A partir de este año, el 24 de febrero pasó de ser una fecha común a una histórica, pues fue cuando comenzó la invasión a Ucrania por parte del gobierno de Vladimir Putin .
- Desde el día en el que las tropas rusas ingresaron a el Donbás por orden del presidente ruso, han transcurrido tres meses; tiempo en el que el territorio ucraniano ha cambiado radicalmente, dejando atrás la época en la que las familias podían salir sin miedo a las calles o tenían un hogar en el cual refugiarse.
Ahora, casi cualquier persona está en riesgo de perder su vida por los bombardeos o la sola presencia de las fuerzas armadas rusas, lo que ha ocasionado 3 mil 930 muertes ucranianas, incluidos 257 niños, y al menos 4 mil 532 heridos, entre ellos 394 infantes, motivo que ha llevado a millones de personas a dejar su país.
- De acuerdo con un informe de la Agencia de la Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), más de 6 millones de ucranianos han cruzado las fronteras de los países vecinos, mientras que 8 millones más se encuentran desplazados dentro de su propio Estado
- Entre los países que más han recibido ucranianos desde que comenzó la invasión está Polonia, con un estimado de 3 millones 272 mil 943 refugiados, y Rumania, con 895 mil 828, de acuerdo con datos de la ACNUR.
El total de refugiados ucranianos forma parte de las 100 millones de personas que desde el año pasado se han desplazado de su nación de origen a otro país debido a una situación de conflicto, violencia o discriminación.
- Filippo Grandi, alto comisionado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los refugiados, dijo respecto a estos datos que son una llamada de atención para resolver y prevenir los conflictos destructivos, poner fin a la persecución y abordar las causas subyacentes que obligan a las personas inocentes a huir de sus hogares.
- Sin embargo, en el caso de Ucrania, aún es poco probable que se solucione el conflicto a corto o mediano plazo, tomando en cuenta que la opinión del gobierno ruso es totalmente diferente a la del resto de la comunidad internacional y a la de las organizaciones humanitarias.
Mientras que para la administración de Putin la invasión se ha dado por supuestas faltas a los derechos humanos de los pro rusos ubicados en el Donbás, para la comunidad internacional sus acciones violan la Carta de las Naciones Unidas al intervenir en territorio ajeno al suyo, lo cual afecta principalmente a la sociedad civil.
Afectación mental a ciudadanos de Ucrania
Cuando una persona decide salir de su país de origen por situaciones como una guerra o una invasión como la que se vive en Ucrania, los daños mentales son comunes.
- Si alguien ha sido expuesto o ha vivido directa o indirectamente una experiencia que amenazó con su vida o con su integridad, puede desarrollar un trastorno por estrés postraumático.
- De acuerdo con el doctor Emiliano Villavicencio Trejo, especialista de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad La Salle, para las personas que están emigrando por una situación como la que se registra en Ucrania, las consecuencias pueden ser la entrada a un trastorno postraumático, o bien a altos niveles de ansiedad o depresión.
“Esto puede ser muy grave. Aunque hay quienes pueden solo presentar síntomas no recurrentes, hay aquellos que pueden desarrollar el trastorno de manera muy profunda o patológica ¿De qué depende esto? De los recursos personales de cada uno o del tipo de evento al que haya sido expuesto.
“Si únicamente salieron de Ucrania sin haber presenciado una muerte, un bombardeo o el derrumbamiento de un edificio, eso hace una diferencia en que haya o no una marca de una patología profunda”, asegura el académico.
- Entre otras de las consecuencias que pueden llegar a experimentar los refugiados ucranianos son las pesadillas recurrentes o la sensación de pellizcos en el cuerpo debido a la intensidad de la vivencia que tuvieron.
- Además, también pueden haber consecuencias físicas, considerando que la angustia llega a traducirse en gastritis o en un golpe al sistema inmunológico, incitando a que se desarrollen otro tipo de infecciones.
“Para tratar esto no basta con un ‘hoy me voy a levantar con una mejor actitud’ o ‘hoy no voy a pensar en eso’. No basta con esos pensamientos positivos para salir adelante (…) Así como la ONU y la Organización Mundial de la Salud están atentos con el tema de la ayuda humanitaria, abasteciendo de víveres a los refugiados, es necesario también el acompañamiento psicológico y psiquiátrico”.- Emiliano Villavicencio Trejo, Doctor y especialista de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad La Salle
“Una valoración psiquiátrica en este momento es casi tan indispensable como acercarle un pan y un vaso de agua a la gente. De ese tamaño lo comparo, porque las consecuencias no sólo son a nivel individual, sino de sociedad”, dice Villavicencio Trejo.
Para el doctor, si no se llega a tratar un trastorno por estrés postraumático, las personas pueden heredar a otras generaciones sus pensamientos de no pertenencia o vulnerabilidad.
Dos de cada tres niños ucranianos han sido desplazados por la guerra
La invasión de Ucrania cumplió más de 100 días y UNICEF denuncia unas “consecuencias devastadoras” para los niños “a una escala y velocidad no vistas desde la Segunda Guerra Mundial”. Desde el 24 de febrero, han muerto en la guerra al menos 262 niños y 415 han resultado heridos.
- La organización avisa que 5,2 millones de niños necesitan ayuda humanitaria –tres de ellos dentro de Ucrania y 2,2 en los países de acogida–. En total, casi dos de cada tres menores se han visto desplazados por los combates, asegura UNICEF.
- Entre ellos está Vika, de ocho años, que es de Avdiivka, en la región de Donetsk, y no ha conocido la paz en su país. Situada muy cerca de la línea de contacto, el sonido de la guerra ha sido una constante en su vida desde 2014, cuando las fuerzas rebeldes prorrusas del este de Ucrania declararon la independencia. Por fin, en septiembre de 2021, con siete años, fue por primera vez a la escuela. Sin embargo, el estallido de una nueva guerra le obligó a dejar las clases en febrero.
Vika y su madre pasaron dos meses en el sótano. “Estábamos siempre en el sótano. No podíamos salir y la única opción era acercarse a la puerta un rato y respirar algo de aire. Todo explotaba. En cualquier momento nos podíamos ver bajo los escombros”, dice la niña en otras declaraciones recogidas por UNICEF.
- Llegó la escasez y pronto se hizo imposible sobrevivir en Avdiivka, por lo que la familia decidió huir. Mientras esperaban al autobús de evacuación, se produjo un nuevo ataque. “Estábamos muy asustados y literalmente nos arrastramos alejándonos de las bombas”, recuerda su madre, Hanna. Ahora viven en un pequeño pueblo en la región de Cherkasy, en el centro del país. “Supongo que algunos de mis compañeros de clase en Avdiivka siguen escondidos en sótanos y que algunos han huido. Espero que mi colegio no haya sido destruido”, dice Vika.
Algunos niños y jóvenes han sido testigos de los ataques. Viacheslav, de 18 años, es uno de ellos. Vivía en Verkhnotoretske, un pueblo de Donetsk, y ahora vive en la parte occidental del país. Viacheslav vio morir a su madre. “Murió en mis brazos. La bomba cayó cerca de nosotros y cuando abrí los ojos vi a mi madre tirada en el suelo. Sus últimas palabras fueron ‘estoy bien’”, recuerda entre lágrimas el joven en un testimonio recogido por UNICEF. “Cuando entré en casa, ellos lo entendieron todo”, añade en referencia a sus cuatro hermanos pequeños.
Ataque contra escuelas
Al menos 256 instalaciones de salud y una de cada seis ‘escuelas seguras’ apoyadas por UNICEF en el este del país están dañadas o destruidas. “Cientos de centros educativos en toda Ucrania también han resultado dañados”, denuncia la organización.
- Hace dos semanas, las autoridades militares ucranianas publicaron imágenes de una escuela de Avdiivka destruida. “Fuerzas rusas bombardearon anoche la escuela con fósforo blanco”, denunció Pavlo Kyrylenko, director de la administración militar regional de Donetsk.
“El 1 de junio es el Día Internacional para la Protección de los Niños en Ucrania y en toda la región”, afirma la directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell. “En lugar de celebrar la ocasión, nos acercamos solemnemente al centésimo día de una guerra que ha destrozado la vida de millones de niños. Sin un alto el fuego urgente y una paz negociada, los menores seguirán sufriendo”.
- Polina, de Mariúpol, tiene 11 años. El hospital en el que nació, la guardería a la que fue y el colegio en el que estudiaba han sido destruidos. Ahora, después de pasar un mes refugiada en un sótano, tiene miedo de quedarse sola en una habitación.
Polina, que huyó junto a su familia a la región de Vinnytsia, recuerda uno de aquellos días en el sótano: “Yo estaba abajo y mi madre y abuela estaban arriba. Hubo una explosión tan fuerte que me dejó sorda. Se cayó todo del techo y empecé a gritar. Las otras niñas también gritaban y lloraban y hubo una que no fue capaz de calmarse incluso cuando todo había pasado”./Agencias-PUNTOporPUNTO