México no ha logrado detener la ola de violencia que lo aqueja desde hace más de una década, sólo en 2019 concluyó con un total de 35.620 de personas asesinadas —incluyendo homicidios y feminicidios—, según cifras oficiales. Pero, además, cinco ciudades del país encabezan el ranking de las ciudades más violentas del mundo, expresó un informe de una asociación civil.
- En el último reporte del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal —o simplemente Seguridad, Justicia y Paz— sobre el ranking de las 50 ciudades más violentas del mundo, México tuvo un papel destacado al ser el país con la mayor cantidad de urbes en listado.
- Dentro de los primeros 10 lugares, seis corresponden a ciudades mexicanas: Tijuana, en Baja California; Ciudad Juárez, en Chihuahua; Uruapan, en Michoacán; Irapuato, en Guanajuato; Ciudad Obregón, en Sonora; Acapulco, en Guerrero.
Sin embargo, en el listado también aparecen otras 13 ciudades que, en total, suman 19; es decir, casi el 40% de las urbes más violentas en el mundo se concentran en México.
- En el estudio se precisa, además, que Tijuana se coloca por tercer año consecutivo en el primer lugar de la lista; por otro lado, se incorporan cinco nuevas ciudades mexicanas, que son: Cuernavaca, en Morelos; Guadalajara, en Jalisco; León, en Guanajuato; Morelia, en Michoacán; Zacatecas, en Zacatecas.
Cabe precisar que la medición se realizó con base en los índices de homicidios en proporción a su cantidad de habitantes; además, se excluyó a aquellas ciudades con problemas bélicos, pues su registro de muertes está directamente relacionado a operaciones de guerra y no a la incidencia delictiva.
¿Por qué México es el «epicentro mundial de la violencia»?
De acuerdo con Seguridad, Paz y Justicia, el hecho de que México sea el «epicentro mundial de la violencia» se debe a la ineficacia de las políticas gubernamentales para controlar la violencia.
Por otro lado, el informe señala que la política de Andrés Manuel López Obrador tampoco es la idónea para controlar los índices de criminalidad en el país, pues se centra en el apoyo con becas y no en el ejercicio legal de la fuerza.
«El problema central es que este gobierno al tiempo que trata a los delincuentes como víctimas, es claramente hostil hacia las verdaderas víctimas. Este gobierno se niega a aplicar la fuerza legal contra los criminales y en cambio les ofrece subsidios, como las becas del programa Jóvenes Construyendo el Futuro que debieran, supuestamente, poner fin a los sicarios al convertirlos en becarios», expone el informe.
No obstante, cabe destacar que la ola de violencia en México comenzó a acentuarse desde 2006, en el sexenio de Felipe Calderón, quien inició la llamada guerra a las drogas; desde entonces, el país no ha podido bajar sus índices de criminalidad.
México pierde el 21% del PIB por la violencia
La inseguridad tiene un impacto en la economía mexicana de 4.57 billones de pesos (USD 191,857 millones), lo que equivale al 21% de su PIB, según el Índice de Paz México 2020, elaborado por el Instituto para la Economía y la Paz (IEP, por sus siglas en inglés) publicado este martes.
- Este monto implica un costo per cápita de 36,000 pesos (USD 1,511) y el equivalente a ocho veces el presupuesto destinado a salud pública, explicó Carlos Juárez, director en México del IEP, al presentar el informe que analiza las cifras oficiales de 2019.
Pese a que el impacto económico de la violencia bajó 0.3% con respecto al año anterior, la primera caída en cinco años, el estudio lo atribuyó a una disminución de 14% en el gasto público en seguridad interna y de 8.6% en el sistema de justicia.
- En cambio, el gasto militar en 2019, el primer año completo de la presidencia de Andrés Manuel López Obrador, subió 12.8% hasta los 126,000 millones de pesos (USD 5,287 millones), lo que equivale al 0.5% del PIB, precisó el informe.
- Aunque el gasto gubernamental directo de 552,000 millones de pesos (USD 23,163 millones) representó 12% del impacto económico total de la violencia en 2019, Juárez apuntó que México apenas invierte 0.7% en seguridad interna y justicia, por debajo del 1.5% promedio de Latinoamérica.
«Necesitamos poner los presupuestos donde están los discursos. Un discurso que promueve la paz no va a obtener resultados, si no se ponen los presupuestos donde están las instituciones», advirtió el especialista./Agencias-PUNTOporPUNTO