De acuerdo a un boletín de la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe), el pasado 28 de marzo se alcanzaron 625 puntos de concentración de partículas PM10 en la estación de Tultitlán, Estado de México, lo que representa un índice histórico contaminación en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México (CDMX) tras las tolvaneras.
- Las rachas de viento comenzaron a partir de las 4 de la tarde, derivadas de desplazamiento de la masa de aire frío que impulsa el frente frío No. 46 y a las altas temperaturas registradas en el centro del país, provocando vientos sostenidos de 20 a 30 km/h y rachas de hasta 61 km/h con tolvaneras.
- Las rachas de viento favorecieron el transporte de polvo hacia la ciudad y su resuspensión, ésta fue la medición de las 17:00 a las 20:00 horas, del Sistema de Monitoreo Atmosférico.
- A las 17 horas, se registraron concentraciones de 441 puntos de partículas PM10 en Tultitlán y de 323 en Cuautitlán.
A la 18:00 horas, la concentración de 625 puntos de partículas PM10 estaba en Tultitlán y 564 en Nezahualcóyotl.
A las 19:00 horas, la estación de la UAM Iztapalapa marcaba concentraciones de581 puntos y de 562 en la estación de Camarones.
A las 20:00 horas, la estación de Nezahualcóyotl reportó 515 puntos de partículas PM10 y en Chalco eran de 472 puntos.
- Cabe recordar que la CAMe ha establecido la medida de 135 puntos de concentración de partículas PM10 o de PM25 para declarar contingencia ambiental, por lo que la tarde del domingo se registraron valores de hasta cuatro veces más, el índice para declarar contingencia ambiental.
Qué son las partículas PM10 y cuáles son los riesgos
En algunas alcaldías como Azcapotzalco, Gustavo A. Madero, Iztapalapa o Venustiano Carranza, los índices de polución registraron niveles preocupantes. Y desde entonces, las autoridades repitieron en varios comunicados que este deterioro en la calidad del aire se produjo por la alta concentración de PM10 que arrastraron las tolvaneras. Pero, ¿qué es el PM10?
- Según la Agencia de Protección Ambiental de EEUU (EPA, por sus siglas en inglés), se conoce como PM10 a las partículas diminutas que tienen un diámetro de entre 2,5 y 10 micrómetros (un micrómetro es la décima parte de un milímetro). Se generan por el humo de los incendios, las obras de construcción, el transporte, el polvo de las carreteras sin asfaltar, la industria, y otros procesos mecánicos; aunque la mayor parte de las emisiones, casi un 80%, procede del polvo resuspendido existente en la atmósfera.
Las partículas pueden ser desde restos diminutos de cemento y metales, hasta hollín, cenizas, polvo o polen.
En concentraciones elevadas el riesgo a la salud puede ser extremadamente alto.
¿Cuáles son los efectos de inhalar altas concentraciones de PM10?
Las tolvaneras que golpearon a la Ciudad de México arrastraron millones de partículas PM10, que después quedaron suspendidas en el aire. Esto provocó una especie de neblina densa que redujo la visibilidad y enturbió el ambiente.
- Por su pequeño tamaño, de 10 micrómetros (0,01 mm), esta materia particulada puede llegar con facilidad a la garganta y los pulmones. Y por ello, niveles altos de PM10 en el aire provocan tos, congestión nasal, irritación en los ojos, aumento del riesgo de infarto de miocardio o dolores de cabeza, según explica la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe).
- Además, las personas con afecciones cardíacas o pulmonares son especialmente vulnerables, y pueden sufrir síntomas como opresión en el pecho, sibilancias y dificultad para respirar.
Los efectos dependen del tiempo de exposición, la dosis que se inhala, y la concentración que se encuentra en el aire.
La CAMe informó que los valores máximos de PM10 registrados el domingo se recabaron en la estación de Tultitlán (625 puntos). Le siguieron UAM Iztapalapa (581 puntos), Nezahualcóyotl (564 puntos), Camarones (562 puntos) y Chalco (472 puntos).
Estos datos son realmente preocupantes. Y para entenderlo, podemos considerar la tabla de medición de mala calidad del aire de la agencia estadounidense, que establece que para tener un índice “bueno”, no se pueden superar 40 puntos, en un promedio de una hora.
- Para la EPA, si se registran en ese tiempo entre 40 y 80 puntos, la calidad del aire es “mala”. De 80 a 120 es “pobre”. De 120 a 300 es “muy pobre”, y todo lo que supere esos valores -como ocurrió en la Ciudad de México- es un aire “extremadamente pobre”.
- A pesar de ello, en la capital no llegó a declararse la Fase 1 de Contingencia Ambiental. Para ello, se requiere llegar a un valor de 215 puntos de PM10 en un promedio de 24 horas, y el domingo, el valor más elevado en esa franja de tiempo fue de 169 puntos en la estación Tultitlán.
Aunque no fue suficiente para activar la contingencia, sí resultó una cifra muy alejada de lo que se considera en EEUU, Europa y México un “día limpio”. En el país vecino y el viejo continente, la calidad del aire no puede superar los 50 puntos en un promedio de 24 horas, y en México, para que una jornada pueda calificarse como limpia de polución se establece un máximo de 70 puntos PM10.
Índice de contaminación de la CDMX sin impacto
Hace un año entró en vigor un nuevo mecanismo para que la ciudadanía pueda reconocer el riesgo de la contaminación en el aire y tomar decisiones al respecto.
Sin embargo, especialistas y activistas consideran que aún no tiene el impacto ni la incidencia necesaria para que la población lo tome en cuenta al realizar sus actividades cotidianas.
- Dicha herramienta es el Índice de Calidad de Aire y Salud, que entró en operaciones en febrero de 2020.
- Tiene estándares más estrictos para la declaración de contingencias ambientales e indica cuál es el riesgo en la salud dependiendo del nivel de contaminación que hay en el aire.
- La información referida se puede consultar en el portal electrónico de Calidad del Aire de la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México, pero la mayoría de las personas desconoce su existencia pese a que es un tema importante.
En julio de 2019, la organización ambientalista Greenpeace publicó en su portal electrónico el artículo “Si vives aquí, estás en una de las ciudades más contaminadas del país”.
Ahí revela que la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) —que comprende las 16 alcaldías de la Ciudad de México y los 59 municipios limítrofes del Estado de México—, es la zona urbana, de las siete más importantes que hay en el país, con mayor contaminación por encima de Monterrey y Guadalajara.
Ante esta situación, activistas consideran que hace falta que las personas usen el índice y que las autoridades locales incluyan a los habitantes de la capital en la implementación de medidas para controlar la contaminación en el aire en el contexto de la pandemia de COVID-19.
El reto contra la contaminación del aire
El Índice de Aire y Salud que entró en vigor en 2020 es producto de la norma federal NOM-172-SEMARNAT-2019, cuya creación se inició después de que, en mayo de 2019, en la capital del país se declarara una contingencia extraordinaria por partículas finas PM10 y PM2.5.
- El Índice de Aire y Salud disminuyó la concentración de contaminantes en el aire para declarar contingencias: a partir de los 100 puntos en el Índice de Calidad del Aire se empiezan a tomar medidas; y también integraron a las partículas finas en los contaminantes criterio que evalúa diariamente la Sedema a través de su Dirección del Monitoreo de Calidad del Aire.
- Stephan Brodziak, vocero del Observatorio Ciudadano de la Calidad del Aire (OCCA), afirma que la publicación del Índice de Aire y Salud es un logro por el que organizaciones civiles habían pugnado durante años.
Sin embargo, reconoce que, a un año de su implementación, la ciudadanía lo desconoce, no se le ha dado la difusión necesaria y aún no logra que los habitantes de la capital exijan medidas para que haya una mejor calidad del aire.
“No hemos logrado que haya una percepción del riesgo de la mala calidad del aire, ni de las muertes prematuras y la importancia del índice, de que se use para que las personas puedan decidir con base en él. Ese es el reto, hay un logro, pero aún está eso pendiente”, declara.
Brodziak dice que, hasta el momento, no hay medios y canales, más allá del portal electrónico, para dar a conocer sus resultados y sus implicaciones. También atribuye el desconocimiento del índice a diversos factores.
- El primero, dice, es que los habitantes de la capital han normalizado vivir con contaminación en el aire y solo diferencian entre buena o mala pero desconocen las repercusiones graves.
- “Creo que lo normalizan como bueno y malo pero desconocen qué son las muertes prematuras y también la comorbilidad por COVID-19 que representa”, explica.
- Durante la presentación de la norma NOM-172-SEMARNAT-2019, el Instituto Nacional de Salud Pública informó que al año mueren 46 mil personas prematuramente por causas relacionadas con la contaminación en el aire.
Otro factor, menciona el activista, es que la economía de la capital está basada en un esquema de producción contaminante y los empresarios que la desarrollan tienen mayor capacidad económica para dar espacio a sus productos y actividades que no son amigables con el medio ambiente.
El último, es que, ante tantas coyunturas mediáticas e información que circula en redes sociales o los medios tradicionales, los temas de calidad del aire pierden impacto.
Ante esto, Brodziak llama a las autoridades a dar más espacios informativos a la calidad del aire y sus repercusiones en la salud, entre ellas, que la contaminación es un factor de comorbilidad que agrava el COVID-19./Agencias-PUNTOporPUNTO