vacunados con una dosis actual y cuatro estaban ‘inmunizados con dos dosis’. Algo que incrementa el peligro de propagación de la viruela del mono en lo que va del año.
Europa renunció a eliminar la viruela del mono
A principios de este año, buena parte de la alerta mundial generada en 2022 por la viruela del mono se había disipado. El virus seguía bajo la atenta vigilancia de los servicios de salud pública y la Organización Mundial de la Salud (OMS) aún lo consideraba una emergencia sanitaria de importancia internacional —no dejó de hacerlo hasta mayo—, pero tras 85.000 casos y 89 fallecimientos en todo el mundo había tres razones que invitaban al optimismo.
- La primera era que los nuevos contagios llevaban meses bajando, desde los mil diarios alcanzados en agosto a apenas unas decenas. La segunda era su baja mortalidad, lejos de las primeras previsiones que apuntaban al 10% de los infectados. Y, por último, la certeza de que el virus se transmitía de forma poco eficiente fuera de las conductas de riesgo asociadas a las relaciones sexuales en grupo, lo que descartaba un aumento de casos entre otros grupos de población.
Febrero era, por tanto, un momento importante para la toma de decisiones frente al primer brote mundial de la enfermedad, rebautizada como mpox. La Organización Mundial de la Salud (OMS) defendía la necesidad de una estrategia global para el control y la eliminación de la dolencia, pero los países europeos habían asumido justo lo contrario: que el virus había llegado para quedarse y que intentar su eliminación no solo iba a ser muy difícil, sino que resultaba demasiado costoso e incluso contraproducente por la necesidad de aplicar estrictas medidas de salud pública, algo que podía toparse con cierta contestación social, como ya se observó en algunos momentos de la lucha contra el coronavirus.
Así lo revelan las actas de la reunión del Consejo Técnico Asesor del Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades (ECDC), celebrada en la sede del organismo en Estocolmo (Suecia) el 21 y 22 de febrero de este año. “Es importante prepararse para el trabajo a largo plazo.
- Los factores subyacentes del brote no han desaparecido y es previsible que haya más brotes cuando nuevos grupos de jóvenes no vacunados [empiecen a ser] sexualmente activos. Por esta razón, es posible que la eliminación completa tampoco sea factible. Pero con vacunas, pruebas diagnósticas y asesoramiento a la población de alto riesgo será posible mantener el brote bajo control y que la viruela del mono pase a ser una enfermedad de transmisión sexual más”, expuso en el encuentro el representante de Dinamarca.
- El Consejo Asesor del ECDC, formado por responsables del organismo y los guardianes de la salud pública de los países, marca las líneas maestras de la agencia de salud pública europea. El representante español suele ser el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, aunque en esta ocasión no acudió al encuentro.
“El argumento del [balance] coste-beneficio para la eliminación no parece convincente”, resumió el jefe científico del ECDC, Mike Catchpole. Bajo esta frase subyace la disyuntiva que tenían por delante los presentes: seguir haciendo las cosas como hasta entonces o imponer medidas —con más o menos fuerza, con la obligatoriedad como último recurso— de vigilancia para identificar a los casos sospechosos, hacer pruebas diagnósticas, cumplir los aislamientos y vacunar a la población de riesgo.
Unas medidas que deberían cumplirse hasta la erradicación del virus de Europa y repetir cada vez que se produjera un brote originado por un caso importado, algo bastante probable si se tiene en cuenta que el patógeno sigue circulando en otros continentes como América y África.
Estas medidas, afirma la representante de Eslovenia, parecen difíciles de hacer cumplir “mientras la viruela del mono siga siendo percibida como una enfermedad con poca gravedad, lo que hace muy compleja la eliminación”.
Ni siquiera las vacunas, muy demandadas en las primeras fases de la epidemia, parecen tener por entonces mucha salida. La representante de Francia se pregunta en voz alta “si todavía hay interés por ellas, porque HERA [el brazo ejecutor de la Unión Europea ante emergencias sanitarias] acaba de entregar el segundo lote, pero hay poca demanda, a diferencia del pasado mes de julio, cuando hubo escasez”.
Francia tampoco se muestra partidaria de adoptar una estrategia de eliminación, pero plantea al resto de los presentes si en esta situación ven factible “mantener una estrategia a largo plazo [para mantener la incidencia bajo control] mediante la realización de pruebas diagnósticas y la vacunación”.
- El representante de Países Bajos aporta los resultados, que desincentivan la adopción de medidas más drásticas, de los modelos desarrollados en el país sobre la evolución de la enfermedad: “Han demostrado que si el 0,7% de la población más activa se infecta, se alcanza un umbral de inmunidad [también llamada inmunidad en red] que, en la práctica, es lo que ha provocado que el brote haya disminuido desde el pasado verano. El grupo de mayor riesgo ya ha tenido la infección”, recalca.
Este hecho, añade, no permite sin embargo descartar futuros riesgos: “El brote ha puesto de relieve el hecho de que este tipo de enfermedad puede tener un alcance global si se introduce en un grupo de población determinado y es importante comunicar este hecho. El problema es que incluso en los Países Bajos, donde hay poco estigma [en torno al grupo de hombres que mantienen relaciones con múltiples parejas del mismo sexo], este grupo es en ocasiones difícil de alcanzar”.
La parte de la reunión dedicada al mpox la cierra Vicky Lefevre, jefa de la Unidad de Salud Pública del ECDC. Expone que la línea de actuación del organismo seguirá centrada en fórmulas “para alcanzar y proteger a este grupo [hombres que mantienen relaciones con múltiples parejas], en monitorear de forma continuada la situación y seguir haciendo pruebas diagnósticas y ofrecer la vacuna a los grupos de alto riesgo”. Como conclusión, se muestra satisfecha de saber “que todos [los presentes] parecen estar en acuerdo en la cuestión de [no apostar por la estrategia de] la eliminación”.
- La posición final del ECDC quedó fijada en un documento, publicado dos meses más tarde, en el que se detallan las recomendaciones para seguir haciendo frente al brote de mpox, que no introduce grandes cambios a la estrategia desarrollada desde el verano de 2022. Significativamente, la palabra “eliminación” no es mencionada en ninguna de las 28 páginas del texto.
- Un portavoz del Ministerio de Sanidad explica que Fernando Simón no pudo acudir al encuentro por “otros compromisos de agenda”, pero precisa que “todos los miembros del Consejo Asesor son informados de los temas tratados y tienen la oportunidad de aportar su criterio ya sea con anterioridad o posterioridad”.
“Las reuniones del Consejo Asesor son reuniones de carácter técnico-científico en las que se abordan todos los puntos de vista con el objetivo de construir, entre todos los miembros, la mejor evidencia disponible para la toma de decisiones. En este sentido, el Consejo hubiera fallado en sus funciones y en su misión si no se hubieran planteado y discutido las dificultades que entraña cualquier iniciativa de eliminación de una enfermedad y la conveniencia o no de desarrollarla”, defiende Sanidad.
Carlos Maluquer de Motes, profesor de virología molecular de la Universidad de Surrey (Reino Unido) y experto en los virus de la viruela, expone: “Como virólogo, y teniendo en cuenta que este es un virus cercano al de la viruela [tradicional, ya erradicada], pienso que siempre tiene menos riesgo apostar por una estrategia de eliminación que de contención, que a la larga da tiempo al patógeno para seguir adaptándose al ser humano y alcanzar a otros grupos de población”.
Este experto, sin embargo, admite que hay otros factores relevantes que los expertos en salud pública tienen en cuenta en su toma de decisiones.
“La estrategia que erradicó la viruela hace casi medio siglo incluía la vacunación obligatoria, algo que hoy no está en la línea en los criterios vigentes, basados en la voluntariedad y que se enfrentan a retos como los movimientos antivacunas. Esto obliga a adaptar la respuesta de forma que tenga en cuenta la inmunidad natural de quienes ya han pasado la enfermedad, algo que en este caso se ve favorecido por la baja mortalidad del mpox. En todo caso, dejar que el virus siga circulando requiere una estrecha vigilancia y contemplar medidas para, en caso necesario, ir adaptando la respuesta”, expone.
- La incidencia del mpox ha vivido en los últimos meses un ligero repunte, algo que ya temían la OMS y los responsables de salud pública ante la proliferación de festivales veraniegos en los que son habituales las prácticas de riesgo. Según el último informe de la OMS, publicado el pasado 20 de octubre con datos de fines de septiembre, los casos diagnosticados en el mundo superaban los 91.000 y las muertes ascendían a 157, la mayoría de ellas en el continente americano.
En Europa, los casos diagnosticados en septiembre fueron 229, siete veces más que en agosto, aunque aún muy lejos de las cifras de 2022 de varios cientos al día. España, con 7.611 casos (tres muertes), es el tercer país del mundo y el primero de Europa con más diagnósticos detrás de Estados Unidos y Brasil.
El brote mundial de Mpox habría empezado cinco años
La enfermedad Mpox -que antes se llamaba viruela símica o viruela del mono- causa lesiones en la piel o en las mucosas del cuerpo humano. Pueden ser manchas rosadas planas o sobreelevadas, úlceras, ampollas o costras y generalmente producen dolor que puede ser intenso. El año pasado la Organización Mundial de la Salud declaró la emergencia de salud pública de importancia internacional a partir del aumento inusitado de casos reportados de esta patología en diversas regiones. El brote llegó a registrarse en 115 países y causó 157 fallecidos desde el año pasado hasta septiembre de 2023.
Sin embargo, un nuevo estudio publicado en la revista Science sugirió que el virus Mpox estuvo circulando en seres humanos durante más de cinco años antes de que la explosión de casos desencadenara la emergencia.
El patógeno se había descripto por primera vez en Dinamarca en la década de 1950, cuando se detectaron brotes de la enfermedad en monos que estaban en laboratorios para la investigación; mientras que el primer afectado humano se registró en 1970 en la República Democrática del Congo (RDC). En tanto, los casos esporádicos de los 50 años siguientes se produjeron principalmente en la RDC y Nigeria.
Generalmente, la mayoría de las infecciones humanas por Mpox se adjudicaban al contacto de las personas con roedores que pueden tener el virus, en países donde la enfermedad es endémica. Es que se consideraba que la transmisión entre humanos era poco frecuente.
Cómo fue el brote de viruela símica o Mpox
Pero el brote mundial del año pasado demostró que la transmisión entre personas podía sí ser una vía común de transmisión. Áine O’Toole, del Instituto de Ecología y Evolución de la Universidad de Edimburgo en el Reino Unido y un equipo de colaboradores describieron cómo los virus recogidos a partir de muestras de pacientes en 2022 presentaban muchas más mutaciones de lo esperado.
- Se consideraba que el virus Mpox adquiría una mutación cada tres años. Pero en comparación con el virus recogido en Nigeria en 2018, el detectado en los pacientes en 2022 tenía 42 mutaciones. El estudio que hicieron los investigadores reveló que la mayoría de estos cambios estaban causados por la interacción con el sistema inmunitario humano, en particular una enzima antiviral llamada “apobec3″.
- Este hallazgo significa que el sistema inmunitario humano está impulsando la evolución del virus, siendo responsable de marcar el cambio hacia su propagación sostenida en personas. Al considerar la tasa de mutaciones, los científicos estiman que el Mpox ha estado circulando en humanos desde, al menos, el año 2016.
El brote mundial de viruela del mono estuvo impulsado por un linaje denominado B.1. En la actualidad, los casos están en descenso, aunque en países como el Reino Unido, Estados Unidos, Portugal, India y Tailandia se siguen notificando otros linajes del virus, y casi todos se remontan a Nigeria. Es por eso que los expertos estiman que la epidemia humana, que desencadenó el brote de 2022, continúa “sin disminuir”.
Tras conocerse los resultados del trabajo en Science, la doctora Emma Hodcroft, investigadora principal del Instituto Suizo de Salud Pública y Tropical, en Suiza, que no participó en el estudio, afirmó que la circulación del virus en humanos mucho antes de 2022 probablemente sentó las bases para que el virus pudiera causar un brote mundial.
Hubo expertos que pronosticaron que el avance del virus Mpox podía suceder. En 2014, el científico argentino Gustavo Palacios y colegas de varios países había recomendado enfáticamente que se hiciera vigilancia a más largo plazo de este germen porque habían descubierto que el patógeno se estaba adaptando “para una replicación eficiente en un nuevo nicho ecológico: los humanos”.
Lo afirmaron en la revista de los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC) tras haber estudiado muestras de 60 personas que habían tenido la viruela del mono o viruela símica entre 2005 y 2007 en la República Democrática del Congo, en África.
Ante los resultados de su estudio la doctor O’Toole aclaró que sigue habiendo al menos un caso de transmisión sostenida entre humanos fuera de las redes reconocidas de hombres que tienen sexo con hombres, quienes fueron el grupo más afectado por la infección el año pasado.
“Detener la transmisión en estas comunidades, aunque necesario, no será suficiente para eliminar el virus como epidemia humana. Muchos países carecen de la vigilancia para detectar casos de Mpox, y si la transmisión sostenida entre humanos ha estado en curso desde 2015-2016, es posible que haya otras poblaciones que actualmente estén padeciendo epidemias”, escribieron.
- Los investigadores proponen una nueva mirada sobre la enfermedad. “Históricamente, el Mpox se ha considerado una enfermedad zoonótica, y los casos se han tratado como eventos de propagación independientes con bajos niveles de circulación en la población humana. Hasta ahora, esta sigue siendo una caracterización precisa del clado I en África Central”, explicaron.
En cambio, “para el clado IIb, aunque algunos casos que no son del linaje B.1 pueden ser nuevas infecciones zoonóticas, la mayoría de los casos desde 2016 son probablemente el resultado de la transmisión de humano a humano”, agregaron. Es decir, no solo hay riesgo de adquirir la infección por el contacto con animales sino también por humanos.
- Aunque el linaje B.1 en todo el mundo ha disminuido, aún no se ha erradicado, y la epidemia humana de la que surgió sigue sin disminuir. Es por eso que recomendaron que la salud pública mundial debe prestar la misma atención al patógeno que la que se tenía en cuenta en países de África. “La vigilancia debe ser mundial si se quiere eliminar el virus Mpox de la población humana y evitar que resurja”, aconsejaron.
El 10 de mayo pasado cesó la declaración de emergencia de salud pública. En su último reporte mensual, la OMS informó que desde el 1 de enero de 2022 y el 30 de septiembre de 2023 se registraron 91.123 casos confirmados de Mpox y 157 muertes. En septiembre se sumaron 868 nuevos casos, aunque representaron un 16% de reducción con respecto al mes de agosto pasado.
Monkeypox ha afectado en mayor medida a niños
La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó por un nuevo brote de viruela del mono, también conocida como monkeypox, a lo largo del 2024, que ha afectado en mayor medida a niños.
- Al menos el 65% de los casos se han registrado en niños y niñas y el 85% de los fallecimientos sospechosos han ocurrido en jóvenes menores de 15 años.
- Se trata de un aumento de infecciones que se ha registrado a lo largo de este 2024, en el que se ha visto una letalidad por encima del periodo de transmisión internacional que ocurrió a nivel mundial hace casi dos años.
- Específicamente, los casos de viruela del mono se han presentando en el Congo, con más de 4 mil casos sospechosos de la infección viral y 271 muertes, de acuerdo con cifras de la OMS
“Se está produciendo una expansión geográfica a zonas que antes no estaban afectadas, por lo que casi todas las provincias, incluida Kinsasa, notifican ahora casos”, dijo en una conferencia de prensa el representante local de la OMS, el doctor Boureima Hama Sambo.
La preocupación se ha incrementado ante el surgimiento de nuevas formas de transmisión de la enfermedad, con casos que se han contagiado por vía sexual. La aparición de mutaciones genéticas del virus que provoca la viruela del mono podría afectar el diagnóstico en países vecinos de El Congo en África.
¿Qué hace la OMS para evitar los casos de viruela del mono?
De acuerdo con el doctor Boureima Hama Sambo, la OMS trabaja en apoyar a las autoridades sanitarias del país en los lugares donde se presentan casos de viruela del mono, a fin de aplicar un plan de respuesta.
También, han entregado suministros y crean centros de atención para atender los brotes de viruela el mono./Agencias-PUNTOporPUNTO