Si en 2019, sin crisis económica y siendo el primer año de la actual administración, la informalidad registró su mayor avance en siete años y la actividad formal tuvo su primer retroceso desde 2009, este año, con las crisis económica y sanitaria, la situación se complicará aún más, advirtieron expertos.
- El INEGI informó que el año pasado, el PIB del país cayó 0.1 por ciento, por el avance de 1.8 por ciento de la economía informal y el descenso de 0.5 por ciento en la formal. El Instituto detalló que casi una cuarta parte del PIB del país, el 23 por ciento, 5.3 billones de pesos, se genera en las actividades informales, cifra que venía a la baja en los últimos años, pero revirtió su tendencia en 2019, para ubicarse en su mayor nivel desde 2014.
Jesús Waldo Martínez, investigador del Instituto Belisario Domínguez del Senado, dijo que este año, con la débil reactivación en el sector formal, quienes fueron despedidos explorarán la informalidad, lo que implicará su crecimiento.
- En 2019, sin crisis económica y en el primer año de la actual administración, la economía informal ganó terreno y registró su mayor avance en siete años, mientras que la actividad formal reportó su primer retroceso desde 2009, y los especialistas esperan que esta situación se acentúe en el presente año.
Los expertos prevén que la economía informal ganará más peso en este 2020, ante un mayor dinamismo de estas actividades y una débil recuperación del sector formal.
- “Tenemos unas expectativas de crecimiento muy complicadas para el cierre del 2020 y 2021, lo que será una implicación directa sobre las cifras de empleo y de informalidad en el mercado laboral”, señaló Jesuswaldo Martínez, investigador del Instituto Belisario Domínguez del Senado.
Afirmó que la crisis sanitaria tendrá un efecto significativo en el aumento de las actividades informales, “con la débil reactivación económica en el sector formal, habrá una exploración de actividades informales para todos aquellos trabajadores que fueron expulsados y esto implique un crecimiento en la tasa de informalidad y repunte de la economía informal”.
Consideró que hasta el momento las políticas fiscales, monetarias, laborales y comerciales han sido insuficientes y eso pinta un panorama poco alentador.
IMPACTA POLÍTICA ECONÓMICA
Ernesto O’Farril, presidente de Grupo Bursamétrica, indicó que las afectaciones por la crisis sanitaria en el presente año incrementarán la economía informal, además, ante la falta de políticas fiscales que ayuden a los sectores productivos generará una contracción del empleo muy importante y en consecuencia la recuperación será en los negocios no registrados.
Agregó que la política económica no es amigable con los empresarios y la creación de trabajos. “Todo esto se traduce en un incremento en la economía informal”, señaló.
“Desde el 2018, se observa una menor inversión y esto se traduce en una caída en la actividad económica pero también en un descenso en la generación de fuentes de empleo, llevando a las personas a emplearse en el sector informal”, indicó Carlos González Tabares, director de análisis y estrategia de Monex.
Agregó que “mientras que continúe esta recesión seguramente veremos el incremento en el segmento informal. El crecimiento económico para el 2021 será bastante limitado y esto provocará que muy pocas personas entren al empleo formal”.
- Isaac Katz, catedrático del ITAM, indicó en su cuenta de Twitter, que aquí está reflejado uno de los graves problemas estructurales de la economía: la alta participación del empleo informal y su notoriamente baja productividad. El diseño del entramado institucional contiene un enorme sesgo en contra de la formalidad empresarial y laboral.
- Para Jacobo Rodríguez, director de Análisis Financiero de Black Wallstreet Capital, a lo largo del 2020 “muchos trabajadores perdieron su empleo y parece poco probable que se recuperen todos los trabajos, y como consecuencia muchas de las personas buscarán una fuente de ingreso lo que incrementa la informalidad”.
BAJA PRODUCTIVIDAD
Si bien la economía informal participa con casi una quinta parte de la producción, en estas actividades se genera poco más de la mitad del empleo, 56.5 por ciento del total, lo que revela su baja productividad, mientras que los trabajadores formales representan el 43.5 por ciento restante.
Con base en datos del INEGI, resulta que la producción promedio por trabajador informal fue de 169 mil pesos en 2019, mientras que en los formales fue de 726 mil pesos, 4.3 por veces más.
“El problema no sólo es la enorme informalidad que es improductiva, que no permite acceso a crédito, capacitación, prestaciones, sino que además se está fomentando al encarecer la formalidad y con medidas como la de la prohibición del outsourcing”, afirmó Jorge Suárez, analista económico y financiero en su cuenta de Twitter.
- Por sector económico, el comercio minorista fue el que más aporta a la economía informal, con una participación de 25 por ciento del total generado, seguido de la construcción, con 15.6 y la industria manufacturera con 12.9 por ciento.
El sector informal está compuesto por los negocios no registrados de los hogares dedicados a la producción de bienes o servicios.
Otras modalidades de informalidad contemplan el trabajo que se realiza en el sector formal, pero que no cuentan con seguridad social y prestaciones.
La medición de la economía informal contempla los lineamientos internacionales de organismos como la ONU, la OCDE, FMI y la OIT, principalmente.
- 23% FUE LA PARTICIPACIÓN De la economía informal en el Producto Interno Bruto (PIB) de México en 2019.
- 29 BILLONES DE PESOS Es el valor agregado bruto de la economía informal, de acuerdo con cálculos del INEGI.
- 25% DEL TOTAL Es la participación del comercio al por menor en la economía informal, es el que más aporta.
POBREZA Y DETERIORO LABORAL REPUNTAN CON LA CRISIS
Sucedió lo inimaginable: en solo unos días los teatros, comercios, restaurantes, auditorios, salas de cine, hoteles, playas y plazas comerciales cerraron sus puertas por temor al contagio del coronavirus en México, y desde finales de marzo, esos negocios y las personas que dependen de ellos luchan para sobrevivir.
- Los estragos económicos son amargos, quienes se consideran afortunados conservan su trabajo, laboran más, pero han padecido una reducción a sus salarios, les han quitado prestaciones. Los desafortunados han perdido su empleo, sus negocios han cerrado, otros subsisten con operaciones mínimas, con ventas de algunos de sus activos. La informalidad se convierte en un conducto para generar recursos.
“Me quitaron todo lo que tenía, mi empleo, pero los gastos siguen, en el día pienso en todo lo que hay que pagar, entonces me las ingenio”, comenta Susana Juárez, quien tras la limitación en la producción de la pizzería en la que trabajaba, decidió preparar y vender chapatas y ensaladas en su casa con entrega a domicilio para seguir generando ingresos.
Previo a la pandemia, Susana ya era población vulnerable, pues no contaba ni cuenta con prestaciones sociales como seguro médico o ahorros, ya que se desempeña en la informalidad.
Este es uno de millones de casos en México: «tener prestaciones laborales, sociales, contrato, hace precisamente que los trabajos sean más estables, peor ante una crisis las personas más fáciles de despedir son las que no tienen prestaciones o con más carencias laborales”, explicó María Ayala López de Lara, investigadora en Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.
- Para diciembre de este año, el asesor económico de la American Chamber México, Luis Foncerrada, prevé entre 850,000 y 900,000 afiliados menos que al cierre del año pasado en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
- “A octubre hemos perdido 550,000 afiliados, como todos los diciembres se despide a personal que se contrató por la temporada en tiendas y fábricas, así que vamos a perder alrededor de 350,000 afiliados, porque no es empleo, para terminar en diciembre con entre 850,000 y 900,000 menos que en 2019”, explicó el economista.
No obstante, la verdadera situación laboral se ve en los números del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). En junio había 34 millones de personas sin empleo, «eso representaba el 53% de la fuerza laboral potencial, en octubre llegamos a 19 millones, pero en diciembre se volverá a incrementar, así que cerraremos 2020 con alrededor de 20 millones de personas sin empleo, no uno, 20 millones es la realidad del país, esto va a representar el 30% de gente que requiere un empleo, el 30% de la fuerza laboral potencial de México, esta es la realidad y la situación más dramática que tiene el país“, explicó el economista.
- En tanto, el número de personas que laboran en el país por menos de lo que cuesta la canasta básica alimentaria (1,212 pesos al mes, en octubre) es decir, en pobreza laboral, pasó de 37.3% en febrero de 2020 a 44.5% en septiembre, indican cifras de Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
“Para cerca de la mitad de las personas que sí tienen empleo, su salario no les alcanza para la canasta básica alimentaria. La mayor parte de los grupos de menores ingresos, los más pobres, son los que están sufriendo, porque además están padeciendo la escasez de recursos”, comentó Foncerrada.
SOBREVIVIR
Frente al desempleo y la falta de ingresos, la informalidad se convierte en un medio de sobrevivencia. Poco a poco los barrios populares en la Ciudad de México se adornan con locales ambulantes, puestos de garnachas afuera de las casas, cubrebocas a la venta en los tianguis, de alcohol en gel, de caretas.
“Claramente va a crecer el mercado informal, la necesidad de las personas por sobrevivir seguirá existiendo, creemos que la informalidad, más que una estrategia para violar la ley, no pagar impuestos, es una estrategia de sobrevivencia. Quien está en el sector informal está en una situación más precaria para enfrentar crisis, en general la informalidad está plagada de falta de conocimiento financiero, de falta de acceso a herramientas digitales, todas esas carencias se hicieron más fuertes con la pandemia; más los que perdieron un empleo formal tendrán que sobrevivir, se irán a la informalidad”, consideró la investigadora de Frente a la Pobreza.
- La especialista consideró que se debe atender a la población que trabaja sin seguridad social, porque incluso en trabajos subordinados en empresas grandes, hay gente que no tiene seguridad social, la cual representa una herramienta para enfrentar “esta que es una crisis desigualadora que afecta más a quien menos tiene, y quien más tiene, tiene más herramientas para enfrentarla”./Agencias-PUNTOporPUNTO