La construcción de dos nuevas refinerías en el País, propuesta por el virtual Presidente electo Andrés Manuel López Obrador, conllevará otro tipo de dependencia externa, la del crudo.
En lugar de importar productos terminados, como es el caso de la gasolina, se comprará petróleo para su operación debido a la creciente caída de la producción nacional, explicaron expertos.
- De esta forma Pemex o quien opere estos dos nuevos complejos, sustituirá una parte de las importaciones de gasolinas con la llegada del exterior de al menos 250 mil barriles diarios de crudos ligeros o medios en el año 2023, para poder correr ambas refinerías y las seis existentes explicó Ixchel Castro, especialista de Wood Mackenzie.
«Lo que estarían haciendo con la nueva refinería es sustituir importación de gasolinas por importación de crudo», dijo en entrevista.
- Este escenario contempla que el par de refinerías nuevas serán de 300 mil barriles diarios cada una, con una dieta de crudo similar a las que ya operan en el País, es decir una mezcla de Istmo y Maya.
- Para el 2023, en el que se supone que estaría operando la nueva infraestructura de refinación, sí habría crudo Maya -o pesado- suficiente, pero se verían afectadas las exportaciones a 50 por ciento.
«Te quedan más o menos como 300 mil barriles al día disponibles», explicó la especialista.
- Estimó que la producción de crudo para el año 2023 será de 1.5 millones de barriles al día, mientras que el año pasado cerró con 1.9 millones de barriles diarios.
Esto también afectaría los ingresos que recibe el Gobierno federal de las exportaciones de crudo.
- Además, apuntó que la construcción de dos refinerías no sustituirá las importaciones de gasolinas en su totalidad, pues no alcanzan a cubrir toda la demanda.
En promedio a nivel mundial construir una refinería toma seis años, estimó, por lo que lo más probable es que no alcance a estar lista en el próximo sexenio.
- Castro añadió que es complicado construir los escenarios en el que Pemex pueda tener los recursos para construir varias refinerías, considerando las propuestas en Tabasco, Campeche y el proyecto de la Refinería Bicentenario.
En caso de que se tratara de una licitación para que privados participen en el proyecto, queda la duda de quiénes estarían interesados en hacerlo.
Javier Díaz, director de Energía, Análisis y Consultoría en S&P Global Platts, coincidió en que si la producción de petróleo sigue cayendo como se tiene previsto las nuevas refinerías requerirán importaciones de crudo.
Ramsés Pech, experto en el sector energético, explicó que en el puerto de Dos Bocas, Tabasco no hay espacio disponible y en Atasta, Campeche, no existe puerto, por lo que éste debería construirse./ CON INFORMACIÓN DE NORTE