La Agencia Internacional de Energía (AIE) estima que para 2030 la generación de energía renovable, principalmente eólica y solar, en América Latina y El Caribe se duplique y para 2050 alcance el 40 por ciento de la generación total en la región.
Para los mismos periodos, por su parte, la participación de los combustibles fósiles caerá del 67 por ciento actual a 63 en los próximos siete años y llegue a 54 por ciento para 2050.
- En su más reciente informe sobre las perspectivas energéticas en la región, “Perspectivas energéticas de América Latina 2023”, la Agencia expone que, en general, las fuentes de generación renovables superan el crecimiento de la demanda eléctrica para 2030 y 2050.
La Agencia plantea TRES ESCENARIOS:
- El PRIMERO, Escenario de Políticas Declaradas (STEPS), refleja la configuración de políticas actuales. El SEGUNDO (Escenario de Promesas Anunciadas, APS) supone que todas las promesas y objetivos se logran en su totalidad y a tiempo, incluidos los objetivos climáticos establecidos por las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional.
Asimismo, el APS refleja los compromisos de emisiones netas cero asumidos por 16 países –Antigua y Barbuda, Argentina, Barbados, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Dominica, República Dominicana, Granada, Guyana, Jamaica, Panamá, Perú, Surinam y Uruguay– que en conjunto cubren 60 por ciento de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) relacionadas con la energía y dos tercios del PIB de la región.
- El TERCER Escenario de Emisiones Netas Cero para 2050 (NZE) establece un camino para descarbonizar el sistema energético global para mediados de siglo.
Destaca que la energía hidroeléctrica ha sido la base del suministro eléctrico de la región durante décadas y hoy proporciona la mayor parte de la electricidad en Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Panamá, Paraguay y Venezuela.
Sin embargo, aun cuando las perspectivas de crecimiento de la hidroeléctrica son más limitadas en el futuro debido a preocupaciones ambientales y sociales, representa una enorme fuente de flexibilidad, por lo que será fundamental en la medida en que la participación de la solar fotovoltaica y la eólica se duplique para 2030, desde el 11 por ciento actual, y alcance el 40 por ciento para 2050.
Al respecto, asegura que Brasil, México, Chile y Argentina están liderando el camino en el desarrollo de la energía solar fotovoltaica y la eólica.
En su caso, el gas natural seguirá generando alrededor de una cuarta parte de la electricidad hasta 2030, mientras que el carbón y el petróleo disminuirán rápidamente.
- Según las proyecciones de la AIE, se experimentará un crecimiento económico en la región de América Latina y El Caribe para la próxima década de más del doble de la tasa de desarrollo económico observado en la década pasada.
- Lo anterior, en la medida en que los países fortalezcan sus sectores industrial y de servicios, se concentren en productos de mayor valor y aprovechen los vastos recursos energéticos y minerales, lo que, a su vez, también impulsará la competitividad económica de los sectores intensivos en energía.
- Por estos factores, la demanda de electricidad crecerá 90 por ciento hasta 2050 con las políticas actuales y un 180 por ciento si se cumplen todos los compromisos y objetivos, lo que duplica la proporción de electricidad en el consumo final total.
Se reduce demanda de fósiles
En su estudio, la AIE prevé que, al tiempo que la demanda total de energía supere el crecimiento de los combustibles fósiles, su participación en la combinación energética caerá del 67 por ciento actual al 63 por ciento en 2030 y al 54 por ciento en 2050.
- Apuntó que en este camino, el uso del petróleo experimentará un crecimiento modesto y seguirá siendo de lejos el combustible dominante en el transporte, por un mayor uso de biocombustibles y de que los vehículos eléctricos están ganando terreno.
- Igualmente, el gas natural también continuará creciendo, con una nueva demanda de la industria que produce productos químicos, hierro y acero en México, Argentina y Brasil, que se sumará al creciente uso en el transporte y la construcción, y una demanda estable en el sector eléctrico.
- El carbón seguirá representando una pequeña parte de la combinación energética de la región a medida que disminuya su demanda, con reducciones en el sector eléctrico en Chile, Brasil y México compensadas en parte por un mayor uso en la industria.
México tiene pendientes proyectos de generación de energía eólica
Actualmente, están detenidos proyectos de energía eólica en el País por 5 mil megawatts (MW), que en conjunto representan inversiones superiores a los 5 mil millones de dólares.
- De acuerdo con Gerardo Pérez Guerra, presidente de la Asociación Mexicana de Energía Eólica (Amdee), el freno se debe a la parálisis de las autoridades para dar luz verde a los distintos trámites que permitirían a dichos proyectos continuar con su desarrollo o iniciar operaciones.
- ”Hoy por hoy, la inversión, por lo menos en los proyectos de gran escala, está en pausa en este momento porque no se ha podido hacer nada”, señaló Pérez Guerra en reunión con medios de comunicación.
Detalló que hay 28 proyectos que se encuentran en distintas etapas de desarrollo y que, de consolidarse, podrían ayudar a incrementar la disponibilidad de energía limpia en el País.
- Destacó que además hay siete proyectos, equivalentes a 800 megawatts, que ya se encuentran totalmente construidos y que sólo están a la espera de resolver diversos trámites para operar.
- De esos siete, hay tres centrales (equivalentes a 300 MW) que podrían entrar en operación durante los próximos 3 meses, pues ya lograron que les fuera aprobada la modificación de la fecha de entrada en operación comercial.
- Las otras cuatro centrales restantes (500 MW) siguen sin obtener la resolución de sus permisos o solicitudes, como la modificación de fecha de entrada en operación o de interconexión a la red.
Héctor Treviño, director ejecutivo de la Amdee agregó los proyectos eólicos también se enfrentan a la saturación y falta de reforzamiento en las redes eléctricas para poderse subir a la red.
Empresas abandonarían México por falta de energías renovables
- Amdee alertó que muchas empresas que llegan a México por el fenómeno de relocalización de cadenas de valor – conocido como nearshoring- podrían dejar el país en caso de no incrementarse la capacidad energética con fuentes renovables.
- “El recurso más importante es la energía. Si no hay forma de suministrar energía renovable a las empresas que lleguen al país, no creo que muchas se vayan a quedar”, Gerardo Pérez Guerra, expuso el presidente de la AMDEE.
El líder de la asociación en el país señaló que la demanda máxima de electricidad en el país creció un 9.2 por ciento, lo que consideró “sin precedentes”.
Esto supone retos técnicos en generación, transmisión y distribución Lo anterior, aseguró, supone retos técnicos en generación, transmisión y distribución.
Los 10 obstáculos que frenan la transición a energías limpias en México
La Secretaría de Energía (Sener) actualizó la Estrategia de Transición para Promover el Uso de Tecnologías y Combustibles más Limpios . El proyecto dicta las directrices gubernamentales a seguir para acelerar la transición energética en México, uno de los 15 mayores emisores de gases de efecto invernadero a nivel mundial.
- Las modificaciones aprobadas fueron publicadas en el Diario Oficial de la Federación y anticipan que no será hasta 2027 cuando la nación tenga las condiciones adecuadas para que sea “más viable” aumentar la generación de energía eléctrica a partir de fuentes limpias y en línea con los compromisos medioambientales que tiene el país. El proyecto marca la ruta que el Estado pretende seguir hasta 2037 para aumentar su capacidad de generación eléctrica a partir de sistemas amigables con el medio ambiente.
Según el documento, para establecer una matriz de generación eléctrica que dé viabilidad a las metas de energías limpias, es necesario considerar las capacidades adicionales establecidas en el Programa Indicativo para la Instalación y Retiro de Centrales Eléctricas (PIIRCE), plataforma que dicta los requerimientos de capacidad de generación para satisfacer la demanda de energía eléctrica y cumplir con las metas de energías sostenibles.
- El PIIRCE establece que es necesario instalar, entre 2023 y 2026, una infraestructura combinada entre tecnologías limpias prioritarias y convencionales para alcanzar una capacidad de 8,858 megavatios (MW).
- A corto plazo esto evitaría cortes de energía eléctrica, sobre todo en las penínsulas del país. Entre las fuentes energéticas consideradas se encuentran mecanismos de ciclos combinados, combustión interna, turbogás, hidroeléctricos, solares fotovoltaicos, bancos de baterías y soluciones de geotermoeléctrica.
- Durante el periodo estimado, las energías convencionales (turbogás, combustión interna y ciclo combinado) serán las predominantes al generar un 84.6% de los 8,858 MW requeridos. Las energías limpias representarán sólo el 15.4%.
“Este primer bloque considera la problemática actual en la operación Sistema Eléctrico Nacional (SEN) y la actualización para mantener su eficiencia, calidad, confiabilidad, continuidad, seguridad y sustentabilidad”, advierte el documento. Durante los próximos dos años, sólo se consideran los proyectos firmes con contrato de interconexión y los aquellos calificados como estratégicos en términos de infraestructura para cumplir con la política energética nacional del Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2019-2024. No será hasta 2027 cuando las autoridades mexicanas comiencen a integrar propuestas limpias que garanticen el suministro eléctrico efectivo, seguro y asequible del SEN.
Los esfuerzos de México para acelerar la adopción de energías verdes están por debajo de la media mundial, según las conclusiones del Energy Transition Index (ETI) del Foro Económico Mundial (WEF, por su sigla en inglés). La nación apenas cumple el 54.1% de las metas establecidas por el organismo en el combate al cambio climático.
De acuerdo con el Centro de Control de Energía existen al menos 10 barreras que frenan la implementación de energías verdes en México:
1. Viabilidad de uso del recurso
Las fuentes de energía renovables dependen de la disponibilidad de recursos que varía a lo largo del día y de las temporadas. Bajo este esquema es difícil modelar un sistema que sea capaz de cubrir las necesidades energéticas del país.
2. Diseño de infraestructura
El sistema energético no está habilitado para facilitar la integración de las tecnologías de energías limpias con el sistema establecido en la actualidad. Las nuevas tecnologías suelen chocar entre sí, según la actualización.
3. Factor de planta bajo
El factor de planta es una medida de la eficiencia de una central eléctrica. Se define como la relación entre la energía generada por la central durante un período determinado y la energía que podría haber generado si hubiera trabajado a plena carga durante ese mismo período.
Las tecnologías renovables, como la energía solar y la eólica, tienen un factor de planta bajo en comparación con las tecnologías convencionales, como las centrales térmicas. Esto se debe a que las tecnologías renovables están sujetas a las condiciones climáticas, que pueden variar a lo largo del día y de las temporadas.
4. Conexión a la red eléctrica
Derivado de las condiciones de variabilidad y la necesidad de asegurar la confiabilidad de entrega del recurso eléctrico, en su estado actual, las fuentes de energía renovables no pueden asegurar el abastecimiento sin involucrar un sistema de almacenamiento.
5. Transmisión y distribución de energía
La capacidad de transmisión requiere inversiones constantes en rehabilitación, junto con innovación tecnológica para el establecimiento de redes inteligentes.
6. Retos económicos
Las energías limpias presentan un alto costo inicial asociado a su infraestructura y maquinaria,. Requieren de una inversión adicional para compensar la intermitencia. Es necesario encontrar un equilibrio entre eficiencia y precio.
7. Medio ambiente
Es vital tener en cuenta las materias primas involucradas en las fuentes de energía limpia. “tanto cuando se fabrican, como en los efectos en la proveeduría y cuando termina su vida útil”.
8. Factor social y uso de terreno
La instalación de su infraestructura solar o eólica, por ejemplo, afecta a los habitantes de las zonas y terrenos circundantes. “También hay que incluir el impacto visual de este tipo de tecnologías, así como, considerar los aspectos: social, cultural y de comportamiento, tradiciones y dispersión de la población”, dicta el informe.
9. Política legal y regulatoria
“Sin nuevas políticas ambientales, legales y fiscales que incentiven a las compañías a reemplazar tecnologías antiguas por limpias, el ‘choque de intereses’ provoca el retraso en el desarrollo de nuevas fuentes de energías”
10. Capital Humano
La carencia de instituciones profesionales y capacidad institucional limitada para formar profesionistas con las capacidades necesarias para abordar transición es una problemática./Agencias-PUNTOporPUNTO