El confinamiento por la pandemia implica para los menores de edad un riesgo de ser víctimas de acoso y abuso sexual, al convivir más tiempo con adultos. Así lo señala la organización Aldeas Infantiles SOS México, que elaboró una guía para prevenir el abuso sexual de la infancia durante el confinamiento por COVID-19.
- De acuerdo con el documento, basado en datos de la Secretaría de Gobernación, en promedio, cada hora, al menos 155 niñas, niños y mujeres fueron violentados.
- En entrevista, el coordinador Nacional de Protección Infantil de esta organización, Efraín Guzmán García, destacó que el agresor sexual no siempre es violento, pues puede ser seductor para crear confianza.
- “Tiene cinco fases esta característica, primero es la seducción, ya que lo logran empieza a hacer que la víctima se interese en sus mismas prácticas, sobre todo de juegos, empieza a haber acercamiento con tocamientos, caricias o palabras dulces.
“El tercer momento es cuando la están preparando para el secreto que puede darse por medio del chantaje o la amenaza… la situación número cuatro es cuando la niña o el niño empieza a sentirse incómodo y ya, después que ha avanzado esta situación, lo vive como una amenaza”, indicó Guzmán García.
Algunas señales de alerta son que el niño hable de actos sexualizados, un comportamiento que no corresponde con su edad, alteración de su estado de ánimo o el sueño, cambios en su alimentación, o bajo rendimiento académico.
También que muestre desinterés por actividades que antes disfrutaba, desconfianza hacia algunas personas, molestias físicas sin causa aparente y cambios al expresar emociones. “A partir de esta situación atípica (pandemia) se ha incrementado el estrés en la familia, se han incrementado las conductas de riesgo hacia los niños y niñas”, dijo.
Políticas públicas insuficientes ante la violencia contra jóvenes
Uno de los sectores más vulnerables en este contexto es la juventud, pues cerca de 15,753 jóvenes han reportado que padecen diversos tipos de problemas familiares desde el inicio del encierro como medida sanitaria.
- Con base en los reportes del Instituto de la Juventud (Injuve) de la Ciudad de México, que algunos de esos problemas tienen que ver con la violencia o la falta de comunicación, además de la ansiedad y el estrés.
Uno de los programas implementados por la dependencia para combatir estos problemas, reveló el reportero Salvador Corona, arrojó la atención de 33,850 personas por las redes sociales oficiales del Injuve en un periodo del día 22 de abil y hasta el 30 de agosto de 2020.
Del total, 5,767 se involucran con la violencia familiar, mientras que los 2,748 restantes han revelado los problemas de comunicación que hay dentro de sus hogares al momento de resolver problemáticas comunes, dijo Beatriz Olivares, directora general del Injuve al diario mexicano.
Se trata del programa Núcleo Urbano de Bienestar Emocional, en el que sociólogos realizan diversos foros a través de las redes sociales tratan de ayudar a los jóvenes con terapias personalizadas que incluso tienen lugar por WhatsApp.
- Por otra parte, se han identificado aumentos importantes en los jóvenes y adultos que llegan a tener crisis de ansiedad o estrés. Hasta el momento, informaron, cuentan con un registro de hasta 7,238 casos, a los que se suman 3,786 casos por depresión e intento de suicidio.
De hecho, Lorena Rodríguez Bores, secretaria técnica del Consejo Nacional de Salud Mental, previó un incremento en el uso de sustancias tóxicas, la depresión e intentos suicidas en la “nueva normalidad”.
Bores reconoció, sin embargo, que México aún no ha medido el aumento de esos trastornos, ya que las cifras confiables se tendrán en comparación con años pasados cuando se restablezcan por completo los servicios, pero con base en la experiencia internacional se prevé un alza de esas conductas.
Añadió que, en el caso del personal de salud que atiende la emergencia sanitaria, podrían padecer síndrome de Burnout (agotamiento extremo) y fatiga por compasión, que podría contribuir en “algún tipo de colapso en la respuesta ante la pandemia”.
Por otra parte, durante la epidemia de coronavirus en México, algunos tipos de violencia contra las mujeres no han disminuido, sino que incluso han aumentado, de acuerdo con el informe Las dos pandemias: Violencia contra las mujeres en México en el contexto de COVID-19.
Algunos de ellos son los asesinatos, las llamadas de auxilio y la violencia familiar, como lo indicó la organización Equis: Justicia para las mujeres, la Red Nacional de Refugios y la organización Intersecta. Las políticas públicas del gobierno mexicano, aseguraron, han sido insuficientes.
- A través de dicho informe, detallaron que durante abril de 2020 fueron asesinadas, en promedio, 11.2 mujeres por día en México. Además, de marzo a abril, los homicidios a mujeres aumentaron 2%; mientras que los asesinatos de hombres se redujeron 0.2%.
- Además, el total de llamadas relacionadas con violencia sexual, familiar y contra las mujeres en el cuarto mes del año, arrojó un promedio de 143 por hora.
Por su parte, La Red Nacional de Refugios documentó un aumento en las atenciones, acompañamientos y orientaciones brindadas entre marzo y mayo, periodo en el se atendió a 12,710 mujeres, niñas y niños que hicieron uso de llamadas o mensajes de auxilio.
40 % de jóvenes sufrió violencia en hogares durante la pandemia
Durante el periodo de cuarentena por el Covid-19 cuatro de cada diez adolescentes y jóvenes sufrieron violencia en sus hogares, reveló un informe de la asociación Guardianes. La ONG, que hizo una encuesta a 400 personas de entre 16 y 21 años a lo largo de la República, detectó que el 40 por ciento de las personas consultadas sufrió violencia de tipo psicológica y emocional, económica y física.
De igual forma el 28 por ciento de los adolescentes y jóvenes que ya sufrían violencia en casa desde antes de la pandemia dijeron que el problema incrementó en el confinamiento.
- Guardianes es una ONG fundada en 2001 y se especializa en prevenir el maltrato y abuso sexual infantil. Esto lo hace con pláticas y talleres para menores de edad y sus padres. En su encuesta la organización también detectó que el 58 por ciento de los jóvenes fueron los más agredidos en las casas, seguido por las mamás, los hermanos menores, el papá, los hermanos mayores, otros familiares, hijos y la pareja.
Asimismo, se reveló que los padres y las madres son los principales generadores de violencia en los hogares. “A pesar de que cuatro de cada diez adolescentes y jóvenes que han padecido violencia en esta etapa han buscado ayuda para solucionar el problema, el resto permanece inactivo por miedo, pena, por no saber a quién acudir o por no haber recibido ayuda anteriormente”, explicó el informe de Guardianes. Al mismo tiempo, agregó que sólo el tres por ciento de los encuestados dijo sentir confianza hacia las autoridades, es decir, es casi nula.
Cómo ha impactado el COVID en la violencia y cuál es la respuesta institucional
Durante la pandemia por COVID-19, algunos tipos de violencia contra la mujer– como la violencia familiar, los asesinatos y las llamadas de auxilio– se han intensificado, y las políticas públicas y las respuestas institucionales en México no han sido suficientes.
El total de mujeres asesinadas en abril de 2020 significó, en promedio, 11.2 mujeres asesinadas por día (la cifra mensual más alta registrada en lo que va del año). Además, de marzo a abril de 2020, los asesinatos de las mujeres aumentaron en un 2%; mientras que los asesinatos de hombres se redujeron un 0.2%.
- Esto de acuerdo con el informe Las dos pandemias: Violencia contra las mujeres en México en el contexto de COVID-19, de la organización Equis: Justicia para las Mujeres, la Red Nacional de Refugios y la organización Intersecta.
- El informe proporciona información sobre cómo la pandemia ha afectado la violencia contra las mujeres y cómo ha reaccionado el gobierno a esta situación.
Señala que la austeridad presupuestaria sin perspectiva de género ni derechos humanos; el debilitamiento e incertidumbre presupuestarios de los refugios que atienden a víctimas de violencia; – recortes presupuestales que tienen efectos negativos en programas de atención a grupos en situación de vulnerabilidad.
Así como la priorización de otros programas gubernamentales –algunos incluso incompatibles con los derechos de las mujeres–; y las fallas acumuladas de algunas políticas públicas son sólo cinco ejemplos de la falta de estrategias y políticas del Estado que contribuyan a hacer frente a la violencia contra las mujeres en México no sólo durante la pandemia, sino desde antes.
Llamadas por violencia
Con base en información emitida en los reportes mensuales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), Intersecta encontró que, en el mes de abril de 2020, se registró un total de 103 mil 117 llamadas relacionadas con violencia sexual, familiar y contra las mujeres, lo que significó aproximadamente un promedio de 143 llamadas por hora.
- De las 103 mil 117 llamadas, el 57.2% fueron por violencia familiar, el 19.3% por violencia de pareja, el 22% por violencia contra la mujer y el 1.4% por violencia sexual.
- En el caso de llamadas al 911 relacionadas con “violencia contra la mujer”, sólo en el mes de abril de 2020, se recibieron 21 mil 722 llamadas. Son 30, en promedio, por hora. Esa cifra representa un aumento del 42% respecto del mes de abril del año previo.
Al analizar las llamadas a la Línea Mujeres relacionadas con violencia familiar también puede verse un aumento. Tanto las llamadas de abril de 2020, como las de mayo de 2020, superan a las registradas en esos mismos meses en años previos. Por ejemplo: si se compara la incidencia de llamadas en mayo de 2019 (968), con las de mayo de 2020 (1,739), el aumento fue del 97%.
El gobierno de la Ciudad de México es el único gobierno estatal que decidió liberar datos de llamadas hechas durante la pandemia. En este caso, hizo públicas, en formato de datos abiertos, las llamadas recibidas a la “Línea Mujeres” de Locatel.
Denuncias
En el mes de abril, la cifra de carpetas de investigación iniciadas por el delito de violencia familiar disminuyó en casi 28%. ¿Esto significa que se redujo esta violencia? No.
“Que las mujeres no acudan a las fiscalías a denunciar, no significa que la violencia disminuyó, menos considerando el aumento en asesinatos y en llamadas de auxilio en distintos medios. Esto es muy evidente, por ejemplo, en el caso de la Ciudad de México, en donde, si bien las carpetas por violencia familiar en abril de 2020 se redujeron en un 20% en comparación con abril de 2019, las llamadas a la Línea Mujeres en este mismo periodo aumentaron en un 97%, según el análisis de Intersecta”, de acuerdo con el informe.
Respuestas institucionales
El informe (Des) Protección Judicial muestra que la primera respuesta de las autoridades ante la emergencia sanitaria carece de perspectiva de género y expone la poca importancia que se le da las órdenes de protección
- Sólo 7 de los 32 Poderes Judiciales consideraron de manera explícita el establecimiento de guardias para la emisión de medidas de protección en materia familiar. 22 de los 32 Poderes Judiciales las omitieron como parte de sus medidas.
- Medidas precautorias en materia penal: Sólo 5 de los 32 Poderes Judiciales tuvieron en consideración la necesidad de contar con personal para ratificar medidas de protección emitidas por ministerios públicos. 8 de los 32 Poderes Judiciales no establecieron medidas al respecto de manera explícita. Y 19 de los 32 omitieron, de plano, el establecimiento de guardias presenciales.
El ordenamiento jurídico también contempla como herramienta las medidas precautorias en materia familiar. La gran mayoría de los Poderes Judiciales no consideraron como una medida de emergencia fundamental contar con este tipo de herramienta.
Respecto a la pensión alimenticia: 21 de los 32 Poderes Judiciales establecieron guardias para que el pago de pensiones opere de manera regular. 1 de los 32 Poderes Judiciales lo hizo, pero no de manera explícita.
Centros de convivencia familiar: 1 de los 32 Poderes Judiciales dejó a discrecionalidad de las autoridades analizar caso por caso para ver en qué asuntos era necesaria la suspensión de las convivencias y tomar las medidas correspondientes para garantizar este derecho. En 15 de los 32 Poderes Judiciales se suspendieron las actividades de los centros, sin ofrecer alternativas. 14 de los 32 Poderes Judiciales ni siquiera se pronunciaron al respecto.
Grave deficiencia y acceso a la justicia
En cuanto al acceso a la justicia mediante tribunales, al analizar los servicios disponibles de los Poderes Judiciales, es posible concluir que existe una grave deficiencia de coordinación, misma que obstaculiza el acceso a la justicia para las mujeres durante la emergencia sanitaria.
Además de que la información respecto de los servicios disponibles en los tribunales, así como el contenido de dicha información no es entendible ni de fácil acceso para todas las personas.
- Equis: Justicia para las Mujeres encontró que si bien la mayoría de los Poderes Judiciales analizados continúan ofreciendo servicios limitados y atendiendo casos urgentes, la mayoría de los Poderes Judiciales no contemplan las condiciones de internamiento de la población privada de la libertad como asuntos prioritarios o urgentes.
Los avisos mediante los cuales los Poderes Judiciales de cada entidad federativa comunicaron a la población los asuntos que atenderían durante la emergencia sanitaria están escritos en lenguaje técnico y ambiguo. Esto no da claridad a las personas que requieran de los servicios de los Poderes Judiciales, refiere.
La mayoría de los avisos y de los servicios que se consideran prioritarios o urgentes no fueron elegidos teniendo en cuenta perspectiva de género, enfoque diferenciado ni interseccionalidad./Agencias-PUNTOporPUNTO