El senador Martí Batres Guadarrama propuso ampliar la obligatoriedad del Estado de impartir educación hasta el nivel superior a los jóvenes que busquen acceder a ese nivel de enseñanza.
En el marco de la primera sesión ordinaria de la LXIV Legislatura del Senado y con el respaldo de todas las bancadas, presentó la iniciativa de reformas al Artículo 3 de la Constitución, que pretende ampliar las oportunidades y espacios educativos a los mexicanos.
- “El Estado -federación, estados, Ciudad de México y municipios-, impartirá educación preescolar, primaria, secundaria, media superior y superior”. Los niveles preescolar, primaria y secundaria, conforman la educación básica; “ésta, la media superior y superior serán obligatorias”, precisa la iniciativa.
- Para dar cumplimiento al principio de obligatoriedad, precisa, se incluirán los recursos necesarios en los presupuestos federal, de las entidades federativas y de los municipios.
- Asimismo, se establecerán los mecanismos para impulsar la implementación de presupuestos plurianuales que aseguren a largo plazo los recursos económicos crecientes para la infraestructura de la educación superior.
En tribuna, Batres Guadarrama refirió que según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la cobertura de educación superior de dos países tan distintos como Estados Unidos y Cuba rebasa 80 por ciento, pero en México ha llegado como máximo a 27 por ciento.
El legislador consideró que eso explica muchos de los problemas que se padecen en México. “Faltan cuadros profesionales y técnicos. Muchos jóvenes que carecen de empleo y escuela son atrapados por los procesos de descomposición social y por las redes delincuenciales. En las cárceles 70 por ciento de los internos tiene menos de 30 años de edad”, agregó.
También indicó que según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), los empleados con títulos universitarios ganan el doble de sueldo que aquellos que sólo cuentan con bachillerato. Sin embargo, en 2016 en México solo 17 por ciento de los jóvenes de entre 25 a 64 años de edad había cursado la educación superior, la proporción más baja entre los países de la OCDE./ CON INFORMACIÓN DE LA CRÓNICA