A unas semanas de que inicie la revisión salarial, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) anticipa que el aumento para 2021 no será de la magnitud que se observó en los años recientes.
Desde 2017, representantes de los trabajadores, patrones y el gobierno, representados en la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami), pactaron, por primera vez en al menos dos décadas incrementos por arriba de la inflación al pasar de 73.04 pesos diarios en 2016, a 123.22 pesos.
- Así, el incremento sólo en este año fue de 20 por ciento. “Desafortunadamente no podemos esperar propuestas similares como las que se hicieron el año pasado. Es difícil que para 2021 vayamos a tomar una decisión similar (…).
- No nos esperábamos que fuera tan grave la situación sanitaria y el impacto que tendría en micro, medianas y grandes empresas”, adelantó Lorenzo Roel Hernández, consejero Delegado para Asuntos de OITOTE de la Coparmex.
- Un incremento similar al de este 2020 provocaría mayor desempleo, dijo a El Sol de México.
En la negociación, que está prevista para la última semana de noviembre, se tiene que considerar la inflación, la pérdida de empleos y las dificultades que tienen las empresas. «Lo más importante que se debe considerar es recuperar la economía”, señaló.
- El consejero de la Coparmex aclaró que la decisión sobre el alza no es del Ejecutivo federal. Quien hace la petición es el sector obrero y a partir de dicha propuesta inicia la negociación para finalmente anunciar el acuerdo a mediados de diciembre.
- Tras dos años de aumentos significativos al salario mínimo, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) prevé que para 2021 no haya un aumento al salario similar al de años anteriores.
“Desafortunadamente no podemos esperar propuestas similares como las que se hicieron el año pasado. Es difícil que para 2021 vayamos a tomar una decisión similar, la verdad no nos esperábamos que fuera tan grave la situación sanitaria y el impacto que tendría a micro, medianas y grandes empresas”, adelantó Lorenzo Roel Hernández, consejero Delegado para Asuntos de OIT-OIE de la Coparmex.
Aunque todavía no hay una propuesta de porcentaje ni una cantidad del Monto Independiente de Recuperación (MIR), Roel Hernández explicó que si se tomara una decisión similar a la que entró en vigor en enero de este año, se podría impactar “más fuerte” a las empresas. “Se podría provocar un mayor desempleo”, advirtió Roel.
- La Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami), integrada por sindicatos, el sector patronal y el Gobierno, estableció en 2019 un aumento de l6 por ciento, mientras que para este año fue de 20 por ciento.
- En declaraciones reiteró la preocupación por parte de la Coparmex respecto a las pérdidas de empleo, “es algo de lo que tenemos que estar conscientes en la Comisión y esperemos que nuestro país se recupere en la parte económica”.
Señaló que, en la mesa de negociaciones para el aumento salarial, se tienen que considerar los temas inflacionarios, la problemática de la pérdida de empleos, así como la que tienen las empresas con el proceso de reinicio de actividades.
“Todavía siguen muchos sectores con poco trabajo y con baja generación económica. Por lo tanto, tenemos un problema grave en la no generación de empleo. Lo más importante que se debe considerar es recuperar la economía”, señaló.
- Dijo que lo primordial es la economía que puedan tener las empresas para resistir cualquier aumento y un “sinnúmero de implicaciones económicas que puedan surgir con un incremento”.
- El aumento a los salarios mínimos es producto de un acuerdo entre sindicatos, el sector patronal, liderado por la Coparmex, y el Gobierno, por lo que el consejero delegado de la Confederación señaló que la propuesta de aumento no la da el Ejecutivo, pues explicó que regularmente quien hace la petición es el sector obrero y a partir de dicha propuesta se inician las negociaciones.
“Se toman las decisiones a partir de pláticas y análisis”, destacó Lorenzo Roel.
Este viernes, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció en su conferencia matinal que habrá un aumento al salario mínimo, aunque no precisó el porcentaje de éste.
- En 26 años, el salario mínimo real (el aumento menos la inflación) avanzó 5 pesos, pese a que México lleva dos años implementando incrementos superiores a la inflación como parte de una discusión iniciada desde hace varios años atrás.
- De acuerdo con cifras del Segundo Informe de Gobierno, entre 1994 y 2020 el salario mínimo en términos reales aumentó 5 pesos, al pasar de 103.4 pesos a 118.92 pesos diarios.
Bajo este contexto y en medio de la crisis sanitaria, el último jueves de noviembre, el órgano tripartito iniciará el proceso de negociación, para que a mediados de diciembre emitan el resultado de dicho análisis.
Los posibles efectos de un aumento al salario mínimo
Durante la conferencia matutina diaria, Andrés Manuel López Obrador, jefe del Ejecutivo, anunció que para 2021 habría un aumento del salario mínimo. Por más esperanzador que suene esto, en términos reales, ¿cuáles son las consecuencias de esta acción?
- De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), un salario mínimo es “la cuantía mínima de remuneración que un empleador está obligado a pagar a sus asalariados por el trabajo que éstos hayan efectuado durante un período determinado, cuantía que no puede ser rebajada ni en virtud de un convenio colectivo ni de un acuerdo individual.”
Esta lógica indica que esta cantidad sólo debe aumentar. Sin embargo, estas decisiones pueden tener repercusiones, tanto positivas como negativas, en las economías en las que se apliquen dichas medidas.
La más lógica sería en las economías de los trabajadores, las cuales se rigen bajo una sencilla premisa: entre más salario, más ganancia, pero puede no ser del todo cierto.
Por ejemplo, el reconocido “Efecto faro” es uno de los más importantes a la hora de considerar un aumento del salario mínimo. Es descrito como “el traspaso que tienen los aumentos al salario mínimo sobre el resto de la distribución salarial, en especial sobre los ingresos de los trabajadores cuyo salario está por encima de dicho indicador”.
- Esto quiere decir que si se aumenta el SMGN, se tienen que incrementar otros salarios y precios. De acuerdo con el Banco de México, esta nueva distribución salarial puede inducir a las empresas a subir los precios de sus productos, debido al alza de los costos laborales y al aumento indirecto en precios de bienes y servicios inmediatos.
- Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), si ambos crecimientos se realizan, en salario y en precios, no existiría un beneficio para los trabajadores, sino todo lo contrario, habría otras desventajas.
De acuerdo con Raymundo Campos, en su artículo “El salario mínimo y el empleo: Evidencia internacional y posibles impactos para el caso mexicano”, publicado en el volumen 12 de la revista Economía UNAM, dice que las empresas pueden tomar otros caminos para reducir el impacto de la inflación en salarios.
Entre las decisiones que pueden tomar están elegir los salarios que los trabajadores pueden tener, lo cual incluye aumentar o reducir; también pueden disminuir sus gastos de operación: en publicidad para llenar vacantes, gastos por pérdidas de operación al no llenar vacantes, gastos de entrenamiento, entre otros.
- Aunque también existe otro escenario: la pérdida de empleo. Para la CEPAL, el argumento es muy simple: «Un salario mínimo más alto simplemente llevaría a las empresas a demandar (y por lo tanto, a contratar) menos trabajadores»
- A pesar de eso, la CEPAL otorgó una solución para evitar resultados adversos en la economía, el cual consiste en realizar incrementos “modestos”, esto con el fin de no desestabilizar las economías locales y personales.
El tema es muy importante para organizaciones internacionales, como la OIT, quien menciona que seguir los efectos del salario mínimo “es un elemento clave de todo sistema basado en datos fácticos”, ya que no sólo tiene repercusiones en los bolsillos de quien recibe este monto, sino en un sinfín de variables económicas y sociales de la entidad.
“Las autoridades y los interlocutores sociales deberían tener acceso a los estudios sobre los efectos de los salarios mínimos en variables tales como los salarios en general, el empleo, la actividad económica informal, las horas de trabajo, las diferencias salariales en función del género, la desigualdad del ingreso o la pobreza. En los estudios también se deberían observar los efectos sobre los precios y sobre los diferentes elementos de la demanda agregada, con inclusión del consumo de los hogares, la inversión o la competitividad de las exportaciones”, se lee en su página de internet.
En 1970, la OIT, durante su Conferencia General, otorgó ciertos criterios para determinar el nivel de los salarios mínimos, los cuales son:
- Las necesidades de los trabajadores y de sus familias
- El nivel general de salarios en el país
- El costo de la vida y sus variaciones
- Las prestaciones de seguridad social
- El nivel de vida relativo de otros grupos sociales
- Los factores económicos, incluidos los requerimientos del desarrollo económico, la productividad y la conveniencia de alcanzar y mantener un alto nivel de empleo
Ante esto, también recomendó que dicha decisión se debería pactar con base en una decisión colectiva. Este escenario ideal es mínimo, pues los convenios se deberían aplicar a más del 90% de los trabajadores pero esta cobertura es insuficiente en la mayoría de los países./Agencias-PUNTOporPUNTO