Del cancelado aeropuerto de Texcoco queda una deuda de al menos 75 mil 592 millones de pesos que se deben pagar con el flujo de pasajeros en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), luego de que en esta administración se ha devaluado en 6 mil 631 millones de pesos ese pasivo, muestra el más reciente estado financiero del fideicomiso que tiene los derechos del cobro de la tarifa de uso aeroportuaria (TUA) de la terminal capitalina.
- Al cierre de marzo, los pasivos del vehículo financiero alcanzaron 75 mil 671 millones de pesos –4 mil 189 millones de dólares al tipo de cambio en ese momento– entre diferentes cuentas por pagar. La mayor parte de esos adeudos, 75 mil 592 millones de pesos –4 mil 177 millones de dólares– vienen de los bonos emitidos para financiar la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).
- Esos casi 4 mil 200 millones de dólares son la base de un adeudo que se desdobla con los intereses comprometidos para los próximos 24 años. En el proyecto del NAIM, la pasada administración recuperó el fideicomiso privado 80460, creado en agosto de 2005 para financiar con recursos privados la construcción de la terminal 2 del AICM y el cual se estructuró con base en la cesión del derecho al cobro de la TUA de ese puerto aéreo.
A través de ese fideicomiso se emitió deuda por 6 mil millones de dólares, para financiar la terminal de Texcoco. Se hicieron dos emisiones. La primera en bonos con vencimiento en 2026 y 2046, con cupones por 4.25 y 5.5 por ciento, respectivamente; la segunda con una serie de mil millones de dólares con vencimiento en 2028 y una tasa de 3.875: y otra por 3 mil millones de dólares con vencimiento en 2047 y tasa de 5.5 por ciento.
- En diciembre de 2018, antes de hacer oficial la cancelación del NAIM, la Secretaría de Hacienda operó la recompra de mil 800 millones de dólares de esas obligaciones y con ello se anularon los intereses, pero quedaron las obligaciones base de 4 mil 200 millones de dólares, en ese momento 82 mil millones de pesos, ahora 75 mil 592 millones, en parte por movimientos cambiarios.
La Secretaría de Marina está en vías de tomar el control financiero de la terminal aérea de la Ciudad de México, así como del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México y de Servicios Aeroportuarios de la Ciudad de México, al pasar las tres entidades a su sector; sin embargo, el director general del AICM, Carlos Velázquez Tiscareño, advirtió que se busca aligerar de pasivos la mudanza desde la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes.
“Esperamos que ese traspaso no tenga una carga importante como es no contar con TUA (…) que cuando (el AICM) pase a Marina, pase en las mejores condiciones no sólo de operatividad, sino también con capacidad de hacer planes a futuro, esto es capacidad financiera”, dijo a medios Velázquez Tiscareño, al tiempo que, aseguró, la Secretaría de Hacienda, junto con otras autoridades, está viendo este tema.
- La pandemia redujo el flujo de pasajeros y, por tanto, la captación de TUA que sirve para pagar las obligaciones del extinto NAIM. No obstante, de acuerdo con el índice de cobertura del servicio de la deuda a abril de 2023 –proporción que hay entre el ingreso operativo disponible y la deuda total incluyendo intereses, cantidad principal y otras tarifas–, el AICM genera tres veces más de ingresos de los que requiere para pagar sus obligaciones.
- En 12 meses, del 29 de abril de 2022 al 28 de abril de 2023, el flujo de efectivo disponible para pagar las obligaciones de deuda fue de 2.6 a uno, es decir, generó 612 millones de dólares en cargos a pasajeros, mientras el servicio de la deuda fue de 221 millones; entre el 31 de octubre del año pasado y el 28 de abril de 2023 fue de 2.84 a uno, 314 y 110 millones, respectivamente; y en los últimos tres meses, del 31 de enero de 2023 al 31 de abril del mismo año, la cobertura fue de 3.25 a uno, 162 y 50 millones.
Bonos del NAIM: La deuda privada que pagarán los contribuyentes
La decisión del gobierno de liberar al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) de la carga financiera relacionada con el pago de los bonos del cancelado aeropuerto de Texcoco, tendrá repercusiones en el erario y en los contribuyentes.
- La medida, implicará que el Gobierno asuma la deuda, que actualmente asciende a alrededor de 4 mil 200 millones de dólares. Anteriormente, se esperaba que la deuda fuera cubierta con los ingresos generados por la Tarifa de Uso de Aeropuerto (TUA) del AICM, pagada exclusivamente por los viajeros que utilizan el aeropuerto.
- Sin embargo, con la entrega del AICM a la Marina, se deberá considerar la conversión de esta deuda privada en pública, que sería financiada con recursos de los contribuyentes o con otros instrumentos ligados al presupuesto.
- Además, el costo de cancelación del aeropuerto de Texcoco podría aumentar, ya que los bonistas estarían buscando una mejor ganancia en caso de que el gobierno liquide los bonos. Esta medida plantea desafíos financieros y pone en tela de juicio la viabilidad económica del proyecto, advirtieron expertos
Aunque Hacienda trabaja en la propuesta que será presentada a los tenedores de papeles, se prevé que, antes del final de este año, el AICM estará liberado de esa carga que sería absorbida por el gobierno.
“Automáticamente se convierte la deuda, que es privada, en pública, porque no la van a pagar los pasajeros, sino los contribuyentes”, refiere Juan Carlos Machorro, experto en derecho aeronáutico para Santamarina y Steta.
Todos los recursos captados por la TUA del AICM, el ingreso más importante para los aeropuertos en todo el mundo, son depositados en un Fideicomiso que paga a los bonistas de los papeles conocidos como MEXCAT de cuatro series, la última con un vencimiento en 2047.
- El subsecretario de Transportes, Rogelio Jiménez Pons, confirmó que la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) presentó opciones para quitar la carga financiera del AICM. Una de ellas es la liquidación anticipada de los bonos.
- Tras la publicación de este medio, los bonos con vencimiento a 2047 tuvieron un repunte a su máximo de este año, esto según datos de Bloomberg.
Cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció la cancelación del aeropuerto en Texcoco, los argumentos a favor de esa iniciativa contemplaban que la mayor parte de los ciudadanos en México no usaría ese aeropuerto, además de que con la suspensión de obras no se afectaría a los contribuyentes porque no se consideraría como deuda.
Para Carlos Torres, analista independiente del sector aéreo y exvicepresidente de la Canaero, la decisión gubernamental tendrá un impacto en los recursos que deban ser usados para pagar a los bonistas y hacer efectivo el traslado del aeropuerto de la Ciudad de México a los elementos navales.
“Puede ser discutible que esté en manos militares, pero no debería trastocar la operación. La captación de la TUA es una de las maneras de justificar que no se ha hecho inversión en el AICM, pero lo que sí es cierto es que donde se tiene el área de oportunidad en la generación de ingresos, que va a permitir el mantenimiento, mejora de la infraestructura, entre otros elementos”, dijo Torres en entrevista.
El costo de cancelación del NAIM aumentaría
El costo de la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en Texcoco podría aumentar no solo porque los bonistas del Mexcat estarían buscando una mejor ganancia en caso de que el gobierno quiera liquidar las series de papeles, sino porque los cerca de 4 mil millones de dólares ya podrían considerarse como parte del costo de suspensión del proyecto.
En marzo del 2021, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) publicó un informé en donde señaló que el costo de cancelación del aeropuerto en Texcoco ascendió a 331 mil 996 millones de pesos; no obstante, el presidente se inconformó con esa cifra y, en una corrección inédita, la propia Auditoría fijó el monto en 113 mil 327 millones de pesos.
- La diferencia entre ambos cálculos está motivada, entre otros componentes, porque no se consideró como costo la deuda que se tiene de los bonos del MEXCAT.
“Debemos señalar que la deuda Bonos MEXCAT tiene que cubrirse de acuerdo con los vencimientos establecidos, lo cual no significa que sea un ‘Costo’ (…); en caso contrario, se tendrían en DISPONIBILIDADES y de ser así, tampoco podría sumarse como un ‘Costo’ por corresponder a un recurso no erogado”, dice el documento corregido por la Auditoría publicado en mayo del 2021.
Sin embargo, como el gobierno planea un esquema para liquidar esa deuda, podría considerarse un costo porque se erogarían los recursos, alrededor de 4 mil millones de pesos más intereses, para cubrir ese rubro, uno que el gobierno quiso esquivar en la auditoría, pero que ahora está tratando de quitar de encima para que la Marina tenga uno de los mejores negocios aeroportuarios en toda América Latina.
En puerta “nuevo Fobaproa”, por bonos del NAIM
Di Constanzo, quien fuera presidente de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) en la administración de Enrique Peña Nieto, dijo que los bonos del NAIM han ganado precio por la posibilidad de que el gobierno asuma su pago:
“Además les está haciendo un favor a los tenedores de estos bonos -en su mayoría extranjeros- porque si bien existía un riesgo asociado a esta empresa que no era gubernamental, en el momento en que el Gobierno asume la deuda, el riesgo de no pago de estos bonos disminuye y aumenta su valor, es decir, una ganancia adicional para los inversionistas y una pérdida adicional para el Gobierno”, puntualizó.
- Durante la construcción del Aeropuerto de Texcoco, el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México, al que se le asignó el AICM y el eventual nuevo NAIM, había colocado en el mercado internacional 6,000 millones de dólares para respaldar la edificación, soportados por la TUA del propio AICM, bajo el principio de que los mismos pasajeros financiaran la construcción con el pago de esa tarifa.
Al cancelarse Texcoco, la actual administración renegoció los términos de esta deuda y para ello hizo un pre-pago de 1,800 mdd y refinanció 4,200 mmd a un plazo de 20 años (hasta el 2047) con el compromiso de pagar 460 mdd anuales, pero bajo los mismos términos de pago a través de la TUA.
Según explicaron a A21 fuentes cercanas al proceso, en la colocación original se estipuló que del total de la TUA recaudada, un 80% se destinaría al pago de los bonos y el resto se dedicaría a gastos de mantenimiento del propio aeropuerto.
Sin embargo, en la nueva negociación, el convenio estipula que el 100% de la recaudación del IVA se destina al pago de los bonos, por lo cual el AICM ha presentado problemas de flujo, ya que a este factor se suma la llamada austeridad republicana que ha limitado los recursos que se destinan a la operación de esta infraestructura.
En caso de que el AICM se reasigne a la Marina y el gobierno federal asuma el adeudo se podría liquidar en una sola exhibición o mediante instrumentos de deuda, consideró Di Costanzo.
- El consultor financiero explicó las dos formas para que los bonos emitidos por el GACM se liquiden: una, el Gobierno podría decir “voy a asumir esa deuda y la voy a prepagar, básicamente lo que se estaría haciendo es pasar de tener una deuda privada -que tenía una fuente de pago asociada- a convertirla en una deuda pública que se pagaría con ingresos públicos”.
- Esto significa que, en vez de que se pague por las personas que usaban el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) a través de la TUA, ahora se pagaría por todos los contribuyentes, lo cual, puntualizó, se haría para que la nueva empresa, Grupo Casiopea, no cargue con ningún pasivo, es decir, no tenga adeudo, lo cual obliga a que el Gobierno lo asuma y se acumule a toda la deuda pública en la que ha incurrido.
Una segunda forma de asumir esa deuda, comentó, sería que el Gobierno emitiera un Cete (Certificado de la Tesorería) que iría pagando con los ingresos que se obtengan dentro de lo pactado en la Ley de Ingresos, pero es una deuda que debería aprobar la Cámara de Diputados, pues de otra suerte sería ilegal.
O podría tomar recursos de los ingresos corrientes provenientes de, por ejemplo, las exportaciones de petróleo, los impuestos como el del valor agregado, o el impuesto sobre la renta, entre otros.
- “Para este año, se estima que el costo de la deuda pública sea mayor a un billón de pesos y a éste habría que agregarle los intereses y lo que se va a generar por motivo de estos bonos”, dijo.
- Di Costanzo explicó que convirtiendo los 4 mil 200 millones de dólares a pesos -con un tipo de cambio de 20 pesos por dólar- la deuda de los bonos sería de alrededor de 84 mil millones de pesos, ahí el Gobierno lo paga de “golpe a los tenedores” o emitirá Cetes.
- Si emite los Cetes, el pago lo haría a crédito, es decir a los 84 mil millones de pesos se le tendría que sumar los intereses que sigan generando, ya sea a largo plazo o de seis meses a un año, con una tasa de interés muy cercana al 11%.
A consideración del analista financiero, el Gobierno estaría pagando los bonos en una sola exhibición, a través de los ingresos de los impuestos que hayan pagado este año los mexicanos.
Muy mal negocio
Como se recordará, durante la administración de Carlos Salinas de Gortari -1988 a 1994- se tomó la decisión de rescatar a la banca privada, lo que se tradujo en hacer pública la deuda de los bancos, decisión que siempre fue criticada por el hoy Presidente de la República.
- Mario Di Costanzo dijo que cancelar el proyecto de aeropuerto en Texcoco fue un mal negocio, debido a que su costo se elevó tres veces más a lo dicho por la actual administración.
- En lugar de ser los 120 mil millones de pesos, que estimó el Gobierno, el dato real fue que ascendió a 300 mil millones pesos -proporcionados por el Auditor Superior de la Federación- y a esto habrá que sumarle el costo del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) que fue de alrededor 120 mil millones de pesos.
- “Fue una de las peores decisiones que se han tomado en esta administración, nos costó en términos redondos casi 430 mil millones de pesos y al final, que es lo más importante, es que el aeropuerto que se construyó, no satisface las necesidades con las que se pretendían con el aeropuerto de Texcoco”, remarcó.
Por otra parte, analistas consultados, consideraron que una manera de financiar esos bonos es recolocarlos con los Grupos Aeroportuarios para que ellos absorban esa deuda. Los analistas estimaron que con ello lo solventarían con su propia TUA y esto a cambio de extenderles, por unos años más, las concesiones que tienen./Agencias-PUNTOporPUNTO