CDMX vive sumergida en un AIRE NOCIVO; contaminación mata hasta 14 mil personas cada año

De acuerdo con el monitoreo de la calidad del aire de la Ciudad de México, en lo que va de este 2022 solo hemos tenido 86 días de aire limpio en la Zona Metropolitana del Valle de México.

FOTO: DIEGO SIMÓN SÁNCHEZ /CUARTOSCURO.COM

La contaminación acaba de forma prematura con la vida de 8.000 a 14.000 personas cada año en Ciudad de México. La capital del país vive sumergida en un aire que es nocivo para la salud incluso cuando los índices oficiales consideran que es aceptable.

  • El altísimo nivel de concentración de ozono y de partículas finas expone a los citadinos a sufrir más enfermedades respiratorias y cardiovasculares, diabetes y cáncer. Hace solo una semana que la advertencia volvió a saltar en el Valle de México: era peligroso salir a la calle a respirar el aire del exterior.

La zona metropolitana de la capital está situada a unos 2.400 metros sobre el nivel del mar, en una cuenca rodeada de montañas y de un cinturón industrial altamente tóxico. Se ha convertido en una caldera de contaminantes cada vez más difíciles de dispersar. En lo que va de 2022, se han declarado seis contingencias ambientales, la última a mitad de noviembre.

Esta es una época menos usual para estos fenómenos que la llamada temporada seca caliente, antes de las lluvias de verano, pero no se consideran extraños. Según el registro histórico de contingencias, cada año sucede al menos una en estos meses fríos. “Se trata de un fenómeno de inversión térmica. Se da cuando empieza a hacer más frío, pero hay una capa superior de aire más caliente que crea una cápsula que impide que la contaminación se vaya al exterior”, explica la experta en calidad del aire Andrea Bizberg. Los sistemas de alta presión y las altas temperaturas completaron la envoltura del 12 de noviembre.

  • La alarma de la contingencia suena cuando la concentración de ozono supera las 150 ppb (partes por billón), una cifra que sobrepasa con creces el máximo que permite la norma mexicana de 90 ppb y que triplica los 51 que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS), es decir, la emergencia se despierta en la capital cuando la situación es extrema.
  • El estallido da inicio al programa Hoy no circula —que prohíbe el paso de ciertos vehículos por la ciudad— como parte de la Fase I de la contingencia; en caso de que la concentración esté por encima de los 200 puntos se pasa a la Fase II, en la que también se suspenden las clases escolares y los eventos al aire libre.

El ozono es un antioxidante muy potente que además de dolor de cabeza e irritación de ojos y garganta reduce la capacidad respiratoria, provoca inflamación y daña las paredes celulares de los pulmones. También impacta en la esperanza de vida. El máximo que se ha alcanzado este año en Ciudad de México es de 172 ppb y, hasta septiembre, 175 días de 2022 excedían el límite que marca la norma mexicana (NOM-020-SSA1-2021), actualizada en 2021 para acercarse un poquito más a los parámetros de la OMS.

Bizberg, que es asesora técnica para Latinoamérica en Calidad del Aire en Cities For Climate, apunta que ante esa situación las medidas que se están aplicando son más paliativas que preventivas: “Impedimos circular a algunos coches cuando ya estamos inundados por la contaminación, pero necesitamos políticas que reduzcan las emisiones antes de que el aire se vuelva irrespirable”.

  • La contingencia de noviembre acabó cómo suelen terminar este tipo de emergencias: los vientos y las lluvias se encargaron de disipar la contaminación. Por esa razón, Bizberg considera que ProAire, el plan anual de gestión atmosférica que engloba las políticas de la ciudad para reducir la contaminación, “no es suficientemente ambicioso”: “No hacemos lo suficiente y lo que nos salva son las condiciones meteorológicas favorables que tenemos de vez en cuando”.

El ozono (O₃) se considera un contaminante criterio, es decir, que cuando está presente es porque también hay otros. Así, Ciudad de México tiene un fuerte problema de concentración de las llamadas partículas finas, que son las partículas en suspensión de menos de 10 micras de diámetro (PM₁₀) y de menos de 2,5 micras (PM₂,₅). La masa de estas últimas es minúscula, casi insignificante, su riesgo aparece cuando se acumulan debido a que entran por las vías respiratorias y se intercambian en el torrente sanguíneo.

  • Una investigación de la Universidad de Montana (EE UU), en colaboración con la UNAM, encontró una asociación entre la concentración de partículas ultrafinas con la aparición del alzhéimer a temprana edad en Ciudad de México.

Los resultados del estudio concluyeron que, en comparación con los niños que viven con aire limpio, los de la capital del país “exhiben inflamación sistémica, cerebral e intratecal, déficits de memoria de atención y corto plazo, y otras condiciones que indican que esta parte del cerebro es blanco de la contaminación”. Esta inflamación cerebral se vincula con deficiencias cognitivas como la memoria reciente y el desarrollo de marcadores del alzhéimer.

  • El director de economía sectorial del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), Abraham Ortínez, reconoce que todo lo que no se hace en la parte preventiva para reducir las exposiciones de la población a los contaminantes se revierte en un costo mucho mayor para el sector salud.
  • Ortínez apunta a que desde el Instituto —que pertenece al Gobierno de Ciudad de México— se están tratando de trabajar de forma más cercana a la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) para armonizar los índices de calidad del aire y el protocolo de contingencia y ser más claros de “en qué momento hay riesgo”.

“Hay que reducir emisiones. Esta ciudad está generando muchos gases de efecto invernadero, seguimos en la línea del auto particular, hay un uso excesivo de la motorización y, por otro lado, falta más transporte público, porque hay una saturación de las líneas. Debemos conjuntar esfuerzos”, apunta Ortínez.

En la actualización de septiembre de 2021 de sus Guías de Calidad del Aire, 16 años después de la última revisión, la OMS redujo todavía más el límite de concentración de estas partículas. Sobre las PM₁₀ pasó de considerar aceptable un promedio al año de 20 microgramos por metro cúbico a solo 15.

  • En México el umbral está hasta 36, es decir más del doble, pero la realidad es que la media en 2021 fue de 55 microgramos y en 2022, hasta septiembre, superaba ya los 42. El exceso se repite con las PM₂,₅, la OMS considera buena la calidad del aire por debajo de cinco microgramos por metro cúbico y México cuadruplicó ese nivel: 20 microgramos tanto en 2021 como en lo que llevamos de año. De hecho, ningún año desde 2004, la concentración de partículas ultrafinas ha estado por debajo de 20.
  • Aunque la situación es alarmante en Ciudad de México, prácticamente solo el 1% de la ciudades consigue estar alineada con el nivel que marca la OMS y en América Latina y el Caribe, nueve de cada 10 personas viven en ciudades que no cumplen ni siquiera los niveles de 2005.

“Esas directrices de calidad del aire se ajustaron para mandar una señal de que ningún nivel de contaminación atmosférica, sobre todo de partículas finas, es inofensiva para la salud, todo tiene un impacto y de ahí la necesidad de reducir al máximo ese riesgo”, contextualiza Bizberg.

La OMS calcula que cada año la exposición a la contaminación del aire causa siete millones de muertes prematuras en el mundo, 320.000 en la región de Latinoamérica, 48.000 en México y entre 8.000 y 14.000 en la capital, según el índice Global Burden of Disease. Es el noveno factor de muerte prematura en México, además de la pérdida de otros tantos años de vida saludable. Para el organismo internacional la contaminación atmosférica se ha convertido en “la amenaza medioambiental más peligrosa para la salud humana”.

Solo hemos tenido 86 días de aire limpio en el Valle de México

De acuerdo con el monitoreo de la calidad del aire de la Ciudad de México, en lo que va de este 2022 solo hemos tenido 86 días de aire limpio en la Zona Metropolitana del Valle de México.

  • Esto significa que solo el 24% de los días está clasificado como limpio en cuestión de aire. Y hablar de limpio no significa que no hubo contaminación por completo, sino que los niveles de contaminantes no sobrepasaron los límites para la contingencia.

Los datos de la Dirección de Monitoreo Atmosférico, revela que en los 349 días que llevamos del 2022 solo hemos tenido 86 las limpios en la Zona Metropolitana del Valle de México.

La Zona Metropolitana del Valle de México es el área formada por la Ciudad de México y 60 municipios conurbados del Estado de México y algunos de Hidalgo.

  • Si solo hablamos de la Ciudad de México, hubieron 110 días limpios y 129 solo para el Estado de México.
  • De acuerdo con este monitoreo, en la Zona Metropolitana del Valle de México hubo 126 días con concentraciones de ozono menores a 90 partes por billón y 119 con concentraciones máximas de 65 partes por billón.
  • En la siguiente gráfica podemos observar los días que fueron catalogados como limpios por las bajas concentraciones de ozono, en este caso.

Si solo hablamos de ozono, por ejemplo, los meses que más altos niveles registran son abril y mayo los días sábados y domingos.

De igual forma, se activó 6 veces la fase 1 de la contingencia ambiental, lo que implicó la entrada en vigor del doble Hoy no Circula por algunas horas o por días completos.

¿Hubo más o menos contingencias que en años pasados?

De acuerdo con el gobierno de la Ciudad de México, en el 2022 fueron 6 contingencias ambientales en fase 1. En el 2021 fueron 4 contingencias, una local, en fase 1. En el 2020 solo hubo una contingencia y en 2019 fueron 6 en fase 1.

Contaminación ambiental causa 32 mil muertes anuales en México

Aunque la calidad del aire que se respira afecta la salud de toda la población, las personas con enfermedades respiratorias crónicas, como EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), son aún más vulnerables ante los altos niveles de contaminación ambiental, los cuales pueden producir una exacerbación del padecimiento.

  • De hecho, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la contaminación atmosférica es causante de millones de muertes prematuras al año en todo el mundo y de una cuarta parte de las muertes por EPOC. En el caso de México, se estima que al año mueren más de 32 mil personas por causas asociadas con mala calidad del aire, principalmente por el material particulado.

Es por ello que la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 7 de septiembre el Día Internacional del Aire Limpio Por un Cielo Azul con el fin de impulsar más esfuerzos para mejorar la calidad del aire y proteger la salud humana.

“Los altos niveles de contaminación ambiental son especialmente perjudiciales para las personas con enfermedades pulmonares crónicas, ya que influyen en la disminución de la función pulmonar, aumento de los síntomas respiratorios, exacerbaciones agudas de la EPOC, aparición de asma, más hospitalizaciones y aumento de la mortalidad respiratoria”, explicó la Dra. Bárbara Haro, gerente médico de la franquicia respiratoria de Boehringer Ingelheim México, Centroamérica y El Caribe.

  • En México, en especial en las grandes ciudades como la Ciudad de México y Guadalajara, la mala calidad del aire es una preocupación cotidiana. Tan sólo durante 2021, la CDMX registró tres contingencias y Guadalajara seis. Además, en lo que va del 2022, la capital ya suma cinco contingencias.

Para quienes padecen esta enfermedad, el correcto apego al tratamiento recomendado por el médico es crucial para preservar una función pulmonar óptima, mejorar los síntomas y prevenir futuras exacerbaciones, las cuales pueden ser letales. Durante 2019, se informó que este padecimiento se situó dentro de las primeras diez causas de muerte en México, con 23 mil 768 fallecimientos.

“Gracias a las innovaciones en los inhaladores, el tratamiento puede administrarse de manera más fácil y efectiva, ya que se aseguran que el medicamento llegue al sitio de acción, en el pulmón, con un menor esfuerzo de parte del paciente y de forma más directa”, explicó la Dra. Haro.

Para quienes padecen enfermedades respiratorias crónicas, la especialista recomienda seguir estos consejos para evitar exacerbaciones debido a la calidad del aire.

  • Usar cubrebocas: El uso de cubrebocas N95 o equivalente puede ser útil para evitar el efecto perjudicial de los contaminantes del aire ambiental, por lo que utilizarlas cuando se realicen actividades en el exterior ayuda a evitar exacerbaciones.
  • Contribuir a cuidar la calidad del aire: Acciones como compartir el automóvil con otra persona, reducir el consumo de electricidad, evitar cortar el césped o usar otro equipo de jardinería con combustible hasta las últimas horas de la tarde y no usar pinturas, solventes o barnices que produzcan gases contribuyen a que cuidar la limpieza del aire.

Otras enfermedades respiratorias, como el asma, también se pueden ver afectadas por los niveles de contaminación, así como otros padecimientos, como el infarto cerebral y la cardiopatía isquémica. Es por esto, que cuidar la calidad del aire se ha convertido en un esfuerzo en conjunto y en un problema de salud.

La Dra. Haro compartió también que, en este sentido y fieles a su compromiso como expertos en el área respiratoria por más de 100 años, la farmacéutica Boehringer Ingelheim México, desde 2015, lleva a cabo la iniciativa “Reforestar para Respirar”, en la que participan los colaboradores y sus familiares, y gracias a la cual se han plantado más de 56 mil árboles en toda la República Mexicana. “El esfuerzo se lleva a cabo no sólo en nuestra labor de hacer disponibles medicamentos innovadores en el campo de enfermedades respiratorias, sino también a través de la prevención de éstas en generaciones futuras a través de nuestras iniciativas de Desarrollo Sostenible”, explicó./Agencias-PUNTOporPUNTO

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