Los incrementos salariales de los últimos tres años han logrado revertir la pérdida de valor en el sueldo base que se paga en México, una tendencia que se arrastró por un cuarto de siglo y frenó hasta 2020, pero no se han hecho extensivos a todas las remuneraciones que perciben los trabajadores, sobre todo en los sectores dominados por la informalidad, según datos oficiales.
- Tras representar su menor nivel en 1998, el poder adquisitivo del salario mínimo no había tenido incrementos sustanciales en más de dos décadas. Entre 2018 y 2021, con los acuerdos logrados al interior de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos, logró recuperar 41.9 por ciento de su valor en tres años.
- Incluso en 2021 su poder adquisitivo se encuentra 21.7 por ciento por arriba de lo que registraba en 1994 –una referencia que se tomaba como tope máximo no alcanzado en 25 años–, muestran estadísticas del tercer Informe de gobierno de la actual administración.
Los sueldos de los asalariados inscritos al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) han ido por un derrotero aparte; su valor ha aumentado 43.2 por ciento de 1997 a 2021 y en general son tres veces más altos que los salarios mínimos, una brecha que también se ha reducido con los incrementos de los últimos tres años.
El informe exhibe que las remuneraciones el sector manufacturero eran de las más altas en 1994, cuando entró a operar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, pero no han crecido en la misma dimensión que las economías a las que surten, al haber avanzado 1.9 por ciento en términos reales desde que inició el acuerdo comercial.
- Por otro lado, entre los trabajadores de la construcción formal aumentó el valor de las remuneraciones en 7.3 por ciento, empujado sobre todo por el alza salarial de 2020. Sin embargo, en pleno 2021, el valor de los salarios en el comercio es 40.4 por ciento menor que en 1994.
Esto se debe a la economía informal que permea en el comercio al por menor, el sector de mayor peso en términos laborales por las 8 millones 988 mil personas que se ocupan en él, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
- Las estadísticas presentadas en el informe exhiben que en 27 años, entre 1994 y 2021, aumentaron 51.7 por ciento las remuneraciones de los trabajadores en las empresas que venden al por mayor, mientras cayeron 47.7 por ciento las de quienes lo hacen en negocios que venden al por menor.
En su más reciente informe trimestral, el Banco de México reporta que los salarios son el factor vinculado a oferta que menos se relaciona con el avance que ha tenido la inflación desde 2016. Se anteponen el costo de los energéticos y el tipo de cambio.
Sube a 28.3% aportación de salarios al PIB
La participación de las remuneraciones de los trabajadores mexicanos en el valor de la economía mejoró en el último año, mientras que las ganancias empresariales reportaron una reducción marginal, reportó este viernes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
La distribución del ingreso, medida a través de la generación del producto interno bruto (PIB), muestra que la participación de los salarios dista de acercarse a los niveles que tuvo en años anteriores, aun con la mejora observada en el último ejercicio.
- Al cierre del primer trimestre de este año, el monto de las remuneraciones pagadas a los trabajadores fue equivalente a 28.3 por ciento del PIB, proporción que superó en 1.1 puntos a la registrada en el mismo periodo de 2020, añadió el Inegi. Antes de la crisis de 1995, los salarios representaban 34 por ciento del valor de la economía.
- Mientras, las ganancias empresariales representaron 43.3 por ciento del valor de la economía nacional, dato que mostró una reducción marginal, de 0.3 puntos, respecto del primer semestre de 2020, añadió el organismo.
De acuerdo con la economista Norma Samaniego, en un artículo titulado La participación del trabajo en el ingreso nacional, las remuneraciones al trabajo asalariado representan en los países en desarrollo como México una proporción “muy inferior dentro del ingreso nacional”.
En las economías desarrolladas –como Gran Bretaña o Francia– la proporción en la distribución de la riqueza se revierte, pues las ganancias de las empresas están entre 30 y 40 por ciento y los salarios representan entre 60 y 70 por ciento.
- Las Cuentas por Sectores Institucionales Trimestrales (CSIT), las cuales proporcionan información referente a las transacciones reales y financieras que realizan los sectores entre sí y con el resto del mundo, señalaron que en los primeros tres meses del año las remuneraciones de los asalariados representan 28.3 por ciento de la riqueza del país, dato que fue ligeramente 0.8 por ciento menor respecto del último trimestre de 2020, luego de un año complicado por la pandemia de Covid-19.
Sin embargo, en la distribución del PIB del país se observa una disparidad al comparar la proporción que representan los salarios con el excedente bruto de operación, concepto que se refiere a las ganancias empresariales, las cuales representan 43.3 por ciento de la riqueza de la nación, cifra que mostró una contracción de 1.7 por ciento respecto del cuarto trimestre de 2020.
- Las diferencias en la distribución de la riqueza en el país, como lo afirma Samaniego, no son una novedad. En 2019 la proporción de los salarios respecto del PIB fueron de 26.61 por ciento, mientras las ganancias de las empresas representaron 44.28 por ciento.
- Samaniego refiere en su artículo que a nivel internacional la proporción de las remuneraciones también se refleja al ser medidas entre hogares y empresas, de acuerdo con las cifras divulgadas ayer por el Inegi, pues en los tres primeros meses del año 33.3 por ciento del PIB fue generado en los hogares, dato 0.5 puntos menor respecto de igual periodo de 2020.
Las sociedades no financieras, es decir, las empresas que producen bienes y ofrecen servicios no financieros, aportaron en el periodo comprendido entre enero y marzo 45.8 por ciento del PIB, es decir, casi la mitad de la riqueza de México.
El dato es 0.5 puntos superior frente al mismo periodo de 2020, cuando se ubicó en 44.6 por ciento.
El gobierno federal aportó el 8.9 por ciento del PIB nacional, las sociedades financieras, es decir, las que tienen relación con el sistema bancario y financiero de la nación generaron 4.1 por ciento. Los impuestos a los productos netos generaron 7 por ciento.
Proponen aumento de sueldo a funcionarios
Los nuevos secretarios que trabajen en la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador ganarán hasta 145 mil pesos al mes, de acuerdo con el Proyecto de Presupuesto 2022, propuesto por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Este monto podría aplicarse para funcionarios como Tatiana Clouthier, de Economía; Rogelio Ramírez de la O, de Hacienda; Adán Augusto López, de Gobernación; a partir del próximo año.
- Según la Iniciativa de la Ley de Egresos de la Federación (ILEF) 2022, el nuevo salario representará un aumento de poco más de 10 mil pesos frente al sueldo que se aprobó para el primer año de la presente administración, cuando los titulares de las dependencias ganaban hasta 135 mil 488 pesos por mes.
- De aprobarse la iniciativa de egresos, propuesta por la Secretaría de Hacienda, los coordinadores o directores de las dependencias también tendrán un aumento de 28 mil 163 pesos, es decir, su sueldo pasará de 73 mil 100 pesos a 101 mil 263 pesos en casi dos años. Este podría ser el salario del director general de Epidemiología de la Secretaría de Salud (Ssa), José Luis Alomía.
Los aumentos sugeridos por la dependencia a cargo de Rogelio Ramírez de la O fueron propuestos después de que en 2020 hubo recortes salariales y “aportaciones voluntarias” de sueldos para juntar mayores recursos para la pandemia.
- Esto consistió en que funcionarios desde el presidente, secretarios, subsecretarios, hasta los directores de área y más personal administrativo, debían de aportar de manera voluntaria un porcentaje de su sueldo, que iba de cinco hasta 25 por ciento. “El que obtenga más ingresos aportará más y será menos el descuento para los niveles inferiores. De la misma forma, los altos funcionarios públicos no tendrán aguinaldos ni ninguna otra prestación de fin de año”, señaló el presidente López Obrador en un decreto publicado el 23 de abril de 2020.
“No es tan bueno presumir la austeridad; no necesariamente es positiva, porque no sólo se afectan áreas operativas o administrativas, sino se precariza el empleo poco a poco y, con ello, el bienestar de las familias”, consideró César Salazar, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.
El especialista añadió que los recortes por austeridad también impactan en la atención que brindan estas entidades a la población en general, porque no se tienen los recursos o materiales suficientes para atender las actividades cotidianas./Agencias-PUNTOporPUNTO