Para Estados Unidos, el mapa del narcotráfico se transfiguró en los últimos tres años. Los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación se empoderaron y convirtieron a México en un territorio en guerra. Este escenario y la falta de confianza en las autoridades mexicanas motivó que la Agencia para el Control de Drogas de los Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) creciera y se expandiera a puntos que les permiten dominar regiones estratégicas para obtener información y desarrollar sus propias investigaciones sin el apoyo o supervisión de autoridades mexicanas.
- Documentos elaborados por la Unidad de Inteligencia Estratégica de la DEA, a los que ejecentral tuvo acceso, revelan que la agencia estadounidense cuenta con 11 oficinas ubicadas en nueve estados del país, incluso en aquellos en los que no hay consulados, y han desplegado 107 funcionarios, de los cuales el 21 son administrativos y el resto analistas de inteligencia e investigadores de campo. En estos informes no se precisa si los agentes están armados o no, tampoco se incluye a los que viajan de forma intermitente a México como apoyo o para indagatorias específicas.
Para poder investigar a los cárteles en toda la ruta de trasiego de drogas, las oficinas de la DEA en México se complementan con las ocho que existen en Centroamérica, y que también han crecido en cuanto a número de agentes, reportando en este momento a 59, sólo 10 de ellos administrativos, el resto es personal de inteligencia e investigación.
Un ejemplo claro de las operaciones de las agencias estadounidenses en México han sido las dos capturas de Joaquín Guzmán Loera que se dio con base en información recabada a partir de sus propias investigaciones.
La Unidad de Inteligencia Estratégica identifica la zona del Pacífico, por mar y aire, desde América Central hasta Sinaloa, como la región por la que transita el 80% de la cocaína que llega a Estados Unidos. Es por esto, por su presencia en el país y por la guerra que han desatado contra sus rivales, que la agencia estadounidense considera a los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG) como los más poderosos.
En los documentos la agencia también identifica al menos cinco rutas medulares para los grupos criminales, que utilizan para el tráfico de drogas, las cuales cruzan de sur a norte el territorio nacional. En el escenario definido por la DEA el 38% del territorio mexicano está en guerra, especialmente del centro al sur del país. Confrontaciones en las que participan, en su mayoría, los cárteles de Sinaloa y CJNG.
Esta visión sobre México, sobre la guerra de los cárteles y su poder, se convirtió esta semana en un tema central para el presidente Donald Trump y legisladores estadounidenses quienes argumentaron que era necesario intervenir en nuestro país tras la masacre cometida en Sonora contra nueve integrantes de la familia mexicano-estadounidense LeBaron.
El control
Para la DEA, la presencia, operación, disputa y hegemonía de los cárteles de la droga mantiene a México como un verdadero campo de batalla. Como si el país se tratase de un auténtico plano de guerra, el más reciente mapeo que la agencia realizó sobre las áreas de influencia, dominio y de conflicto, claves para los cárteles mexicanos pone en evidencia cuáles son las 12 principales organizaciones que mantienen encendidas las alertas del gobierno estadounidense al ponderar el narcotráfico en México como un tema de seguridad nacional para ese país.
- De acuerdo con una serie de mapas que la unidad de inteligencia estratégica de la DEA elaboró sobre las operaciones de los cárteles en México, a los que ejecentral tuvo acceso, se observa que dentro de la República Mexicana hay al menos 11 estados, equivalentes al 34% del territorio, principalmente en el centro y sur, donde la agencia antidrogas no ubica la presencia de alguna organización predominante; sin embargo, la pugna por el control incluye la presencia y operación de mínimo dos y hasta cinco diferentes grupos criminales.
Tal es el caso de Guerrero, considerado por las autoridades como uno de los epicentros del narcotráfico y la violencia entre los grupos delictivos donde no hay un cártel hegemónico, pero la presencia de células del Cártel de Sinaloa, el Jalisco Nueva Generación, de la organización de los Beltrán Leyva y sus principales escisiones que se fortalecieron como grupos independientes como son Los Rojos y los Guerreros Unidos; así como remanentes de La Familia Michoacana y los Caballeros Templarios convierten a la entidad en uno de los principales focos rojos de inseguridad./EJE CENTRAL-PUNTOporPUNTO