El uso excesivo de celulares o dispositivos inteligentes y la falta de actividad física aumentan el riesgo de padecer obesidad, un peligroso padecimiento que afecta mayormente a la población de entre 11 y 19 años de los niños, niñas y adolescentes mexicanos.
- El estado de Guanajuato cuenta con un alto porcentaje de obesidad en personas en este rango y uno de los principales factores causantes es la mala alimentación.
- Por ello, el área de Coordinación del Programa de Atención de la Salud de la Infancia y Adolescencia de la Jurisdicción sanitaria VI de aquel estado, dio a conocer las consecuencias que puede traer este padecimiento.
Los especialistas explicaron que “dentro de los programas prioritarios en el Sistema de Salud Nacional está precisamente los que tienen que ver con la obesidad y el sobrepeso en la población en general”.
- En los últimos 10 años el principal problema no era la desnutrición en las y los niños, sino el sobrepeso y la obesidad, mismos que han ido en aumento de manera significativa en etapas cada vez más tempranas, como compartió el Sol de Irapuato.
Pandemia de Covid-19 agravó el problema
De acuerdo con los análisis realizados del Sector Salud, este padecimiento también tuvo una alza a partir de la pandemia, ya que hubo un consumo excesivo de alimentos chatarra y comida rápida.
- El estrés generado al prolongado encierro provocó que poca gente realizara algo de activación física. Si a esto se le suma el prolongado uso de aparatos electrónicos, da como resultado una alza en enfermedades como la diabetes, la hipertensión y enfermedades cardiovasculares, principales causas de muerte en México.
La estadística es alarmante porque hoy en día se presenten de manera más frecuente y ponen en riesgo la vida de los adultos jóvenes, quienes a esa edad no deberían presentar dichos padecimientos que los afectará a lo largo de su vida.
Incrementan casos de diabetes infantil en México
El aumento de la obesidad infantil, principalmente por hábitos alimenticios deficientes y sedentarismo, ha contribuido al incremento de casos de diabetes en los últimos cinco años entre niños y jóvenes mexicanos, advirtieron especialistas.
- “Sí, por supuesto (que preocupa), y uno de los factores desencadenantes de que veamos cada vez más diabetes tipo 2 en población inferior a los 18 años es la obesidad”, dijo a EFE Luis Anguiano, educador en diabetes.
- El experto señaló que el consumo de alimentos ultraprocesados, la mala alimentación y la falta de actividad física hacen que los niños sean cada vez “más gorditos y por ende puedan desarrollar rápidamente diabetes tipo 2”.
Anguiano reconoció que solo existen estimaciones sobre el aumento de los casos de esta enfermedad en población infantil, ya que hasta ahora las Encuestas Nacionales de Salud (Ensanut) dan datos de la población mayor a 20 años.
“Pero en consulta sí hemos visto que en los últimos cinco años los diagnósticos de diabetes tipo 2 en niños y adolescentes se han elevado”, aseguró.
Panorama preocupante
- Durante las últimas décadas, la prevalencia de diabetes ha ido en aumento y actualmente se encuentra entre las principales causas de muerte y discapacidad. El 10.5% de la población mundial (536 millones) tiene diabetes y se estima que aumente a 12.2% (783 millones) en 2045, según el IDF Diabetes Atlas.
- Irma Luisa Ceja, médica certificada por el Consejo Mexicano de Medicina Interna, señaló que la diabetes tipo 2 es una enfermedad crónica no transmisible asociada con el desarrollo de enfermedad cardiovascular (ECV), cerebrovascular, enfermedad renal, ceguera y amputaciones de extremidades inferiores.
“En México, en 2022 la prevalencia de diabetes diagnosticada y no diagnosticada fue de 12.6% y 5.8%, respectivamente, para una prevalencia de diabetes total de 18.3%”, explicó en una conferencia de prensa.
- Además, dijo que alrededor de 31.7% de las personas con diabetes desconocen su diagnóstico, de ellos, 65.6% son menores de 40 años.
- Aunado a ello, estimó que entre el 50% y 70% de los casos no están controlados.
- “Estas cifras reflejan lo necesarios y fundamentales que son los diagnósticos oportunos en diabetes”, señaló Marisol Olarra, educadora en diabetes.
La especialista recordó que cada tipo de diabetes tiene características y necesidades específicas que requieren un tratamiento adecuado.
“Aún si no padecemos diabetes, nadie podemos ser indiferentes ante esta problemática”, comentó.
- Los expertos coincidieron en que una de las características más peligrosas de esta enfermedad es que es silenciosa, por lo que muchas veces las personas no presentan signos ni síntomas hasta que la enfermedad ya está avanzada, lo que varía dependiendo de los niveles de glucosa en sangre.
- Algunos de los síntomas son mayor sed de la habitual, micción frecuente, pérdida de peso involuntaria, presencia de cetonas en la orina, sensación de cansancio y debilidad. También están la irritabilidad u otros cambios en el estado de ánimo, visión borrosa, llagas que tardan en cicatrizar e infecciones frecuentes, como en las encías, la piel o la vagina.
- Ante esta situación, los expertos destacaron la importancia de realizar una prueba de sangre una vez al año, como mínimo, para detectar la diabetes oportunamente, siempre acompañada de valoración médica para trazar los pasos a seguir.
Obesidad afecta al 75% de mexicanos adultos y 35% de niños
A través de la estrategia Pierde kilos, gana vida, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la derechohabiencia ha logrado sumar una pérdida total cercana a los 100 mil kilogramos; además, se promueven intervenciones que fomentan hábitos saludables y favorecen un óptimo estado nutricional en todos los grupos de edad.
- El director general del IMSS, Zoé Robledo, destacó que este 4 de marzo se conmemora el Día Mundial contra la Obesidad; resaltó que según datos de la World Obesity Federation para el año 2035 habrá un incremento de la obesidad en el mundo: una cuarta parte tendrá esta condición y más de la mitad de la población presentará sobrepeso, un incremento en menos de 10 años del 94 por ciento.
- Robledo expuso que en México el sobrepeso y la obesidad afectan a más del 75 por ciento de las personas adultas y al 35 por ciento de la población infantil; esta enfermedad está asociada con diabetes, enfermedades cardiovasculares, trastornos óseos y algunos tipos de cáncer.
Entre las recomendaciones del IMSS para el sobrepeso y la obesidad, son beber agua simple, seis a ocho vasos al día; evitar el consumo de refrescos y cualquier otra bebida que contenga azúcar; realizar actividad física 30 minutos al día en el caso de adultos y una hora para niñas, niños y adolescentes; así como modificar la alimentación, aumentar el consumo de verduras y frutas, al tiempo de disminuir aquellos que contengan grasas, carbohidratos y sal.
“Por eso en los módulos PrevenIMSS el personal de salud está brindando siempre evaluaciones del estado nutricional, talla, índice de masa corporal, consejo sobre los tres pilares fundamentales: alimentación, consumo de agua y práctica de actividades físicas”, enfatizó.
- El IMSS enfrenta importantes retos en el combate al sobrepeso y la obesidad; la carga de enfermedad generada por la pandemia por COVID-19 incrementó el sedentarismo y los malos hábitos entre las familias; como respuesta, se desarrollaron medidas emergentes para romper con esta inercia, se incrementaron las detecciones y diagnósticos oportunos.
- El Instituto intensificará las medidas de detección oportuna y derivación de pacientes a los equipos multidisciplinarios con atención en Nutrición, Trabajo Social, Psicología, activación física, así como la referencia oportuna de aquellos que identificados con enfermedades crónicas no transmisibles.
Los servicios de Nutrición del Seguro Social otorgan en promedio un millón 420 mil 598 consultas de manera anual; de acuerdo con datos de la División de Información en Salud, durante 2023 se otorgaron un millón 570 mil atenciones en las cuales se realizó el diagnóstico de obesidad.
- En las Unidades de Medicina Familiar (UMF) en el chequeo anual PREVENIMSS se realizan acciones de promoción de la salud, prevención y detección de enfermedades; incluye la medición de peso, talla y el cálculo de índice de masa corporal, que es la relación entre lo que pesa y mide cada persona, a fin de detectar el sobrepeso.
- En el momento en que el médico familiar efectúa el diagnóstico de obesidad, valora el estado de salud del derechohabiente, en tanto que la Nutricionista Dietista y el profesional experto en Nutrición realiza una consulta para evaluar el estado nutricional, otorga el plan de alimentación individualizado y brindar orientación en actividad física.
Además, este personal brinda consejería en alimentación saludable en salas de espera e imparte Sesiones de Educativas NutrIMSS “Aprendiendo a comer bien” dirigidas a pacientes con enfermedades crónicas no transmisibles, como diabetes, así como a mujeres embarazadas y en periodo de lactancia, como también a padres o tutores de niños en edad preescolar y escolar.
El equipo multidisciplinario de salud lleva a cabo acciones dirigidas durante el ciclo de vida de los derechohabientes mediante diversos servicios y especialidades en los tres niveles de atención.
La obesidad debe tratarse en la niñez
Durante el Congreso Europeo de Obesidad (ECO) 2023, en Dublín, Irlanda, se presentaron los resultados del Action Teens. Este estudio es el primero en investigar cuáles son las barreras en el tratamiento de la obesidad en los adolescentes. Se enfocó en el paciente, el cuidador y el médico que atiende, ¿cómo ven, sienten y transitan esta enfermedad?
- En el proyecto dirigido por Novo Nordisk participaron 5,275 adolescentes de 12 a 17 años, 5,389 cuidadores y 2,323 profesionales del cuidado de la salud de 10 países, entre ellos México, país cuya prevalencia de sobrepeso u obesidad en adolescentes de 12 a 19 años es de 42.9% de acuerdo con el Ensanut 2021.
Esto significa que, en muy poco tiempo, quizá meses, uno de cada 2 jóvenes pasará a ser adulto con sobrepeso, esto es “una tragedia epidemiológica en salud”, debido a que la obesidad genera diabetes, hipertensión, dislipidemias, infartos, embolias y cáncer, asegura el doctor Rafael Violante, maestro en ciencias médicas de la Universidad Autónoma de Tamaulipas e investigador en obesidad y diabetes, hipertensión y enfermedades cardiovasculares.
“Si uno llega a su edad adulta plena, ya va enfermo y hay que recalcarlo una y otra vez, se trata de una enfermedad crónica que debe tratarse como tal”, dice el médico.
- Destaca que el estudio plantea como un gran pendiente mejorar la atención temprana. “Un paciente que tiene obesidad y que empieza a preocuparse por sus problemas a raíz de esto, tarda seis años en llegar al médico para atenderse y, por otro lado, el médico no siempre quiere iniciar la conversación sobre el problema de obesidad con el paciente”.
Falta entrenamiento médico
Violante recordó que aunque se ha ido avanzando, seguimos con un problema de comunicación para que la obesidad sea percibida como una enfermedad crónica, “sin duda los esfuerzos de educación han ido en aumento, incluso el estudio revela que el 88% de los médicos ya considera la obesidad una enfermedad, mientras que 78% de los pacientes está consciente de ello; pero hasta hace muy poco esas cifras estaban en 50%, entonces sí hay un avance, pero el entrenamiento del médico que ve pacientes con obesidad sigue siendo muy bajo”.
- Explica que en México la mayoría de los médicos tiene menos de 40 horas de entrenamiento sobre el tema, a pesar de que hay evidencia muy clara sobre la diferencia del médico entrenado, el no entrenado y el éxito de tratamiento.
- “Lo primero que hay que aceptar es que las escuelas de medicina cuentan con menos de dos horas para el entrenamiento, es decir, cuando un médico se gradúa, prácticamente sale sin instrucción”.
Señala que esta formación específica suele darse fuera de la escuela de medicina y para eso el médico debe tener la inquietud de inscribirse a cursos, posgrados, diplomados y una infinidad de programas de educación médica continua, asegura que es ahí cuando empieza a marcarse una diferencia sobre el médico no entrenado.
El especialista aseguró que la obesidad es una enfermedad compleja en su atención donde se involucran genética, malos hábitos alimenticios, con altas cantidades de calorías, carbohidratos, grasas y comida chatarra; también una afectación psicológica en la cual la ansiedad y depresión van empujando a un individuo a comer más y más; están involucradas fallas hormonales, el exceso de insulina, de cortisol, e incluye el dormir muy poco, que se identifica claramente en el paciente adolescente.
Ante este escenario, las habilidades del médico se deben centrar en “comunicación y mucha empatía”, porque está frente a un enfermo que trae mucha afección emocional. Específicamente el estudio Action Teen demostró que cuando un paciente va a ver a un médico, lleva al menos cuatro intentos formales por bajar de peso, “no va nuevo, en su espalda lleva inseguridades, temores, y el médico debe tener una gran empatía, habilidades de comunicación, comprensión y de conocimiento sobre nutrición, técnicas psicológicas y farmacología de la obesidad”.
Atención temprana para revertir
El doctor Violante señala que el problema de que esta enfermedad se presente en la adolescencia es que muchos aún no tienen la capacidad de entender que están metidos en un problema de salud que debe tratarse crónicamente, “esa es otra de las habilidades que debe tener el médico para hacerle ver a un adolescente que tiene un problema serio, que debe enfocarlo y tratarlo ahora, no cuando las complicaciones de la obesidad estén presentes”.
- De acuerdo con el especialista hay estudios que demuestran que, si se empieza a tratar a un niño con obesidad antes de los diez años, la posibilidad de que lo revierta es de 50% o más, si los dejamos llegar a los 18 años con obesidad, prácticamente 4 de 5 seguirán siendo obesos en su edad adulta. Es decir “la adolescencia incluso parece ya una etapa tardía para atacar el problema”, por lo que el tratamiento y la prevención debería ser en la infancia.
“Cuando el niño es un bebé y se ve claramente con sobrepeso y obesidad, es responsabilidad de los pediatras llevar una curva de talla y de peso y actuar. Es cuando se puede hablar de prevención, en la adolescencia ya hablamos de tratamiento”.
Ausencia de políticas públicas
Explica que hasta ahora ha habido intentos y bosquejos sobre declaraciones de una lucha contra la obesidad en el país, pero la realidad es que “no han establecido las reglas desde donde debería”, en este caso la Secretaría de Salud o de la Secretaría de Educación Pública.
- Dijo que se trata de educación. “los niños en las guarderías, sus padres, deberían estar en clases de nutrición, a la par un estricto control de las cooperativas escolares (tienditas), esa sería una política pública sencilla de implementar y no se ha llevado a cabo”.
- Agrega que los impuestos a refrescos o comida chatarra también ha abonado, pero no ha sido la solución; reitera que se trata de educación en masa sobre nutrición para lograr un resultado diferente, esto incluye al médico de primer contacto, para empoderarlo y que sea él quien inicie la conversación sobre el peso, con comunicación efectiva para que el paciente no se sienta atacado.
“Yo siempre que veo a un paciente le digo: ‘¿me permites hablar de tu peso? Estoy preocupado porque has ganado kilos’. Se necesitan conversaciones claras y respetuosas”.
Finalmente, estos resultados llegan en un momento muy “doloroso y sensible para los médicos”, pues acaban de desaparecer “las guías de prácticamente todo en el país, en una decisión inentendible por parte de las autoridades”, por lo que resultados del Action Teens se vuelve una herramienta de consulta, ahí están todos los datos que cualquier médico debería saber, cómo piensa el médico y el paciente.
Es un material que debe ser distribuido de manera masiva en escuelas de medicina, sociedades médicas, con nutriólogos, psicólogos, centros de salud, la información es muy valiosa”, concluye./Agencias-PUNTOporPUNTO