El número de tomas clandestinas realizadas a los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) aumentó en el primer cuatrimestre del año 9.5%, en comparación con el mismo periodo del 2020, según muestran los datos de la empresa estatal.
- Las cifras de la petrolera nacional indican que entre enero y abril pasado se registraron 3,759 tomas clandestinas a ductos de Pemex, mientras que para el mismo periodo, pero del 2020, fueron 3,430.
- Para el primer cuatrimestre del 2021, las tomas clandestinas a los ductos de Pemex que transportan gasolinas se han registrado en 22 estados del país.
- No obstante, cinco entidades concentran 83.9% de las tomas en los primeros cuatro meses del año: Hidalgo (1,563); Puebla (894); México (477); Guanajuato (117) y Tlaxcala (105).
Hidalgo, Puebla y el Estado de México, que lideran como las entidades en el número de tomas clandestinas ocuparon, el año pasado, también los tres primeros puestos, en el mismo orden.
Para este año, Hidalgo y Puebla, específicamente, presentan un aumento en el número de tomas clandestinas realizadas a los ductos de la paraestatal.
- En el caso de Hidalgo, de enero a abril del 2020, Pemex registró 1,187 tomas ilegales; para el mismo periodo de este año suman 1,563, es decir, un alza de 31.6 por ciento.
- El aumento en el robo de combustibles ha sido constatado por los operativos que realizan las mismas autoridades. Por ejemplo, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) informó que, junto a personal de la Fiscalía General de la República, la Guardia Nacional y Pemex, entre el 27 de enero al 22 de febrero pasado, se habían recuperado 590,000 litros de hidrocarburo en la entidad.
Por su parte, en el caso de Puebla, las cifra de tomas ilegales pasó de 632 a 894, en los mismos periodos de comparación, equivalente a un aumento de 41.4 por ciento.
Pérdidas al alza
De acuerdo con el último reporte sobre cifras de incidencia delictiva, presentado por las autoridades en seguridad el pasado lunes, para enero de este año, en promedio 4,600 barriles diarios de combustible fueron desviados (robados).
Para febrero, la cantidad promedio bajó a 4,000; un mes después, para marzo, el promedio se ubicó en 3,400.
- No obstante, para abril pasado, el número de barriles diarios promedio desviados de los ductos de la paraestatal subió a 4,500; misma cantidad que se presentó en el mes de mayo.
- Mientras que para los primeros 14 días de junio, Pemex estimó un promedio de 4,700 barriles de combustible diarios desviados.
Cabe mencionar que, de acuerdo, con los datos del gobierno federal, un barril de combustible equivale a unos 158 litros.
- En ese contexto, por ejemplo, para los primeros 14 días de junio han sido desviados en promedio 742,600 litros de combustible.
Empleados coludidos
En los reportes trimestrales del 2020 e inicio del 2021 que Pemex ha presentado a la Bolsa Mexicana de Valores, la paraestatal es constante en su advertencia de que entre los riesgos que afronta como empresa está el huachicoleo, actividad con la cual, reconoce, pueden estar coludidos sus empleados.
- Para el primer reporte de este año destaca, a su vez, que entre el 2019 y el 2020, el número de tomas clandestinas a sus ductos creció 19.1 por ciento.
“Pemex ha experimentado un incremento en el mercado ilícito de los combustibles que produce y en las tomas de sus ductos, lo que ha resultado en explosiones, daños materiales y ambientales, lesiones y pérdida de vidas, así como pérdidas de ingresos por los productos robados.
“En 2020 y 2019, Pemex descubrió 11,022 y 13,137, tomas ilícitas en ductos. Pemex está también sujeto al riesgo de que algunos de sus empleados puedan, o sea percibido de que podrían, estar participando en el mercado ilícito de combustibles”, indicó en su reporte del primer trimestre del 2021.
Los sofisticados túneles de los huachicoleros en México
Tras el descubrimiento de varios sofisticados túneles para la extracción ilegal de combustible que llevaban a dos bodegas clandestinas, es claro que entre más soterradas más contundentes son las redes de huachicoleo en México.
- Las autoridades descubrieron los depósitos, apilados con cientos de contenedores plásticos para el acopio de combustible robado, luego de denuncias de un escape de combustible en Ecatepec de Morelos, populoso barrio periférico al norte de Ciudad de México, según información de La Jornada. Las bodegas también contenían maquinaria de perforación, tanques metálicos y mangueras, como lo relató Javier González del Villar, director logístico de la petrolera estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), en conferencia de prensa el 1 de abril.
- Más adelante, se descubrieron al menos cuatro túneles más. Estos llevaban hasta tomas ilegales en oleoductos cercanos. La reciente fuga de gasolina venía de una toma que se dejó abierta tras el colapso de uno de los túneles, lo que obligó a huir a quienes se encontraban en él.
A comienzos de abril se descubrió un túnel similar de 50 metros en Santa Catarina, estado de Nuevo León. En el último año, las autoridades han observado un incremento en el uso de infraestructura subterránea para la sustracción de combustible, en especial en los estados de Guanajuato, Hidalgo, Nuevo León y Puebla.
Aunque en toda su existencia, las redes de huachicoleo no han dejado de buscar nuevas maneras de extraer el combustible de los oleoductos en México, la escala y sofisticación de esta operación subterránea no tiene precedentes.
Recientemente se han usado mangueras enterradas para eludir la vigilancia alrededor de los ductos, pero los túneles construidos exclusivamente para usarse en el huachicoleo bajo tierra emulan los usados por los grandes carteles de narcotráfico.
- González del Villar declaró en su conferencia de prensa que los túneles tenían electricidad y ventilación y que estaban apuntalados con tablas y tablones de madera. Los describió como “perfectamente construidos”.
- Los ladrones de combustible, conocidos localmente como huachicoleros, han usado argucias tecnológicas para evadir la detección. Por ejemplo, en varias ocasiones los huachicoleros han empleado dos tomas para evadir los manómetros usados para detectar tomas clandestinas. Mientras una toma succiona combustible, la otra inyecta agua con ayuda de un compresor para evitar activar las alarmas que monitorean las caídas de presión.
Es posible que esas hayan sido las tácticas usadas por esta red subterránea. Pero es poco probable que la gran cantidad de gasolina robada —suficiente para llenar depósitos enteros— fuera posible sin una cuota de corrupción oficial.
Más allá de las capacidades técnicas y la infraestructura, la red tenía el dinero y el personal suficiente para manejar la operación, que, en palabras de los representantes del gobierno, tenía una “escala industrial”. Además se habrían requerido capacidades logísticas y conexiones para el transporte del huachicol.
- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, declaró la lucha contra el robo de combustible una prioridad de su administración, y ha cantado victoria prematuramente con las medidas tomadas contra los huachicoleros y la mejor vigilancia de los oleoductos. Según cifras de Pemex citadas por La Jornada, el número de barriles robados diariamente ha caído en cerca de un 80 por ciento desde que López Obrador asumió el poder —de 74.000 barriles en diciembre de 2018 a poco más de 5.600 en diciembre de 2020.
López Obrador está en lo cierto al afirmar que aquellos tiempos en que se drenaban los oleoductos en frente de todos y las tomas ilegales estaban a la vista parecen cosa del pasado. Pero el hallazgo de esta operación subterránea indica que las sofisticadas redes no se dejan amedrentar, ante las ingentes ganancias que aún pueden lograrse./Agencias-PUNTOporPUNTO