Los precios al consumidor en México continuaron moderándose y en la segunda quincena de junio y rompieron el piso del 5 por ciento, por primera vez desde marzo de 2021, principalmente por la caída del índice no subyacente, que muestra una clara tendencia a la baja, en particular, en los energéticos.
- Los analistas avizoran que la inflación mantendrá su tendencia a la baja en los siguientes meses, pero advierten de algunos riesgos, como una reversión en los precios de los energéticos, presiones en los servicios, así como en los productos agropecuarios, que podrían verse afectados por factores climáticos, además de que ven con preocupación la lentitud con la que se modera el componente subyacente.
El Inegi informó que en la segunda mitad de junio la inflación se ubicó en 4.93 por ciento, por debajo del 5.18 de la quincena previa.
El índice subyacente bajó a 6.86 por ciento, la cifra más baja en 15 meses, mientras que el componente no subyacente cayó 0.74 por ciento, su mayor baja en poco más de tres años, desde marzo del 2020.
- El analista económico Alexis Milo, apuntó que la inflación cae, pero no por las razones deseadas y si Banxico es congruente le debería preocupar que la subyacente, que es la inflación estructural de la economía, se ubicó al cierre de junio en 6.89 por ciento, muy lejos del objetivo.
“Lo que explica este buen dato es la gasolina, que hizo que la inflación no subyacente fuera negativa por primera vez desde 2020; cae la inflación, pero tiene sus claroscuros”, dijo a El Financiero Bloomberg.
Analistas de Ve por Más señalaron que gran parte de la moderación en el índice inflacionario sigue debiéndose a la inflación no subyacente, ante menores precios de las materias primas energéticas y agropecuarias.
- En el componente subyacente, los precios de las mercancías no alimenticias mostraron un mayor incremento; pasaron de 5.65 por ciento anual en la primera quincena de junio, a 5.75 por ciento en la segunda; los servicios subieron de 5.23 a 5.27 por ciento; la vivienda de 3.66 a 3.67, y en educación de 4.83 a 4.86 por ciento. También se observó una mayor alza en otros servicios, que pasaron de 6.63 a 6.69 por ciento.
En el componente no subyacente solo se reportó una mayor alza en frutas y verduras, de 3.67 a 4.28 por ciento anual.
No obstante, aquí destacó la caída de 7.38 por ciento en los energéticos, la mayor caída desde mayo de 2020.
Advierten riesgos
Analistas de Intercam advirtieron sobre los riesgos para la inflación en la segunda mitad del año. “La primera de ellas es que dado que la mayor parte del progreso en la inflación general proviene de la no-subyacente, una eventual reversión a la media en los precios de los energéticos hacia finales del año incidirá en presiones alcistas”, apuntaron.
Agregaron que otro riesgo es la renuencia a descender del componente subyacente, principalmente del rubro de mercancías alimenticias que no ha visto un traspaso del tipo de cambio de magnitud similar a la apreciación del peso.
- Analistas de Ve por Más señalaron que las distorsiones en los procesos de formación de precios y las presiones salariales, resultantes de un prolongado y acentuado periodo inflacionario, ocasionarían que el componente de los servicios, dentro del índice subyacente, muestre renuencia a disminuir.
Añadieron que de materializarse algunos eventos climáticos podrían presionarse temporalmente los precios de los productos agropecuarios.
“Los alimentos son de mayor preocupación debido al fenómeno de El Niño, mismo que podría tener un efecto más prolongado y persistente. En particular, vemos más presiones en este rubro a partir de septiembre”, coincidieron analistas de Banorte.
Sobre la subyacente, los expertos de Banorte señalaron que “nos mantenemos cautelosos ante la fortaleza de la demanda doméstica y su potencial impacto en los bienes no comerciables y los servicios. Este último componente probablemente mantendrá presiones alcistas debido a la fortaleza del empleo”.
- Precios al productor: El Índice Nacional de Precios al Productor (INPP), con petróleo y con servicios, reportó en junio una caída de 0.87 por ciento anual, lo que fue su primer descenso en ocho años, según los registros del Inegi.
Al excluir el petróleo, el INPP reportó una inflación anual de 1.13 por ciento en junio, su menor nivel desde enero del 2020.
El economista en jefe de Ve por Más, Alejandro Saldaña, sostuvo que el retroceso se da ante la menor cotización de materias primas, la reducción en costos logísticos y la apreciación del peso. “El costo de bienes destinados al consumo final se moderó de 5.79 a 5.17 por ciento, un mínimo desde septiembre de 2021″, destacó.
Alimentos aún se resisten
Pese a la desaceleración de la inflación, los alimentos en general aumentaron 7.43% anual en el sexto mes de 2023.
- El observatorio económico México, ¿cómo vamos?, destacó que diversos alimentos centrales en la dieta de los mexicanos continúan al alza como la tortilla, con un encarecimiento anual de 11.64% anual, la harina de trigo con un incremento anual de 14.02% y el pan de caja con un aumento de 11.81% anual.
Resaltó que el avance es preocupante dado que cuatro de cada diez mexicanos se encuentran en situación de pobreza laboral, que es cuando el ingreso laboral de un hogar no es suficiente para alimentar a todos sus miembros.
- Alejandro Saldaña, economista en jefe de Grupo Financiero Ve por Más (Bx+), proyectó que la inflación interanual continúe desacelerándose en los próximos meses, aunque, advirtió que algunos componentes seguirán mostrando cierta renuencia a disminuir, por lo que la variable volvería a colocarse dentro del rango de tolerancia del Banxico hasta el primer trimestre de 2025.
La dilución de los cuellos de botella, los menores precios de materias primas, la disminución en costos logísticos, la apreciación del peso frente al dólar y la expectativa de menores presiones de demanda, aunque el consumo privado ha sido más resiliente a lo esperado, son factores que contribuirán a que la inflación mantenga una tendencia descendente”.
Consideró que las distorsiones en los procesos de formación de precios y las presiones salariales, resultantes de un prolongado y acentuado periodo inflacionario, ocasionarán que el componente de los servicios, dentro del índice subyacente, muestre renuencia a disminuir.
Además, anticipó que de materializarse algunos eventos climáticos como la posible formación del fenómeno de El Niño podrían presionar temporalmente los precios de productos agropecuarios.
Tasa sin cambio
Consideró que las distorsiones en los procesos de formación de precios y las presiones salariales, resultantes de un prolongado y acentuado periodo inflacionario, ocasionarán que el componente de los servicios, dentro del índice subyacente, muestre renuencia a disminuir.
Además, anticipó que de materializarse algunos eventos climáticos como la posible formación del fenómeno de El Niño podrían presionar temporalmente los precios de productos agropecuarios.
- De acuerdo con el análisis del Grupo Financiero Monex, los resultados de las dos quincenas de junio fueron divergentes, pues a principios de mes la inflación tuvo uno de sus mejores comportamientos en el registro histórico reciente, pero la segunda parte dejó ver retos más parecidos a los de momentos anteriores del año.
Particularmente, las presiones se reavivaron en los componentes clave de mercancías alimentarias y servicios de vivienda, por lo que será necesario que mejoren en julio para descartar que Banxico tome un posicionamiento duro.
Acotó que a partir del potencial de baja mostrado desde abril, “hemos revisado el pronóstico de inflación a una expectativa más favorable y creemos que a pesar de los sobresaltos que puedan aparecer, es posible que la variación anual se acerque al límite superior del objetivo del Banco Central.
Inflación en productos agro con dato negativo
Mientras que la no subyacente, referente a los agropecuarios y energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno, tuvo un retroceso mensual de 0.52 por ciento y a tasa anual tuvo una inflación negativa de 0.36 por ciento, algo que no se veía desde abril del 2020, cuando los precios de los energéticos se desplomaron ante la crisis del COVID-19.
- Los precios de los productos agropecuarios anotaron una inflación negativa mensual de 0.24 por ciento por segundo mes al hilo; de los últimos cinco meses, en cuatro ha reportado retrocesos. A tasa anual llegó a 2.89 por ciento, su quinto mes a la baja y la más baja en 27 meses.
Al tiempo que en energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno se reportó una inflación negativa de 0.78 por ciento, su cuarto mes con deflación. Así, a tasa anual la inflación negativa fue de 3.08 por ciento, de igual forma su cuarto mes en este ritmo, indicó el INEGI.
Obstáculos detendrán el descenso de la inflación
La economía mexicana se expande por arriba de su capacidad productiva, generando una brecha positiva que puede obstaculizar la convergencia de la inflación al objetivo de 3%, consideró Alfredo Coutiño, director de análisis para América Latina de Moody’s Analytics.
- Refirió que la economía mexicana continuó avanzando en los primeros cuatro meses del año, con la producción creciendo a tasas por arriba de su tasa potencial.
“La economía sufre un exceso de demanda interna que requiere mantener el freno monetario por un periodo necesario a fin de abatir la presión de demanda sobre los precios”, indicó un análisis.
La actividad económica sorprendió en el primer trimestre, cuando la producción se reaceleró aún en un ambiente de apretamiento monetario. Sin embargo, la demanda interna no se vio afectada significativamente por las altas tasas de interés dado que la liquidez monetaria no ejerció una restricción suficiente.
Agregó que a pesar de que el costo de financiamiento se ha vuelto más caro debido al alza de la tasa de interés, el consumo privado continuó avanzando gracias a las transferencias monetarias otorgadas por el gobierno y por el aumento de las remesas familiares.
- El análisis indica que el avance del consumo se vio reflejado en el repunte de los servicios, sobre todo de pedidos en línea y compras de automóviles. La inversión también avanzó a pesar del alza del costo de financiamiento, sobre todo apoyada por el arribo de inversión extranjera proveniente de la relocalización de plantas de producción en la frontera norte del país.
“Es de esperar que la moderación económica se extienda en el año, cuando la economía reciba un mayor efecto de la restricción monetaria aplicada por el banco central para reducir la inflación. Las autoridades han llevado las condiciones monetarias a terreno restrictivo desde el cuarto trimestre del año pasado y el grado de restricción ha aumentado durante la primera mitad de este año aunque a un ritmo gradual”, agregó.
- El Banco de México sin embargo ha detenido ya el ciclo de alzas de la tasa de referencia, dejando la tasa nominal en su máximo de 11.25% desde marzo, y ha expresado intenciones de mantenerla sin cambio por un “periodo prolongado”, lo cual podría interpretarse como tasa sin cambio por el resto del año.
Lo anterior, definitivamente aumentará el efecto restrictivo sobre la demanda interna, particularmente sobre el consumo privado, lo cual no es necesariamente malo dado que la economía sufre ya de un exceso de demanda.
“Por lo que estamos esperando que la economía mexicana reporte su segundo año de desaceleración con un crecimiento de 2.4% en 2023, después de crecer 3% en 2022 y 4.9% en 2021”, determinó.
Inflación en el país con panorama incierto
Los integrantes de la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) coincidieron en que la trayectoria de la inflación en el país todavía tiene un panorama incierto.
- Incluso, dejaron claro que es muy pronto para pensar en una reducción en la tasa de referencia, la cual mantuvo por segunda reunión al hilo en 11.25 por ciento.
- En la minuta correspondiente a la decisión de política monetaria del 22 de junio pasado, un miembro apuntó que el término de mantener la tasa por un “periodo prolongado” debe permanecer indefinido hasta que se tenga una mayor certeza sobre la mejora en el panorama inflacionario.
Por lo tanto, “será importante mantener cautela al momento de discutir cuándo sería deseable iniciar un ciclo de normalización y subrayó que el entorno es aún complejo y frágil. Enfatizó que el Banco de México se mantendrá apegado a su compromiso con el mandato prioritario”.
Miembros de la Junta de Gobierno del Banco Central apuntaron que, dado el entorno de elevada incertidumbre sobre el proceso inflacionario se obliga a actuar con cautela conforme avance la información relacionada.
En este sentido, argumentó que es necesario que Banxico sea claro con respecto a que se encuentra preparado para responder acorde con las circunstancias.
“Apuntó que no puede descartarse que el nivel de restricción monetaria alcanzado deba mantenerse por más tiempo de lo anticipado o que se requiera de un mayor o menor apretamiento. Precisó que, en cualquier caso, debe mantenerse una postura restrictiva durante todo el horizonte de planeación”.
- En la última decisión de política monetaria, un integrante consideró que la efectividad de la postura monetaria dependerá del funcionamiento de los canales de transmisión, los cuales, en su opinión, están operando en la dirección requerida, en particular el relativo al tipo de cambio.
- Uno más destacó que el apretamiento monetario alcanzado ha contribuido al proceso desinflacionario. Argumentó que, ante la persistencia de la inflación subyacente y un balance de riesgos al alza, mantener la tasa de referencia en su nivel actual permite evaluar el grado de absorción de la postura monetaria en la economía.
Todos los integrantes coincidieron en que el balance de riesgos respecto de la trayectoria prevista para la inflación se mantiene sesgado al alza. Entre estos se encuentra la persistencia del componente subyacente en niveles elevados; la posibilidad de mayores presiones de costos, y que el aumento en la inflación no subyacente en los siguientes meses sea mayor al esperado./Agencias-PUNTOporPUNTO