DESARROLLO ECONÓMICO MUNDIAL enfrentará freno este año; ven afectación al DINAMISMO LABORAL

En general, en América Latina y el Caribe el crecimiento “se está desacelerando”, señala el reporte. Aunque la inflación está retrocediendo, sigue siendo elevada en varias economías.

“Es probable que las condiciones del mercado de trabajo de muchos países en desarrollo se deterioren” en este año, sostiene la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el informe Situación y perspectivas de la economía mundial (WESP) 2024.

  • “En un contexto de perspectivas menos auspiciosas y en el que el efecto rezagado del endurecimiento de la política monetaria afecta negativamente en el empleo”, muchos países podrían aumentar sus tasas de desempleo, se asegura en el reporte.
  • Las proyecciones para el mercado laboral en México se mantienen estables, “pero se prevé que el crecimiento se desacelere en 2024 debido a la desaceleración del crecimiento en Estados Unidos”.
  • Éste es el principal informe económico de la ONU y lo elaboran el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de ONU, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo y las comisiones regionales de las Naciones Unidas.

En este reporte presenta “perspectivas globales pesimistas a corto plazo”. Las razones: tasas de interés persistentemente altas, una mayor escalada de los conflictos iniciados por países del norte global, el lento comercio internacional y los desastres causados por el cambio climático.

De acuerdo con los cálculos de las y los especialistas que trabajaron en esta investigación, el crecimiento económico mundial se desacelerará de 2.7% en 2023 al 2.4% en 2024.

Para México, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), calculó un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 3.6% para 2023.

Falsa resiliencia de los mercados

En ediciones anteriores, Naciones Unidas analizó el impacto de la pandemia de covid-19; luego, el de la guerra entre Rusia y Ucrania y los países que apoyan a esta última nación. El reporte para 2024 llega con esos temas, pero además, toma en cuenta las implicaciones económicas del conflicto entre Israel y Palestina.

Este informe “se produce en medio de marcadas desigualdades económicas mundiales y altas tensiones geopolíticas”, señala António Guterres, secretario general de la ONU en el documento.

Mientras las economías ricas se han recuperado de la pandemia de covid-19, las economías en desarrollo, como México, han perdido terreno. “Muchos se están ahogando en deudas y más de un tercio corren el riesgo de sufrir una crisis”, el hambre y la pobreza van en aumento, advierte.

  • En 2023, los mercados laborales en varios países con economías desarrolladas —como los clasifica la ONU— dieron “muestra de una notable resiliencia”, la inflación disminuyó gradualmente en la mayoría de las regiones y eso permitió que los bancos centrales ralentizar las subidas de los tipos de interés.
  • Sin embargo, “esa aparente resiliencia oculta riesgos a corto plazo y vulnerabilidades estructurales”. Los conflictos en el Oriente Medio, a partir de los bombardeos de Israel en Gaza, podrían elevar nuevamente los precios de los energéticos, lo que conlleva a más presión inflacionaria en todo el mundo, señala la ONU.

Y como hemos visto en los últimos años, la inflación consume las alzas de los salarios. “Aunque la economía mundial evitó el peor escenario posible de recesión en 2023, se avecina un período prolongado de bajo crecimiento”.

Mercado laboral mexicano debilitado

En general, en América Latina y el Caribe el crecimiento “se está desacelerando”, señala el reporte. Aunque la inflación está retrocediendo, sigue siendo elevada en varias economías.

  • En México, la inflación para diciembre de 2023 fue de 4.66%, mientras que en noviembre el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportó un nivel de 4.32 por ciento.
  • El reporte advierte que el crecimiento económico en el país se estancará en 2024 y prevé que el PIB aumente 2.3% en 2024, tras una expansión del 3.5% en 2023.

La situación económica impactará el mercado laboral, agrega. Para noviembre de 2023, la tasa de desocupación era de 2.8%, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) y la ONU reconoce ese nivel relativamente bajo, así como los aumentos reales de los salarios mínimos en los últimos cinco años.

  • Sin embargo, acota, para la segunda mitad de 2023 “el dinamismo de los mercados laborales comenzó a flaquear gradualmente en medio del deterioro de la actividad económica”. Y los salarios reales promedio disminuyeron a medida que la inflación se mantuvo elevada en México y el resto de la región.

En promedio, los salarios reales en América Latina cayeron 0.4% en 2023. Ese nivel es menor al reportado en 2022, que fue 0.7 por ciento.

  • “La situación del mercado laboral es particularmente difícil en Belice, Panamá y Chile. En Chile, la tasa de desempleo aumentó del 7.9% en diciembre de 2022, al 9% en septiembre de 2023, con un gran déficit de empleo (en relación con las tendencias prepandémicas) que afecta en particular a los trabajadores jóvenes y poco calificados”.
  • Los riesgos para toda la región latinoamericana y caribeña, apunta la ONU en su informe, provienen de factores externos como internos. “En el frente externo, una expansión económica decepcionante en Estados Unidos y China podría afectar las exportaciones, las remesas y las entradas de capital”.

Desempleo pegará a América Latina

Las perspectivas para el mercado laboral en 2024 no son del todo alentadoras. La desaceleración proyectada en el crecimiento económico puede ocasionar mayores dificultades para que el empleo asalariado y formal crezca en Latinoamérica, advirtieron la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

“El crecimiento proyectado para América Latina y el Caribe, en torno al 2.2% en 2023 y al 1.9% en 2024, implicará mayores dificultades para que la tasa de ocupación siga aumentando, al igual que para el empleo asalariado y formal. Por otra parte, es probable que las tendencias observadas en la composición del empleo cambien y que se observe un mayor dinamismo en las categorías ocupacionales no asalariadas y de servicios”, indican los organismos internacionales en el último informe Coyuntura laboral en América Latina y el Caribe.

  • En 2023, los mercados laborales de la región tuvieron un menor dinamismo. Y aunque la creación de empleos se mantuvo al alza, la generación de nuevos puestos de trabajo fue más tenue que en los dos años anteriores.

“El contexto de un menor crecimiento económico marca una diferencia respecto de lo observado en 2021 y 2022, cuando el efecto rebote tras 2020 generó dinámicas más activas de la oferta y demanda laboral. A su vez, se aprecia que las tasas de participación y ocupación estarían mostrando respuestas propias de períodos de crecimiento económico más atenuado, como los que se observaron entre 2015 y 2019”, refiere el estudio.

  • El año pasado, la generación de empleo se desaceleró en las actividades industriales y de servicios, sectores que concentran el grueso de la ocupación. “Destaca la marcada desaceleración de la creación de empleo en el sector de comercio, que concentra cerca de un quinto del empleo total, frente a lo observado en 2022”.
  • Aunque el crecimiento de la ocupación centrado en el trabajo asalariado influyó en una baja en la tasa de informalidad en la región, el informe muestra que el incremento del trabajo asalariado fue menor al reportado en 2022.
  • Por otra parte, la informalidad tuvo un comportamiento heterogéneo por género. En cuatro países (Ecuador, Argentina, Chile y México) el empleo informal de las mujeres tuvo un crecimiento superior al de los hombres. En el resto de las economías, donde el trabajo informal se redujo, fue la disminución se concentró en el empleo masculino, sólo con excepción de Costa Rica y Brasil.

“En los años posteriores a la pandemia se vuelve prioritario retomar los esfuerzos para, por una parte, enfrentar las brechas existentes frente a los niveles alcanzados antes de la pandemia (como las observadas en las tasas de participación), y, por la otra, fortalecer las políticas que faciliten y coadyuven a la creación de empleos formales, priorizando el acceso de los grupos más vulnerables, como las mujeres y los jóvenes, a dichos empleos”, señalan la Cepal y la OIT.

En el caso de México, los últimos datos disponibles de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) muestran una desaceleración en el ritmo de creación de puestos de trabajo. En noviembre del 2023 el mercado laboral mostró signos de debilidad en la generación anual de empleo con 81,657 plazas menos de las creadas en el mismo período de 2022./Agencias-PUNTOporPUNTO

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