En mayo pasado, el gasto total neto gubernamental se incrementó, al igual que la deuda pública, alertó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
Solamente “el gasto total neto aumentó en mayo 24.2% respecto a un año antes”, mientras que en “los últimos doce meses la deuda en su concepto más amplio, aumentó 826 mil millones de pesos”.
- En su Análisis Económico Ejecutivo semanal, los especialistas del CEESP expusieron que, “ciertamente, el costo financiero de la deuda pública continuará creciendo. Y la deuda pública en sí misma también se ha elevado significativamente”.
En cuanto al gasto, los economistas del CEESP aseguraron que de enero a abril el gasto cayó 2.1%, pero el acumulado enero-mayo mostró un crecimiento de 2.5%.
“Es posible que esto sea producto de necesidades crecientes del sector público, probablemente para atender sus programas y proyectos prioritarios”, dijeron. Sólo en mayo se registró crecimiento de los rubros de subsidios, transferencias y aportaciones, que aumentaron 176%, es decir, en 80 mil millones de pesos.
Los subsidios aumentaron 12.8% del periodo enero-mayo, la inversión física 11.5%, y las pensiones y jubilaciones 2.4%, mientras que, el gasto en inversión física aumentó 39%, lo que tiene relación con los recursos que se ejecutaron en los proyectos del Tren Maya.
“Ello sugiere una aceleración en el ejercicio de los programas sociales, los programas de inversión insignia de la administración y la inercia de las pensiones”, dijo el CEESP.
En tanto, “el costo financiero de la deuda se elevó en 15%, en especial como resultado del aumento de 47.8% en los intereses del gobierno federal”.
“En los últimos doce meses, la deuda, en su concepto más amplio, aumentó 826 mil millones de pesos. Con esto, el sector público acumula un incremento de 3 billones 324 mil millones de pesos de deuda en lo que va del sexenio”, señaló.
A pesar de ello, los ingresos tributarios registraron un incremento lo que tuvo que ver con mayor recaudación del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS); sin embargo, esa captación fiscal no es sostenible a mediano plazo.
“En el acumulado de los primeros cinco meses del año, las finanzas públicas continúan arrojando resultados relativamente estables. Pero también es cierto que se perciben riesgos a futuro. Por una parte, las cifras revelan la debilidad recaudatoria y fuertes presiones del gasto”, dijeron los expertos del CEESP.
Por ello, afirmaron que “la evolución de las de las finanzas públicas genera señales de insostenibilidad, especialmente en la temporada electoral, cuando las presiones de gasto se agudizan”.
México evita deuda externa
El gobierno federal ha evitado pedir prestado a los Organismos Financieros Internacionales (OFI) para llevar a cabo proyectos de desarrollo social.
Se trata de una opción no tan barata, pero más transparente que tiene varios candados y pide rendición de cuentas.
- La política oficial de evitar endeudarse de más en el extranjero incluye a las opciones que representan instituciones como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), cuyos brazos financieros apuestan por proyectos sostenibles y para desarrollar en conjunto con el sector privado.
La administración del presidente Andrés Manuel López Obrador tiene una estrategia de contratar préstamos con los OFI únicamente como un complemento a la emisión de deuda en los mercados internacionales y sólo si es muy necesario.
A diferencia de sexenios anteriores, solicitó reducir el monto de endeudamiento para no deberle más a estas instituciones, con un enfoque defensivo.
La única excepción fue en 2020, en la emergencia sanitaria, cuando México accedió a un préstamo por mil millones de dólares del Banco Mundial para respaldar la respuesta del gobierno federal al Covid-19.
- Antes de la pandemia, el costo del dinero prestado estaba casi en 0% y ahora es más caro debido a la subida de tasas de interés en casi todo el mundo para enfrentar la crisis inflacionaria.
- Hoy, con otro nivel más alto de tasas de interés, se encareció la deuda que varios países contrataron con estos organismos, así como el pago de su servicio con una sobretasa adicional a la del mercado.
Una de las razones por las cuales México se ha mostrado más a la defensiva ante los OFI la explica el vicepresidente y codirector de Inversiones en Franklin Templeton, Luis Gonzali:
“Ese tipo de deuda no necesariamente es favorable para un país como México que tiene capacidad de acudir a los mercados a buenas tasas de interés”.
Gonzali expone que el costo tiende a ser más alto a un plazo no tan largo, pues estos organismos casi no prestan a más de cinco años, mientras que México tiene la posibilidad de salir a los mercados internacionales a financiarse a 30 años sin problemas, dada su calificación crediticia.
Por eso dice que Argentina, debido a que no tiene acceso tan fácil y barato al mercado global, recurrió a mecanismos del FMI o el BM con las condiciones que éstos le impongan.
Opina que si bien es bueno tener las líneas abiertas del crédito en caso de que se lleguen a necesitar, para lo cual como mínimo deben pedir un préstamo al año, ha sido por montos menores.
Reconoce que son préstamos más transparentes y con muchos candados, pero por lo mismo tienden a ser muy restrictivos en términos de plazo y tasa de interés, así como de supervisión.
“Se pierde mucha flexibilidad política o presupuestal si tienes al FMI prestándote dinero, revisando que tengas capacidad de pago; y a ningún gobierno le parece atractivo tener a un auditor 24/7 revisando y cuestionando cada movimiento, por eso no es atractivo”, dice el especialista.
Desde su punto de vista, México está dando señales positivas con esa postura defensiva porque significa que no depende de manera importante de los OFI.
- Banco Mundial: Antes de la crisis financiera del año 2008, el financiamiento aprobado por el Banco Mundial para México era por un monto anual promedio de mil millones de dólares.
Durante la administración del presidente López Obrador se inició con 900 millones de dólares, cuyo monto subió en los dos años siguientes a mil 230 millones y mil 725 millones, respectivamente, con el objetivo de poder enfrentar la pandemia.
Después, para 2022, el gobierno decidió reducir el monto aprobado a 700 millones de dólares, misma cantidad que se autorizó para este año y que ya fue concedido apenas en junio pasado.
- BID, el favorito: Se espera que al cierre del sexenio, la deuda con el Banco Interamericano de Desarrollo represente 53% del total con organismos multilaterales, y 8% de la deuda externa de México.
Esto luego de que se aprobaron operaciones con garantía soberana de aproximadamente 10 mil 250 millones de dólares para el periodo 2019-2024, con un programa de aproximadamente mil 700 millones por año.
Entre 2013 y 2018, es decir durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, el Grupo BID aprobó 12 mil 960 millones de dólares para México.
De ese monto se consideraron 10 mil 970 millones de dólares para 31 operaciones con garantía soberana, a través de 24 préstamos de inversión por 6 mil 320 millones y siete de apoyo a reformas de política por mil 650 millones de dólares.
- Incluyó 105 cooperaciones técnicas por 35.1 millones de dólares y ocho donaciones de inversión por 74.5 millones.
En cuanto al sector privado, BID Invest autorizó para el gobierno pasado 6 mil 924 operaciones por 1.827 millones y BID Lab para la innovación, 50 operaciones por 53 millones de dólares.
Gasto público crece pese a la caída de ingresos
El gasto público del Gobierno mostró un aumento anual entre enero y mayo, pese a la caída reportada en los ingresos presupuestarios en ese periodo, de acuerdo con la información de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
- En los primeros cinco meses del año, el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador gastó 3 billones 77,948 millones de pesos, lo que resultó un crecimiento de 2.5% en comparación con el mismo periodo del año pasado.
«En mayo, el gasto neto total aumentó 24.2% en términos reales en comparación con el mismo mes de 2022. Este resultado favoreció que, en el acumulado de enero a mayo, el gasto neto total se ubicara 2.5% por encima del nivel observado en el mismo periodo de 2022», destacó la dependencia a cargo de Rogelio Ramírez de la O.
Pese al incremento, se presentó un subejercicio del gasto, es decir, se gastó menos de lo aprobado en el periodo. En total, de enero a mayo el subejercicio sumó 246,376 millones de pesos.
El mayor subejercicio se dio en las empresas productivas del estado, es decir, Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), en donde su gastó sumó 389,978 millones de pesos, 13.7% menos que hace un año y 63,793 millones de pesos por debajo de lo aprobado.
En tanto, el rubro del gasto que requirió mayores recursos a lo presupuestado fue el costo financiero de la deuda, el cual se ha visto presionado por el alza en las tasas de interés de los bancos centrales.
- A mayo, se destinaron 354,787 millones de pesos al servicio de la deuda, 49.4% más anual, y 3,021 millones de pesos mayor a lo aprobado.
- En contraparte, aún con un aumento del gasto público en el periodo, los ingresos presupuestarios cayeron 0.4% anual de enero a mayo.
El motivo de la caída se dio a una menor captación de recursos petroleros, esto ante un menor precio del petróleo.
En los primeros cinco meses del año, se captaron 401,809 millones de pesos por ingresos petroleros, 24.2% menor en comparación anual.
En tanto, los ingresos tributarios dejaron al erario 1.9 billones de pesos, 3.0% más./Agencias-PUNTOporPUNTO