Autoridades NO contemplaron la posibilidad de regular los servicios MÉDICOS privados y sus costos

Los profesionales de la salud son de los peores pagados, sobre todo, si se consideran los riesgos a los que están expuestos y los altos niveles de estrés a los que están sometidos.

La utilización de hospitales privados para la atención de la pandemia de Covid-19 se contempló en el plan oficial de preparación y respuesta a la emergencia, pero no fue una opción real porque se habrían tenido camas y equipos, pero sin el personal médico.

  • Aunque hubo un acuerdo con las asociaciones de nosocomios e incluso se establecieron tarifas por el uso de instalaciones, los doctores no son empleados de los hospitales privados, sino que rentan los consultorios. Utilizan quirófanos y camas de internamiento que son pagados por los pacientes, explicaron ejecutivos y funcionarios consultados.

No es como en otros países, donde los hospitales privados tienen médicos contratados y para los gobiernos fue factible “tomarlos” para hacer frente a la pandemia.

  • Información del Inegi señala que en 2019 había en el país 2 mil 855 camas en unidades médicas privadas, de las cuales 2 mil 577 son de hospitales generales, mientras en el sector público la Secretaría de Salud (Ssa) tiene un registro de 89 mil 538 camas de internamiento generales y de especialidad.

Ante este panorama, la posibilidad de regular los servicios médicos privados y sus costos ni siquiera se consideró. Las autoridades tenían el reto de completar las plantillas de personal médico –sobre todo especialistas en medicina crítica– y de enfermería, así como aumentarlas al mismo nivel de la reconversión hospitalaria en las diferentes instituciones públicas.

  • De todas maneras se firmó un acuerdo, Juntos por la Salud, por el cual los hospitales privados han atendido a personas que no tienen Covid-19. Han sido partos, cirugías de apéndice y vesícula, endoscopias, entre otros servicios. El objetivo ha sido liberar los espacios de los hospitales públicos que reciben a los afectados por el coronavirus.
  • Entre los empresarios “había ánimo de colaboración, pero también temor” de que el gobierno federal decidiera requisar o tomar para uso temporal y obligatorio sus inmuebles, por lo que preferían el acuerdo, señalaron los entrevistados.

La mayor parte de los servicios médicos privados han sido para derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Entre abril de 2020 y enero de 2021, 21 mil 614 pacientes fueron atendidos en algún hospital privado. Más de la mitad (13 mil 633) fueron partos y cesáreas. Solamente 19 personas fueron transferidas por Covid-19. En las áreas de terapia intensiva estuvieron 25 enfermos, de acuerdo con un informe del organismo.

  • En cuanto al sector público, el reto fue mayúsculo para garantizar que todos los enfermos tuvieran acceso a una cama de hospital. Como ya documentó el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, entre febrero y junio hicieron falta equipos para enfermos con falla respiratoria grave que requerían de un ventilador mecánico.

Está pendiente la revisión de lo que ocurrió en el rebrote de la epidemia a partir de octubre y los meses siguientes, cuando la cantidad de enfermos más que duplicó lo registrado en la primera curva epidémica.

Fueron frecuentes las noticias sobre familias que recorrieron clínicas públicas en busca de una cama de hospitalización sin éxito y otras que de antemano asumieron que no encontrarían lugar y se fueron a nosocomios privados, donde han tenido que cubrir los elevados costos del servicio.

México, falto de Centros de Salud y médicos

México enfrenta un serio déficit de médicos, lo cual se explica por la falta de infraestructura hospitalaria para preparar a los profesionales de la salud, así como por las limitadas fuentes de trabajo bien remuneradas, coinciden expertos en la materia.

Para Xavier Tello, consultor y analista en políticas públicas de Salud, es bastante claro lo que ocurre en el país en esa materia: “lo que no ha tenido México es infraestructura. Si tú no tienes más hospitales y no tienes hospitales de alta especialidad, no puedes formar médicos ni especialistas, así de simple”.

  • El especialista subraya que no es una cuestión de escuelas de medicina. Recuerda que, en muchos países, las grandes universidades tienen sus propios centros médicos, lo cual no ocurre en el país, salvó el Tecnológico de Monterrey, que hizo una alianza que le permitió disponer del Hospital Universitario en Nuevo León y ahí forma a sus profesionales.
  • El problema se agrava en la formación de cirujanos especializados, debido a la misma situación. Para formar especialistas en medicina se requieren hospitales de alta especialidad disponibles para ese propósito y no existen los suficientes, refiere el especialista.

Como no hemos tenido esa infraestructura tenemos pocas plazas para entrenar y eso origina que haya pocos médicos”.

Tello recalca que al país no le sirve de nada tener médicos que van a quedar desempleados y hay muchos en esa situación.

Formamos especialistas “a cuentagotas”

Por su parte José Luis Akaki, especialista en enfermedades respiratorias y docente de la Facultad Mexicana de Medicina, de la Universidad La Salle, expone que el problema se debe a que los especialistas se forman “a cuentagotas” debido a que hay muy pocos espacios para cursar una residencia médica.

  • Además, una vez que salen de la residencia, no tienen trabajo porque no los contratan, por ello muchos se van al extranjero o se van a los consultorios de farmacias donde su ganancia es de 30 pesos por paciente, pero tienen la obligación de recetar por lo menos tres medicamentos, los necesite o no el paciente, porque el negocio de las farmacias es precisamente vender medicinas.

Destaca que, generalmente los médicos que están en esos lugares son los que pudieron entrar a la especialidad. Y, coincidió con Tello que existen escuelas de medicina que no tienen un buen nivel en la calidad de su enseñanza.

Dice que el Examen Nacional de Residencias Médicas, en realidad funciona como un gran filtro, en teoría para seleccionar a los mejores sustentantes, pero también quedan fuera personas con buenas aptitudes.

En su opinión la salida al déficit de médicos en el país es que las universidades abran sus plantillas, mejoren sus programas para que haya más buenos médicos, lo cual implica tener mejores maestros e instalaciones, así como que haya más hospitales donde sean entrenados y una vez que egresen haya plazas de trabajo para ofrecerles.

Son de los peores pagados, si se consideran los riesgos que enfrentan

Elena López Gavito, expresidente de la Asociación Mexicana de Cirugía General, considera que el perfil de los egresados de medicina en México es bastante bueno, pero lo que sucede es que no hay la suficiente oferta de plazas.

Lo que se requiere, señala, es que haya mejores condiciones de trabajo, lo cual implica desaparecer las contrataciones eventuales que no les da derecho a las prestaciones de ley.

  • Subraya que, ante la precariedad laboral que padecen los profesionales de la salud en México, muchos médicos se ven obligados a trabajar en dos o más lugares para incrementar sus los ingresos.
  • “Lo que se requiere son oportunidades de trabajo a la altura del nivel de preparación que tienen”, remarca.
  • Subraya que los profesionales de la salud son de los peores pagados, sobre todo, si se consideran los riesgos a los que están expuestos y los altos niveles de estrés a los que están sometidos.

A diferencia de otras áreas del conocimiento, un médico requiere prepararse mucho más allá de la licenciatura. “Requieres hacerte experto en una de las grandes áreas, por ello, son necesarias las especialidades./Agencias-PUNTOporPUNTO

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