A casi ocho años de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, la llamada “verdad histórica” fue sepultada. Alejandro Encinas, presidente de la Comisión para la Verdad y el Acceso a la Justicia del caso, afirmó que la versión informada por Jesús Murillo Karam sobre lo que ocurrió la noche del 26 de septiembre con los jóvenes de la Escuela Rural Isidro Burgos no tiene ninguna coincidencia con lo que verdaderamente pasó: un crimen de Estado.
- El 26 de septiembre de aquel 2014, en punto de las 17:30 horas, el grupo de autogobierno tomó la decisión de enviar a seis grupos de alumnos para que secuestraran igual número de autobuses, toda vez que se requerían 15 unidades para transportar a todos los estudiantes a la manifestación conmemorativa de la masacre del 2 de octubre y sólo se contaba con nueve.
Los alumnos salieron de la normal y se dirigieron a la central de autobuses de Iguala, donde por la fuerza se apropiaron de las seis unidades: tres autobuses de la empresa Costa Line, marcados con los números económicos 2012, 2510 y 2513; dos de Estrella de Oro, con los números 1531 y 1568, y uno más de Estrella Roja, con el número económico 3278; estos hechos se registraron entre las 21:00 y las 21:30 horas de ese día.
- El error no calculado de los normalistas fue apropiarse de dos unidades “prohibidas”: al menos los camiones 1531 y 1568 eran utilizados por el grupo de los Guerreros Unidos para el trasiego de goma de opio y, en el momento en que los estudiantes se los llevaron, ya contenían la carga de estupefacientes, estimada en un mínimo de 23 kilogramos de goma de opio transportada en el camión 1531, y entre 50 y 60 kilogramos de la misma sustancia que iban ocultos en el compartimento de carga de la unidad 1568.
Desde la central de autobuses de Iguala se dio la voz de alerta al líder de los Guerreros Unidos, Sidronio Casarrubias Salgado, el Chino, avisándole del robo de las dos unidades en las que iba la carga de goma de opio. Se presume que el Chino pensó que el robo de las dos unidades —que su organización empleaba para el trasiego de drogas desde La Montaña hacia la Ciudad de México— había sido obra del grupo de Los Rojos, por lo que movilizó a sus aliados Los Pelones para recuperarlas y ejecutar a quienes se habían apoderado de ellas.
- El líder de Los Pelones en ese tiempo, Gildardo López Astudillo, el Gil, informó de lo sucedido a María de los Ángeles Pineda Villa, quien a su vez se lo comunicó a su esposo, el presidente municipal de Iguala, José Luis Abarca. El alcalde Abarca instruyó a Felipe Flores, director de la policía de ese municipio, para que se diera a la tarea de cazar a los secuestradores de los autobuses.
Cabe señalar que al frente del grupo de estudiantes que se adueñaron de los autobuses estaba Bernardo Flores Alcaraz, alias el Cochiloco, alumno de segundo grado que se desempeñaba como secretario del Comité de Lucha estudiantil de Ayotzinapa. A él y al también estudiante David Flores Maldonado, alias la Parka, la policía municipal de Iguala los consideraba colaboradores de Los Rojos, lo que aumentó la sospecha de que este grupo criminal se había llevado los autobuses.
- De ahí que el jefe policiaco de Iguala, Felipe Flores, solicitara el apoyo de elementos del 27º Batallón de Infantería de la SEDENA adscrito a Iguala, a cargo del coronel Álvaro Javier Juárez Vázquez, para que lo ayudaran en la búsqueda.
- De esa forma, entre las 21:40 y las 22:10 horas de esa noche del 26 de septiembre, patrullas del Ejército y de la policía municipal de Iguala detuvieron el convoy formado por los autobuses Costa Line 2012 y 2510, y Estrella de Oro 1568, sobre la esquina que forman las calles de Hermenegildo Galeana y Leandro Valle.
Al autobús Estrella de Oro 1531 lo detuvieron patrullas de la Policía Federal y de la policía municipal de Iguala justo debajo del puente conocido como “Del Chipote”, luego de haber circulado por la calle Juan N. Álvarez, donde dio vuelta a la derecha para incorporarse a la avenida Aldama y enfilar hacia la carretera federal Iguala-Chilpancingo, todavía dentro de la zona urbana de Iguala.
Después los estudiantes que viajaban en los camiones Costa Line 2012 y 2510 fueron liberados, mientras que los 43 que viajaban a bordo de los camiones Estrella de Oro 1531 y 1568 desaparecieron misteriosamente.
- De acuerdo con la versión de una fuente al interior del Cártel de La Familia Michoacana, a los estudiantes de estas dos últimas unidades los subieron a varias patrullas, tanto de la policía municipal de Iguala como de la Policía Federal y del Ejército, y los trasladaron a las instalaciones del 27º Batallón de Infantería de la SEDENA, donde presuntamente los torturaron, ejecutaron, y desaparecieron sus cuerpos.
Oficialmente, para el procurador Jesús Murillo Karam, la verdad histórica —con la que dio por terminada la investigación de ese episodio— fue que a los 43 estudiantes que desaparecieron esa madrugada los secuestraron elementos de la policía municipal de Iguala, dejando libres de señalamientos a los elementos de la Policía Federal y de la SEDENA que participaron en los hechos.
- Según la versión del entonces procurador Murillo —quien tuvo que renunciar al cargo el 27 de febrero de 2015 ante la presión de los padres de los muchachos desaparecidos—, una vez que fueron detenidos los 43 estudiantes que viajaban a bordo de los camiones 1531 y 1568 de la línea Estrella de Oro, la policía municipal los entregó a un grupo de sicarios de Guerreros Unidos, quienes los habrían llevado hasta el basurero municipal de Cocula, donde los ejecutaron e incineraron sus cuerpos y esparcieron sus cenizas en el río San Juan.
La «verdad histórica», primera versión del caso
Según la primera versión oficial de entonces, divulgada durante la presidencia de Enrique Peña Nieto, los desaparecidos fueron entregados aquella noche por policías municipales al grupo criminal Guerreros Unidos.
- De acuerdo a esta versión, miembros de Guerreros Unidos confundieron a los jóvenes con integrantes de los Rojos, una banda rival, y los asesinaron para después incinerarlos en el basurero municipal de Cocula en Guerrero.
- La investigación que llegó a estas conclusiones fue liderada por el ex procurador general de la República Jesús Murillo Karam y el jefe de investigación Tomás Zerón.
- Esta versión, titulada como «verdad histórica», apuntaba que los estudiantes no habían acudido a Iguala por los autobuses, sino que su propósito era boicotear un acto de María de los Ángeles Pineda Villa, esposa del entonces alcalde de la localidad José Luis Abarca Velázquez.
Abarca y Pineda se encuentran hoy en prisión y fueron acusados por el exfiscal Murillo Karam de estar detrás de la desaparición de los estudiantes y de colaborar con grupos criminales.
Sin embargo, esta «verdad histórica» fue puesta en duda desde el comienzo por familiares de víctimas, organismos nacionales e internacionales y la administración de AMLO que arrancó en 2018.
Cancelan la «verdad histórica»
Despues la versión fue desestimada por el Grupo Independiente de Expertos Internacionales (GIEI), que durante casi dos años analizó el expediente del caso y realizó su propia investigación.
- Y organizaciones como Amnistía Internacional estimaron que la «verdad histórica» no había «atendido adecuadamente la línea de investigación», demostrando la existencia de «una enorme red de complicidades que involucran a autoridades en todos los niveles del Estado mexicano».
- Desde el inicio de su mandato en 2018, AMLO se comprometió a «encontrar la verdad sobre la desaparición de los estudiantes» y a los pocos días anunció la creación de la Comisión de la Verdad del caso Ayotzinapa (CVAJ).
- En julio de 2020 la «verdad histórica» fue cancelada y el fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, solicitó la captura de 46 exfuncionarios bajo acusaciones de desaparición forzada y delincuencia organizada. Entre ellos, el jefe de la investigación Tomás Zerón, quien se encuentra fuera de México.
Contra algunas de estas personas existían elementos para presumir alguna responsabilidad en el caso Ayotzinapa, dijo entonces el fiscal Gertz.
- Pero en los casi seis años de la desaparición hasta entonces, los expedientes no se habían procesado.
- «Es necesario dejar muy claro que estos delitos no habían sido ni investigados ni judicializados en las diligencias que en su momento realizó la PGR», dijo el fiscal Gertz Manero.
- Ya en esta nueva etapa se descartó por completo la versión de que los estudiantes fueron incinerados.
¿Qué sepulta la verdad histórica?
La idea central que sepulta la llamada verdad histórica es que los estudiantes no fueron privados de su libertad, asesinados e incinerados en el basurero por elementos del Grupo Guerreros Unidos, sino que se trató de un crimen de Estado en el que intervinieron grupos de la delincuencia organizada con autoridades locales y federales.
- De acuerdo con Encinas, las autoridades estuvieron informadas de todo lo que sucedió la noche del 26 de septiembre de 2014 con los jóvenes desde la persecución, captura y desaparición de los estudiantes.
“Las omisiones en las que incurrió estas autoridades acreditan un nivel de responsabilidad, ya sea por acción, omisión o negligencia, porque de haber intervenido oportunamente, con la información que disponían, se hubiera impedido la desaparición y asesinato de los estudiantes”, afirmó.
La llamada verdad histórica atribuía al grupo Guerreros Unidos el asesinato de los jóvenes, sin embargo, una de las conclusiones de la comisión encabezada por Alejandro Encinas sostiene que hubo colusión e intervención de autoridades de distintos órdenes de gobierno con los policías municipales de Iguala, Cocula, Huitzuco, Tepecoacuilco y, con el grupo delictivo de Guerreros Unidos para la desaparición de los normalistas.
“El grupo delictivo actuó con un amplio número de sicarios y ‘halcones’ a partir de un mando central y al menos tres células de ‘halcones’ y sicarios con el apoyo de distintas policías municipales y agentes del estado”, dijo Encinas.
Un elemento central de la llamada “verdad histórica” refería que los jóvenes fueron quemados en el basurero de Cocula y sus restos arrojados al río. Sin embargo las conclusiones de la nueva investigación sostienen que tras ser capturados los estudiantes no estuvieron juntos.
“Tras la salida de la terminal de autobuses de Iguala, en ningún momento los estudiantes estuvieron juntos durante su desaparición. Nunca estuvieron los 43 en el basurero de Cocula, como lo vamos a demostrar”, refirió
¿Cómo se construyó la verdad histórica?
La llamada verdad histórica se construyó para ocultar verdad de los hechos, alterar las escenas del crimen, y proteger los vínculos de autoridades con delincuentes.
- De acuerdo con Alejandro Encinas, la verdad histórica se fundó a través de testimonios obtenidos a base de tortura y en la llamada de una persona dueña de una tienda que reportó un incendio en Cocula.
“La verdad histórica la definimos como el resultado de una acción concertada del aparato organizado del poder que se funda, primero, en la llamada de una persona propietaria de una tienda de abarrotes en las cercanías de Cocula e Iguala, en los interrogatorios obtenidos mediante tortura a 77 personajes que fueron liberados por ellos por un juez en Tamaulipas, en dos diligencias firmadas por una ministerio público federal que se encontraba en el mismo lugar y en la misma hora en Guerrero y en la Ciudad de México, y en la versión de la incineración de los estudiantes en el basurero de Cocula”, dijo.
AMLO desata una cacería por el «crimen de Estado» de Ayotzinapa
Tras la presentación del informe, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO) señaló que el caso de Ayotzinapa «no está cerrado» y «la Fiscalía va a seguir actuando, está procediendo, y también va a corresponder a los jueces y al Poder Judicial la impartición de la justicia», manifestó en su rueda de prensa matutina, realizada en Tijuana.
- A raíz de las conclusiones de la Comisión de la Verdad, la Fiscalía General de la República (FGR) informó este viernes de la detención del extitular de la extinta Procuraduría General de la República (PGR) Jesús Murillo Karam.
De acuerdo con las autoridades judiciales, su arresto se da por los delitos de desaparición forzada, tortura y contra la administración de justicia, en el caso «Ayotzinapa».
«El detenido ha sido trasladado a las instalaciones de la Fiscalía (en Tacubaya, en la Ciudad de México) para las certificaciones correspondientes; y enseguida será puesto a disposición de la autoridad judicial, en cumplimiento de la orden de captura señalada», agregó la FGR./PUNTOporPUNTO