«LIMITADO» el espacio FISCAL para enfrentar la CRISIS SANITARIA y ECONÓMICA

Se debe aumentar la deuda y soltar el gasto, de modo que se apoye a las micro, pequeñas y medianas empresas, para después hacer una reforma fiscal en 2022, proponen especialistas

El espacio fiscal con el que hoy cuentan las finanzas públicas es limitado para enfrentar la crisis sanitaria y económica que enfrenta el país, por lo que es urgente que se realice una reforma fiscal a nivel estatal y federal; así como una reorientación del gasto público, indicaron especialistas del Centro de investigación Económica Presupuestaria (CIEP).

“Con un espacio fiscal en contracción y una crisis de salud pública, se deben buscar los mecanismos para tener una mejor provisión de los servicios públicos. Se tiene que pensar en la disponibilidad de recursos y en su reorientación”, expuso Sunny Villa, directora de gasto público del CIEP, al participar en el seminario virtual sobre “El espacio fiscal en una crisis de salud pública”.

  • Mencionó que, en los últimos años, la principal limitante del espacio fiscal ha sido el gasto no programable, donde se ubica el costo financiero de la deuda y las participaciones que se entregan a las entidades federativas. Además, de otros gastos ineludibles como el pago de pensiones y lo que se destina a programas sociales.
  • Para este año se aprobó un gasto total por 6.09 billones de pesos, 46% se destinará al costo financiero de la deuda (intereses, comisiones y amortizaciones de la deuda), participaciones y pensiones (del sector público y programas sociales) esto es 2.78 billones de pesos.

Difícil medir ahorros por combate a la corrupción

Héctor Villarreal, director general del CIEP consideró que las medidas que se han aplicado bajo el argumento de combatir la corrupción no han servido de nada para mejorar el espacio fiscal de las finanzas públicas.

“En general, es difícil medir cuántos recursos estás recuperando por corrupción, ayudaba muy poco que el presidente jugaba mucho con la cifra de 500,000 millones de pesos, lo cual es un monto de orden poético, es una cifra que en términos de finanzas públicas era un verdadero disparate”.

Indicó que, donde sí se podría tener una mejor medición del combate a la corrupción es lo que se recaude a través del combate de la evasión y elusión fiscal. “Pareciera que por aquí sí hay esfuerzo y sí podría dar un mayor espacio fiscal”.

Se ha sacrificado inversión

Villa recordó que, si bien con la reforma fiscal, que entró en vigor en el 2014 y el intento de reestructurar el gasto público a través del presupuesto base cero, se dio un ligero respiro a las finanzas públicas, el espacio fiscal prácticamente se agotó en el 2018, pues representó menos de 1% del Producto Interno Bruto (PIB).

“Esto ha dificultado a la actual administración aplicar nuevas políticas sin detrimento de las que ya existían (…) el problema es que el espacio fiscal se ha hecho con base en recortes sin tener un análisis de base cero, se les ha reducido recursos a instituciones sin una justificación razonable”.

Criticó que, tanto el actual gobierno como los anteriores se han enfocado en recortar el gasto en infraestructura para seguir completando sus demás gastos, lo cual afecta directamente al crecimiento del país.

Se debe considerar reforma

Los especialistas del CIEP coincidieron en que para el Paquete Económico 2021 se deberá presentar una propuesta de reforma fiscal que se enfoque en generar mayores ingresos y reorientar recursos para enfrentar la crisis sanitaria.

  • Sunny Villa mencionó que se debe replantear el sistema fiscal a nivel federal y estatal, pues los estados y municipios pueden contribuir a generar un mayor espacio fiscal a través del cobro de impuesto al capital o del predial.
  • “Hay que redefinir cuáles son las obligaciones de los estados y municipios en materia de ingresos y quitar la ambigüedad que se ha tenido en la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria. Los estados se han acostumbrado a los ingresos que perciben de las participaciones y aportaciones federales”.

Villarreal agregó que, si se busca hacer reformas en materia de ingresos, primero se debe hacer una Convención Nacional Hacendaria, la cual debe plantear una nueva reestructura fiscal que dé sostenibilidad a las finanzas públicas en el mediano y largo plazo.

“De las cosas que queremos, sobre todo en una situación de crisis como la que estamos viviendo, es tener un sistema de salud público universal y de calidad, el cual sea sostenible”.

  • Se requiere de un mayor espacio fiscal para implementar políticas que beneficien a la población.
  • Se debe replantear el sistema fiscal a nivel estatal y federal.
  • Antes de una reforma fiscal, se debe hacer una Convención Nacional Hacendaria.

Insuficiente, el programa de microcréditos

Ante la mayor crisis económica en casi 100 años, una de las principales acciones del gobierno para apoyar a empresas fue un programa de 50 mil millones de pesos en microcréditos, cantidad equivalente a 0.2 por ciento del producto interno bruto (PIB). A casi dos meses de su lanzamiento la administración federal, sólo logró colocar dos terceras partes del monto comprometido, según cifras oficiales. Especialistas consideraron que hubo trabas en el proceso de asignación, pero también se trató de un monto –25 mil pesos– con poco alcance para enfrentar la situación financiera.

  • El lunes 15 de junio se cerró el registro para solicitar uno de los microcréditos del gobierno. De un objetivo de colocar 2 millones de financiamientos por 25 mil pesos cada uno, se aprobaron un millón mediante el programa Crédito a la Palabra, de la Secretaría de Economía, y 207 mil 188 mediante Crédito Solidario, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
  • El millón 207 mil 188 microcréditos aprobados en total representa un monto de 30 mil 179 millones de pesos, es decir, 60 por ciento de la meta de 50 mil millones de pesos.
  • Para Arturo Huerta, profesor-investigador de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el programa del gobierno para mitigar los estragos de la pandemia ha sido un fracaso y se ha quedado corto en el apoyo a empresas y familias, pues lo que se necesitan no son créditos, sino más gasto productivo.

Los microcréditos del gobierno, además de que el monto es insuficiente, son una forma equivocada de atender el problema; se debe incrementar el gasto para crear empleos de verdad o de lo contrario caeremos en una crisis profunda y prolongada. Ese programa de créditos es un fracaso, dado que está construido bajo una política electorera.

De acuerdo con declaraciones de Zoé Robledo, director del IMSS, el programa Crédito a la Palabra registró una demanda de 900 mil empresas; sin embargo, sólo concedió 191 mil 981 financiamientos, dado que, la mayoría no cumplía con el requisito de no haber despedido a ningún trabajador durante los primeros tres meses del año.

Tras no colocar la totalidad de los recursos entre empresas formales, el IMSS abrió una nueva modalidad para empleadas del hogar y trabajadores independientes. El objetivo era llegar a 46 mil, pero cerró en alrededor de 15 mil.

Reforma fiscal en 2022

Al respecto, Enrique Díaz-Infante, investigador del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), señaló que 25 mil pesos son poco o nada para una pequeña o mediana empresa, por lo que las únicas que los tomaron fueron algunas micro. Asimismo, explicó que al inicio de la crisis muchas ya se habían visto en la necesidad de recortar personal, por lo que no pudieron cumplir con el requisito de no despedir a nadie en los primeros tres meses.

  • El programa de microcréditos, en el que el gobierno basa el apoyo para mitigar la crisis está pensado con fines electoreros y no económicos, pues no responde a realidad de las necesidades del país, 25 mil pesos apenas alcanza para empresas muy micro, no para pequeñas y medianas.
  • Hasta el momento se han perdido más de un millón de empleos en el sector formal y se estima que 12 millones más del informal dejaron de laborar. En este sentido, Díaz-Infante explicó que el gobierno necesita incrementar el gasto y crear incentivos, sobre todo fiscales, que representan entre 3 y 3.5 por ciento del PIB, es decir, alrededor de 600 mil millones de pesos.
  • El monto necesario para solventar tres meses de confinamiento es de al menos 3 o 3.5 por ciento del PIB, de ese tamaño es la crisis que ha dejado la pandemia. Se debe aumentar la deuda y soltar el gasto de manera adecuada y bien focalizada, de modo que se apoye a las micro, pequeñas y medianas empresas, para después hacer una reforma fiscal en 2022, propuso el especialistas del CEEY.

Al respecto, Huerta coincidió con la necesidad de incrementar la deuda, pero no de manera externa, sino interna, siendo una opción que el Banco de México, como han hecho otras instituciones centrales del mundo, compre bonos al gobierno a una tasa de cero por ciento.

Con austeridad fiscal sólo se profundizará la crisis. El gobierno no se da cuenta de la magnitud del problema y eso le va costar en términos económicos, sociales y políticos, concluyó el especialista en economía de la UNAM./Agencias-PUNTOporPUNTO

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