Un informe del Gobierno federal indica que, del 1 de diciembre de 2018 al 31 de marzo de 2023, se hallaron 2 mil 799 fosas clandestinas.
- En estos espacios, autoridades y familiares han encontrado 4 mil 837 cuerpos; de ellos, 47.1 por ciento (2 mil 281) habían sido identificados hasta el cierre de marzo.
- Es decir, que 2 mil 556 cuerpos seguían sin ser identificados en los Servicios Forenses, el 52.8 por ciento del total.
- «Mil 381 cuerpos (ya fueron) entregados a sus familiares, 28.5 por ciento del total», agrega el documento, titulado Cuarto Informe Anual de la Estrategia Nacional de Seguridad Pública.
- Cecilia Flores Armenta, madre buscadora de Sonora, consideró que la falta de identificación se debe al nulo interés de las autoridades en todo el tema de desaparecidos.
«Hace falta sensibilidad, empatía por parte de las autoridades, hay nulo apoyo en la búsqueda, la investigación y todo lo que tenga que ver con los desaparecidos», lamentó.
- Jacobo Dayán, especialista en derechos humanos y derecho penal internacional, advirtió que la falta de una base de datos central de ADN imposibilita hacer más identificaciones, además de que se requieren más recursos oficiales para lograr ese objetivo.
Desapariciones forzadas se elevan en el gobierno de la 4T
Las desapariciones forzadas en México se han disparado desde hace una década, agravándose durante el Gobierno de López Obrador. La cifra oficial es de 107.000, pero el activismo la eleva hasta el medio millón
- Este delito mostró un incremento durante el primer trimestre del año, superando en 24 por ciento al mismo período de 2022, de acuerdo con cifras del Registro Nacional de Personas Desaparecidas o no Localizadas (RNPDNO).
- La base de datos a cargo de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB), integrada por la información que aportan las 32 fiscalías y procuradurías estatales, indicó que entre el 1 de enero y el 31 de marzo de 2023 se registraron dos mil 963 personas desaparecidas.
Esto es un aumento de al menos 580 casos de personas en comparación con los primeros tres meses de 2022, cuando se conoció de la desaparición de dos mil 383 personas.
Con dichas cifras ya son dos años consecutivos en los que el país inicia con un aumento de desapariciones forzadas, pues en 2021 hubo mil 307 casos.
- Uno de los cambios en la tendencia de desapariciones registradas en el país, muetra el RNPDNO, es que mientras Jalisco lideró la lista de entidades con más delitos de este tipo desde 2017, al inicio de 2023 es el Estado de México la que más privaciones reportó.
- De acuerdo con el Registro de la CNB, en el territorio mexiquense han desaparecido 906 personas en apenas los primeros tres meses del año, lo que se traduce en el 30.5 por ciento de las registradas en todo el país.
En comparación con el año pasado, el Estado de México tuvo un aumento de 323 por ciento de desapariciones.
Las entidades que se encuentran por detrás del Estado de México son Michoacán, con 265; Zacatecas, con 235; Nuevo León, con 160; y Sinaloa, con 131.
- En el extremo opuesto están Campeche, con 15; Tlaxcala, con nueve; Oaxaca, con ocho; Tabasco y Durango, con siete; Colima, con una; y Yucatán, sin ninguna persona desaparecida hasta el momento, según la Fiscalía local.
De continuar la tendencia a nivel nacional, 2023 se podría convertir en uno de los años con más personas desaparecidas desde que se tiene registro.
- Tan sólo en 2022 se reportaron nueve mil 435 personas de las que se desconoce su paradero, con lo que se convirtió en el segundo año con más desapariciones forzadas en los últimos 10 años, sólo detrás de 2021, cuando hubo 10 mil 413 víctimas.
- A principios de año, el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, lamentó que en nuestro país siga ocurriendo las desapariciones, a pesar de que la Ley General de Investigación de Desaparecidos tenga cinco años de vigencia.
El 16 de enero, Türk llamó a las autoridades a aplicar de manera íntegra las herramientas que les otorga la ley para erradicar la impunidad en este tipo de delitos.
“En México, la ley ha proporcionado algunos avances alentadores, como la creación de instituciones especializadas en la investigación y búsqueda de personas desaparecidas. Sin embargo, es necesario reforzarlas. Las autoridades aún tienen que aplicar todo lo que ofrece la Ley sobre desapariciones para devolver a las personas desaparecidas a sus familias, erradicar la impunidad casi absoluta en torno a estos delitos y evitar que otras personas corran la misma suerte”, comentó Türk.
Indicó en enero que más de 90 por ciento de los casos de desaparición se quedan sin procesar, por lo que es necesario que las autoridades mexicanas reviertan la tendencia.
- En la actualidad, sólo se procesan entre dos y seis por ciento de los casos de desaparición, y hasta la fecha se han logrado menos de 40 condenas. Los registros oficiales de hace cinco años indicaban más de 47 mil casos de desapariciones.
- Desde entonces, «han desaparecido al menos otras 45 mil personas, y en el caso de otras 17 mil, las autoridades no han determinado con exactitud cuándo se produjo la desaparición”.
El país carece de especialistas forense
El titular de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la Fiscalía General de la República (FGR), Felipe de Jesús Gallo Gutiérrez, reconoció que México tiene carencias en la investigación forense, pero sobre todo que hace falta visión de algunos gobernadores sobre el verdadero trabajo que hace la ciencia a favor de la justicia.
“Tenemos carencias, pero sobre todo creo que lo que tenemos es una falta de visión de algunos gobernantes, sobre el verdadero trabajo e importancia de lo que hace la policía forense a favor de la justicia. El cambio del sistema acusatorio que se dio hace muchos años ya no es nuevo, el sistema donde la prueba científica es la verdadera prueba reina del proceso, que demuestra la comisión de delitos, no ha sido entendido de plano por algunos gobernantes y políticos”, acotó.
- El funcionario de la FGR participó en el VI Simposio de Ciencias Forenses, auspiciado por la Oficina Internacional de Asuntos Antinarcóticos y de la Aplicación de la Ley, donde dijo que a pesar de que hay muchos avances en México en materia forense, también se tienen muchos adeudos con la sociedad en temas de desapariciones, que es el más grave y más doloroso que tiene el país, por lo que se debe hacer mucho en esa materia.
“Necesitamos que comprendan el verdadero trabajo de la inversión que requieren nuestros peritos para poder realizar esta función tan delicada. La falta de peritos de antropología forense, en la que tenemos una carencia enorme en el país para poder atender el principal problema: la desaparición de personas”, agregó.
- Faltan certificar laboratorios forenses: Gallo Gutiérrez reconoció que la Fiscalía tiene un atraso en certificar a todos los laboratorios forenses del país y espera que en este año se supere ese pendiente a la brevedad posible.
“Necesitamos que comprendan el verdadero trabajo de inversión que se requiere en los laboratorios forenses. Hagamos cultura de esto y transmitamos también a los Ministerios Públicos, a los policías, que comprendan que con la ciencia se puede demostrar una verdadera justicia, acreditada con el conocimiento se puede mejorar la justicia en nuestro país que tanto necesitamos”, subrayó.
- El titular de la Agencia de Investigación Criminal dijo que se tienen buenos profesionales en la materia, reconoció que no están bien calificados, “esa es la realidad, el proceso integral de justicia en México no está bien visto por la sociedad. De nosotros depende transformar esto para mejorar todo y hacer que la justicia suceda”, concluyó.
Durante el 6º Simposio Internacional de Ciencias Forenses, que se realiza del 14 al 16 de marzo en la Ciudad de México, se abordan temas como: la Coordinación de Agencias del Gobierno en Delitos de Alto Impacto; Mejores Prácticas en los Procesos Penales de Alto Impacto en Estados Unidos; Resultados del Programa de Seguridad y Aplicación de la Ley INL: Investigaciones Forenses, Personas desaparecidas, Tráfico de armas de fuego, Bases de datos penales, juicios y audiencias, entre otros temas.
Violencia desborda la crisis forense en el país
- En el caluroso sur de México, una pequeña bodega almacena miles de osamentas no identificadas. Sin ventanas ni climatización, en su oscuridad palpita la crisis de un sistema forense saturado por la criminalidad.
- Es la morgue de Chilpancingo, Guerrero, vecina de un cementerio de autos y colmada de cadáveres como otras de este país, donde hay unos 52,000 cuerpos sin identificar.
- La situación es crítica incluso en la capital. «Esto se está cayendo a pedazos porque los muertos no paran de llegar y las personas siguen desapareciendo», lamenta Nuvia Maestro, una de las seis antropólogas del Instituto Forense de Ciudad de México.
Detrás de esta situación están la violencia y la precariedad, constató la AFP durante un recorrido por las morgues de Chilpancingo y Acapulco (Guerrero), y diálogos con médicos legistas de otros servicios forenses.
- «Nos sentimos muy cansados (…), pareciera que esto no va a tener fin», confiesa Maestro junto a dos estufas que ella y compañeros compraron de su bolsillo. Allí hierven costillas para retirarles tejidos y determinar la edad de un fallecido.
- En redes sociales, Maestro, de 36 años, declara su amor por Clementina -su gata a quien llama «rayo de luz»-, el ciclismo, las chamarras de colores, el vino… Todo lo que le ayude a sobrellevar su labor.
Pese a sus limitaciones, las morgues son la esperanza de familiares de desaparecidos como Guadalupe Camarena, de 62 años, quien da una nueva muestra de ADN para encontrar al menos restos de sus cinco hijos en el estado de Jalisco (oeste), también atestado de cuerpos.
Violencia desbordada
En el servicio forense de Chilpancingo, un empleado ojea en un cuaderno los ingresos de cadáveres. Encoge los hombros cuando se le pregunta por qué no están digitalizados para que los puedan consultar a nivel nacional.
- Ventiladores y carretillas dañadas atiborran los pasillos oscuros hacia los frigoríficos, llenos de bolsas plásticas con restos anónimos, observó un equipo de AFP en septiembre.
- El incienso que queman empleados no oculta el mal olor ni espanta a las moscas.
- Los estudios para confronta (de ADN) pueden tardar meses. Mientras, los cuerpos están en nuestros refrigeradores y la familia dice «no nos los quieren dar». Esto crea frustración», reconoce Alfonso Ramírez, coordinador de la entidad.
México, de 126 millones de habitantes, triplicó su tasa de homicidios desde 2006, cuando arreció la lucha antidrogas. Pasó de 9.6 a 28 asesinatos por 100,000 personas en 2021 (35.625 casos).
Los «desaparecidos y no localizados» también se dispararon de 265 en 2006 a 10,366 en 2021, para un total de 108,000 desde 1964. Muchos estarían en tanatorios o cementerios públicos.
El Gobierno de México, que entre enero y octubre reportó 26,119 homicidios (7.1% menos en el comparativo interanual), atribuye la mayoría de crímenes a guerras entre delincuentes.
«¡Ya no cabemos!»
El colapso también se explica por déficits presupuestales, de personal, de laboratorios de ADN rápidos y de un banco único de datos forenses, según expertos.
- El Comité contra la Desaparición Forzada de la ONU estima que en estas condiciones serían necesarios 120 años para analizar los 52.000 cuerpos que documenta la oenegé Movimiento por Nuestros Desaparecidos, gran parte de ellos sin información básica.
- Esta mesa es como la expresión de la crisis: estaba vacía hace cinco o diez años (y hoy) la osteoteca (depósito de huesos) está rebasada. ¡Ya no cabemos!», afirma Maestro, señalando una plancha con un esqueleto en estudio.
Como agravante, algunos criminales incineran a sus víctimas o las entierran en fosas clandestinas. «Saben cuáles son las áreas que valoramos (para la identificación, como caderas o yemas de dedos) y las destruyen. ¡Es terrible!», prosigue la antropóloga, subrayando que los cadáveres más maltratados «son de mujeres».
El gobierno admite como una «omisión muy grave» la falta de un censo de «cuerpos no identificados y de identificados y no reclamados en fosas comunes».
México carece de «capacidades institucionales para atender el rezago», afirmó Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación.
- Cruel búsqueda: Los forenses también procesan cadáveres exhumados por orden judicial para armar sus fichas, o cuerpos que encuentran parientes en tumbas secretas.
- Durante una exhumación, Guadalupe llora aferrada a las fotos de Lucero, Oswaldo, Tonatiuh, Ernesto y José, sus hijos desaparecidos en Jalisco.
«No quisiera encontrarlos así (muertos), pero si no los puedo encontrar vivos…», afirmó en mayo en el panteón de Coyula. Aún no tiene los resultados.
- Empleada doméstica, no sabe de Lucero desde 2016, cuando desapareció en Guadalajara. En 2019 también perdió rastro de sus hijos varones, según ella tras ser detenidos por policías de Ocotlán.
- Los presupuestos forenses regionales pasaron de 110 millones de dólares en 2015 a 122 millones en 2020, según datos oficiales. Pero la media de homicidios en ese período subió de 17.16 a 28.3 por 100,000 personas.
La nómina, en tanto, aumentó 4% entre 2019 y 2020 a 10,119 trabajadores (81% dedicados a peritajes), lo que especialistas consideran insuficiente.
- Esfuerzos incipientes: El impacto de la crisis lleva a tomar terapia psicológica a peritos como Dalia Miranda, coordinadora de las exhumaciones en Coyula. «Encuentras (…) cosas muy feas», dice.
- «Muchas personas pensarán que no hacemos nada, pero realmente estamos trabajando», defiende su colega René Andraca en la morgue de Acapulco, donde una ficha con el rótulo de «desconocido» cuelga de un pie.
- El Gobierno ha emprendido acciones como la creación de dos centros de identificación y cuatro de resguardo de cadáveres.
- También avanza en la conformación de un laboratorio de genética al que Estados Unidos aportará cuatro millones de dólares. La Fiscalía General de la República (FGR) tiene pendiente crear un banco de datos forenses ordenado por ley.
Mientras fructifican esas iniciativas, Guadalupe revisa semanalmente fotografías de muertos en la morgue de Guadalajara en busca de pistas de sus hijos, rutina que sobrelleva con antidepresivos.
Maestro, en tanto, continúa archivando trozos de costillas en diminutos sobres que, en medio de la impotencia, exhibe como un logro./PUNTOporPUNTO