Aún no comienza la temporada crítica de incendios forestales en México y ya se han registrado varios eventos en distintos estados. Si bien cada año se espera que ocurran varios de estos siniestros, la actividad humana es la principal causa de estos y agravan la situación, pues además de causar un gran impacto al medio ambiente, perjudican la economía y destruyen el hábitat de varias especies de flora y fauna.
Aunque desde enero se contempla la temporada de incendios forestales, los meses más críticos son marzo, abril y mayo, debido a las altas temperaturas que se registran en esas fechas. Sin embargo, los siniestros pueden ocurrir en cualquier época del año, de acuerdo a la región del país se consideran dos principales, las cuales coinciden con la época de mayor estiaje (sequía) en el territorio nacional, según reporta la Comisión Nacional Forestal (Conafor).
Los bosques son de vital importancia para la vida, son parte fundamental en los ciclos de producción y distribución del agua, purifican el aire que respiramos al capturar bióxido de carbono y liberar oxígeno. También regulan la temperatura y la humedad, con lo que se equilibra el clima; proporcionan alimento, medicina y refugio a los seres vivos; y son fuente de materia prima en muchas actividades humanas.
De acuerdo a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), el fuego puede tener una influencia positiva en la naturaleza, pues ayuda a mantener la biodiversidad. Pero en exceso, como cuando se producen incendios forestales, tiene consecuencias devastadoras para el medio ambiente, incluso para la salud y seguridad de las personas.
- Principales causas: El Gobierno federal indica que el 99% de los incendios forestales tienen sus causas en la actividad humana, lo que no quiere decir que todos sean provocados, algunos son por descuidos o accidentes. Solo el 1% se origina por causas naturales. Casi la mitad de estos se producen por actividades agropecuarias y de urbanización. Algunos incluso son producto de los cazadores que usan el fuego para acorralar a los animales. También el narcotráfico tiene parte de responsabilidad en ellos.
Algunas asociaciones defensoras del medio ambiente han informado que los incendios forestales también son un arma usada para quienes buscan cambiar el uso de suelo de un área protegida, ya sea para un desarrollo industrial o de viviendas, pues el fuego daña la tierra y la deja inutilizable para siembra.
- Consecuencias: La Semarnat indica que los incendios forestales no sólo arrasan con grandes volúmenes de madera, también daña la economía de los propietarios de los lugares donde ocurren, en caso de tenerlos. Además, aniquila el hábitat de la fauna silvestre, propicia la erosión del suelo y en consecuencia su pérdida, contamina el aire y contribuye al cambio climático al ser eliminadas las plantas que generan oxígeno, afecta el paisaje y altera el régimen hidrológico, además de incrementar el efecto invernadero por la emisión de carbono y otros elementos nocivos.
También el ciclo hidrológico de una cuenca puede verse afectada después de un incendio forestal debido a la pérdida de vegetación, disminución de la materia orgánica y los cambios en las propiedades del suelo, las cuales causan una disminución en las tasas de infiltración, disponibilidad de agua y aumento de escurrimiento.
El costo ambiental de los incendios forestales
Después de la ola de incendios que sufrió Australia entre 2019 y 2020, los incendios forestales tomaron relevancia en las agendas mundiales. Mucho se habla de cuántas hectáreas se llevan o a cuáles comunidades que afecta, pero se le presta poca atención a las consecuencias que el medioambiente paga a causa de estos fenómenos.
Por ello consultamos a algunos especialistas para que nos cuenten lo que pasa durante y después de los incendios forestales en términos ambientales. Para comprender el riesgo que suponen los incendios forestales es necesario entender las razones por las que suceden.
- Si bien sus causas van desde la caída de rayos o el aumento de la temperatura en la zona, el 90 por ciento son provocados por el hombre, de acuerdo con datos de la Comisión Nacional Forestal, CONAFOR.
- Las condiciones climáticas actuales, como el aumento de la temperatura en el planeta, la velocidad y dirección del viento, así como el nivel de humedad en el suelo y la atmósfera, provocan que la mitigación de incendios forestales sea cada vez más difícil.
“La mayoría de los incendios son provocados por el hombre bajo demandas sociales y quienes los provocan buscan ejercer presión en sectores empresariales o gubernamentales”, explicó a El Sol de México Fidel Camacho, especialista en manejo de recursos naturales.
Estos fenómenos pueden ocurrir bajo cuatro contextos: accidentales (relacionados con percances automovilísticos, ferroviarios o con la ruptura de líneas eléctricas), negligencias (quemas no controladas o descuido de personas que visitan las zonas), intencionales (se dan bajo un conflicto de intereses) y naturales (caída de rayos o erupciones volcánicas).
De acuerdo con los especialistas, una de las razones por las que más ocurren los incendios forestales hoy en día es la quema no controlada, que en su mayoría, es realizada por agricultores y ganaderos
“La gente ganadera tiene la creencia de que si quemas una extensión de tierra, para el próximo periodo va a rebrotar, pero esto solo es una creencia, porque no todos los suelos y plantas tienen la capacidad de recuperarse después de un incendio”, cuenta a este medio Alberto Almeraya, coordinador de reforestaciones en Naturalia.
- Una de las razones más comunes por la que el sector ganadero y agrícola provoca incendios forestales es para hacer cambio de uso de suelo, el cual por sí solo representa daños para el medioambiente.
“Una de las prácticas de quema que se han llevado a cabo durante muchos años en México es Roza, tumba y quema, la cual consiste en quemar grandes extensiones de tierra para lograr abrir paso en las áreas naturales para los cultivos. Sin embargo, cada vez es menos recurrente”, explicó Camacho.
- Impacto ambiental: Los incendios forestales generan grandes toneladas de carbono negro, uno de los contaminantes más dañinos para el medio ambiente, después del dióxido de carbono.
Además, contribuyen al derretimiento de los glaciares, ya que son fenómenos que en gran medida contribuyen al calentamiento global.
Según señala la Organización de las Naciones Unidas, ONU, en su último Informe de Fronteras, la mayor consecuencia que tienen los incendios forestales en términos ecológicos es que las áreas que antes funcionaban como sumideros de carbono, se convierten en grandes fuentes de este compuesto.
Bajo este contexto, la principal afectación que las áreas naturales sufren después de un incendio forestal es la quema de su “piel”, es decir; su suelo y sus especies.
“La cuestión es que al quemar no solo te estás llevando la madera de los árboles o las plantas, sino también todo el material orgánico que forma parte del suelo o también llamado hojarasca. Este, cambia su ph cuando se convierte en ceniza y lo que provoca es que comience a romper la cadena de funcionamiento del ecosistema entero, ahí es donde comienza el problema”, alertó Camacho.
Aunado a ello, viene la erosión de los suelos, un proceso en el que pierde su capa superficial y sin ella, se convierte en una superficie inerte.
“Al tener un suelo erosionado, este pierde su capacidad de esponja de agua. Esto provoca que el agua pluvial ya no se absorba para nutrir los mantos freáticos y en su lugar, solo se va al drenaje, lo que se traduce en un desperdicio inmenso de este recurso”, añadió Camacho.
Hay que recordar que la mayor fuente de agua para consumo humano son los mantos freáticos o acuíferos, los cuales, a falta de áreas naturales, no pueden recargarse y por ende, escasea el agua
Sin embargo, el problema provocado por la falta de absorción del agua no se queda ahí y los especialistas nos cuenta por qué: “Para el momento en que llegan las fuertes lluvias, viene la erosión hídrica, la cual provoca deslaves y es ahí donde vienen los problemas de inundación, taponeos de drenaje y con ello pérdidas de infraestructura, materiales e incluso de vidas”, puntualizó Almeraya.
Tanto la flora como la fauna de los ecosistemas, son las principales víctimas de los incendios forestales, las cuales pueden sufrir de problemas que van desde su desplazamiento hasta su extinción.
“Cuando se genera un incendio forestal en un área, esta se puede comenzar a recuperar después de un tiempo. Sin embargo, si después de un periodo corto se vuelve a quemar, las pocas defensas que las especies sobrevivientes hayan podido tener, se pierden”, cuenta Camacho.
Pero, ¿cuáles son las consecuencias de estar bajando las defensas de estas áreas de manera constante?
“Cuando una planta o árbol se encuentra vulnerable atrae a su depredador, uno de ellos es el descortezador en pino, el cual llega, ataca a los árboles vulnerables y después actúa como plaga, la cual no solo comienza a consumir a otros árboles de la zona, sino que también afecta a los bosques aledaños de la zona”, puntualizó Camacho.
Así como algunas especies sobreviven aunque se mantienen vulnerables por un periodo, hay otras que no logran sobrevivir, lo cual también es un gran problema a nivel medioambiental
“Si una especie llegara a desaparecer por causas de quema de su ecosistema, va a traer un efecto dominó porque se va a llevar a varias especies consigo y aunque se diga que el incendio ya se controló, aun mucho tiempo después las especies del lugar van a seguir pagando las consecuencias”, añadió Camacho.
Por otra parte, algunos de los animales que también sufren las afectaciones por los incendios forestales son los utilizados para el ganado, ya que al consumir pasto en áreas donde ya hubo presencia de incendios, están consumiendo restos de ceniza y carbón, lo cual les puede provocar diarrea y en algunos casos la muerte de los animales.
El 26.3% de incendios forestales en México son generados por quemas agropecuarias
Datos de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) señalan que 26.3% de los incendios forestales registrados el año pasado en el país fueron ocasionados por quemas agropecuarias.
- La cifra es menor a la reportada en el 2021, cuando el porcentaje fue del 40%, sin embargo, deben seguir capacitando a los agricultores sobre los riesgos de las quemas agropecuarias.
- Ante eso, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) federal lanzó la campaña #MiParcelaNoSeQuema, que llevará información a agricultores del 28 estados del país, entre ellos Jalisco.
El objetivo, explicó la dependencia federal, es llegar a casi mil 500 productores también del Estado de México, Querétaro, Chiapas, Hidalgo, Guerrero, Puebla, Tlaxcala, Morelos, Baja California, Sonora, Ciudad de México, Veracruz, Tamaulipas, Michoacán, Yucatán, Chihuahua, Nayarit, Oaxaca, Durango, Nuevo León y San Luis Potosí.
A lo largo del 2022, la Sader en coordinación con organismos públicos y privados, realizó 30 talleres sobre normatividad asociada al uso de fuego en terrenos agropecuarios, alternativas a su uso en parcela, incorporación de rastrojo al suelo como cobertura y manejo sostenible de insectos, hongos y bacterias benéficas para controlar especies dañinas.
Además, en coordinador con la Conafor trabajan en el diseño e implementación de una aplicación móvil que permitirá a los productores dar avisos de quema, de forma sencilla a la autoridad competente, con el fin de responder a la brevedad.
Esto, porque las quemas agropecuarias ocasionan la pérdida de nutrientes, eliminan organismos y microorganismos encargados de la descomposición de la materia orgánica, aireación del suelo y liberación de nutrientes, además de generar gases que contribuyen a la contaminación de la atmósfera y al calentamiento global.
Incendios forestales contribuye a la mala calidad del aire en el Valle de México
Al menos diez incendios forestales se han registrado en el transcurso de esta semana en distintos municipios de la entidad mexiquense, algunos de ellos en alcaldías de la zona metropolitana como Atizapán de Zaragoza, Nicolás Romero, Jilotzingo, Naucalpan y Tlalnepantla.
- Desde el lunes anterior, en estos municipios metropolitanos amanece el humo de los incendios forestales en la superficie y el olor a maleza quemada es muy perceptible, “yo tengo asma y al salir de mi casa en Atizapán, me ha llegado a causar crisis respiratorias”, explicó Armando Melgoza quien es estudiante del Colegio de Bachilleres 5.
Y es que desde inicio de esta semana en el ambiente de parte del Valle de México se percibe el humo. De acuerdo con datos de la Protectora de Bosques del Estado de México (Probosque), con apoyo de brigadistas de diversas instituciones de gobierno, han extinguir 10 incendios forestales en los municipios de Texcoco, Donato Guerra, Jilotepec, Otumba, Villa Guerrero, Acambay en Jilotzingo.
Destacando que los incendios de los municipios urbanos como Coacalco, Tultitlán, Tlalnepantla, Nicolás Romero y Atizapán de Zaragoza, han sido personal de Bomberos y Protección Civil los encargados de sofocarlos.
- En el caso de Atizapán de Zaragoza, en la zona de la Presa Madín, Cerro de la Cruz, inmediaciones de Plazas Galerías, Cerro de San Martín y en la cara lateral izquierda del cerro de la Biznaga, según Protección Civil, ya han tenido que sofocar incendios de maleza.
- Probosque añadió a través de sus redes sociales que también han abatido un incendio en el Ejido de Tlacotepec, en Toluca; además de los registrados en Mazatla y San Luis Ayucan, poblados del municipio de Jilotzingo.
Otros incendios extinguidos fueron los del ejido Otumba del mismo municipio, uno más en Predio San Jerónimo Amanalco en Texcoco, además de otros registrados en los municipios de Temascaltepec, Ixtapaluca, Acambay, Joquicingo, Villa de Allende y dos más en Valle de Bravo.
Destaca la dependencia que la mayoría de los incendios forestales son causados por un descuido humano, ya sea por arrojar cigarros encendidos, por una fogata mal apagada o por negligencia.
- Un reporte de incendios forestales de la CONAFOR informa que en el Estado de México sólo en el mes de enero de 2023, el número de incendios ocurridos en las áreas forestales de ejidos, comunidades y predios particulares, llegó a 24 ocurridos en 18 de los 125 municipios: Villa del Carbón, Chalco, Acambay, Soyaniquilpan, Juchitepec, Toluca, Temoaya, Tejupilco, Almoloya de Alquisiras, Tepotzotlán, Toluca, Ixtapan de la Sal, Morelos, Aculco, Tlalnepantla, Temascaltepec, Zinacantepec y Nicolás Romero.
Destaca la Protectora de Bosques del Estado de México (Probosque), que en el mes de enero de 2022 se registraron sólo 13 incendios forestales en la entidad, once menos que en el mismo mes pero de 2023.
Para febrero de 2023 de acuerdo con Protección Civil se sumaron otros incendios forestales en Ixtapaluca, Texcoco, Jilotzingo, Naucalpan, Ocuilan, Atlautla, Villa de Allende y Donato Guerra.
- Los incendios pueden causarse por un cristal que hace efecto de lupa con el sol, pero sobre todo y en mayor cantidad por el hombre, como lo explican la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Comisión Nacional Forestal (Conafor) en su página web, donde destacan que las causas que los propician continúan siendo por actividades del ser humano, las ilícitas que representan el 27 por ciento, las agrícolas 27 por ciento, desconocidas un 13 por ciento, las pecuarias el 9% y por fogatas no controladas el 9, entre otras.
Destaca que, aunque los incendios forestales se suscitan todo el año en el interior del país, pero la temporada fuerte para las regiones del Centro, Norte, Noreste, Sur y Sureste de México, se registran principalmente en el periodo de enero a junio, que coinciden con la temporada de estiaje.
Ponen como ejemplo los datos del primero de enero al 23 de julio de hace tres años, en México se registraron 5 mil 473 incendios forestales, afectando una superficie de 305 mil 474 hectáreas, en su mayoría pastos y matorrales.
La dependencia ubica al Estado de México en el primer sitio ya que en ese año se tuvieron 1,082 incendios forestales, seguido por Michoacán con 601 y Jalisco con 586, siendo las entidades que más incendios presentan en cada temporada.
Un incendio forestal es aquel que ocurre dentro de bosques, selvas, zonas áridas o manglares. Los incendios en áreas urbanas son atendidos por Protección Civil.
- El “Informe Frontera” del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), destaca que los incendios forestales generan carbono negro y otros contaminantes que pueden afectar las fuentes de agua, además de causar deslizamientos de tierra y floraciones de algas a gran escala en los océanos, y convertir los sumideros de carbono como las selvas tropicales en fuentes de carbono.
Los efectos a largo plazo en la salud humana se extienden más allá de aquellos que luchan contra incendios forestales, evacuados o sufren pérdidas. El humo y las partículas de los incendios forestales tienen consecuencias significativas para la salud, con impactos a menudo exacerbados entre las personas con enfermedades crónicas, las mujeres, los niños y personas adultas mayores./Agencias-PUNTOporPUNTO