Fueron encontrados microplásticos, o trozos de residuos plásticos de menos de cinco milímetros, en el aire limpio del monte Everest y los Pirineos, donde la velocidad del viento les permite avanzar grandes distancias, según un estudio. Los microplásticos proceden de envases, ropa, vehículos y otras fuentes, y se han detectado en la tierra, el agua y el aire, de acuerdo con la investigación.
- Expertos del Centro Nacional para la Investigación Científica de Francia (CNRS, por sigla en francés) tomaron muestras de aire a 2 mil 877 metros sobre el nivel del mar en el Observatorio del Pic du Midi, en los Pirineos franceses, una de las denominadas “estaciones limpias” por la escasa influencia que ejercen sobre ella el clima y el entorno. Allí fueron analizados 10 mil metros cúbicos de aire por semana entre junio y octubre de 2017 y descubrieron que todas las muestras contenían microplásticos.
Entonces, los científicos calcularon la trayectoria de las diferentes masas de aire de cada muestra y descubrieron que procedían de fuentes tan lejanas como el norte de África y América del Norte. Los investigadores habían encontrado anteriormente fibras de poliéster, acrílico, nylon y polipropileno, a más de ocho mil metros de altitud, en el monte Everest.
Una vía rápida para los microplásticos
Las partículas pudieron viajar tales distancias porque alcanzaron grandes altitudes y, «una vez en la tropósfera, es como si hubieran tomado una autopista super rápida», explicó Steve Allen, de la Universidad de Dalhousie en Canadá y autor principal del estudio. La investigación indica que los microplásticos también provienen del Mar Mediterráneo y el Océano Atlántico.
- “La fuente marina es la más interesante”, consideró Allen. “El plástico que sale del océano hacia el aire a esa altura demuestra que no hay un sumidero eventual. Sólo se mueve de un lado a otro en un ciclo indefinido”, agregó Aunque las cantidades de miroplásticos en las muestras del Pic du Midi no suponen un riesgo para la salud, Deonie Allen, coautora del estudio, señaló que las partículas son lo suficientemente pequeñas como para que los humanos las respiren.
Afirmó que la presencia del plástico en una zona que se creía protegida y alejada de la contaminación debería hacer reflexionar. “Cuestiona la relación que tenemos con el plástico. El problema es global», dijo.
Microplásticos invaden suelos y océanos
El problema de la contaminación por plástico se está volviendo cada vez más grande, perjudicando y enfermando a millones de especies de todo tipo en nuestro planeta, incluyendo a los seres humanos. Principalmente las actividades industriales y privadas, liberan microplásticos al medio ambiente, donde impactan negativamente a los ecosistemas.
- La monumental venta de productos que contienen plástico pareciera ser infinita. Pasamos del uso de contenedores de vidrio en bebidas y alimentos, a la utilización de plásticos en muchos de los casos de un solo uso (poliestireno expandido), esto por supuesto contaminan el entorno ambiental y nuestro cuerpo, debido a su mala gestión y poca calidad.
- La gran mayoría de los artículos de plástico se descomponen en microplásticos, que se vierten en nuestras vías fluviales y tierras agrícolas. Los microplásticos se definen comúnmente como partículas sólidas de plástico o fibras sintéticas de un tamaño entre 1 y 5000 micrómetros.
Nuevas investigaciones han descubierto que dada la exorbitante cantidad de microplásticos se encuentran en muchos ecosistemas, están siendo ingeridos como alimento por muchas especies tanto terrestres como marítimas.
Envenenando la superficie terrestre
La contaminación por microplásticos es más conocida como contaminante en océanos, lagos y ríos. Pero los microplásticos también tienen un impacto en la tierra: pueden romper la estructura del suelo y dañar a las criaturas que viven allí, por ejemplo, cuando es ingerido por las lombrices de tierra.
- Microplásticos en el suelo también pueden transportarse desde los campos agrícolas a los ríos, lagos y el océano mediante la erosión y la escorrentía superficial
Hallazgos científicos han determinado que tanto en el agua como en el suelo, los microplásticos pueden tener una vida extremadamente larga. En el suelo, las partículas de plástico pueden durar hasta cien años o más, según las características de las partículas de plástico y las condiciones ambientales del suelo.
Gran desafío es determinar el contenido de microplásticos en el suelo
La dificultad radica en el hecho de que las características químicas y físicas de las partículas microplásticas son similares a la materia orgánica, lo que dificulta mucho la separación de los plásticos del suelo. Al tener un escaso número de muestras disponibles, no se puede obtener información regional sobre emisiones o contaminación.
- Por otra parte, en algunas investigaciones se han utilizado modelos regionales para construir una imagen de la situación ambiental a escala regional. Esto ayuda a identificar los puntos de contaminación.
Los resultados regionales también pueden incorporarse a otros modelos de simulación, que, por ejemplo, simulan el transporte de microplásticos a través de sistemas fluviales hasta el mar. Este enfoque ya se utiliza para otros problemas de contaminación ambiental, incluidas las emisiones de nitrógeno y fósforo.
Vías de contaminación terrestre
Particularmente en los suelos agrícolas provienen de películas plásticas utilizadas en la producción agrícola, por ejemplo, el plástico de mantillo se aplica en diferentes sistemas de producción de hortalizas para proteger la fruta, mantener la temperatura y la humedad del suelo y prevenir la erosión.
- También tenemos el ingreso de microplásticos, provenientes de fibras textiles de la ropa o las microperlas de los productos de limpieza y cosméticos, ingresan al suelo a través de aguas residuales. Esto significa que se encuentran altas concentraciones cerca de regiones con una densidad de población significativa.
Se necesitan adoptar nuevas políticas medioambientales para abordar el problema. Hasta entonces, los agricultores se enfrentarán al conflicto de reciclar los desechos biológicos como fertilizante en aras de la economía circular, mientras contaminan sus campos con sustancias desconocidas./Agencias-PUNTOporPUNTO