Luego del precedente que sentó el desastre nuclear de Fukushima, Japón, en 2011, la Central Nuclear Laguna Verde que opera la Comisión Federal de Electricidad (CFE) fue sometida a estudios por parte de especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para evitar un incidente tan catastrófico como aquel.
- Así se revela en el documento titulado: Informe Nacional que presentan los Estados Unidos Mexicanos para satisfacer los compromisos de la Convención sobre Seguridad Nuclear Periodo 2016-2018, elaborado en agosto de 2019 por la Secretaría de Energía (Sener), y en específico por la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias (CNSNS).
Hace una década, el 11 de marzo de 2011, un sismo de magnitud 9 generó un tsunami que produjo olas de una altura de 15 metros y el movimiento impactó en la central nuclear de Fukushima Daiichi; la inundación de las instalaciones provocó que los reactores se sobrecalentaran y se generaran así tres explosiones y la liberación del material radiactivo; se estima que 160 mil personas tuvieron que ser evacuadas para alejarlas de la contaminación radioactiva.
- La Central Nuclear Laguna Verde de la CFE está ubicada en el estado de Veracruz, pero también a las orillas del mar, en la costa del Golfo de México (a 75 km al norte de la Ciudad de Veracruz), por eso el Gobierno mexicano evaluó si las instalaciones estaban bien preparadas para hacerle frente a una contingencia como la que ocurrió en Fukushima.
En análisis de la Sener indica que no hay riesgo de un accidente en la central nuclear de Laguna Verde como el sucedido hace una década en la ciudad nipona
- En el “artículo 18 (3)” del Informe, sobre el “Diseño para la operación segura, estable y manejable”, se señala en el apartado de “Acciones Post-Fukushima Daiichi en la Central Nuclear Laguna Verde”, y plantea temas relacionados con respecto a “sismos e inundaciones; acciones de seguimiento tomadas o planeadas, incluyendo medidas de mejora”.
“Con base en los requerimientos de las pruebas de resistencia impuestos por la CNSNS, la CFE requirió al Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (IIUNAM) realizar una actualización de la información sismológica y de inundaciones y de las metodologías de cálculo con el fin de confirmar que las bases de diseño sísmico y por inundación (mar-tierra y tierra-mar) siguen siendo válidas”.
Los resultados del estudio a Laguna Verde
Parte del estudio consistió en comparar las aceleraciones máximas del terreno que se han presentado en la zona de la Central Nuclear Laguna Verde, con respecto al “Sismo Base de Diseño” (denominado DBE, por la locución de inglés Design basis earthquake) de la planta, esto es, su capacidad máxima de resistencia ante un terremoto.
- “El estudio anterior concluyó que, desde el punto de vista de aceleraciones reales medidas en sitio, en el caso de Fukushima Daiichi se alcanzó una aceleración máxima de terreno durante el evento del orden del 105 por ciento (0.63g) del DBE (0.60g), en tanto que en el caso de Laguna Verde las aceleraciones máximas registradas por la red de monitoreo sismológico no han superado el 10 por ciento (0.01 a 0.02g) del DBE (0.26g). Por lo que se considera que los márgenes de diseño de la CNLV (Central Nuclear Laguna Verde) siguen siendo válidos para la prevención de eventos por sismos o inundaciones”.
Y agrega: “El Órgano Regulador, CNSNS, realizó la evaluación de estos estudios y está de acuerdo con las conclusiones de la CFE”.
El embate de la naturaleza
Con respecto a los análisis que se le efectuaron a la Central Nuclear Laguna Verde en materia de “inundaciones”, estos se detallan en el “artículo 14 (2)” del documento sobre “Verificación de la Seguridad”, en el apartado de “Acciones Pos-Fukushima Daiichi en la Central Nuclear Laguna Verde”.
- Ahí se señala: “La CFE llevó a cabo una revisión y actualización de las bases de diseño bajo inundación de la Central Nuclear Laguna Verde, cuyo alcance incluyó el uso de la metodología original y la validación de los datos utilizados. Se revisaron los trabajos originales de diseño bajo inundación, concluyendo que el diseño original fue elaborado con metodologías y datos válidos que son adecuados a las condiciones específicas del sitio de la Central.
“En la revisión llevada a cabo se incorporó la información meteorológica registrada en la región del sitio de la Central durante el periodo de operación comercial, haciendo uso de los avances tecnológicos disponibles en la actualidad en materia de análisis de riesgo bajo inundación”.
Por una parte, se evaluaron los efectos “Mar-Tierra”, tales como “oleaje”, “viento” y “sobreelevación de marea”, entre otros.
“En lo que respecta al análisis de las condiciones hidrometeorológicas provenientes del medio marino a que está sujeta la franja costera frente a la Central, se utilizaron los datos de viento históricos registrados y, con ellos, se realizaron diferentes modelos numéricos a fin de contar con información estadística resumida de viento, oleaje e inundación por marea de tormenta en condiciones que sean comparables con los valores tomados para el diseño original”.
- Las conclusiones también fueron positivas para la central mexicana: “Con base en lo anterior, considerando los efectos mar-tierra, la revisión de las bases de diseño bajo inundación para oleaje, viento y marea de tormenta determinó que los valores actualizados son menores a los usados en el diseño original, validando así las bases de diseño correspondientes”.
Luego se evaluaron los efectos “tierra-mar”, considerando la precipitación máxima probable (PMP), los volúmenes de escurrimiento y la modelación del funcionamiento hidráulico, además del sistema de drenaje pluvial.
El diseño original bajo inundación permanece sin cambio y existen márgenes que no permiten llegar a puntos débiles o situaciones límite; además de no identificarse edificios que serían afectados por un evento de inundación. (…) La evaluación de los efectos de los huracanes, se incluyeron en la revisión y actualización de la base de diseño bajo inundación de la Central.- Estudio de la Sener sobre la Central Nuclear de Laguna Verde
Laguna verde ¿riesgo nuclear inminente?
Las emisiones de dióxido de carbono (CO2) que se generan en diversas actividades industriales, en especial las que utilizan combustibles fósiles, y el efecto invernadero que estas producen sobre la atmósfera, son responsables del Calentamiento Global.
En la lucha contra el Cambio Climático es fundamental mitigarlas; acción que se torna en gran desafío debido a que a la par, existe una creciente demanda de suministro energético.
En este contexto, la energía nuclear ha adquirido popularidad. Para el Foro Nuclear de la Industria Española, “la energía nuclear contribuye a reducir las emisiones contaminantes”.
- Sin embargo, algunas organizaciones no gubernamentales muestran preocupación ante su inminente avance. De acuerdo con Greenpeace “si consideramos el ciclo completo de las tecnologías de generación eléctrica no-fósiles (es decir, la nuclear y las renovables), la energía nuclear emite más CO2 que cualquiera de las energías renovables por cada KWh producido”.
- Otro aspecto a considerar, es que las plantas nucleares consumen grandes cantidades de agua, lo que es poco adecuado en un contexto de clima más cálido. Pero, sin duda, una de las razones más poderosas es que incluso triplicando la capacidad nuclear mundial únicamente daría lugar a un 6% de reducción de las emisiones de carbono, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
Laguna verde en el ojo del huracán
En México, recientemente, la Central Nuclear Laguna Verde (CNLV), que representa 4% de la generación eléctrica y 2% de la capacidad instalada se ha ubicado en el “ojo del huracán”; debido a señalamientos de negligencia e inseguridad por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
- De acuerdo con una columna de opinión publicada por El Universal, escrita por Peniley Ramírez, la planta continúa su operación sin las mínimas medidas de seguridad y sin el mantenimiento adecuado, lo que implica negligencia por parte de la CFE.
- La columnista afirma “que la madrugada del 21 de enero de 2021 hubo una fuga de combustible en uno de los generadores de la planta nuclear de Laguna Verde… Mientras que el 21 de diciembre del 2020 se tiene registro de una ‘fuga de diésel’ como un ‘evento no usual’”.
Además, “el 20 de enero, la Unidad 1 de la planta nuclear tuvo un “paro súbito”. Llevaba 110 días de operación con problemas de recarga de combustible, arrancando sin tener operables los sistemas de seguridad y con cinco barras de protección ante accidentes, de ocho que tiene el reactor nuclear, fallando”.
La CNLV enfrenta problemas técnicos, paros forzados, riesgo de saturación de desechos radiactivos y exposición de trabajadores a emisiones radiactivas, según documentos de CFE y de la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias (CNSNS).
Asimismo, el Índice Global de Infraestructura 2018 realizado en 28 países por la Asociación de Inversionistas en Infraestructura Global y el Instituto de Investigación Social Ipsos Mori con sede en Londres, halló que en México, solo 30% de los consultados considera “buena o muy buena” la infraestructura de generación nuclear en el país, en línea con la percepción global, y 51% respondió “mala o muy mala”.
Gobierno debe ser transparente
Para Lourdes Melgar, académica y consultora en temas energéticos y de desarrollo sostenible, urge una inspección e informe por parte de la Asociación Mundial de Operadores Nucleares y la International Atomic Energy Agency con el fin de tranquilizar a los mexicanos.
- Además agregó que se torna necesario “fortalecer al sector nuclear mexicano, urge fortalecer a la CNSNS. “Si hay un área en la que no se puede escatimar los recursos es ésta. Y, se requiere mayor transparencia. La energía nuclear es clave para decarbonizar la economía. No es tiempo de suspicacias”.
A través de un tuit, Melgar dejó constancia de que profesionales del sector nuclear mexicano, aseguraron que “todo está en orden”; y que las notas de prensa son parte de una estrategia de descalificar lo nuclear. “Si esto crece, será por falta de una comunicación activa y transparente por parte del gobierno”, afirmó la experta.
¿Otra planta?
Una encuesta de CFE y el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares concluyó que 61% de se oponía a la construcción de más centrales atómicas. “El rechazo social siempre ha sido un elemento que complementa otros esfuerzos e información técnica y científica existente. Es un elemento que puede hacer que el plan nuclear no prospere. Tendríamos que estar discutiendo el plan de cierre y contención” de la CNLV, afirmó Gustavo Ampugnani, director ejecutivo de Greenpeace.
- A pesar de la cuestionable popularidad de este tipo de energía, la CFE analiza construir una pequeña planta de energía nuclear en Baja California. “¿Queremos más energía nuclear? Sí, yo soy una convencida. CFE está haciendo un análisis para una microplanta”, reveló la secretaria de Energía, Rocío Nahle, durante su pasada comparencia en el Senado.
La central se ubicaría en Baja California y la empresa está realizando los estudios y consultas a la población en el estado.
¿Un Chernobyl en México?
En México las miradas apuntan de inmediato a la Central Nucleoeléctrica Laguna Verde, ubicada en Punta Limón, municipio de Alto Lucero, Veracruz, aproximadamente a 77 km al norte del Puerto de Veracruz y a seis kilómetros de la localidad de Palma Sola.
- La instalación cuenta con dos reactores nucleares que generan 1,604 MW para producir el 3.2% de la energía total del país. Se distribuyen en Laguna Verde Central 1 y Laguna Verde Central 2.
- Para los no avezados en temas de física nuclear es fácil ser presa de la inquietud sobre el potencial peligro de la central nuclear mexicana. Infobae México consultó al Ing. Carlos Villanueva Moreno, vocero auxiliar de la Sociedad Nuclear Mexicana (SNM), para aclarar las preguntas más recurrentes del público.
En Chernobyl una acumulación de vapor en el reactor provocó un estallido y el colapso de 200 toneladas de hormigón, que dejaron escapar los materiales radiactivos a kilómetros a la redonda.
¿Podría suceder algo así en Laguna Verde?
«La energía nucleoeléctrica en todas las centrales se basa en el principio científico de la fisión del U235 y del Pu239 con neutrones», explicó el científico.
«La diferencia radica en que utilizan diferentes sistemas tecnológicos para lograr la fisión con neutrones». Villanueva Moreno explicó que no hay similitudes entre las plantas de Laguna Verde y la malograda Chernobyl.
«Las centrales son muy distintas; un reactor RBMK en Chernobyl y uno BWR en Laguna Verde». Para el especialista, un accidente como el que se vivió en la ciudad de Prípiat es imposible y radica en ese aspecto.
Laguna Verde trabaja con uranio ligeramente enriquecido en U235 como combustible, que al fisionarse con neutrones produce radioisótopos como el I131, el Sr90 y el Cs137, indicó Villanueva Moreno.
Problemas de seguridad en Laguna Verde
Los encargados de Laguna Verde coinciden con Villanueva Moreno en que contrario a la creencia popular, una explosión similar a la de una bomba atómica, es imposible en la central nuclear.
«Esta es una creencia que confunde a algunas personas que carecen de información acerca de las centrales nucleares y es la principal causa de temor», se lee en el sitio web de la central.
«Es imposible que un reactor nuclear explote como una bomba atómica, porque no pueden conjuntarse las distintas condiciones que se requieren para que la explosión tenga lugar. Una explosión en una bomba es el resultado de una reacción en cadena sin control y se produce con Uranio altamente enriquecido en un porcentaje superior al 95%, el Uranio del reactor contiene solo el 4% de dicho material», explica.
- El vocero del SNM indicó que los procesos de emergencia están determinados para la Comision Nacional De Seguridad Nuclear Y Salvaguardias (CNSNS), en la Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en Materia Nuclear.
- La información oficial también minimiza las probabilidades de un escape de material radioactivo y deja claro que existen vigentes todos los protocolos para actuar en caso de emergencia.
- Sin embargo, la Asociación Mundial de Operadores Nucleares otorgó una calificación reprobatoria a Laguna Verde.
Un informe de la revista Proceso que cita datos oficiales obtenidos por la Ley de Transparencia, reveló que la planta tiene graves problemas de técnicos que la han obligado a realizar paros, también hay un manejo inadecuado de los residuos y peor aún, sus trabajadores han sido expuestos a peligrosas dosis de radiación.
- Ana Luisa Rodríguez Valladares, una trabajadora con 20 años de experiencia, resultó gravemente herida por un accidente durante la recarga de combustible de uno de los reactores de la central, el 20 de agosto de 2017.
- Los datos de la exposición de Rodríguez Valladares y otros cuatro trabajadores, consta en el expediente de la inspección IIIE-01/18-LV01 .
- A pesar de ser considerada «personal ocupacionalmente expuesto» (POE) a condiciones laborales peligrosas, inseguras o contaminantes, para realizar la tarea le entregaron un overol, careta y mandil de plástico.
La empleada informó a inspectores de la CNSNS, que realizaron una investigación de lo sucedido en diciembre pasado, que ella pidió cambio de indumentaria.
«En mi experiencia de área, el equipo no era el adecuado para las condiciones de la válvula», dijo.
El técnico de protección radiológica argumentó que los niveles de radiación eran bajos para equiparla con otro tipo de indumentaria. Los trabajadores viven con las secuelas de la exposición y son botón de muestra de las condiciones en las que trabajan en la planta.
La importancia de Laguna Verde
«Laguna Verde soporta la carga base de la región Oriental del sistema eléctrico interconectado nacional, las 24 horas del día los 365 días del año. Si se llegara a cerrar la central habría una grave escasez de energía eléctrica en Veracruz, Puebla, Hidalgo, Estado de México, Morelos y la Ciudad de México», estableció Villanueva Moreno.
Si bien un accidente nuclear como el que se vivió en Chernobyl en 1986 resulta imposible en Laguna Verde, México no ha estado exento de accidentes con materiales radioactivos.
En 1983, poco más de dos años antes de la explosión de un reactor en la planta nuclear ucraniana tuvo lugar el que es considerado el mayor accidente con material radioactivo en América Latina.
- La tragedia tuvo su origen en el Centro Médico de Especialidades de Ciudad Juárez, en Chihuahua, cuando en 1977 un grupo de doctores del hospital privado compraron una máquina de radioterapia equipada con una bomba de Cobalto-60 -, un isótopo radiactivo sintético que emite rayos gamma utilizado para tratar a pacientes con cáncer. Seis años después le encomendaron a un trabajador de mantenimiento del hospital llamado Vicente Sotelo y uno de sus amigos llamado Ricardo Hernández, para que se la llevarán y vendieron como fierro viejo.
Los encargados de deshacerse del equipo perforaron el contenedor hasta llegar al material que emitió la radiación a las zonas circunvecinas.
La falta de capacitación y destreza en el manejo de desechos, originó la exposición masiva de la que se conocen pocos datos oficiales. Años después fue bautizado como «el Chernobyl mexicano»./Agencias-PUNTOporPUNTO