- Durante el 2022, de la población total de América Latina y el Caribe 29% vivía en pobreza. Esto significa que 181 millones de personas en la región no cuenta con recursos suficientes para cubrir sus necesidades básicas, informó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
- Esta proporción es 1.2% inferior al nivel registrado antes de la pandemia y resulta de una recuperación del ingreso laboral.
- Si bien se trata de una tendencia positiva, el secretario ejecutivo de la Comisión, José Manuel Salazar Xirinachs enfatizó que “no hay razones para celebrar, pues más de 180 millones de personas en la región no cuentan con ingresos suficientes para cubrir sus necesidades básicas”.
En la presentación del informe anual “Panorama social de América Latina y el Caribe 2023”, explicó que de este número, 70 millones de personas no tienen los ingresos necesarios para adquirir una canasta básica de alimentos, lo que significa que se encuentran en pobreza extrema.
Desde la sede de la Cepal, en Santiago de Chile, Salazar Xirinachs enfatizó que estas cifras implican que casi un tercio de la población de la región vive en situación de pobreza.
- De acuerdo con la información contenida en el documento, cuando se hace un acercamiento a la situación la población de niños y adolescentes, resulta que el 42% de ellos vive en pobreza.
- El funcionario subrayó que un contexto de bajo crecimiento económico, como el que ha vivido la región en la última década, dificulta la capacidad de los países para generar puestos de empleo. Y para dejar atrás la pobreza, es necesario desarrollar estrategias de inclusión laboral.
- El secretario de la Cepal destacó que “el apagón educativo” que se presentó durante la pandemia, terminó de impactar en las oportunidades que tienen los jóvenes de la región para integrarse a un mercado laboral competitivo.
Esto abrirá aún más las brechas de ingreso que se mantienen elevadas. En el documento refieren que el índice de desigualdad de Gini se mantiene por debajo de los niveles del 2019 y aún así, la proporción más alta de la población, recibe un ingreso que es 21 veces mayor al del decil de menores ingresos.
Según la información contenida en el documento, en toda la región hay 105 “milmillonarios” y ellos concentran 4% del patrimonio de toda la población.
- Por su parte, los mexicanos que se hallaban en situación de pobreza el año pasado, según la Cepal, representaron 28.6% de la población total. Esta proporción muestra una corrección a la baja desde 37.4% que cayeron en pobreza durante el año de la pandemia, el 2020.
- En el documento mostraron que también se presentó una reducción en la proporción de mexicanos que vivían en pobreza extrema, a 6.2% el año pasado, desde 9.2% que significó en el año de la pandemia.
- De acuerdo con el análisis, la disminución de la pobreza en el 2022 es consecuencia de un crecimiento real de los ingresos laborales, tanto asalariados como por cuenta propia. Ese es el caso de México, donde el ingreso del trabajo medido en múltiplos de las líneas de pobreza creció entre 6 y 8% en el 2022.
Informalidad y desigualdad de ingresos
En cuanto a la situación del empleo, el análisis especificó que de los 292 millones de empleados en América Latina y el Caribe, la mitad tiene trabajos informales y un 20% vive en situación de pobreza, en tanto que el 40% tiene ingresos inferiores al salario mínimo y la mitad no cotiza en los sistemas de pensión.
- La CEPAL explicó que el aumento de empleos es positivo pero no suficiente para alcanzar la inclusión laboral. “Se requiere acceso a trabajos productivos, bien remunerados y con acceso a la protección social, en particular para las mujeres y las personas jóvenes”, apuntó.
- En 2022, 54,2 millones de hogares en la región (39% del total) dependían exclusivamente del empleo informal y la mayoría de los menores de 15 años y las personas mayores de 65 vivían en hogares con ingresos de trabajos informales o mixtos (61,2%).
Con respecto a los ingresos, el informe subrayó la desigualdad y precisó que el decil de ingresos más altos percibe 21 veces más dinero que el decil más bajo. En 2021, la riqueza de solo 105 personas representó casi el 9% del PIB regional.
En este sentido el titular de la CEPAL afirmó que los países deben pasar de la inserción laboral a la inclusión laboral, que es eje del desarrollo social inclusivo.
“Pero la inclusión laboral requiere un crecimiento económico alto y sostenido. No es posible crear un mejor futuro del trabajo sin crear un mejor futuro de la producción y viceversa”, argumentó Salazar-Xirinachs.
Pronostico desfavorable en el mercado laboral en 2024
Las perspectivas para el mercado laboral en 2024 no son del todo alentadoras. La desaceleración proyectada en el crecimiento económico puede ocasionar mayores dificultades para que el empleo asalariado y formal crezca en Latinoamérica, advirtieron la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
- “El crecimiento proyectado para América Latina y el Caribe, en torno al 2.2% en 2023 y al 1.9% en 2024, implicará mayores dificultades para que la tasa de ocupación siga aumentando, al igual que para el empleo asalariado y formal.
Por otra parte, es probable que las tendencias observadas en la composición del empleo cambien y que se observe un mayor dinamismo en las categorías ocupacionales no asalariadas y de servicios”, indican los organismos internacionales en el último informe Coyuntura laboral en América Latina y el Caribe.
- En 2023, los mercados laborales de la región tuvieron un menor dinamismo. Y aunque la creación de empleos se mantuvo al alza, la generación de nuevos puestos de trabajo fue más tenue que en los dos años anteriores.
“El contexto de un menor crecimiento económico marca una diferencia respecto de lo observado en 2021 y 2022, cuando el efecto rebote tras 2020 generó dinámicas más activas de la oferta y demanda laboral. A su vez, se aprecia que las tasas de participación y ocupación estarían mostrando respuestas propias de períodos de crecimiento económico más atenuado, como los que se observaron entre 2015 y 2019”, refiere el estudio.
El año pasado, la generación de empleo se desaceleró en las actividades industriales y de servicios, sectores que concentran el grueso de la ocupación. “Destaca la marcada desaceleración de la creación de empleo en el sector de comercio, que concentra cerca de un quinto del empleo total, frente a lo observado en 2022”.
Aunque el crecimiento de la ocupación centrado en el trabajo asalariado influyó en una baja en la tasa de informalidad en la región, el informe muestra que el incremento del trabajo asalariado fue menor al reportado en 2022.
- Por otra parte, la informalidad tuvo un comportamiento heterogéneo por género. En cuatro países (Ecuador, Argentina, Chile y México) el empleo informal de las mujeres tuvo un crecimiento superior al de los hombres.
- En el resto de las economías, donde el trabajo informal se redujo, fue la disminución se concentró en el empleo masculino, sólo con excepción de Costa Rica y Brasil.
- “En los años posteriores a la pandemia se vuelve prioritario retomar los esfuerzos para, por una parte, enfrentar las brechas existentes frente a los niveles alcanzados antes de la pandemia (como las observadas en las tasas de participación)».
Por la otra, «fortalecer las políticas que faciliten y coadyuven a la creación de empleos formales, priorizando el acceso de los grupos más vulnerables, como las mujeres y los jóvenes, a dichos empleos”, señalan la Cepal y la OIT.
En el caso de México, los últimos datos disponibles de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) muestran una desaceleración en el ritmo de creación de puestos de trabajo. En noviembre del 2023 el mercado laboral mostró signos de debilidad en la generación anual de empleo con 81,657 plazas menos de las creadas en el mismo período de 2022.
En 2023, los salarios mínimos tuvieron un mejor comportamiento como resultado de un cambio en la dinámica de la inflación en la región. En 11 de 17 economías de Latinoamérica analizadas, las remuneraciones básicas tuvieron un crecimiento el año pasado.
- De acuerdo con el informe, el caso de México es el más destacado, el crecimiento real del salario mínimo fue de 12.6%, en buena medida por su política de recuperación salarial. El resto de incrementos robustos se observaron en Chile (5.9%), Paraguay (5.1%) y Costa Rica (4.5%)
- Sin embargo, el comportamiento de los salarios medios fue diferente. A pesar de la desaceleración de la inflación en Latinoamérica, sólo cuatro economías tuvieron un incremento real en sus salarios medios, México figuró nuevamente en esta lista, sólo por detrás de Brasil y superando los resultados de Perú y Uruguay, el resto de los países que conforman el pequeño grupo con resultados positivos.
“Pese a la caída de la inflación, los salarios medios reales muestran evoluciones diversas. De los 11 países considerados con información disponible, siete registran una contracción y cuatro exhiben un aumento del salario medio real (…) las caídas más significativas del salario medio real se observan en Nicaragua (-2.9%), El Salvador (-2.8%) y Argentina (-1.9%)”, destacan los organismos internacionales en el estudio./Agencias-PUNTOporPUNTO