MÉXICO impone Barreras Comerciales a TRANSGÉNICOS; aquí los CONTRA y A FAVOR de su CONSUMO… chécalo!!

En los últimos años, el consumo de alimentos transgénicos ha generado un intenso debate en México y en el mundo, los alimentos transgénicos son aquellos que han sido modificados genéticamente para introducir características específicas, como resistencia a enfermedades o mejoras en su valor nutricional.

La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) de México emitió 14 denegaciones formales de productos genéticamente modificados destinados al uso en alimentos y piensos en 2021 y 2022.

México no ha informado oficialmente de ninguna aprobación de productos agrícolas modificados genéticamente para uso alimentario y forrajero desde mayo de 2018.

México tampoco ha aprobado ninguna solicitud de permiso para cultivos genéticamente modificados (algodón y alfalfa) desde el 2019, citando el principio de precaución.

  • El Enfoque Precautorio contenido en la Declaración de Río establece: “Con el fin de proteger el medio ambiente, los Estados deberán aplicar ampliamente el criterio de precaución conforme a sus capacidades.
  • Cuando haya peligro de daño grave o irreversible, la falta de certeza científica absoluta no deberá utilizarse como razón para postergar la adopción de medidas eficaces en función de los costos para impedir la degradación del medio ambiente.”
  • El algodón es el único cultivo transgénico plantado en México, y aunque la producción alcanzó un récord en el año de comercialización 2018/2019, la falta de disponibilidad de semillas actualizadas y otros desafíos han reducido significativamente la producción y la calidad, de acuerdo con el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA).

El 1 de enero de 2021, entró en vigor un decreto presidencial mexicano en virtud del cual se revocarán las autorizaciones existentes para el maíz biotecnológico y se prohibirán nuevas.

  • En 2021, las importaciones mexicanas de maíz y soja transgénicos se valoraron en aproximadamente 5,000 millones y 3,000 millones de dólares, respectivamente, con suministros procedentes principalmente de Estados Unidos.
  • Antes, la Cofepris, dependiente de la Secretaría de Salud, autorizó la importación de cultivos transgénicos para alimento humano y animal. Hasta mayo de 2018, autorizó 181 eventos diferentes: alfalfa (4), algodón (36), arroz (1), colza (10), jitomate (3), limón (2), maíz (90), papa (6), remolacha azucarera (1) y soya (28).
  • En México, la aprobación (autorización) de productos transgénicos para consumo se distingue de la aprobación (permisos) de siembra o liberación ambiental en que las autorizaciones de productos para consumo son definitivas (no limitadas en el tiempo).

Sin embargo, los permisos generalmente son solo para un período de crecimiento y deben otorgarse cada ciclo de siembra/cosecha.

La liberación al medio ambiente está regulada por la Secretaría de Agricultura en el caso de especies domesticadas (cultivos, ganadería y pesca) y por la Semarnat en el caso de especies silvestres.

La Semarnat es el organismo encargado de emitir opiniones vinculantes en bioseguridad y esto se hace antes de que pueda salir cualquier resolución de la Secretaría de Agricultura.

  • Para las autorizaciones de consumo, la Ley de Bioseguridad estableció que la Secretaría de Salud, a través de la Cofepris, tiene un máximo de seis meses para dictar sentencia luego de recibida la solicitud completa.
  • El 11 de noviembre de 2022, varias secretarías de Estado publicaron conjuntamente un “informe de progreso” sobre las acciones del gobierno mexicano hasta esa fecha en la implementación del decreto presidencial sobre el maíz.

En ese documento, la Cofepris puntualizó que emitió 14 denegaciones formales de productos genéticamente modificados destinados al uso en alimentos y piensos en 2021 y 2022.

  • Según el informe gubernamental, los productos denegados incluyen siete eventos de maíz, cuatro eventos de algodón, dos eventos de canola y un evento de soja, todos los cuales contenían rasgos de tolerancia al glifosato.
  • Como reacción, 28 recursos legales (amparos) contra el decreto han sido presentados por diferentes empresas usuarias de maíz, incluidos productores de semillas, aceite, alimentos y piensos, y asociaciones agrícolas en siete estados.

Entre los promoventes destacan Monsanto Comercial y Semillas, Agroproductos Monsanto y Agricultura Nacional.

  • Para entonces, se habían resuelto 17, de los cuales 16 fueron sobreseídos (tres de ellos firmes) y en uno se concedió el amparo; no obstante, se encontraban 14 en recurso y 11 en trámite sin resolución.

Importaciones mexicanas de productos transgénicos

  • Algodón. México importa algodón transgénico desde Estados Unidos para satisfacer casi 50% de su demanda interna. Se prevé que las importaciones de algodón desde Estados Unidos aumenten en la campaña 2022/23, a 1.1 millones de pacas, un incremento de 10% respecto a la campaña 2021/22, debido al aumento de la demanda mundial de textiles y prendas de vestir.
  • Maíz. México es el segundo importador mundial de maíz transgénico, con suministros principalmente de Estados Unidos, Brasil y Argentina. Estas compras se valoraron en 5,000 millones de dólares en 2021.
  • Soja. México es el tercer importador mundial de soya transgénica, abasteciéndose de Estados Unidos y Brasil. Las importaciones de soja alcanzaron los 5.6 millones de toneladas, valoradas en 3,000 millones de dólares, en 2021. Colza Casi toda la colza (canola) que se consume en México son variedades transgénicas importadas de Canadá y Estados Unidos, y sólo una pequeña cantidad se produce en el país. México importó 250,000 toneladas en 2021.

¿Qué es un alimento transgénico?

Un transgénico u organismo genéticamente modificado (OGM) es un ser vivo creado artificialmente a través de la inversión de genes de virus, bacterias, vegetales, animales o de humanos a una planta o a un animal, explica Greenpeace.

A través de la ingeniería genética es posible insertar ciertos rasgos de una especie, animal o vegetal, a otra.

Beneficios y riesgos

En el caso de la agricultura, lo que se busca es controlar la producción de alimentos, para lograr una mayor producción y, por ende, mayores ganancias; además de alimentos más nutritivos, resistentes a sequía, plagas y que crezcan más rápido.

  • Asimismo, estos alimentos requieren menos agua, fertilizantes y pesticidas, de acuerdo con la mesa de debate organismos genéticamente modificados, que elaboró el Senado de la República en 2015.
  • Entre los peligros de los transgénicos, señala el documento del Senado, se encuentra un aumento a la resistencia de los antibióticos, y la posibilidad de que se produzcan nuevas toxinas, las cuales pueden provocar nuevas alergias en los consumidores.

El debate del maíz transgénico en México

Por decreto presidencial del 13 de febrero el maíz transgénico quedó prohibido para consumo humano. Desde entonces se han multiplicado las discusiones sobre cuán benéfico o dañino es este producto modificado. Como parte de esa polémica, queda pendiente que el gobierno mexicano justifique a Estados Unidos, su socio comercial, el motivo científico de esta decisión.

  • Víctor Villalobos, titular de Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), es uno de los defensores de la semilla modificada genéticamente: a 24 años de la entrada del maíz amarillo transgénico al país, “no hay científicamente demostrado un daño a la salud humana ni en México ni el mundo”, dijo durante la Expo Carnes y Lácteos 2023.

Sin embargo, desde 2015 Emmanuel González-Ortega, entonces en el Instituto de Ecología (IE) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ha afirmado que el maíz transgénico eleva el riesgo de padecer cáncer y de causar malformaciones congénitas.

  • ¿Qué es el maíz transgénico? En la actualidad hay dudas entre los mexicanos sobre los alimentos transgénicos y sus consecuencias para la salud. En el caso del maíz se centran en que los productos derivados son consumidos a diario pues tienen un papel importante en las dietas más comunes.

En “Maíz transgénico, presente en las tortillas de los mexicanos”, artículo de la UNAM, se explica que las modificaciones de la semilla tienen por objetivo hacer que la mazorca resista plagas y tolere el herbicida glifosato. Este químico, usado para exterminar plantas indeseadas, ha sido clasificado como probable cancerígeno por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

  • La mayoría del maíz transgénico, presente en algunos alimentos basados en harinas, se produce en Estados Unidos. Según documentos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), ese país ocupa el primer lugar del mundo en la generación de cultivos transgénicos.

La comunidad científica en México ha expresado su preocupación sobre el uso del herbicida glifosato, causante de cáncer según la Organización Mundial de la Salud (OMS), y el consumo humano del maíz Mon60, cuyos efectos podrían derivar en enfermedades renales o cáncer, según se teorizó tras un estudio de Gilles-Éric Séralini de 2012.

  • La investigadora y activista Silvia Ribeiro recuperó el estudio de Séralini en su libro Maíz, transgénicos y transnacionales, de 2020. Detalló allí que, luego de cuatro meses de ser alimentadas con Mon60, las ratas desarrollaron tumores cancerosos. Eso detonó las preocupaciones sobre el consumo humano del alimento alterado a nivel genético.
  • Tres años después que Séralini, González-Ortega advirtió que la semilla modificada elevaba el riesgo de padecer cáncer y de producir malformaciones congénitas. Y en 2017 el IE, junto con el Centro de Ciencias de la Complejidad de la UNAM, halló que el 90% de las tortillas del país contienen secuencias de maíz transgénico.

Dado que el dato más preocupante de las investigaciones era la presencia del glifosato, se estudiaron otras semillas que, si bien son modificadas, no tienen ese herbicida. El maíz bt, al que se incorporó el gen de la bacteria Bacillus thuringiensis, fue catalogado como inocuo por la Sociedad Española de Ciencias de la Alimentación (SEDCA), ya que evita los insecticidas.

Tras la adopción del maíz bt, las opiniones se volcaron a favor del consumo humano. En 2018, la asociación de biotecnología agrícola ChileBIO publicó las conclusiones de un estudio de 20 años de esta variante: los cultivos tuvieron porcentajes más bajos de micotoxinas (-28.8%), fumonisinas (-30.6%) y ticotecas (-36.5%), compuestos tóxicos que pueden afectar la salud humana y animal. En la misma dirección, Villalobos afirmó que a 24 años del ingreso del maíz transgénico, “no hay científicamente demostrado un daño a la salud humana ni en México ni en el mundo”.

Dado el choque de dos perspectivas diferentes, al haber elegido prohibir el consumo humano de todo maíz transgénico México debe presentar a los Estados Unidos la documentación científica que lo justifique.

Desventajas para el cultivo natural

El científico David Schubert reveló en 2009 que la toxina bt también tiene sus contras, entre ellas la toxicidad directa y la posibilidad de alterar el metabolismo de la planta. Uno de los puntos más importantes expuestos por Schubert es el daño al cultivo natural.

Organizaciones como el Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales han resaltado el peligro que el maíz transgénico representa para los agricultores, pues de insertarse podría ocasionar cambios irreversibles en los ecosistemas.

  • También alertaron que la semilla alterada modificaría más de 7.000 años de trabajo indígena. En el documento Alarma transgénica en aumento, de 2012, el observatorio advirtió que los campesinos dedicados al cultivo tendrían que optar por un cambio sin retorno pues afecta la biodiversidad.

Esta valoración también la comparte Ribeiro. En Maíz, transgénicos y transnacionales enumera algunos peligros de este producto, como la desestabilización genómica en los maíces nativos. Además, en el caso de las variedades que requieren del glifosato, siempre existe peligro para la salud humana. También el Conacyt publicó opiniones de expertos que buscan prohibir el herbicida.

  • Maíz-bt, el más producido pese a todo. Las investigaciones recientes consideran que el maíz bt es seguro: por ejemplo, el libro El maíz en peligro ante los transgénicos, coordinado por Elena Álvarez y Alma Piñeyro (UNAM), explica que el riesgo para la salud humana por consumo de las toxinas bt es mínimo, siempre que las empresas lo usen de forma responsable.

En consecuencia, el maíz bt se ha adoptado con éxito en el mercado desde que fue aprobado en Estados Unidos en 1996. Hoy representa la mayor proporción de sembrado transgénico a nivel mundial.

  • Aunque resiste el glifosato y es tóxico para los gusanos barrenadores, la bacteria bt resulta poco efectiva contra otros insectos que dañan los cultivos mexicanos, según el Instituto de Biotecnología de la UNAM. El grupo de expertos recomienda utilizar proteínas del mismo bacilo para plagas como el gusano cogollero y, en particular, la Spodoptera frugiperda, la más dañina para el maíz en México.

Álvarez y Piñeyro advierten también sobre la inevitable resistencia que otras plagas podrán desarrollar al consumir el maíz bt. Por último, importa evitar las combinaciones ilegales de este cultivo transgénico para consumo humano. El maíz Starlink de Estados Unidos incluía la proteína tóxica Bt Cry9C, que provocó casos graves de reacciones alérgicas

¿Maíz transgénico es inseguro?

La postura de México de reducir gradualmente las importaciones de maíz transgénico y eliminar el uso del glifosato fue bien recibida por expertos e investigadores estadounidenses quienes aseguran que no existe evidencia científica sólida que garantice la seguridad de la salud y advierten daños al maíz nativo.

  • Timothy A. Wise, asesor sénior en el Instituto de Política Agrícola y Comercial de Estados Unidos, aseguró que muchos científicos discrepan sobre la regulación del gobierno estadounidense de los productos genéticamente modificados, argumentando que la incertidumbre científica justifica las restricciones cautelares de México porque las pruebas de daños no se han tomado en serio.
  • “Una declaración de 2015 firmada por más de 300 científicos insistía en que no hay consenso científico sobre la seguridad de los transgénicos. La escasez y la naturaleza contradictoria de las pruebas científicas publicadas hasta la fecha impiden hacer afirmaciones concluyentes sobre la seguridad, o la falta de seguridad, de los transgénicos”, indicó.
  • Wise, quien también es investigador sénior en el Instituto de Medio Ambiente y Desarrollo Global de la Universidad de Tufts, comentó que existen al menos 26 estudios que demuestran efectos adversos o incertidumbres de los transgénicos alimentados con animales.

“No hay nada en la sección de Biotecnología Agrícola del T-MEC que obligue a un país a aprobar un cultivo transgénico aprobado en otro país. Tampoco obliga a los tres países a aceptar las evaluaciones científicas ni los cálculos de riesgo de otros países”, señaló.

Grandes empresas de EU están detrás de conflicto con México

Jim Goodman, especialista en Ciencias Animales por la Universidad de Wisconsin-Platteville, señaló que la disputa de Estados Unidos con México solo busca beneficiar a las grandes empresas de semillas y productos químicos, pues la verdadera preocupación no radica en una posible caída de los ingresos agrícolas de Estados Unidos, sino más bien en una reducción de los beneficios empresariales.

  • Los productores de maíz estadounidenses pueden cultivar el maíz no transgénico que México querría comprar y se les pagaría una prima por hacerlo. Pero el poder de las corporaciones de semillas y pesticidas, las multinacionales de cereales y la industria dificultan el cultivo y la comercialización de maíz no transgénico.
  • Goodman acusó que el dinero de las empresas siempre ha corrompido el proceso político para crear leyes y acuerdos comerciales que protejan los beneficios empresariales a expensas no solo de los ciudadanos estadounidenses, sino de los ciudadanos de todo el mundo.

“México tiene todo el derecho bajo el T-MEC de rechazar el maíz transgénico de Estados Unidos”, opinó.

México se toman decisiones sin sustento científico

La polémica en torno a los cultivos transgénicos, enfáticamente en el maíz, su discusión unilateral y dirigida desde Conacyt –cuyo trasfondo es el activismo ideológico de su directora, Elena Álvarez-Buylla–, el populismo nacionalista del que se ha servido para alimentarlo se toparon con un golpe de realidad (comercial), ante las declaraciones del negociador jefe de comercio agrícola de la Representante Comercial de Estados Unidos, Doug McKalip.

  • México “rechazó 14 muestras distintas de productos agrícolas que se le presentaron y no aportaron ninguna justificación”, dijo a la agencia Reuters. “Queremos asegurarnos de que hagan la ciencia, muestren su trabajo y tomen decisiones basadas en evaluaciones de riesgo”, añadió respecto al veto presidencial a la importación de maíz transgénico, que fue sustituido con uno más relajado.

Antes de cumplirse el plazo que el gobierno estadunidense dio para que México diera sus fundamentos científicos ante la medida, la Secretaría de Economía se adelantó y dio a conocer la publicación de un decreto más “laxo” en el Diario Oficial de la Federación.

“Ha sido una situación preocupante porque pone de manifiesto que se están tomando decisiones sin sustento científico” en el gobierno mexicano, señala Agustín López Munguía, uno de los investigadores más destacados del Instituto de Biotecnología de la UNAM y ganador del Premio Nacional de Ciencias y Artes por sus investigaciones en biotecnología aplicada a alimentos.

  • En entrevista, el científico señala los aspectos “absurdos” del “Decreto por el que se establecen diversas acciones en materia de glifosato y maíz genéticamente modificado”, uno de los cuales puede tomar de ejemplo a las tortillas transgénicas que llegaron a Taco Bell en EU, hace un par de décadas.

El científico apuntó que el gobierno mexicano ha dejado a un lado la evidencia científica y las regulaciones de organismos sanitarios del país y de otros más para tomar decisiones con “otros criterios” en el caso del maíz.

  • Esto contrasta con el veto a las grasas trans en la producción de alimentos, añadió, de la cual no hay duda que son dañinas para la salud. “En cambio, no hay ni una instancia que se haya pronunciado por el riesgo en el consumo de maíz transgénico. ¿Por qué una decisión se toma escuchando las instancias adecuadas para ello y en otras no?”.

El gobierno de Andrés Manuel López Obrador se topó ante las exigencias del estadunidense que ha exigido dar evidencia de cuáles son los riesgos que llevaron a tal decreto. “Simplemente no los hay”.

  • Por su parte, las academias de ciencias y medicina estadunidenses, añade, han documentado cientos de pruebas que desestiman los riesgos del consumo de plantas modificadas genéticamente. En México, el Comité de Biotecnología de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) hizo un estudio similar publicado en “Transgénicos.

Grandes beneficios, ausencia de daños y mitos”, libro encabezado por Francisco Bolívar Zapata, científico fundamental para la obtención de “insulina transgénica” que ha beneficiado a personas en todo el mundo.

  • “Se trata de un documento que recoge mil 800 estudios de instancias públicas privadas, laboratorios… donde queda claro que no hay este riesgo. Más aún, tenemos 30 años de consumo de maíz modificado genéticamente sin que hasta la fecha exista algo que permita alarmar o llamar la atención. No ha habido brote ni problema que tenga origen en el consumo del maíz transgénico”.
  • “La mayor preocupación es que estemos tomando decisiones sin sustento científico”, enfatiza el científico, “lo cual traerá consecuencias algunas directas –como dejar de importar entre 10 y 15 millones de toneladas de maíz, con impactos en la economía y la industria alimentaria–, pero más que eso es generar una política en la toma de decisiones que no escuche las evidencias científicas”.

Datos sobre la producción de alimentos transgénicos en México

En los últimos años, el consumo de alimentos transgénicos ha generado un intenso debate en México y en el mundo, los alimentos transgénicos son aquellos que han sido modificados genéticamente para introducir características específicas, como resistencia a enfermedades o mejoras en su valor nutricional.

Sin embargo, esta tecnología también plantea preocupaciones en términos de seguridad alimentaria, impacto ambiental y la posibilidad de efectos desconocidos en la salud humana.

Los alimentos transgénicos se consumen en México desde hace más de una década. El primer alimento transgénico que se aprobó para su comercialización en México fue un tipo de maíz llamado MON810, que se aprobó en 2005 y desde entonces, se ha aprobado la comercialización de otros cultivos transgénicos, como:

  • La soya
  • La canola
  • La papaya

Hay una serie de factores que han contribuido al aumento del consumo de alimentos transgénicos en México:

  • Un factor es el apoyo del gobierno al cultivo de cultivos transgénicos: El gobierno ha otorgado subsidios a los agricultores que cultivan cultivos transgénicos y también ha exigido a las empresas de alimentos que utilicen ingredientes transgénicos en algunos productos.
  • La disminución del costo de estos alimentos: El precio de los cultivos transgénicos ha bajado en los últimos años, haciéndolos más asequibles para los consumidores.
  • El creciente consumo de alimentos transgénicos en México se ha enfrentado con algunas preocupaciones, ya que algunas personas se preocupan por los riesgos potenciales para la salud de consumir alimentos transgénicos, mientras que otras están preocupadas por el impacto ambiental de cultivar estos cultivos.

Sin embargo, el gobierno de México ha sostenido que son seguros para comer y que no representan una amenaza para el medio ambiente, también ha argumentado que los cultivos transgénicos son necesarios para mejorar la producción de alimentos y reducir el uso de pesticidas./PUNTOporPUNTO

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