El índice de desempleo en los países de la OCDE bajó en septiembre por quinto mes consecutivo hasta el 5.8 por ciento, dos décimas menos que el mes anterior, y es 0.5 puntos superior a la situación antes de la pandemia.
- Este dato confirma la continuación de la tendencia a la reducción del desempleo en el conjunto de los 38 miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) tras el pico de abril de 2020, en lo peor de la crisis de la pandemia.
- Los trabajadores sin empleo bajaron en 1.1 millones en la OCDE, hasta situarse en 38.7 millones, cifra que sigue siendo 3.3 millones superior a los niveles previos al estallido de la pandemia, a comienzos de 2020, detalló un comunicado de la organización.
Sin embargo, la OCDE alertó de que el descenso de septiembre debe interpretarse con cautela, ya que refleja sobre todo el retorno al trabajo de muchos empleados en paro temporal (ERTE) en EE.UU. y Canadá.
Esa categoría de trabajadores son considerados desempleados en esos dos países, mientras que en Europa y otras zonas se les considera empleados. En la zona del euro, el desempleo bajó una décima en septiembre, del 7.5 al 7.4 por ciento.
- Los mayores descensos en Europa tuvieron lugar en Austria (del 5.9 al 5.2 por ciento); Grecia (del 13.8 al 13.3 por ciento) y Lituania (del 7.2 al 6.7 por ciento, mientras que en Finlandia subió del 7.2 al 7.7 por ciento.
- En España, el paro bajó al 14.6 por ciento (desde el 14.8 de agosto), y sigue también una progresiva tendencia a la baja desde el pico del 15.4 por ciento de lo peor de la pandemia, aunque aún no ha llegado al nivel del 13.7 por ciento de febrero de 2020, último mes antes del inicio de la crisis del coronavirus.
También hubo descensos en Estados Unidos (del 5.2 al 4.8 por ciento), Canadá (del 7-1 al 6.9 por ciento) y México (del 4.1 al 3.9 por ciento). Datos más recientes apuntan a que el desempleo siguió bajando en octubre en EE.UU. (4.6 por ciento) y Canadá (6.7 por ciento).
La pandemia provocó más desempleo en los jóvenes
La pandemia de Covid-21, sus efectos y las medidas que se han aplicado para atender la emergencia a partir de marzo del año pasado, aumentaron el desempleo entre los jóvenes, especialmente entre las mujeres y en quienes tienen niveles educativos inferiores al medio superior, y aunque la economía inició su recuperación en el tercer trimestre de 2020, luego de una caída de 17.3 % en el PIB, el empleo y el comportamiento económico general no han alcanzado los niveles previos a la crisis.
- En el coloquio internacional «Participación económica y social de los jóvenes latinoamericanos en tiempos de Covid-19», Nelly Caro Luján y Arlette Covarrubias Feregrino, profesoras-investigadoras de El Colegio Mexiquense y organizadoras del encuentro, dieron a conocer resultados cualitativos y cuantitativos del proyecto «Tendencias de la participación económica de las y los jóvenes: sus características, causas, modalidades y tendencias», que es financiado por Sedesol-Conacyt.
Previamente a las exposiciones, César Camacho, presidente de El Colegio Mexiquense, dijo que, ante el hecho de la falta de datos definitivos sobre los efectos de la pandemia, toca a las instituciones académicas hacer el análisis de los impactos sociales, económicos y familiares, así como en el empleo de los jóvenes.
En el balance preliminar de la Comisión Económica para América Latina, esta región del mundo es la más afectada y la pandemia agudizó los problemas de desempleo, al incidir principalmente en quienes tenían menor experiencia laboral y en las mujeres, por ello es relevante analizar los hechos y proponer acciones a los tomadores de decisiones, asentó.
Nelly Caro presento los resultados del trabajo relativo a la percepción de los jóvenes del Valle de Toluca sobre empleo, aspiraciones educativas, familiares y vivencias en el trabajo, del cual resultó que las mujeres prefieren las jornadas cortas debido a las desigualdades socioculturales y privilegian el cuidado de la familia, les afecta más la deserción educativa y en general se observa un resquebrajamiento de un modelo lineal de tránsito a la adultez; en todo caso, un menor nivel educativo, ser indígena y mujer produce una peor inserción laboral, y al contrario: un desarrollo educativo exitoso se traduce por lo regular en una mejor inserción laboral.
En su turno, Arlette Covarrubias recurrió a los datos de la caída del PIB en 17.3 % en el segundo trimestre de 2021 y sobre la base de diversos indicadores, señaló cómo en términos absolutos el desempleo producido por la pandemia afectó más a los hombres, pero en números relativos tuvo mayores efectos en las mujeres jóvenes.
- La recuperación ha sido más benéfica para las mujeres jóvenes con mejores niveles educativos y los hombres con niveles de secundaria o menores, pero en las mujeres con niveles educativos inferiores la razón es de casi la mitad de la de los hombres, lo cual refleja -consideró la investigadora- la división sexual del trabajo en los hogares, donde las mujeres se dedican más a las actividades domésticas y los hombres a las remuneradas.
- El coloquio contó con la participación de Norma Baca Tavira, profesora-investigadora de la UAEM, quien habló de «Trayectorias laborales, estrategias y aspiraciones de jóvenes del sur del estado»; Patricia Román Reyes, del ICAR de la misma Universidad, expuso los resultados de la investigación «Incertidumbres y desigualdades del mercado de trabajo mexicano para las mujeres jóvenes en territorios rurales», y Martín de los Heros Rondenil, de Flacso-México, participó con «Trayectoria laboral de los técnicos del Conalep».
En la mesa dedicada al empleo en América Latina se contó con las exposiciones de Giobanna Patricia Buenahora Molina, de la Institución Universitaria Mayor de Cartagena, y Jesús Cosamalón Aguilar, de la Pontificia Universidad Católica del Perú, quienes presentaron, respectivamente, «Mujeres y jóvenes en el Caribe colombiano: participación económica y social en tiempos de Covid-19» y «Estado, ambulantes y crisis económica: Lima, 1980-2021»./Agencias-PUNTOporPUNTO