Hace unos meses, mientras estudiaban muestras de agua del estrecho de Fram, entre Groenlandia y Svalbard, los científicos se toparon con los “soldados” que confirman la creciente invasión atlántica del Ártico: tres especies de peces y un calamar nunca vistos a esas latitudes, que han llegado hasta allí por un fenómeno conocido como atlantificación.
- El hallazgo, documentado en la revista Environmental DNA, muestra la presencia de capelanes, bacalaíllas, o túnidos en un tramo del océano Ártico situado 400 kilómetros al norte de las latitudes más altas donde se habían visto estas especies hasta ahora.
La “invasión” ártica de especies puramente atlánticas es una prueba más de un fenómeno “preocupante” que, en 2017, el científico de la Universidad de Fairbanks (Alaska), Igor Polyakow, bautizó como “Atlantificación” en un artículo publicado en Science.
- El Atlántico y el Ártico habían convivido en armonía hasta que la quema de combustibles fósiles ha agravado el cambio climático, y elevado la temperatura del Ártico más de dos grados respecto a niveles preindustriales.
- Debido a los patrones de circulación global de los océanos, el agua fluía del Atlántico al Ártico con cierto intercambio natural en aguas profundas, donde las corrientes transportan hacia el norte el agua cálida y salada del Atlántico.
“Mientras el Ártico estuvo cubierto por esa especie de manta protectora que viene a ser el hielo marino, ese intercambio entre océanos vecinos a gran profundidad no fue problemático, ya que las aguas quedaban separadas en capas o estratos debido a su distinta densidad en función de su menor o mayor salinidad”, explicó Polyakow en una entrevista con EFE.
El agua fría y menos salada del Ártico es más flotante y se queda más hacia la superficie, mientras que el agua más caliente y salada que el Atlántico lleva hacia el Ártico se hundía hacia abajo, existiendo entre ambas capas una columna de agua que regula la salinidad entre ellas, denominada “haloclima”.
- “El calentamiento acelerado del Ártico ha ido causando la desaparición de hielo marino, su superficie se ha calentado, y la barrera habitual entre las capas se ha ido degradando hasta dar lugar a que el agua atlántica se mezcle más fácilmente con la capa superior”.
Eso es la atlantificación: “La transformación del Ártico en un océano cada vez menos frío y dulce por un mar más cálido y salado, y cada vez más libre de hielo”, incidió el científico de la Universidad de Fairbanks, uno de los mayores expertos en el impacto del cambio climático en el Ártico.
- En cuanto a la extensión del fenómeno, “hoy día estamos seguros de que la atlantificación ocupa toda la cuenca euroasiática, incluido el mar de Barents, y avanza hacia la cuenca amerasiática, en dirección a Alaska”, agregó.
Hasta el momento, el impacto más visible de la atlantificación era la reducción del hielo marino en la cuenca euroasiática oriental.
- Según datos de la NASA, la superficie total cubierta por hielo marino en esta región se ha reducido a la mitad desde que comenzaron los registros por satélite a principios de la década de 1980.
Además de afectar su estructura, “la desaparición del hielo deja al Ártico más vulnerable a los vientos, atrayendo a su vez más calor del Atlántico hacia la superficie, lo que podría causar anomalías atmosféricas y alteraciones en la circulación oceánica global”, señaló a EFE, Carolina Gabarró, investigadora del Instituto de Ciencias del Mar del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España.
- Gabarró, que trabaja en cuestiones como el estudio de los niveles de salinidad superficial del Ártico a través de datos con satélite, formó parte de MOSAIC, la mayor expedición científica ártica hasta la fecha, y una de las que más luz ha aportado sobre el proceso de atlantificación.
- Pero las aguas atlánticas no sólo transportan más calor y sal que las aguas polares del Ártico, también mueven nutrientes y carbono, y una serie de procesos biológicos que están alterando la ecología microbiana del Ártico, apuntó a EFE, Allison Fong, coordinadora de ecología de MOSAIC.
Randi Ingvaldsen, investigadora del Instituto de Investigación Marina de Noruega, destacó que “la atlantificación aumenta la producción primaria y secundaria, debido a la mayor apertura de las aguas, y provoca la expansión hacia el norte de las especies boreales, que están causando una presión adicional a las especies árticas a través de la competencia alimentaria y la depredación”.
Esta migración de especies hacia latitudes más altas del Ártico empieza a ser conocido como “borealización”.
- Según Polyakow, las alteraciones ecológicas “son sólo algunos de los efectos sorprendentes que vemos y vamos a seguir viendo” como consecuencia de la atlantificación del Ártico, un “proceso que avanza a gran velocidad”.
Preguntada sobre si es posible detener este fenómeno si se produce un recorte drástico de emisiones de CO2, Randi Ingvaldsen aseguró que “el proceso parece ser reversible, pero será mucho más difícil de restablecer en regiones donde el hielo marino y la estratificación de las capas de agua hayan desaparecido por completo”.
- Además del Átlántico, los científicos han observado ya como otro océano “vecino,” el Pacífico, empieza a invadir también el Ártico, con especies del Pacífico habitando ya el mar de Chukchi.
“La Pacificación es un proceso en cierto modo similar al de la atlantificación del que cada vez oiremos hablar más”, concluyó Polyakow.
Deshielo abre ruta marítimas en el Ártico
La inmovilización de un crucero de lujo frente a la costa de Groenlandia puso de relieve la ironía de recorrer el Ártico en rápido calentamiento en embarcaciones propulsadas por combustibles fósiles, el principal culpable del cambio climático.
Pero el incidente también subraya el reciente crecimiento del tráfico marítimo en la región, una tendencia que aumenta el riesgo de accidentes y contaminación en lugares de difícil acceso.
El calentamiento global está destruyendo vastas extensiones de hielo polar, abriendo rutas marítimas previamente congeladas a través del Ártico por periodos más prolongados.
- En el caso de Groenlandia, donde el Ocean Explorer quedó atrapado en sedimentos glaciales en un fiordo remoto antes de ser finalmente liberado, el tráfico de cruceros ha aumentado un 50 por ciento en el último año, a unos 600 barcos, según Brian Jensen, del ejército danés. Comando Conjunto Ártico.
Esa tendencia se observa en todo el Ártico. “Desde el periodo de 2009 a 2018, el tráfico de barcos a escala panártica se duplicó”, afirmó Paul Berkman, autor principal de un informe de 2022 sobre el tema publicado por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos. “El tráfico de barcos está aumentando a medida que el hielo marino disminuye”.
- El impacto se está sintiendo en ecosistemas y comunidades remotos a medida que los barcos que queman diésel marino o gas natural licuado que emite metano cruzan cada vez más la parte superior del mundo.
- Algunos estudios muestran que la huella de carbono de los cruceros, por pasajero, es mayor que la de los aviones de pasajeros. A nivel mundial, el transporte marítimo emite más CO2 que Alemania.
Un mayor tráfico marítimo también significa un mayor riesgo de accidentes en áreas remotas y mal cartografiadas, conocidas por condiciones climáticas duras e impredecibles.
- Un informe de 2021 sobre desastres marinos en el Ártico mostró un aumento del 42% en los accidentes entre 2005 y 2017 al norte de los 58 grados de latitud, que abarca el Ártico y algunos territorios subárticos. El informe reconoció lagunas en los datos y señaló que no todos los estados árticos proporcionaron información.
- Más de 40 buques de expedición (barcos más pequeños capaces de atravesar canales estrechos y aguas poco profundas) estaban explorando el Ártico este verano, liderados por 20 operadores diferentes, según Cruise Industry News . Las rutas populares incluían las que cruzaban el Paso del Noroeste de Canadá y las costas de Groenlandia, Noruega y el archipiélago de Svalbard. Sin embargo, aún son más preocupantes los cruceros convencionales mucho más grandes, capaces de transportar miles de pasajeros.
- La Guardia Costera islandesa está “muy preocupada” por el creciente número de embarcaciones de este tipo en Islandia y el Ártico, dijo el portavoz Asgeir Erlendsson. “Si alguno de esos grandes barcos tiene problemas, habrá mucha gente a bordo y una misión de rescate puede llevar mucho tiempo y debe involucrar a mucha gente”, dijo.
“Esto requiere cooperación internacional y el uso de recursos como la flota pesquera si es necesario. En estas circunstancias, por ejemplo, realizar un rescate con un helicóptero llevará mucho tiempo”.
El parlamento de Groenlandia probablemente iniciará conversaciones sobre la extensión de la protección de las áreas terrestres para incluir también las aguas, dijo Vivian Motzfeldt, ministra de Negocios, Comercio y Asuntos Exteriores del país, al principal periódico del país, Sermitsiaq.
- “La situación actual muestra claramente que debemos y necesitamos trabajar para garantizar que existan requisitos legales estrictos, claros e inequívocos” a partir de la próxima temporada de cruceros, dijo a los medios.
- El Ocean Explorer fue liberado por un barco de expedición pesquera antes de que un barco danés enviado para rescatar a las personas a bordo pudiera llegar al barco. Los territorios árticos de otros países son aún más grandes y de más difícil acceso.
- La Guardia Costera canadiense tiene siete u ocho rompehielos disponibles cada año para cubrir 162.000 kilómetros (101.000 millas) de la costa norte, entregando suministros y brindando apoyo de búsqueda y rescate.
- Menos de la mitad de los principales corredores marítimos del Ártico de Canadá han sido inspeccionados según los estándares modernos, dijo Rashaad Bhamjee, superintendente de programas de navegación de la Guardia Costera canadiense.
- Menos del 16% de sus aguas árticas han sido cartografiadas adecuadamente. “El peor escenario, para nosotros, sería que un gran crucero o un petrolero encallara o rompiera su casco”.
La necesidad de proteger la región de desastres ambientales ha llevado a algunos gobiernos del Ártico, incluidos Canadá, Estados Unidos y Groenlandia, a imponer prohibiciones a la exploración de petróleo y gas.
“Simplemente no tenemos la tecnología o la capacidad para responder a cualquier tipo de emergencia o accidente”, dijo el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, a Bloomberg Green en una entrevista del 25 de agosto sobre el Ártico.
- “Si piensas en Deep Water Horizon, o en cosas que suceden en el Golfo de México que al menos no se ven obstaculizadas por el hielo marino y una increíble lejanía, no podrías hacerlo”.
- El transporte de carga también está aumentando, ya que el derretimiento del hielo abre rutas que pueden ahorrar días o incluso semanas en las rutas hacia el sur. Rusia ha hecho del transporte a través de su Ruta del Mar del Norte un pilar clave del futuro desarrollo económico.
- La política ártica de China incluye una Ruta de la Seda Polar para facilitar los viajes a través de la región. El interés militar en la región ha ido en aumento desde la invasión rusa de Ucrania. Todo esto significa mayores riesgos futuros.
Otras posibles consecuencias incluyen la colisión de barcos con mamíferos marinos, la contaminación lumínica y acústica y la propagación de enfermedades a comunidades indígenas remotas.
En el caso del Ocean Explorer, no parece haber habido fuga de petróleo y el barco fue liberado sin daños aparentes en el casco y sin heridos. Aún así, es una advertencia sobre el potencial de desastre en lo que sigue siendo uno de los lugares más remotos de la Tierra.
“Nuestro peor escenario es que un gran crucero con entre 8.000 y 9.000 personas a bordo tenga una emergencia en un área aislada”, dijo Tore Wangsfjord, jefe de operaciones del Centro Conjunto de Coordinación de Rescate del Norte de Noruega, que se encarga de las operaciones de búsqueda y rescate. operaciones de rescate en una zona que se extiende hasta el Polo Norte.
Respecto al Ocean Explorer, añadió: “Multiplica el número de personas a bordo por 25 y podrás imaginar la situación”.
Nivel del mar se elevará en al menos 25 centímetros
El “hielo zombie“ de la enorme capa de hielo de Groenlandia eventualmente elevará el nivel del mar en al menos 25 centímetros, según un estudio dado a conocer en agosto del 2022.
El hielo zombie (hielo condenado a derretirse) es aquel que sigue unido a otras capas más gruesas, pero que ya no es alimentado por los glaciares más grandes. Eso se debe a que los glaciares matriz reciben menos reabastecimiento de nieve.
- Y ese hielo condenado se está derritiendo a consecuencia del cambio climático, dijo el coautor del estudio William Colgan, un glaciólogo del Servicio Geológico de Dinamarca y Groenlandia.
- “Es hielo muerto. Se va a derretir y desaparecer de la plataforma de hielo“, dijo Colgan en una entrevista. “Este hielo ha sido consignado al océano, sin importar el escenario climático que adoptemos“.
- El estudio no estableció límites de tiempo para el deshielo, al afirmar que era un proceso inevitable y paulatino, pero dijo que podría ocurrir en los próximos 200 años.
- El autor principal del estudio, Jason Box, también glaciólogo de Servicio Geológico de Dinamarca y Groenlandia, señaló que «es como tener un pie en la tumba».
- Los inevitables 25 centímetros que indica el estudio son más del doble del incremento en el nivel del mar que los científicos habían esperado previamente como resultado del derretimiento de la capa de hielo de Groenlandia.
El estudio publicado en la revista Nature Climate Change indica que podrían ser hasta 76 centímetros. En contraste, el reporte del año pasado del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático proyectó un rango de 5 a 13 centímetros de posible incremento del nivel del mar por el derretimiento del hielo de Groenlandia para el año 2100.
Lo que los científicos hicieron en el estudio fue analizar el hielo en equilibrio. En perfecto equilibrio, la caída de nieve en las montañas de Groenlandia fluye en forma descendente y recarga y engrosa los costados de los glaciares, equilibrando lo que se derrite en los extremos.
- Pero en las últimas décadas ha habido menos reabastecimiento y mayor derretimiento, creando un desequilibrio. Los autores del estudio observaron la proporción entre lo que se añade y lo que se sustrae y calcularon que un 3.3 por ciento del volumen total del hielo de Groenlandia se derretirá sin importar lo que suceda con las emisiones de carbono a nivel mundial, declaró Colgan.
“Creo que ‘morir de hambre’ es una buena descripción» sobre lo que le está sucediendo al hielo, añadió Colgan. Uno de los autores del estudio dijo que más de 110 billones de toneladas de hielo ya están condenadas a derretirse como resultado de la incapacidad de la plataforma de hielo para reabastecer sus orillas.
Cuando ese hielo se derrita, si sólo se concentrara sobre Estados Unidos, tendría una profundidad de 11 metros“./Agencias-PUNTOporPUNTO