DERRAME de MLLNS de LITROS de PETRÓLEO empeora Daño AMBIENTAL al Planeta; PEMEX tiene “Otros Datos” y desdeña

De acuerdo con organizaciones civiles y de especialistas, la frecuencia de “accidentes” de Pemex se ha incrementado hasta en un 152%

Imagen tomada de Forbes

Un severo impacto medioambiental en el Golfo de México provoca un derrame de crudo de Petróleos Mexicanos (Pemex) en la zona donde se produjo un incendio de la plataforma de Pemex Nohoch-A el pasado 7 de julio, en la Sonda de Campeche.

Fueron un grupo de organizaciones las que se encargaron de denunciar este hecho a través de un comunicado firmado por Alianza Mexicana contra el Fracking, CartoCrítica, Centro de Derechos Humanos de los pueblos del Sur de Veracruz “Bety Cariño” A.C., Centro de Investigación y Capacitación Rural, Centro Mexicano de Derecho Ambiental, Comité Ecológico Integral, Conexiones Climáticas, entre otras.

  • Gracias a las imágenes satelitales del geógrafo Guillermo Tamburini, pudieron documentar el derrame de hidrocarburos, el cual habría empezado desde el 4 de julio; pese a ello, hasta la publicación del desplegado de las organizaciones, Pemex no había emitido ningún pronunciamiento.
  • El derrame de petróleo alcanza una superficie de al menos 400 kilómetros cuadrados, lo que equivale al doble del territorio de la ciudad de Guadalajara, pero no bastó para que se informara de manera pública a la población.
  • “A pesar de la considerable extensión del derrame, que al día 12 de julio se extendía aproximadamente 400 km2, -más del doble del área que ocupa la ciudad de Guadalajara-, las autoridades no han dado aviso alguno sobre las causas y consecuencias del mismo”.
  • La completa opacidad con la que se ha manejado este derrame resulta preocupante frente a la posibilidad de que sea una muestra de otros incidentes similares que pasan sin ser cuantificados y sin registro de atención.

Al respecto, indicaron que en el mes de junio se registró otro derrame de crudo, aunque representó una menor superficie en el Golfo de México.

  • De acuerdo con organizaciones civiles y de especialistas, la frecuencia de “accidentes” de Pemex se ha incrementado hasta en un 152%, debido a la extracción y manejo de combustibles fósiles. Además, la gravedad de los siniestros de la paraestatal se ha elevado en un 126%.

“México no puede y no debe seguir apostando por un modelo basado en la explotación y el sacrificio de poblaciones y territorios. La crisis climática nos exige un cambio drástico de paradigma de energía, orientando los recursos a la generación de energía renovable de forma justa”, precisaron en el comunicado.

Pemex al igual de López Obrador… tiene «otros datos»

Mientras los ecologistas señalaron una mancha oceánica de 400 km2, la petrolera dijo tener otros datos, pues sólo reconoció 0.06km2, lo que reduce drásticamente el impacto ambiental.

  • La afectación, de acuerdo con Pemex, se registró el 5 de julio y se confirmó su solución el 18 de ese mismo mes; asimismo, la paraestatal reconoció que se derramaron 57 mil 998.5 litros (365 barriles de petróleo), generando la mancha de “0.06km2″ (60m2).
  • Asimismo, el informe de Pemex refiere que si la mancha hubiera sido del tamaño que alertó Greenpeace, el derrame petrolero hubiera sido de “más de millón y medio de barriles”, es decir de 238 millones 350 mil litros de crudo.

Para tener una dimensión del tamaño de la mancha que sostienen ambas partes, se hace la referencia de que Pemex reconoce una del tamaño de seis canchas de futbol; mientras que los ambientalistas insisten en que son 37 mil canchas.

El peor derrame petrolero de Pemex

Aunque los derrames petroleros son lamentables a cualquier escala, el ocurrido en julio de 2023 no es, ni remotamente, el peor desastre ambiental de Pemex. El 3 de junio de 1979, al realizar perforaciones a 3 mil 627 metros de profundidad, una falla técnica produjo una explosión de gas que tuvo como resultado el derrame de 560 millones de litros de crudo.

  • Pemex tardó 280 días en controlar el derrame que afectó las zonas costeras de Campeche, Tabasco, Veracruz, Tamaulipas y Texas, pues se generó una mancha de 2 mil 800 metros cuadrados. Además, se registró que, para resolver la crisis, la paraestatal movilizó 200 barcos, 12 aeronaves y 500 hombres.
  • Venta de 300 hectáreas de manglares a 7 pesos el m2: En 2005, la administración de Vicente Fox acaparó la óptica ambientalista, pues puso a la venta alrededor de 300 hectáreas de manglares en la periferia del Aeropuerto Internacional de Cancún, Quintana Roo. Dicho territorio era parte de una reserva a cargo del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur).

Para garantizar este tipo de actividades, el 7 de mayo de 2004, la Secretaría de Medio Ambiente promovió la NOM-022-SEMARNAT-2003, lo que permitió que los grandes proyectos turísticos puedan afectar las zonas naturales de México.

  • Derrama de ácido en el Mar de Cortés: No sólo el gobierno de México se ha visto involucrado en desastres ambientales, el 9 de julio de 2019, Metalúrgica de Cobre S.A. de C.V, subsidiaria de Grupo México, del empresario Germán Larrea, derramó 3 mil litros de ácido sulfúrico en el Mar de Cortés, en la costa de Guaymas, Sonora.

Al respecto, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), después de realizar dos inspecciones, realizó clausuras parciales a la empresa responsable porque no tenía la autorización de impacto ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

  • La industria papelera y explotación de agua: Respecto a la relación entre el gobierno y la IP para generar negocios con aprovechamiento de los recursos naturales, destaca el de Kimberly-Clark México, el cual cuenta con cinco títulos de concesión gubernamental para el goce de 29.9 millones de metros cúbicos de agua, lo que equivale al consumo anual de Mazatlán.

Contralínea señaló que, de acuerdo con el Registro Público de Derechos de Agua (Repda) de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), las concesiones vigentes fueron otorgadas a partir del gobierno de Carlos Salinas de Gortari por diferentes dependencias y han generado problemas ambientales en Veracruz y Querétaro.

  • Daños por el consumismo en México: Además, se señala una corresponsabilidad por parte de los consumidores contra el medio ambiente. Al respecto, en 2021, Greenpeace México y el ITESO publicaron el estudio “El consumo en México y sus impactos en el cambio climático: ¿Cómo avanzar hacia el consumo responsable?”, ello para consumir de manera consciente en relación al medio ambiente.

“En México, la huella ecológica ha crecido significativamente con el paso del tiempo, de 1.86 hectáreas por persona en 1961 a 2.55 para 2014. Esto ha traído un descenso en la biocapacidad de 3.46 hectáreas por persona”, se lee en el estudio.

  • Pérdida de biodiversidad: Este tipo de circunstancias han tenido como resultado que, en 1992, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declarara a la Ciudad de México (CDMX) como la ciudad más contaminada del mundo. Un título que se perdió con el pasar del tiempo, pero que delataba la poca previsión ambiental en el país.

Otros temas a resolver es la deforestación, pues el ritmo que tiene México en pérdidas anuales es de 500 mil hectáreas de bosques y selvas, lo que ha tenido como resultado la pérdida dramática de biodiversidad, donde el jaguar, teporingo, vaquita marina, ajolote, armadillo de cola desnuda y el tapir pertenecen a la lista de los animales en peligro de extinción, ocasionada por errores industriales, particularmente petroleros.

Cómo una búsqueda fortuita dejó al descubierto un derrame de crudo de Pemex

Guillermo Tamburini dice que no esperaba encontrar nada cuando, un par de días después del accidente en una de las plataformas de Pemex, se dispuso a revisar las imágenes satelitales del mar en el Golfo de México, en la zona de la Sonda de Campeche.

Se trató de una búsqueda fortuita. Tamburini, un científico que se autodefine como hispanoargentino, ha trabajado durante años en proyectos relacionados con Vaca Muerta, el activo petrolero más importante de Argentina, pero de Pemex poco sabía.

Tamburini reside en España, pero su interés, según explica en una plática, está más vertido hacia el continente americano, sobre todo en Argentina.

  • El país sudamericano atraviesa, por ahora, un periodo para definir el futuro de la exploración de petróleo en aguas oceánicas y los colectivos ambientalistas están preocupados por las posibles consecuencias de una regulación a favor de la actividad.
  • Así es que cuando Tamburini se enteró de la explosión en la plataforma de Pemex, en la Sonda de Campeche, decidió revisar algunas imágenes satelitales de la zona y detectó una mancha.

Tamburini reconoce que no es un especialista en el seguimiento de derrames de hidrocarburos, pero que el trabajo que implica la obtención y lectura técnica de la información vía satélite sí lo es. Y que por supuesto sabe cuando una mancha en el mar es consecuencia de crudo derramado. “No podía ser otra cosa”, dice al ser cuestionado sobre en qué momento supo que se trataba de hidrocarburos.

  • Una decena de organizaciones ambientalistas, como Greenpeace y el Centro Mexicano de Derecho Ambiental, firmaron un comunicado en el que denuncian un derrame en el Golfo de México que podría extenderse por un área de más de 400 kilómetros.

Tamburini fue el primero en ver esa gran mancha en el Golfo de México al utilizar imágenes obtenidas por una empresa privada y por la Agencia Espacial Europea. Después de que el derrame acaparó los reflectores, Pemex habló al respecto: admitió la existencia de una fuga de hidrocarburos en el activo Ek Balam, pero manejó cifras mucho menores a las citadas por las organizaciones.

Dijo que el derrame de petróleo solo alcanzó una extensión de 0.06 kilómetros y que alrededor 365 barriles de petróleo fueron vertidos. Las organizaciones y Tamburini no citan un volumen de hidrocarburos derramados. Para calcularlo necesitarían tiempo, acceso al sitio y tecnología.

Como sea, dice Tamburini, no hay forma de que el derrame sea tan pequeño y la distancia ocupada tan corta. “La única ambigüedad real que queda es el cálculo del volumen, es decir, cuánto petróleo se ha vertido. Eso es lo que realmente nosotros no podemos decir”, explica en una llamada. Y dice que no se retrae al afirmar que el tamaño del derrame es de más de 400 kilómetros: «No lo digo yo, lo dicen las imágenes».

Las organizaciones han emitido un comunicado horas más tarde de la réplica de Pemex: dicen que su información se sustenta en datos e imágenes y que la estatal no proveyó de ninguna fuente para sostener su hipótesis del derrame:

  • “Invitamos a la paraestatal a hacer públicos los datos, reportes y cualquier forma de evidencia con la que sostienen que esto fue un derrame de escala menor”, dicen en el texto.

La revelación se ha hecho días después de que la estatal acaparara de nueva cuenta los reflectores por un incendio en una de sus plataformas. El investigador dice que no se puede asegurar y, que incluso hay una posibilidad menor, que el derrame esté relacionado con el incidente en la plataforma de Cantarell. Pero que no por ello es menos importante.

Tamburini también tiene indicios de otro derrame de crudo en el activo de Ek Balam de finales de mayo./Agencias-PUNTOporPUNTO

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