Tener una inflación que ha alcanzado niveles no vistos en más de dos décadas en México ha hecho que el salario sea hoy la mayor preocupación de los trabajadores y la principal motivación para cambiar de empleo, seguido de la flexibilidad laboral.
En el Estudio de Remuneración 2023, en el que la firma de reclutamiento especializado PageGroup encuestó a más de 95,000 profesionales durante los últimos 12 meses, se halló que el 66.1% de los empleadores proyecta aumentar el sueldo de sus colaboradores en 2023.
No obstante, es posible que los incrementos salariales no alcancen a cubrir el índice de la inflación, ya que el 59.6% de los empleadores se plantea efectuar aumentos de entre el 1 y el 6%, mientras que el Fondo Monetario Internacional (FMI) proyectó que México cerrará el 2022 con una inflación del 8%.
Pero los salarios no deben crecer a los mismos niveles que la inflación, dice Ramón Martínez Juárez, docente de la Escuela Bancaria y Comercial (EBC). “La inflación se genera por la demanda de ciertos productos y servicios cuando la oferta no es suficiente. Aumentar los salarios en las mismas proporciones que la inflación se traduce en dar más liquidez a los trabajadores, quienes a su vez gastarían más. Lo que se haría entonces es incentivar nuevamente temas inflacionarios”, detalla.
El experto consultado sugiere a las empresas sí tratar de apoyar a los trabajadores para poder minimizar el impacto en la pérdida de poder adquisitivo por el incremento de los precios, pero estratégicamente para no disparar los gastos de las empresas.
“Uno de los gastos más relevantes que tienen las empresas es el gasto corriente relacionado al pago de nómina. La tasa inflacionaria se reflejaría en el incremento de los gastos operativos y en la disminución de los márgenes de las compañías, que las obligaría a aumentar sus precios o a prescindir de personal”, explica.
¿Sueldo justo?
Pero la relevancia de la remuneración económica no pasa desapercibida en las organizaciones. Para casi seis de cada 10 de ellas, el salario es un aspecto importante para mejorar las condiciones de los colaboradores, según el estudio de PageGroup.
Y para los empleados no es la excepción. En la investigación cuatro de cada 10 personas creen que no reciben una remuneración justa por su trabajo y el 15.3% expresó no estar seguro. Este porcentaje tiene una correlación directa con la cantidad de colaboradores que se encuentran en búsqueda pasiva de empleo. El 52.8% está abierto a las oportunidades que lleguen y el 28.2% está buscando activamente ofertas laborales.
- Al momento de valorar si las remuneraciones son justas o no, el talento evalúa la cantidad de tiempo que dedica a su trabajo. El 61.5% declaró que trabaja más de 8 horas, una tercera parte del talento encuestado no suele respetar sus horarios de comida y un 45% no respeta su horario de salida.
Es el exceso de trabajo la principal causa de estrés y la percepción de que la remuneración no corresponde a las exigencias del puesto. Tres de cada 10 personas afirman padecer un nivel alto de estrés cotidiano en el trabajo y un 65% dice sentir un estrés moderado.
¿Qué están haciendo las empresas para apoyar al talento ante esta situación?
Solo una tercera parte manifiesta sentir un apoyo activo por parte de su organización. Aunque la gama de acciones que puede llevar a cabo una compañía para dar contención a su talento ante el estrés laboral es amplia.
La oferta de un esquema de trabajo híbrido o con horario flexible es el camino que se ha tomado con mayor frecuencia y los colaboradores creen que el trabajo remoto es un beneficio en ambos sentidos, pues casi la mitad considera que es más productivo trabajando desde casa y solo un 11.2% piensa que es menos eficiente bajo esta modalidad.
- En las prácticas para atender la salud mental de los empleados también proliferan los webinars, la ayuda externa de psicólogos, capacitaciones y actividades recreativas. Esto refleja un área de oportunidad para las empresas en la aplicación de herramientas pensadas para resolver la disyuntiva entre tiempo laborado y resultados.
El desafío inmediato será deconstruir viejos paradigmas que ya no son útiles ni funcionales en esta nueva realidad. Entre ellos está dar por hecho que el trabajo es un lugar meramente transaccional, donde las personas solo intercambian tiempo o esfuerzo por un salario, que además no siempre corresponde al esfuerzo vertido.
“Hoy tenemos un mercado laboral en el que tanto empresas como colaboradores son más conscientes de que un lugar de trabajo en donde se respete y se valore la diferencia es conveniente, necesario y posible. Todavía queda mucho por verse, considerando que el 50.7% de las compañías planea hacer un cambio en su estructura organizacional el próximo año”, menciona Javier Torre, managing director de PageGroup México.
Al SMG le hacen falta más de 3,300 pesos al mes para vivir de manera digna
Al salario mínimo general (SMG) le hacen falta más de 3,300 pesos al mes para que las personas vivan de manera digna, según cálculos del colectivo de organizaciones Acción Ciudadana Frente a la Pobreza. Pero las empresas formales medianas y grandes pueden pagar, desde ya, 8,500 pesos mensuales como mínimo. Entonces, no habría que esperar al fin del sexenio para hacerlo, sostiene la agrupación.
- En un mes, la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami) iniciará las conversaciones anuales con sindicatos e iniciativa privada (IP) para ajustar las remuneraciones en 2023. Antes de terminar su periodo, en 2024, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador quiere dejar el monto mínimo en cerca de 8,000 pesos. Este año supera apenas los 5,200 pesos.
El Observatorio de Trabajo Digno (OTD), de Acción Ciudadana, concluyó que las empresas pueden elevar los salarios mínimos a 8,500 pesos mensuales ahora mismo, pues “las remuneraciones al personal operativo y de ventas, donde se concentran los salarios más bajos, representan únicamente el 5% del total del gasto y el 3.6% de los ingresos”. Y en las unidades económicas grandes y medianas son apenas el 4.8% del gasto y el 3.5% de los ingresos.
- Los 8,500 pesos mensuales serían a apenas el piso, no la meta final, hace falta un mayor aumento gradual. “Millones de trabajos son fábricas de pobreza y están en compañías medianas y grandes, en la formalidad y en todas las ramas de la economía, incluida la banca y las ramas más rentables”, dijo Rogelio Gómez Hermosillo, coordinador de Acción Ciudadana.
Si no mejoramos el ingreso por el trabajo, seguiremos teniendo “los mismos niveles de pobreza”, advirtió en conferencia de prensa virtual. La IP y las autoridades pueden cambiar esa situación, pero “el primer paso es que de inmediato, como decisión empresarial, las empresa adopten el compromiso de no tener a nadie ganando menos de 8,500 pesos al mes”.
En diciembre, como decisión del Consejo de Representantes de la Conasami —integrado por gobierno, sindicatos y empresas— pueden acordar un salario mínimo “que sea suficiente para superar el umbral de pobreza”. El artículo 123 de la Constitución “dice claramente que éste debe satisfacer las necesidades de una familia” no de una sola persona.
Por tanto, el monto debe alcanzar para comprar al menos dos canastas básicas. Pero lo que tenemos actualmente es que siete de cada 10 personas que trabajan en México no ganan lo suficiente para adquirirlas, es decir, más de 35 millones 582,000 personas. Entre ellas, hay dos grupos que están en peores condiciones: ocho de cada 10 trabajadoras y más de tres cuartas partes de quienes son jóvenes.
Compromiso empresarial y de gobierno
El salario mínimo en México es el más bajo en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Y dentro de nuestro territorio, las cinco entidades con mayor cantidad de personas que trabajan sin un ingreso suficiente son:
- Estado de México, 5.4 millones de personas
- Ciudad de México, 9 millones de personas
- Puebla, 2.3 millones de personas
- Veracruz, 2.2 millones de personas
- Chiapas, 1.7 millones de personas
“Pagar 6,000 pesos no es normal, es una fábrica de pobreza. Punto”, enfatizó Rogelio Gómez. El reparto de la riqueza en América Latina es desigual, pero en México es pésima: mientras que en Brasil y Chile quienes trabajan reciben 44% y 41% del Producto Interno Bruto (PIB), en nuestro país las personas trabajadoras promediamos apenas el 27% y eso, ayudadas con los salarios de quienes más ganan. En suma, “la pobreza se produce desde el sistema laboral”.
El compromiso empresarial que propone el OTD consta de dos acciones:
- Las organizaciones formales, medianas y grandes, pagarán un salario mínimo de 8,500 al mes.
- Iniciarán un plan de mejora gradual de remuneraciones vinculado a la productividad hasta alcanzar una cantidad que logre el ingreso digno familiar, no individual.
El salario mínimo, “por su monto tan bajo no tiene efecto en la macroeconomía”, no impacta negativamente la inflación ni aumenta el desempleo. Por el contrario, su estancamiento ha producido la precariedad laboral y la pobreza, así que al incrementarlo se convierte en un factor para el crecimiento económico, apuntó Rogelio Gómez.
El plan de Acción Ciudadana incluye también al gobierno federal. En las próximas semanas le presentarán una propuesta técnica a la Conasami para superar el umbral de la pobreza. Se trata de una fórmula para calcular el aumento del SMG en 2023: aumento de 10% por la inflación y más 100 pesos por el Monto Independiente de Recuperación (MIR).
“Vamos a impulsar la campaña por un salario suficiente hasta lograr ingreso digno familiar. Tenemos evidencia de que esto se puede lograr”, apuntó el coordinador de Acción Ciudadana./Agencias-PUNTOporPUNTO