Este año, por causa de la crisis del covid-19, la inversión productiva en México alcanzará un mínimo histórico de 19.3% del Producto Interno Bruto (PIB), y el reciente pronóstico del Fondo Monetario Internacional apunta a que la meta del gobierno federal de llegar a un coeficiente de 25% no se alcanzará.
- El organismo internacional prevé que, para el próximo año, el coeficiente de inversión a PIB se recupere y se ubique en 20.5%, cifra que, sin embargo, será la segunda más baja de la historia, y repuntará hacia el final del sexenio hasta 21.4%.
Con esto, la inversión productiva, es decir, aquella que aumenta el valor de los activos fijos del país y genera empleos desde las empresas y el gobierno, se quedará corta en 3.6 puntos porcentuales respecto a la meta sexenal.
- Además, para el periodo 2019-2024, el promedio de la inversión productiva será de 20.9% del PIB, según el FMI, la más baja de los últimos siete sexenios.
- La última vez que el país alcanzó un coeficiente de 25% del PIB en inversión fue en 1985 y el dato más alto que tiene el FMI para México es 31.1%, logrado en 1981.
De acuerdo con la teoría económica, la importancia de elevar el coeficiente de inversión de un país radica en que se destinan más recursos del ingreso nacional (PIB) a gastos como infraestructura, maquinaria y equipo, tecnología e investigación y desarrollo, rubros que elevan el valor de los activos y sientan las bases para aumentar la capacidad de crecimiento futuro.
Además, estos rubros también incrementan la capacidad de las empresas para absorber mano de obra, por lo que repercute directamente en la generación de empleos.
Planes y exigencias
A principios de mes, el gobierno federal y la iniciativa privada presentaron un plan de reactivación económica basado en 39 proyectos de infraestructura que implican una inversión total por 294 mil millones de pesos, lo que equivale a 1% del PIB.
El monto sería compartido por los sectores público y privado, en el cual cada uno inyectará 50 por ciento del capital.
El secretario de Hacienda, Arturo Herrera, dijo que la idea es ir proponiendo que cada vez más planes conforme maduren el análisis de los proyectos y éstos se vuelvan ejecutables, con el fin de que el país alcance una cifra de inversión de 25% del PIB.
- Alfonso Romo, jefe de la Oficina de la Presidencia, también ha reiterado la necesidad de que el sector privado invierta más, dado que el sector público cuenta con recursos escasos y el presupuesto federal ya está comprometido en las estrategias prioritarias del gobierno.
Sin embargo, diversos analistas económicos han planteado el hecho de que la inversión privada en el país no se elevará si el gobierno no da señales certidumbre y respeto a las reglas de juego. Afirman que un caso como la cancelación del aeropuerto de Texcoco y un proyecto cervecero en Mexicali, además del bloqueo constante a la iniciativa privada en el sector energético, son señales que inhiben al sector privado nacional y extranjero a querer apostar su capital en el país.
Se desploma inversión privada
La inversión privada en Formación Bruta de Capital Fijo en México registró su mayor caída en 25 años durante el segundo trimestre del 2020, derivado de la crisis económica y sanitaria que provocó el COVID-19.
- De acuerdo con el Inegi, este indicador cayó 33.2 por ciento de abril a junio respecto al previo, en cifras ajustadas. Lo anterior, representó su mayor caída desde el primer trimestre de 1995 cuando en esa ocasión se hundió 34.9 por ciento.
- Además, este índice acumula cinco trimestres consecutivos en terreno negativo, su mayor racha negativa desde que hay cifras por el instituto, es decir, desde 1993.
Por su parte, la inversión pública también presentó un retroceso de 4.4 por ciento respecto al trimestre anterior, y con ello acumuló nueve trimestres con descensos.
“La caída en la inversión fija viene desde el año pasado, y con el virus se pronunció debido a la falta de certidumbre que existe en las políticas gubernamentales donde no se han respetado los acuerdos en inversión que se tenían planteados”, señaló Miguel González, catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Añadió que sobre las empresas ya establecidas, con la caída en la demanda y el cierre de operaciones, provocaron que no tengan que invertir ni en maquinaria, planes de expansión, ni en refracciones de las máquinas que han estado paradas afectando a este sector.
Por su parte, el consumo privado descendió 19.4 por ciento en el segundo trimestre contra el lapso de enero a marzo, sin precedentes desde que hay cifras disponibles (1993) y el consumo del gobierno bajó solo 1 por ciento rompiendo una racha de dos trimestres consecutivos con avances y su mayor baja desde el tercer cuarto de 2018./Agencias-PUNTOporPUNTO