América Latina y el Caribe ha sido la más golpeada por Covid-19 tanto en términos de salud como económicos, en ella la mayoría de los países no volverán a registrar la actividad económica que tenían previo a la pandemia sino hasta 2023 y el ingreso por habitante se recuperará hasta 2025, “más tarde que en cualquier otra región”, señaló el Fondo Monetario Internacional (FMI).
- El costo humano es evidente: con apenas 8.2 por ciento de la población mundial, la región tenía al cierre de septiembre 28 por ciento de los casos y 34 por ciento de las muertes por esta pandemia, ampliaron Samuel Pienknagura, Jorge Roldós, y Alejandro Werner, economista, subdirector y director, respectivamente, del Departamento del Hemisferio Occidental del organismo.
- Dos características estructurales de las economías de América Latina y el Caribe, sumadas a la menor actividad comercial y financiera que acarreó la pandemia, contribuyeron al “colapso histórico de la actividad”, abundó el FMI.
La primera es que casi 45 por ciento de los trabajos se encuentran en sectores de contacto intensivo como restaurantes, tiendas minoristas o transporte público. La segunda es que uno de cada cinco trabajos se puede realizar de forma remota. Ambos parámetros en economías emergentes son de 30 y 26 por ciento, respectivamente.
- Con prácticamente la mitad de su fuerza de trabajo en empleos que requieren contacto intensivo, el empleo se ha hundido más que la actividad económica, advirtió el organismo. En el segundo trimestre, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú perdieron en conjunto 30 millones de puestos de trabajo, en particular los que ocupan mujeres, jóvenes y quienes tienen un bajo nivel educativo.
“Algunas pérdidas de empleo pueden volverse permanentes, reduciendo el crecimiento potencial, especialmente donde el apoyo fiscal ha sido tímido”. Y, aunque se recuperaran plazas a medida que se reabre la economía, “las estimaciones actuales apuntan a pérdidas de ingresos duraderas, lo que podría revertir algunos de los avances sociales logrados hasta 2015”, agregó el FMI.
Subrayó que en adelante las políticas públicas deben seguir centradas en contener la pandemia, evitar la retirada prematura del apoyo fiscal, en caso de ampliarlo que se ciña a compromisos explícitos y cualquier programa de apoyo adicional atarlo a compromisos de consolidación fiscal en el mediano plazo.
Así como promover reformas estructurales fiscales que apunten a mejorar los estabilizadores automáticos, las redes de seguridad social y el acceso a la salud y la educación, sin dejar de lado la inversión pública.
Reportó que la proporción de deuda corporativa en riesgo se ha duplicado de 14 por ciento en diciembre pasado a 29 por ciento en junio, con el riesgo de que siga aumentando el próximo año. Por ende, “la reestructuración de la deuda será fundamental para recuperar la salud financiera de empresas viables”; para las demás llamó a “marcos de quiebras eficientes y equitativos que distribuyan las pérdidas entre inversores, acreedores, propietarios, trabajadores y el gobierno”.
2020-2021, el bienio del ‘horror’ para la economía mexicana
La economía mexicana, con una contracción de 9.0 por ciento en el 2020, tendrá en 2020-2021 un periodo muy malo y será una de las más afectadas en la región, dijo Alejandro Werner Wainfeld, director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Esto, tomando en cuenta que México se está beneficiando ya de la recuperación del sector manufacturero en Estados Unidos, de la recuperación de las ventas de automóviles, y también de la recuperación de las remesas.
- “Aún con estos factores que deberían ayudar a la economía mexicana y, que ayudaron en nuestro pronóstico de una contracción mayor a 10 por ciento o una contracción de 9.0 por ciento; pero claramente una contracción de 9.0 por ciento y una recuperación de 3.5 por ciento va hacer que el bienio (2020-2021) sea un periodo muy malo para la economía mexicana”, señaló Werner Wainfeld durante la conferencia de prensa del FMI sobre las últimas perspectivas económicas regionales para América Latina y el Caribe.
Añadió que el país tiene “muchas alternativas” para que siga teniendo cuentas fiscales sanas, pero para que el gobierno federal fortalezca su posición para implementar políticas sociales más fuertes y que las finanzas públicas se vuelvan más redistributivas, tiene que entrar a una discusión de una futura reforma tributaria.
- Afirmó que las recomendaciones del FMI sobre México iban en la dirección de que sería bueno para la economía implementar un impulso fiscal más importante, de más puntos del PIB para apoyar a las familias y también al sector empresarial.
Y, al mismo tiempo, dijo, para garantizar lo que México ha garantizado por muchas décadas, que es sostenibilidad fiscal.
“Para la economía mexicana sería muy bueno la combinación de un estímulo fiscal actual, una reforma tributaria futura y, también, que esa reforma logre dos objetivos: por un lado logre el objetivo de mandar una señal muy clara de fortaleza y sostenibilidad de las finanzas públicas en México. Y el segundo que también fortalezca la posición del gobierno para implementar políticas sociales más fuertes y que las finanzas públicas en México se vuelvan más redistributivas, esos eran los objetivos”, argumentó el directivo del organismo internacional.
Añadió que “si no se llega a implementar este tipo de políticas hay una multiplicidad de otras políticas que pueden seguir manteniendo la salud de las finanzas públicas; sin embargo, el equipo que visitó México creía que esta es una combinación que, en su opinión, es la más adecuada para la economía mexicana”./Agencias-PUNTOporPUNTO