Sin rendición de cuentas y en completa opacidad, comités escolares integrados por padres de familia se han beneficiado de dinero público que se les ha entregado para dar mantenimiento a las escuelas públicas en las que estudian sus hijos.
- Se trata de una práctica que han adoptado decenas de comités escolares que solicitan bolsas presupuestales al Gobierno federal para paliar las deficiencias que tienen los inmuebles educativos o que se encuentran en zonas de alta marginación a nivel nacional.
- A través del programa “La Escuela Es Nuestra”, cientos de escuelas públicas de educación básica han sido favorecidas con millones de pesos, los cuales son entregados a padres y madres de familias de los estudiantes, quienes, a su criterio, deciden en qué gastarlos.
Pero en la práctica, no se sabe con exactitud en qué han gastado estos recursos, pues este dinero que entrega el gobierno no está sujeto a ningún mecanismo de rendición de cuentas ni transparencia.
De acuerdo con Reporte Índigo quien confirmó el desfalco a las arcas de escuelas de nivel preescolar, primaria e incluso secundaria debido a la opacidad con la que se han manejado los recursos entregados, que van desde los 90 mil pesos hasta el medio millón de pesos, de acuerdo con las necesidades de cada plantel y la matrícula.
A través de una decena de solicitudes de información presentada por este diario mediante la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT) a la Secretaría de Educación Pública (SEP), se comprobó la falta de controles y mecanismos de rendición de cuentas de estas bolsas millonarias.
- La dependencia reveló que no cuenta con protocolos que garanticen el buen gasto de los recursos públicos que se entregan a los planteles escolares que solicitan el apoyo económico por medio de los comités de padres de familia que se conforman.
- Los datos proporcionados por la SEP refieren que son más de 44 mil escuelas que han recibido bolsas presupuestales que van desde los 90 mil, 100 mil, 150 mil, 200 mil, hasta el medio millón de pesos.
- Este dinero ha sido entregado para resolver necesidades vitales de las escuelas como mejoramiento de infraestructura, equipamiento, o incluso remodelaciones de salones de clase que lo ameriten.
- Pero en la práctica se han cometido diversas irregularidades como obras mal ejecutadas y construcciones a sobreprecio. Y es que para la entrega de recursos, cada escuela debe conformar un Comité Escolar de Administración Participativa (CEAP) con padres de familia.
- Las reglas de operación del programa “La Escuela es Nuestra” indican en teoría que dichos recursos deben ser transparentados en su totalidad con la finalidad de comprobar que el dinero que se entregó fue utilizado de manera correcta.
No obstante, distintos CEAP de varias escuelas en el país erogaron recursos sin comprobar gastos o, en el mejor de los casos, entregaron documentación incompleta. Esto sin tener una consecuencia hasta el momento, pues no existe una norma que los obligue a transparentar las acciones que tomaron referente a este presupuesto.
Los datos oficiales indican que, una vez entregados los recursos públicos, no existe un proceso que verifique en qué se han utilizado. En particular, los padres de familia suelen exhibir solo fotografías y algunas facturas en un tablero de la escuela, a la vista de todos.
Una práctica que han replicado los centros educativos que han recibido dinero de la Federación es la falta de la explicación a detalle el gasto que realizaron para el mejoramiento del inmueble y el criterio para el gasto de los recursos públicos.
- De acuerdo con las reglas de operación, una vez que se aprueba el recurso para una escuela, se deposita el dinero solicitado en una tarjeta electrónica, cuyo titular es un padre de familia designado. Además, se elige un comité de vigilancia y una persona ejecutora, es decir, la persona encargada de decidir cómo se gastan los recursos.
- En total, el CEAP de este centro escolar reportó gastos por más de 85 mil pesos para dicha actividad; sin embargo, varios padres de familia se inconformaron con la obra, pues afirmaron que la ejecución de los trabajos fue de mala calidad, además de que se inflaron los precios.
Este diario logró acceder a las facturas que se entregaron por los proveedores que se contrataron para dichas obras de remodelación y mantenimiento, y se comprobó que los gastos que se reportaron fueron presentados dos veces.
En otras instituciones públicas de nivel básico sucedió lo mismo: se inflaron precios en los materiales que se compraron para realizar distintas obras que dieron solución a los problemas que presentan estos inmuebles escolares.
- A pesar de las millonarias bolsas presupuestales que se han destinado a más de 44 mil escuelas de nivel básico desde la creación del programa “La Escuela es Nuestra”, no existe una ruta de rendición de cuentas a las que se encuentren obligados tantos los padres de familia y las autoridades escolares.
Tampoco existe certeza de que los recursos depositados a los comités de padres de familia se gasten al 100 por ciento en obras de mantenimiento y en beneficio de las escuelas que así lo solicitan.
- La Unidad de Transparencia y la Subsecretaría de Educación Básica de la Secretaría de Educación Pública (SEP) reveló —en respuesta a varias solicitudes de transparencia— los montos que se han dirigido a todos los planteles escolares en razón al programa “La Escuela Es Nuestra” durante 2019, 2020 y 2021.
Ahí, se constató que los presupuestos ejercidos por cada escuela corresponden desde los 90 mil hasta los 500 mil pesos, según las necesidades expuestas por los CEAP y las autoridades escolares.
Aunque, la dependencia gubernamental y la dirección encargada de este programa federal no pudieron comprobar si este dinero fue utilizado para tales fines, ya que carecen de mecanismos de seguimiento para rastrear este dinero.
De acuerdo a las solicitudes 330026023005622 y 3300260230056255, las direcciones correspondientes de la SEP informaron que no hay información disponible que permita dar a conocer este nivel de detalle.
SEP minimiza denuncias
Las irregularidades que presenta La Escuela Es Nuestra (LEEN) se cuentan por decenas, aún así, la Secretaría de Educación Pública (SEP) no cuenta con un protocolo para dar seguimiento a las quejas y denuncias que se han presentado, mucho menos se tiene la certeza si este dinero fue ejercido de forma correcta.
- Los millonarios recursos públicos que se han inyectado a este programa federal —que nació con la idea central de dignificar a las escuelas públicas de nivel básico— han sido dirigidos a obras que no han sido supervisadas y, en el peor de los casos, no se sabe con exactitud en qué se gastaron las bolsas presupuestales entregadas.
- Un programa al que han tenido acceso más de 44 mil escuelas de nivel preescolar, primaria y secundaria que han solicitado, a través de comités de padres de familia, recursos para dar mantenimiento a los planteles escolares, así como otras obras. Aunque en la práctica se han negado a rendir cuentas sobre los montos erogados.
Es así que millones de pesos se han gastado de forma opaca a través de autoridades escolares y padres de familia que han tenido acceso a bolsas presupuestales que ascienden desde los 90 mil hasta los 500 mil pesos.
- La SEP se ha negado a dar cualquier información respecto a este programa y el dinero que se ha entregado. Únicamente a través de una solicitud de información que realizó Reporte Índigo se pudo conocer que es igual a cero el número de casos detectados por irregularidades en el programa «La Escuela Es Nuestra» desde su implementación al inicio de esta gestión.
- A pesar de las evidencias que se han presentado en el que se demuestran diversas irregularidades en el gasto de estos programas en los últimos años, las autoridades no cuentan con ninguna denuncia al respecto.
La institución aclaró que los Lineamientos de Operación del programa no establecen sanciones para los Comités Escolares de Administración Participativa (CEAP), aún cuando son justo estos entes los receptores de los recursos públicos.
Mientras tanto, la Dirección General de Legalidad y Transparencia (DGLEEN) de la SEP informó también a este diario que, después de “una búsqueda exhaustiva en sus archivos”, tampoco encontró la información solicitada.
“La DGLEEN precisó que no cuenta con atribuciones para sancionar escuelas, de acuerdo con las Reglas de Operación 2022”, precisó la SEP por medio de una solicitud de información.
Ocultan datos de educación y nómina docente
En 2023, la Secretaría de Educación Pública (SEP) pidió al Inegi dejar de considerar de interés nacional al Sistema de Información y Gestión Educativa (SIGED), plataforma que genera información sobre la matrícula escolar, la infraestructura educativa y la nómina magisterial.
- Con la revocación de esta clasificación, que el Inegi aprobó y dio a conocer en el Diario Oficial de la Federación (DOF), se pone en riesgo la calidad de la información educativa en México. Además, el SIGED, que actualmente está inoperante, podría desaparecer y aumentaría la opacidad en el sector, alertaron organizaciones de la sociedad civil.
Otra consecuencia es que el Inegi dejará de suministrar la información sobre educación a las autoridades y a la sociedad.
“Al no ser publicada, procesada y difundida de manera proactiva por el Inegi, se requerirá de solicitudes de información para poder acceder a ésta, lo que limita el derecho al acceso a la información y transparencia pública”, advirtió el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
- La información del SIGED era relevante por su rigurosidad metodológica, su periodicidad y calidad, lo que permitía que sus datos se usaran en el diseño de políticas públicas educativas. Sin embargo, la SEP argumentó ante el Inegi que carecía de los atributos necesarios para considerarse de interés nacional porque los datos que recopila dejaron de ser regulares y periódicos.
Esto ocurrió porque la eliminación del Instituto Nacional de Evaluaciones Educativas (INEE) y la suspensión del Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes (pruebas Planea), ordenadas por el gobierno federal, obstaculizaron la generación de datos sobre educación.
“Estos cambios han amenazado y vulnerado la generación periódica de información que es necesaria para la mejora educativa y sin la cual no se pueden diseñar políticas basadas en evidencia”, explicó el IMCO.
Ven en riesgo el sistema de información educativa
La organización civil Mexicanos Primero advirtió que esta acción abre la puerta a concretar la desaparición del Sistema de Información y Gestión Educativa (SIGED).
- Desde 2022, expuso, las autoridades desaparecieron los programas que financiaban la plataforma y, a partir de 2023, dejaron de actualizar los padrones de becarios y los gastos ejercidos por los planteles a través del programa La escuela es Nuestra.
“Desde el inicio de la administración federal existe una campaña contra la transparencia y la rendición de cuentas y, desde el año pasado, se viene gestando la eliminación de la plataforma de este sistema que hoy se encuentra inaccesible. Todo esto sucede en medio de las discusiones para desaparecer el INAI”, expuso la organización en un comunicado.
- Mexicanos Primero afirmó que si el SIGED desaparece se perderá información valiosa sobre los estudiantes en riesgo de abandonar la escuela, los que no han regresado, y de niñas, niños y jóvenes que no han logrado recuperar aprendizajes.
“Por ello, exigimos a la autoridad educativa detener este atropello y avanzar en un registro que permita conocer la situación de cada estudiante con respecto a su trayectoria académica, escolar y socioemocional”, demandó./Agencias-PUNTOporPUNTO