La tasa de desocupación en México repuntó a 2.7 por ciento en el segundo trimestre del año, desde 2.5 por ciento del primer trimestre, a pesar de este incremento el dato se mantiene en sus mínimos históricos, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El incremento en la desocupación respondió a que más personas se incorporaron al mercado laboral.
Por ejemplo, el número de personas ocupadas aumentó en 206 mil 256 en el 2T24, respecto al 1T24, al tiempo que las personas desocupadas se incrementaron en 84 mil 234 en este periodo. Por lo tanto, el aumento de la Población Económicamente Activa (PEA) subió en 290 mil 490.
- Así, al cierre del 2T24 la PEA fue de 61 millones de personas, de los cuales 59.3 millones está ocupada y 1.6 millones está desocupada, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).
- De los 206 mil 356 puestos agregados entre abril y junio de este año, se observó que en el sector secundario se sumaron 147 mil 168 y en el terciario, 130 mil 483; sin embargo, en el primario se eliminaron 126 mil 554.
Al interior del secundario, el catalizador fue la construcción con 175 mil 657 puestos creados en el segundo trimestre, eclipsando las pérdidas en la industria extractiva y manufacturera. En los servicios destacó el avance de 190 mil 122 puestos y en contraste hubo eliminación de empleos en gobierno, en la antesala del fin del ciclo electoral.
Repunta subocupación
En las tasas complementarias, el INEGI reportó un incremento en la subocupación a 7.4 por ciento en el segundo trimestre del año, desde 6.8 por ciento del periodo inmediato anterior.
- Las subocupadas, que incluye a aquellas que a pesar de estar en un empleo están dispuestas a tomar otro, subió de 4.0 millones en el 1T24 a 4.4 millones en el 2T24.
- En tanto, la tasa de informalidad laboral fue de 54.3 por ciento, sin cambios respecto al primer trimestre del año.
- Al cierre del 2T24 había 32.2 millones en la informalidad, un aumento de 60 mil 441 personas, comparadas con las que se reportaron en el 1T24.
Población ocupada
La población que participó en la generación de algún bien económico o en la prestación de un servicio, conocida como población ocupada, fue de 59 millones 327 mil personas, 805 mil más con respecto al mismo periodo de un año antes.
Al considerar a la población ocupada con relación al sector económico en el que labora, 6 millones 241 mil personas (10.5 % del total) trabajaban en el sector primario, 14 millones 955 mil (25.2 %) en el secundario o industrial y 37 millones 743 mil (63.6 %) estaban en el terciario o de servicios.
Informalidad
La tasa de informalidad laboral, la cual contabiliza a los mexicanos que laboran en condiciones de vulnerabilidad debido a que carecen de contrato escrito, así como de acceso a instituciones de salud y ahorro para el retiro fue de 54.3% en el segundo trimestre de 2024, 0.9% por debajo de la reportada un año antes.
- Esto significa que 32 millones 190 mil mexicanos, pese a tener trabajo, carecen de prestaciones, 102 mil menos que las reportadas en el mismo periodo del año pasado.
Por tipo de unidad económica empleadora, 16 millones 691 mil pertenecen al sector informal; 7 millones 950 mil a empresas formales, gobierno e instituciones; 5 millones 246 mil al ámbito agropecuario, en tanto que 2 millones 302 mil realizan trabajo doméstico remunerado.
Necesidad de empleo
El país requiere la generación de 10 millones 933 mil nuevos empleos. Esta cifra se compone por un millón 626 mil personas que buscan activamente trabajo, pero no lo encuentran; 4 millones 378 mil que no buscan uno, pero están dispuestas a trabajar si les presenta la oportunidad, y 4 millones 929 mil que pese a tener empleo reportan la necesidad de laborar más horas.
Este conjunto de personas conforma lo que se conoce como brecha laboral, indicador que ha sido avalado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para medir las verdaderas necesidades de empleo de un país.
Informalidad laboral persiste en zonas rurales
Durante el segundo trimestre del 2024, México registró un total de 32 millones 190,692 personas ocupadas bajo algún esquema de informalidad; lo que representa al 54.3% del total de la población trabajadora en el país.
- Este nivel de informalidad implicó una reducción de 0.9 puntos porcentuales respecto del mismo periodo del año pasado, cuando el trabajo informal empleaba al 55.2% de los trabajadores.
- En términos absolutos, este segundo trimestre del año se registraron 102,704 trabajadores menos dentro del sector informal en comparación interanual, según cifras de la ENOE (Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo) del Inegi.
La caída en el trabajo informal se presentó tanto en la población ocupada de mujeres como en la de hombres, con caídas de 1.1 y 0.8 puntos porcentuales respectivamente.
Esta problemática se da principalmente en las actividades que operan con los recursos de los hogares, pero sin constituirse como empresas. Estas unidades económicas concentraron al 52% de los trabajadores informales en este periodo.
- Otro 25% de los ocupados informales se emplean en empresas privadas, gobierno y otras instituciones. Un 16% están en unidades agropecuarias y el 7% restante corresponde a los y las trabajadoras (en su mayoría mujeres) que realizan trabajo doméstico remunerado.
En el desglose del trabajo informal por región se observan importantes brechas de desigualdad. Las cifras de la ENOE mostraron que, entre menos urbanizada sea la zona, más informalidad presenta.
- En las localidades de más de 100,000 habitantes y las capitales de Estado, la tasa de informalidad laboral es de 41.3%
- En las localidades de 15,000 a 99,999 habitantes la tasa de informalidad es de 54.1%
- En las localidades de 2,500 a 14,999 habitantes la tasa de informalidad es de 66.9%
- En las localidades con menos de 2,500 habitantes (rurales) la tasa de informalidad es de 77.1%
Más trabajadores subordinados
En línea con la caída en la ocupación informal también se observó un incremento importante en el total de trabajadores subordinados y remunerados. Durante el segundo trimestre del 2024, casi un millón de ocupados entraron a este esquema respecto del mismo periodo del año previo.
- Los trabajadores subordinados y remunerados representaron el 69.2% del total de la población ocupada; este nivel implicó un alza de 0.6 puntos porcentuales en comparación interanual.
- En el resto de las categorías se observaron resultados contrarios; el porcentaje de empleadores creció apenas 0.1 puntos. Mientras que el grupo de trabajadores por cuenta propia cayó 0.4 puntos.
Por su parte, en la categoría de trabajadores no remunerados también se observó una caída de 0.3 puntos porcentuales durante este periodo.
Retos para la política laboral
- La combinación entre un menor nivel de informalidad y mayor reconocimiento de los vínculos laborales (trabajo subordinado) es positiva. Pese a ello, el trabajo informal sigue siendo uno de los retos más grandes para la política pública laboral.
- Todavía poco más de la mitad de los trabajadores se encuentran en algún tipo de informalidad, ya sea por el tipo de unidad en la que trabajan, el giro económico o el tipo de vínculo laboral.
- La informalidad laboral genera inseguridad tanto en las condiciones de trabajo, como en el acceso a derechos laborales: contrato, prestaciones básicas, seguridad social o instituciones de salud.
Una deuda en la creación de empleos
Una deuda de más de 3.8 millones de empleos, que necesita la población y que nunca fueron creados por el primer sexenio de la 4T, recibirá como herencia el nuevo gobierno de México, encabezado por Claudia Sheinbaum Pardo.
- Recibirá un mercado laboral en el que 70 de cada 100 personas ganan un máximo dos salarios mínimos, con más de la mitad de los trabadores en la informalidad y más de 45.1 millones sin dinero suficiente para comprar una canasta básica de alimentos, de acuerdo con el Inegi y el Coneval.
- A través de la herramienta Consulta Dinámica (CUBOS), el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reportó que durante el gobierno actual la creación de empleo alcanzó un mínimo de 342 mil plazas de trabajo en 2019 y un máximo de 846 mil plazas al cierre de 2021.
Señaló que el peor año de empleo –en esta administración federal– tuvo lugar en 2020, debido a los estragos de la pandemia de Covid-19, que obligó al cierre de 649 mil plazas laborales, que desaparecieron de los registros del Seguro Social.
Mientras que en los primeros cinco meses de 2024 se contabilizaron 324 mil 613 espacios laborales, que podrían alcanzar hasta 779 mil 195 plazas al finalizar este año, si se mantiene el ritmo actual de creación de puestos de trabajo formal.
Déficit de empleos en México
De acuerdo con las cifras reportadas por el IMSS, la presente administración federal se quedará muy lejos de cumplir con la meta de generar 1.2 millones de puestos anuales, que recomiendan organismos como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
- Si se toma como referencia esta última cifra, el nuevo gobierno de Claudia Sheinbaum –que arranca el 1 de octubre próximo– recibirá un deuda laboral o déficit de tres millones 828 mil 074 empleos, que necesitó la población y nunca fueron creados.
- En 2019 el faltante laboral –para alcanzar la meta de 1.2 millones de nuevas plazas– superó 857 mil puestos; para 2020 se perdieron más de 647 mil y el saldo negativo irremediablemente fue de 1.2 millones.
- En mejor año de creación de empleo del sexenio actual –con 846 mil 416 nuevas plazas– el déficit laboral alcanzó más de 353 mil puestos; en tanto que para este año la deuda puede superar 310 mil espacios de trabajo.
Cabe destacar que, la mayoría de los puestos que no fueron creados por las empresas, durante este sexenio, corresponde a los jóvenes en edad de trabajar –de 15 años o más– que se quedaron con las ganas de concretar una oportunidad formal de trabajo, registrada en el IMSS y con todas las prestaciones de Ley.
¿Cómo ven los jóvenes su futuro laboral y económico en México?
- Cuando a los jóvenes se les pregunta cómo ven su futuro laboral y económico, a la mayoría le gusta imaginarse que tendrá un buen trabajo, estable, con prestaciones, y ahora, más flexible, pero lo más importante, con un buen salario.
Pero la realidad es que en México predomina un empleo de mala calidad y salarios muy por debajo de la aspiración de los jóvenes.
De cara a la nueva presidencia en el país, el Centro de Opinión Pública (COP) de la Universidad del Valle de México (UVM) realizó el estudio La voz de los jóvenes en el contexto electoral, en el cual se indica que más de 70% de la población entre 18 y 29 años dice que los principales problemas a los que se enfrenta son la falta de oportunidades laborales y bajos ingresos.
- La encuesta del COP de la UVM en alianza con Expansión apunta que lo que más aqueja a los jóvenes es la falta de oportunidades de trabajo, con 76.4% de las respuestas, seguido por los bajos salarios, con 74.3%.
- En estos problemas se abre una brecha de género, es mayor el porcentaje de mujeres que los enfrentan; en la falta de oportunidades laborales es un 79.3% contra 73.5% de hombres, mientras que en los bajos ingresos es 78% contra 70.5%.
De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), de los jóvenes que buscan participar en la economía, dos de cada 10 no buscan empleo porque consideran no tener posibilidades de encontrarlo, o de encontrar un trabajo de calidad.
La paradoja de las oportunidades
En México, la tasa de desempleo de los jóvenes se ubicó en 5.26% al cierre de 2023, es más alta que el promedio nacional (2.7%), según datos de la ENOE del Inegi.
- Es una realidad la percepción de la falta de oportunidades para los jóvenes en el mercado laboral mexicano, pero también hay empresas que se están enfrentando a la escasez de talento humano. Para Tania Arita, directora de reclutamiento de Talent Solutions de Manpower Group, esto es una paradoja.
- En las evaluaciones que hacen dentro de Manpower se encuentra que 65% de las empresas dice tener problemas para encontrar talento, y a la par, 60% de los jóvenes señalan dificultades para insertarse laboralmente.
“¿Qué es lo que está sucediendo? Lo que sucede es que sí existen ofertas de empleo, pero los empleadores no están encontrando las habilidades que necesitan para ocupar esas posiciones”, comenta Arita.
- Por ejemplo, en el sector de la tecnología, ocho de cada 10 empresas refiere que tiene dificultades para encontrar a sus recursos humanos.
- Otras empresas que están viendo esta problemática son las del sector transporte, logístico y automotriz.
- Un factor que la especialista encuentra importante ante la falta de oportunidades laborales es que las carreras universitarias se están volviendo obsoletas.
“Nuestras carreras universitarias o lo que nosotros estudiamos, lo que a mí me sirvió hace un año, no necesariamente me va a servir para hoy, inclusive vemos profesiones u oficios que ya no se ocupan, pero que hoy tenemos nuevas demandas”, explica Arita.
- El IMCO dijo que las carreras más estudiadas en México son las mismas desde hace una década, esto refleja la necesidad de adaptarse a las demandas laborales cambiantes.
- La experta de Manpower dice que esta situación debe llevar a la reflexión y que el gobierno, la academia y el sector empresarial deben resolver juntos.
En general, comenta que el panorama para los jóvenes es de más oportunidades por el fenómeno del nearshoring, el desafío es desarrollar habilidades más sofisticadas, y también una vez que los jóvenes se inserten en el mercado laboral, tienen el reto de mantenerse.
En la búsqueda del mejor salario y calidad
Los jóvenes quieren independizarse y su ideal es tener una vida estable, con ingresos que les permitan no preocuparse, en un ejercicio que también realizó la UVM con un grupo estudiantes de Nuevo León de entre 19 y 24 años, se identificó que un nivel salarial al que aspiran es de entre 30,000 y 35,000 pesos al mes.
«Me visualizo con mis estudios terminados y estar en una empresa y llevar una vida estable, que pueda gastar sin tener que preocuparme», dice Devany de 21 años, estudiante de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL).
- Aunque la cifra es conservadora, está muy alejada de la realidad. En el esquema económico de los jóvenes realizado por el IMCO, se tiene que alrededor de 50% de esta población que trabaja tiene una remuneración máxima de poco más de 5,000 pesos mensuales.
Y esta realidad, más allá de la aspiración, la tienen muy presente los jóvenes, «las oportunidades cada vez se están haciendo más pequeñas, (…) los sueldos son muy bajos o no te dan las prestaciones que deben», refiere Yareli, también estudiante de la UANL.
- Esto se complementa con los datos no tan alentadores de la Encuesta de Jóvenes en México del Observatorio de la Juventud en Iberoamérica y Fundación SM, en la cual se destaca que una tercera parte de los jóvenes que trabajan vive en pobreza por ingresos laborales insuficientes, es decir ganan menos de 3,500 pesos al mes. Y 51% de los jóvenes que cuentan con un empleo y salario carece de seguridad social
“El salario, independientemente de la generación que sea, es de las principales preocupaciones que hoy las personas tienen para poderse insertar laboralmente o hacer un cambio de empleo”, asegura Arita de Manpower.
Agrega que el salario está relacionado a factores de experiencia, certificaciones adicionales o idiomas.
“Si a mí me piden un contador, puedo decir que la media está entre 15,000 a 18,000 pesos, pero con inglés esa posición se sube automáticamente hasta 50,000 a 80,000 pesos. Así de radical”, ejemplifica Arita.
- Pero los ingresos ya no lo son todo, también se busca un “salario emocional”. Los jóvenes quieren una mayor flexibilidad, como elegir horario de trabajo, la posibilidad del home office, periodos de vacaciones más prolongado, apoyo a la salud mental y prestaciones más allá de las de ley, y también consideran la reputación ambiental de la empresa.
Aunque predomina la importancia del salario, también hay otra cosa segura, “los jóvenes empiezan a fijarse en otras cosas que antes no eran importantes”. /Agencias-PUNTOporPUNTO