En apenas dos años, las Fuerzas Armadas recibieron el control de áreas estratégicas para la movilidad en territorio nacional. Aeropuertos, puertos navales, aduanas y, recientemente, el Tren Maya se suman a las áreas bajo el mando de militares.
Más que una militarización, opinan expertos consultados por Reporte Índigo, sería el síntoma de una falta de perfiles civiles y la urgencia del presidente Andrés Manuel López Obrador de avanzar con su Cuarta Transformación.
- Además de las tareas de seguridad pública encomendadas con la creación de la Guardia Nacional, López Obrador recurrió al corporativo armado para “limpiar” las áreas de movilidad en el país. En desacuerdo con traspasar estas funciones, Javier Jiménez Espriú dejó la Secretaría de Comunicaciones y Transportes en julio de 2020.
- Desde febrero de 2019, López Obrador anunció que la Secretaría de la Defensa Nacional construiría y administraría el aeropuerto de Santa Lucía. En abril de 2020, anunció que Horacio Duarte, nuevo administrador general de aduanas, se coordinará con la Sedena. Para octubre, el Congreso de la Unión aprobó la reforma que dejó puertos en manos de la Secretaría de Marina.
El 2020 cerró con los anuncios de que también los militares estarán a cargo de los nuevos aeropuertos de Tulum, Chetumal y Palenque, por lo que incluso constituirán una empresa de administración.
Ya en 2021, López Obrador nombró al general Carlos Rodríguez, comandante de la Fuerza Aérea durante la gestión de Salvador Cienfuegos, nuevo titular de Aviación Civil y confirmó que la Sedena también se quedará con el Tren Maya, del cual construye tres tramos.
“Es notable que se han amplificado las atribuciones del Ejército mexicano en los últimos años, en el mandato de Andrés Manuel López Obrador. Esas medidas señalan la profundización del control por los militares de las políticas de movilidad y que los políticos, cada vez más, son dependientes de los militares para implementar políticas públicas”, dice a Reporte Índigo Anaís Medeiros, profesora de la Universidad Federal de Santa Catarina, Brasil.
- La especialista en democracia y conflictos militares explica que lo crucial es garantizar la subordinación de las Fuerzas Armadas a las autoridades civiles democráticas. Contrastando el caso de México con el de Brasil en donde militares han vuelto a ejercer cargos políticos, tanto en el Ejecutivo como en el Legislativo, con el gobierno de Jair Bolsonaro, él mismo fue capitán paracaidista del Ejército brasileño durante el régimen castrense que concluyó en 1985.
- Sobre la estrategia de López Obrador, Medeiros considera que es por las carencias de las agencias civiles del Estado mexicano, como en la mayoría de los estados latinoamericanos, que se recurre a las Fuerzas Armadas y recuerda que estas han jugado un papel significativo en el desarrollo de las infraestructuras de estos países.
“No es bueno para la democracia que los políticos se vuelvan tan dependientes de las Fuerzas Armadas en un número tan grande de tareas, como es el caso de México. Eso no es bueno para la democracia, no es bueno para los políticos y al final tampoco es la función ideal para las Fuerzas Armadas”, advierte.
“Una vez que atribuimos a los militares misiones no tradicionales de ellos, la problemática es asegurar que ellos regresen después a los cuarteles. Hay que calcular ahí, en el caso de la movilidad civil, qué están ganando o si, más bien, esa es una tarea que para ellos no tiene tanto atractivo, como es el caso de la lucha contra el tráfico de drogas”, concluye Medeiros al considerar que estas atribuciones no bastarían para fragilizar el control civil.
- Para este regreso a los cuarteles, Javier Oliva, profesor-investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, adelanta que “hay que comenzar a analizar cómo van a ser las relaciones civiles-militares en el próximo sexenio. Ya iremos viendo cómo va resultando la construcción y la gestión de tanta obra, porque en buena parte en eso va a radicar el futuro de estas relaciones”.
- El especialista en seguridad nacional recalca que “No es construir y administrar” debido a la alta complejidad necesaria para encargarse de instalaciones y actividades de este tipo. Para el caso de los puertos, explica, el Centro de Estudios Superiores Navales tuvo que abrir la especialidad de administración portuaria. Mientras que, para el caso del Tren Maya, se tendrá que subcontratar a empresas ferroviarias.
Oliva señala que sin darles presupuesto extra, López Obrador encomendó a las Fuerzas Armadas estas tareas de movilidad y otras como los programas de bienestar y tareas de seguridad pública, por lo que, considera, “en este momento hay una sobreexigencia a las Fuerzas Armadas”.
“México sigue siendo, con datos internacionales comparativos, el segundo país que peor trata a sus Fuerzas Armadas en términos presupuestales”, destaca. En los dos años de López Obrador el presupuesto de la Sedena pasó de 81 mil millones de pesos a 112.5 mil millones, pero esto solo representa el 0.5 por ciento del PIB. En contraste, Colombia y Estados Unidos destinan el 3.6.
Con este ejemplo, rechaza las versiones de que el poder político castrense incremente en este sexenio. Menciona que en el 2000 concluyeron los períodos del último gobernador de extracción militar, el general Jorge Carrillo en Morelos, y del último senador, el general José Vallarta. Desde entonces, su participación política a nivel federal se restringe a Sedena y Semar.“Cada nombramiento que no sea estrictamente relacionado con el ámbito militar y que sí es civil, es porque ni encuentran los civiles competentes ni tampoco existe capacidad para instrumentar de manera expedita la instrucción del presidente. Me parece que esto también obedece a su estilo personal de gobernar, es más una cierta premura del presidente en virtud de que tiene tres años para implantar lo que él considera la Cuarta Transformación”, concluye.
Fuerzas Armadas acumulan 27 tareas de carácter civil
Con las nuevas disposiciones ordenadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador de que el Ejército Mexicano se hará cargo del Tren Maya, y la Marina, del Tren del Istmo, las Fuerzas Armadas acumulan 27 tareas de carácter civil encomendadas relacionadas con la construcción de infraestructura, seguridad y apoyo a otras dependencias.
“Esta idea de convertir al Ejército en actor empresarial es pésima. No tiene una racionalidad económica y su lógica política es francamente peligrosa para el futuro de la democracia en México”, consideró el experto en seguridad, Alejandro Hope.
- Las Fuerzas Armadas asumieron 13 tareas adicionales a la seguridad pública en al menos cuatro áreas, entre ellas, la construcción de obras, capacitación policiaca, apoyo a programas sociales, así como a la emergencia sanitaria ocasionada por el Covid-19. Actualmente, esa cifra aumentó a 27 nuevas tareas.
- El martes pasado, el director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), Rogelio Jiménez Pons, reveló que todos los tramos del Tren Maya y las ganancias obtenidas del traslado de pasajeros y de mercancías serán para la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), con el n de que las pensiones de los militares ya no dependan del erario y para evitar que el ferrocarril se privatice con las futuras administraciones federales.
Los ingenieros militares tienen a su cargo la construcción de tres tramos del proyecto, uno de los emblemáticos del gobierno de López Obrador, que comenzará a operar a nales de 2023.
Tres días después, el Presidente anunció que el Tren del Istmo será propiedad de la Secretaría de Marina (Semar) y de los estados de Tabasco, Chiapas, Oaxaca y Veracruz.
“Van a ser los dueños de todo este proyecto, se va a escriturar a la Marina y a los cuatro estados, porque incluye el ferrocarril de Palenque a Coatzacoalcos, incluyen también el ferrocarril del Istmo a Tapachula”, señaló el Mandatario desde Veracruz.
- López Obrador armó que es una medida para que esta obra sea siempre de la nación, esté bajo dominio del país y no sea privatizado en el futuro. Para Alejandro Hope, el Presidente de la República ve a las Fuerzas Armadas como garante transexenal de su proyecto político.
- Por su parte, la investigadora del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), Catalina Pérez Correa, advirtió que ya son muchos indicios que indican un incremento en las facultades de las Fuerzas Armadas sobre las instituciones civiles, además del presupuesto que reciben, que para este año registró un incremento de 19.7%, para continuar con los proyectos encomendados.
“Es muy preocupante, no sabemos si va a haber o no ganancias en el caso del Tren Maya, pero lo que sí sabemos es que ya son muchos indicios en los cuales lo que se está haciendo es quitando más y más controles a la Secretaría de la Defensa, controles desde las instituciones civiles a la Sedena, a la vez que se está creciendo y creciendo las facultades y el presupuesto que están recibiendo anualmente”, comentó a su vez la periodista Ana Paula Ordorica.
Indicó que el Ejército y la Marina Armada “no solamente ya tienen todas las funciones de seguridad pública, de seguridad nacional, sino que ahora también de gobierno, de construcción, de repartición de libros.
“Es preocupante no nada más por la forma en la que se está desvirtuando la función de las Fuerzas Armadas en el país, sino también porque hay ya ciertos intereses empresariales que se están creando”, explicó.
- Desde que el presidente Andrés Manuel López Obrador asumió el cargo, en diciembre de 2018, las Fuerzas Armadas asumieron encomiendas adicionales a la seguridad pública, como la construcción y operación del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, en Santa Lucía; la construcción de tres tramos del Tren Maya y su operación, y la operación del Tren del Istmo.
- La construcción y operación de los aeropuertos de Tulum y Chetumal, Quintana Roo, y de Palenque, Chiapas; la edificación de 2 mil 700 sucursales del Banco del Bienestar; la construcción de cuarteles de la Guardia Nacional, y las obras de hospitales abandonados por el gobierno anterior, en el marco de la pandemia por Covid-19.
Asimismo, tomaron el control de puertos y aduanas; están a cargo del combate al robo de combustible de Pemex; brindan custodia de pipas de Pemex y de la Sedena; están a cargo del plan de vigilancia en la frontera norte y sur para frenar la migración hacia Estados Unidos; dan apoyo a los programas Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro; distribuyen fertilizantes, libros de texto gratuitos y recursos de programas sociales.
- Coadyuvan en la formación y profesionalización de la Guardia Nacional y participarán en las construcción de viviendas para esta corporación en Santa Fe y en el proyecto del Parque Ecológico del Lago de Texcoco.
Al presentar el Programa Sectorial (2020-2024), la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) alertó que su desempeño “multifacético”, con la realización de distintas tareas, ha
provocado un desgaste y una afectación en la vida familiar de la tropa.
“Esta situación implica que las y los militares se encuentren disponibles para ser desplegados por periodos prolongados en las principales áreas que requieren un enfoque de las principales áreas que requieren un enfoque de mayor atención”.
Ingenieros civiles, no militares, deben estar en obras, dice SCT
Los ingenieros civiles y no los ingenieros militares son quienes deben realizar las obras a cargo de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), criticó el titular de la dependencia, Jorge Arganis Díaz Leal.
«En lo personal, considero muy importante que seamos los profesionales de la ingeniería civil quienes la dirijan (a la dependencia) y tengan en sus manos la responsabilidad de guiar su camino», destacó el responsable de la secretaria durante su participación en la conferencia 130 años de la SCT, 65 años de Vivencias, impartida por el ingeniero Daniel Díaz Díaz.
Arganis Díaz Leal comentó «a lo mejor me corren por eso, porque ahora están de moda los ingenieros militares».
- Javier Jiménez Espriú, quien antecedió a Arganis Díaz Leal, dejó la dependencia después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador dio el control de los puertos a la Marina y el entonces secretario no estuvo de acuerdo con la decisión.
- En su carta de renuncia, Jiménez Espriú subrayó que las funciones de puertos, marina mercante y de formación de marinos mercantes ha estado a cargo de la SCT desde 1970.
«Lamento profundamente no haber tenido éxito en transmitirle mi convicción y mi preocupación, sobre la grave trascendencia que considero tiene esta medida para el presente y el futuro de México, tanto en lo económico como en lo político», destacó Jiménez Espriú al dejar la SCT.
El Ejército es el que desarrolla proyectos insignia de la Cuarta Transformación, como el Nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (Santa Lucía), y un tramo del Tren Maya.
Por otra parte, Arganis Díaz Leal aseguró que la SCT ha sido una escuela de formación para ingenieros civiles brillantes que ha dado el país.
Sin embargo, dijo, por alguna razón, hace 36 años llegaron a dirigir la dependencia personas que no eran ingenieros civiles.
«Ahora se ha retomado y contamos con un secretario que está de paso, que no sabemos cuánto va a durar, pero cuando menos se recuperó la secretaría para la ingeniería civil», destacó el titular de la SCT.
Más tareas al Ejército
El Ejecutivo Federal asignó a las Fuerzas Armadas una veintena de tareas que anteriormente eran de responsabilidad civil, principalmente la construcción de infraestructura, labores de seguridad pública y apoyo a otras funciones, como la distribución de vacunas.
- Después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador dio a conocer que el Ejército se hará cargo del Tren Maya, y la Marina del Tren del Istmo, las Fuerzas Armadas acumulan 27 tareas de carácter civil.
- En julio del año pasado, se dio a conocer que las Fuerzas Armadas asumieron 13 tareas adicionales a la seguridad pública en al menos cuatro áreas entre las que destacan la construcción de obras, capacitación policiaca, apoyo a programas sociales, así como a la emergencia sanitaria por la pandemia del Covid-19.
Lo que significa que en casi ocho meses el Ejército sumó 14 tareas nuevas.
Desde que inició este sexenio, en diciembre de 2018, las fuerzas armadas asumieron la construcción y operación del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, en Santa Lucía; la construcción de tres tramos del Tren Maya, y la operación del Tren del Istmo.
La construcción y operación de los aeropuertos de Tulum y Chetumal, Quintana Roo, y de Palenque, Chiapas; la construcción de cuarteles de la Guardia Nacional, entre otras obras./Agencias-PUNTOporPUNTO