Como si una pandemia que se extendió más de un año fuera poco, la invasión a Ucrania por parte de Rusia terminó de agravar la situación económica de varias regiones, especialmente en lo que respecta a la seguridad alimentaria. Una menor exportación de productos esenciales como el trigo, la soja o el maíz ha llevado a que la inflación registre nuevos máximos cada mes, impulsada especialmente por este sector.
- El Banco Mundial (BM) advierte que el alza en los precios de los alimentos ha provocado una crisis mundial que llevará a que millones de personas caigan en la pobreza extrema, aumentando el hambre y la malnutrición, y amenazando con eliminar los avances en materia de desarrollo.
- De hecho, el ente internacional asegurar que dicho fenómeno afecta, especialmente, a la población de los países de ingreso bajo y mediano, que gasta en alimentos un porcentaje mayor de sus ingresos que la de los países de ingreso alto.
- La información recopilada entre abril y julio de 2022 señala que 92.9% de los países de ingreso bajo, 92.7% de los países de ingreso mediano bajo y 89% de los países de ingreso mediano alto han registrado niveles de inflación superiores a 5 por ciento.
Muchos experimentan una inflación de dos dígitos, incluso, la proporción de países de ingreso alto con elevada inflación también ha aumentado considerablemente y cerca de 83.3% ven una mayor incidencia en los alimentos.
- Otra forma de medir el panorama es el índice de precios agrícolas, cuyo registro era de 1% más alto que hace dos semanas hasta el 11 de agosto. Tanto los precios del maíz como los del trigo son 2% más altos en comparación con los de enero de 2022, en tanto que los precios del arroz son aproximadamente 6% más elevados.
- En comparación con el promedio de enero de 2021, los índices de los precios del maíz y el trigo son 20% más altos, mientras que el índice del precio del arroz es 16% más bajo», señaló la institución.
Según el informe ‘Perspectivas de los mercados de productos básicos’ del Banco Mundial, la guerra en Ucrania ha alterado los patrones mundiales de comercio, producción y consumo de productos básicos, por lo que los precios se mantendrán en niveles históricamente altos hasta fines de 2024 exacerbando la inseguridad alimentaria y la inflación.
¿Alimentos o combustibles?
En una entrevista para el medio británico Financial Times, el presidente y consejero delegado de BlackRock, Larry Fink, alertó sobre la ausencia de la suficiente atención y cuidado al aumento de precios de los alimentos, y que resulta más importante que los de la gasolina.
«Uno de los temas que más me preocupa, y al que no se le está prestando suficiente atención, es el precio de los alimentos. Es algo que no sólo tiene que ver con la inflación, sino que también hay cuestiones geopolíticas relacionadas con este asunto», dijo.
- Fink agregó que «hablamos mucho sobre los precios de la gasolina, pero el problema más importante es la comida. Ha habido una tremenda destrucción de la tierra cultivable en Ucrania y a nivel mundial el coste de los fertilizantes subió casi 100%, y ese gasto adicional está reduciendo la cantidad de ellos empleados en la agricultura, lo que está perjudicando la calidad de la cosecha en todo el mundo».
La región en la que están ubicados Ucrania y Rusia son responsables de, aproximadamente, 30% de las exportaciones mundiales de trigo y 65% de las de girasol, en un contexto en el que estos mercados son cada vez más estrechos y están cada vez más interconectados, por lo que una pequeña disrupción en el suministro crea cierto impacto en el precio.
El acuerdo
A inicios de agosto, Ucrania realizó su primer envío de cereales desde la invasión de Rusia, marcando un pequeño pero crucial primer paso para desbloquear los millones de toneladas de cultivos que se acumulan en el país y aumentar el suministro mundial de alimentos.
- El Razoni, un buque de carga con 26,527 toneladas de maíz, partió hacia el Líbano, según información divulgada por la Organización de Naciones Unidas que, junto con Turquía, ayudaron a negociar el acuerdo para reiniciar las exportaciones.
- El ministro de Infraestructura de Ucrania, Oleksandr Kubrakov, confirmó la salida y dijo que había otros 16 barcos en la gran región de Odesa esperando su turno para zarpar.
Se calcula que más de 370,000 toneladas de productos agrícolas han salido por aguas ucranianas desde que comenzó a funcionar el corredor marítimo acordado para este fin.
El acuerdo
A inicios de agosto, Ucrania realizó su primer envío de cereales desde la invasión de Rusia, marcando un pequeño pero crucial primer paso para desbloquear los millones de toneladas de cultivos que se acumulan en el país y aumentar el suministro mundial de alimentos.
- El Razoni, un buque de carga con 26,527 toneladas de maíz, partió hacia el Líbano, según información divulgada por la Organización de Naciones Unidas que, junto con Turquía, ayudaron a negociar el acuerdo para reiniciar las exportaciones.
- El ministro de Infraestructura de Ucrania, Oleksandr Kubrakov, confirmó la salida y dijo que había otros 16 barcos en la gran región de Odesa esperando su turno para zarpar.
Se calcula que más de 370,000 toneladas de productos agrícolas han salido por aguas ucranianas desde que comenzó a funcionar el corredor marítimo acordado para este fin.
Enfrenta AL aumento en el precio de alimentos y energía brutal
Antes del covid, América Latina y el Caribe venía “haciéndolo muy mal” en términos de crecimiento: un promedio de 0.6 por ciento durante seis años, antes de que en 2020 se registrara la mayor caída en un siglo y viniera el rebote de 2021, explicó Daniel Titelman, director de la División de Desarrollo Económico de la Cepal. Ahora, para 2022, se prevé un crecimiento de 2.7 por ciento, pero “el tema del aumento en el precio de los alimentos y la energía es brutal”, agregó.
- Mientras el promedio de la inflación de 2005 a 2019 fue de 4.1 por ciento anual en la región, en junio de 2022 alcanzó 8.4 por ciento. Es decir, se duplicó. Por arriba del incremento generalizado de precios destacan la energía, con un avance de 15.2 por ciento, y los alimentos con uno de 12 por ciento. Ambos empujados por la importación de los choques internacionales.
- La inflación, por sí misma, provocará un incremento de la pobreza que se estima afecte a 33 por ciento de la población en América Latina y el Caribe al cierre de este año, y de la pobreza extrema, para la que se proyecta una proporción de 14.5 por ciento.
Ambos datos pueden crecer otro poco si al avance de precios se suma un declive del crecimiento de la economía y la inversión, amplió Mario Cimoli, secretario ejecutivo interino de la Cepal.
Explicó que el entorno económico actual es más complejo respecto al registrado antes de la pandemia y dista de ser similar a las crisis de deuda y alta inflación que vivió la región durante la década de los 80 –provocadas sobre todo por factores internos–, por lo que “ no se pueden analizar en los mismos términos”. Ahora se enfrenta el resultado de una serie de crisis internacionales acumuladas desde 2008.
- Con ese marco, usar la política monetaria como principal herramienta para contener el incremento importado de precios implica “tirar con un cañón a un arito chiquitito”, siendo que lo necesario es “observar muy bien las causas de la inflación” y ampliar las herramientas con las que cuentan los bancos centrales, lo mismo que la política fiscal, consideró Cimoli.
América Latina se ha centrado en usar la tasa de interés como control al incremento de precios, pero hay otros elementos convencionales y no convencionales que pueden ayudar en este punto: las intervenciones en el mercado, los forwards y las líneas de crédito; mientras en el plano de la estabilidad financiera se puede recurrir a la regulación de flujos de capital (su entrada y salida), recomendó la Cepal./PUNTOporPUNTO