Especialistas alertaron que la modificación de la Ley General de Salud para reintegrar a la Tesorería de la Federación (Tesofe) hasta 33,000 millones de pesos del Fondo de Salud para el Bienestar, además de generar incertidumbre para la atención de enfermedades de gastos catastróficos, como el cáncer, se corre el riesgo de que los recursos sean destinados para otras funciones.
- Este lunes, en el Parlamento Abierto convocado por la Cámara de Diputados, el director general del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria AC, Héctor Villarreal, explicó que desde hace décadas el gasto público para salud en México es insuficiente.
- Entre 2010 y 2020 sólo se invirtieron alrededor de 2.7% del Producto Interno Bruto (PIB) al sector salud, mientras que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) plantea que se destine 6% del PIB.
“Sin subestimar el problema de la crisis por Covid-19, hay una serie de problemas que se deben poner sobre la mesa. En términos legales la propiedad de los recursos del fideicomiso siembra duda, que de repente la Federación decida financiarse con estos recursos, no creo que sea lo correcto. La forma en que se escribe la iniciativa abre la puerta para que más allá de los 33,000 millones de pesos, los remanentes se vayan a operación en 2021”, refirió.
- El experto reconoció que el Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos, ahora Fondo de Salud para el Bienestar, siempre fue mejorable. No obstante, indicó que los recursos del fideicomiso se mantienen identificados para enfermedades de alto costo.
- “Preocupa que pasando 2021 y agotados estos recursos, se pregunte cómo se van a resolver estos padecimientos y se diga que con la bolsa general, porque sabemos que eso no nos llevará a ningún lado”.
Asimismo, mencionó que si bien se puede disolver dicho fondo, el problema persiste, ya que no se ha encontrado una fuente de financiamiento que haga viable al Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), por ello hizo un llamado a las y los diputados federales para que se discutan fuentes de financiamiento realistas y sostenibles para el sistema de salud pública.
- Por su parte, la coordinadora del Programa de Gasto Público y Rendición de Cuentas de México Evalúa, Mariana Campos, señaló que si bien el dictamen para modificar la Ley General de Salud menciona que se ha destinado gran cantidad de recursos a este sector a nivel internacional, México es un país carente de inversión en salud pública.
- Destacó que es necesario generar estudios de impacto presupuestario para tener claridad de cuál es la demanda por los servicios de salud que pueden llevar a gastos catastróficos y cuál es el costo de la atención para dichos padecimientos, con el objetivo de que se dé luz a un presupuesto adecuado en la materia.
En tanto, la directora general de la Asociación Mexicana de Lucha contra el Cáncer, Mayra Galindo, lamentó la intención de reformar la Ley General para disponer de los recursos del fideicomiso, y expresó que el Fondo de Salud para el Bienestar no debe ser tocado bajo ninguna consideración política o económica, ya que atiende a pacientes con alguna enfermedad catastrófica que no tienen seguridad social.
Presupuesto para salud en 2021 es insuficiente ante la Pandemia
A pesar del discurso oficial sobre la importancia de fortalecer el sistema de salud mexicano, especialmente en medio de una pandemia que ya ha dejado más de 90 mil muertos, los recursos destinados en esta materia para 2021 son insuficientes, advierten expertos tras revisar el Paquete Económico que presentó Arturo Herrera.
- En términos globales, el proyecto de presupuesto que discutieron los legisladores supone un incremento de 12,758 millones de pesos frente a lo aprobado en 2020 en el gasto para salud, explicado principalmente por el aumento en la Secretaría de Salud, que fue por 9.1%. No obstante, en una revisión más detallada, preocupa el origen de este aumento, así como los recortes en otras áreas, de acuerdo con un estudio del CIEP.
Los expertos de este centro de estudios explicaron en videoconferencia que la asignación a la dependencia que encabeza Jorge Alcocer proviene prinicipalmente del Fondo de Salud Para el Bienestar (FSB), es decir que no son recursos que tiene la Secretaría de Hacienda de manera recurrente.
«Sin ese fondo, en realidad lo que hubiéramos tenido es una reducción para el gasto en salud», explicó con más detalle la especialista del tema, Judith Senyacen Méndez, quien alerta que ahora tendrá que definirse cómo compensar los recursos que se contemplan sean utilizados para el próximo año.
- Además, en su interior se recortaron 21 de los 29 programas con los que cuenta esta dependencia, pero se detectó que los recursos fueron reasignados al Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), cuyos recursos tuvieron un aumento de 9,538 millones de pesos, muy por debajo de lo que se proponía en su iniciativa, que serían por 40,000 millones de pesos.
Otros programas en materia de salud como el de prevención, infraestructura, mantenimiento en infraestructura y vacunas también sufrieron recortes, por lo que la especialista del CIEP afirmó que, «no se puede considerar que este presupuesto pueda atender la crisis sanitaria».
Margen de maniobra de solo 2% del PIB
El panorama en el sector no es único. De hecho, son pocos los rubros que muestran incrementos importantes, como es el caso de Pemex. La razón, señalan desde el análisis del CIEP, es que esta administración solo tiene un margen de maniobra que representa el 2% del PIB.
Y es que para este paquete presupuestal, más del 87% del gasto ya está comprometido y como se ha visto año con año, una de las presiones más fuertes proviene de las pensiones, cuyo aporte representa casi el 5% del PIB.
- Y es que este 2020, el gasto en esta materia ascendió a 1.2 billones de pesos, una cifra sin precedentes, lo cual supera la recaudación estimada por 978,946.5 millones, explicó la especialista Sunny Villa, quien agregó que esta cantidad significa que, de cada 5 pesos que tiene el presupuesto, 1 es para pagar las pensiones.
De acuerdo con el proyecto de presupuesto entregado el pasado martes en el Congreso, las pensiones contributivas dirigidas al sector privado formal y servidores públicos aumentan 6.6%, mientras que las no contributivas, es decir, las pensiones que se entregan a través de un programa social, sólo crecen 1.4%./Agencias-PUNTOporPUNTO