La diferencia entre ingreso y gasto del sector público está en su mayor nivel de los últimos cinco años, a pesar de que se ha tratado de contener el gasto y mantener el ingreso al no dar apoyos en la pandemia.
- De enero a noviembre de 2020, se tuvieron ingresos por 4.73 billones de pesos y gastos de 5.14 billones, una diferencia neta de 400 mil millones de pesos.
- Golpeados por la crisis, los ingresos han caído, mientras el Gobierno se esfuerza por no elevar el gasto y financiar proyectos previstos antes de la pandemia.
En otros países de América Latina, el déficit fiscal también se ha ampliado, resultado de ejercer un mayor gasto para dar apoyos por la crisis sanitaria, mientras que en Estados Unidos, se enfrenta un déficit récord, derivado de programas de apoyo y subsidios al empleo.
En México, de enero a noviembre de 2020, el balance público registró un incremento de 131 por ciento comparado con el nivel observado en el mismo periodo de 2019, con lo que suman ya tres años con balances públicos negativos.
- De acuerdo con Mariana Campos, Coordinadora del Programa de Gasto Público y Rendición de Cuentas de México Evalúa, al ignorar las constantes veces que el balance público es negativo, se ha omitido discutir la necesidad de una reforma fiscal más profunda a la de 2014 con la cual se incrementen los ingresos.
Ahora, en medio de la crisis que ha provocado el coronavirus, esta necesidad se ha subrayado, dijo.
La tolerancia implícita de un balance público negativo es un indicador de que se pudieron haber otorgado más apoyos a empresas y sector salud para combatir la crisis por el Covid-19.
«Más que asustarme por el récord de déficit, me asusto porque no nos estamos endeudando para resolver el problema de salud, del empleo ni de las empresas y no estamos discutiendo cómo arreglar esos problemas ni cómo resolver el déficit que se está acumulando.
«Hubiera preferido un déficit más grande para atender los problemas de salud y empleo, a tener un déficit considerable para nada de estas soluciones», dijo Campos.
- Hasta noviembre, sin incluir el costo financiero de la deuda, el sector público registró un balance primario de 153 mil millones de pesos, 50 por ciento inferior al de 2019.
- Si bien esto muestra un interés del Gobierno por pagar la deuda acumulada, fue irrelevante porque no logró evitar el déficit en el balance público y porque en 2020 ningún organismo financiero esperaba disciplina financiera, argumentó Campos.
«Eso es una mala señal porque este es el momento en donde se debía de haber aceptado un mayor déficit, dar los apoyos necesarios y discutir cómo pagar ese déficit y no lo estamos discutiendo», afirmó.
La pandemia profundiza la pobreza y AMLO no puede revertirla
El saldo de mexicanos en situación de pobreza que dejará la pandemia en el país mermará el discurso del presidente Andrés Manuel López Obrador y su credibilidad quedará en entredicho a partir de 2021, pues la fábrica de pobres que representó el año pasado no se cerrará con los programas de transferencias monetarias con los que cuenta el actual gobierno.
- El 2021 va ser el comienzo de un desgaste muy fuerte para el gobierno, al ver que esta administración no está dando los resultados que se planteó. Llegará un momento en que ya cuestiones como la pandemia no tengan el peso para justificar las cifras de pobreza que actualmente se tienen”, dice en entrevista Rodolfo de la Torre García, director especialista en desarrollo social con equidad del Centro de Estudios Espinosa Yglesias.
El pasado jueves 7 la agencia calificadora Moody’s Investors Service puso el dedo en el renglón, al presentar el reporte Perspectiva negativa para América Latina y el Caribe en 2021 ante la débil recuperación de la pandemia y presiones sociales:
“El choque macroeconómico provocado por la pandemia aumentó el índice de pobreza y la desigualdad de los ingresos, lo que invirtió el progreso social alcanzado en años anteriores. Es probable que esto lleve a la necesidad de ampliar las redes de protección social y aumentar el gasto público en toda la región”, previó.
La firma, con sede central en Nueva York, advirtió que “las demandas sociales tendrán un impacto en los balances fiscales y aumentarán la probabilidad de que los políticos se sientan tentados a favorecer las políticas populistas, lo cual comprometería la prudencia fiscal”.
- Para De la Torre García, la llamada Cuarta Transformación aún tiene dos bocanadas de oxígeno que le permitirán tomar un respiro político: la campaña de vacunación del covid-19, la cual ha tenido gran impacto mediático, y el aumento de transferencias monetarias.
- El experto, quien fue parte del Comité Técnico de Medición de la Pobreza que propuso y calculó la primera medición oficial de pobreza en México, reflexiona:
“No estoy diciendo en absoluto que es un gasto ilegal, lo que es compra de votos. No. Simplemente va a aumentar de los programas sociales el dinero en efectivo que va a circular con la esperanza de que esto tenga un efecto en el resultado de las elecciones. Y esto ha ocurrido en el país, en todos los gobiernos. En años anteriores también se dispara el gasto social justo en periodo electoral.”
De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad, para 2021 se incrementa el presupuesto de aquellos programas que realizan transferencias directas a la población, como Jóvenes Escribiendo el Futuro (25.5%), Becas para el Bienestar (5.8%) y el Programa de Bienestar para Personas con Discapacidad (5.3%). Sin embargo, no será suficiente./Agencias-PUNTOporPUNTO