TEXTO ÍNTEGRO: Advierten alza ALARMANTE de ESTRÉS HÍDRICO en 163 MUNICIPIOS de MÉXICO

20 de las 32 entidades de México podrían sufrir mayores niveles de estrés hídrico en 2050, reveló informe de la agencia de calificación de riesgo S&P Global Ratings.

La calificadora de riesgo HR Ratings destacó que la sequía que se registra en México es preocupante y puede generar riesgos en la operación de las empresas.

La agencia señaló que durante la primera quincena de marzo de 2024, 163 municipios observaron una sequía extraordinaria, cifra alarmante en comparación con el reporte del mismo periodo del 2016, en el que ningún municipio se encontró en ese nivel, de acuerdo con el Monitor de Sequía en México de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

  • En el análisis “Estrés hídrico y sus principales causas en México”, la calificadora HR Ratings refirió que es relevante que tanto el sector público como el privado hagan inversiones para mejorar la eficiencia del agua y así minimizar los riesgos que la escasez de dicho recurso vital pueda causar.

“La falta de agua puede tener impacto en la operación de las empresas y el sector agropecuario, lo que conlleva riesgos en la seguridad alimentaria, y además significa un menor porcentaje de la población con acceso a este recurso, que es una necesidad humana”, destaca.

  • Cifras retomadas por la agencia mencionan que en el país el principal grupo consumidor de agua es el sector agropecuario, el cual consume 76 por ciento del agua disponible; mientras que el abastecimiento público se ubica en segundo lugar con el 14 por ciento.
  • Refiere además, que el crecimiento de la población tiene un impacto directo en el estrés hídrico debido al aumento de personas a las cuales se les debe abastecer dicho recurso, así como el incremento en el uso de agua en otras industrias.

En el último mapa de la Conagua se muestra que gran parte del territorio mexicano presenta niveles de D3 (sequía extrema) y D4 (sequía excepcional). Esto revela el problema que vive el país en cuanto a la falta de agua ya que en comparación con el año 2016, sólo algunos municipios padecían este fenómeno.

Hoy, únicamente 396 municipios de los dos mil 430 analizados se encuentran sin sequía, mientras que en 2016 esta cifra era de mil 670.

Lo anterior, reflejó que en 11 entidades del país, 100 por ciento de sus municipios presentaron algún grado de sequía. Así, los estados de Chihuahua, Durango, Guanajuato, Hidalgo, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora y Veracruz tuvieron un nivel de sequía excepcional.

El país contaba con un promedio de estrés hídrico de 31.3 por ciento de 2010 a 2017 y se muestra un fuerte incremento en 2018 hasta un nivel de 44.5 por ciento. Este dato es alarmante, señala el documento, debido a que México está cerca de contar sólo con la mitad del agua disponible para satisfacer todas las necesidades de una población en crecimiento.

Preocupa estrés hídrico

El estrés hídrico a nivel global es una preocupación creciente debido al aumento de la demanda de agua para uso humano, industrial y agrícola. Este problema se manifiesta en la escasez de agua dulce en diversas regiones del mundo, lo que puede llevar a conflictos por el acceso al agua y a la degradación de ecosistemas acuáticos.

  • Los factores que contribuyen al estrés hídrico incluyen el crecimiento de la población, la urbanización, la contaminación del agua, la sobreexplotación de recursos hídricos y el cambio climático.
  • De acuerdo con el Banco Mundial, en 2023, se estimó que la población total de la Tierra fuera de alrededor de ocho mil 21.2 millones de personas. Esto representó un crecimiento de 15 por ciento con respecto a la población estimada en 2010. Asimismo, el Banco Mundial proyecta para 2030 un crecimiento de 6.2 por ciento con respecto a 2023.

Para la población mexicana, estimó una cifra de alrededor de 129.4 millones de personas en 2023, lo cual representó 1.6 por ciento de la población global.

Y para 2030, el Banco Mundial proyecta que el país tenga un crecimiento anual de 1.6 por ciento, por lo que la población cerraría en 134.5 millones de habitantes.

  • Además, este fenómeno, va de la mano con el cambio climático, ya que están fuertemente relacionados. Lo anterior, principalmente, por los cambios en los patrones de precipitación, que causan que los periodos de sequías sean cada vez más largos y las precipitaciones más intensas causando mayores inundaciones.

Esto tiene un impacto con la disponibilidad de agua dulce en las áreas afectadas, lo cual podría poner en riesgo la salud y la seguridad alimentaria de la población.

20 entidades de México no tendrán agua suficiente

20 de las 32 entidades de México podrían sufrir mayores niveles de estrés hídrico en 2050, de acuerdo con un nuevo informe de la agencia de calificación de riesgo S&P Global Ratings. El análisis advierte que, en estas condiciones, cerca del 60% del territorio mexicano experimentaría un menor crecimiento económico a medida que las sequías se intensifiquen.

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente explica que el estrés hídrico ocurre cuando la demanda de agua dulce es mayor a la cantidad disponible durante un periodo determinado o cuando su uso se ve restringido por su mala calidad. El indicador no solo se determina por la frecuencia de los eventos de escasez de agua. Las actividades industriales, el crecimiento demográfico y las políticas públicas adoptadas para garantizar el suministro del líquido son factores que influyen al momento de determinar el riesgo.

  • El estudio de S&P Global Ratings está basado en las Trayectorias Socioeconómicas Compartidas (SSP, por sus siglas en inglés) establecidas por el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático. Son proyecciones hipotéticas de cambios socioeconómicos que se utilizan para derivar escenarios de emisiones de gases de efecto invernadero, en función de diferentes políticas climáticas.

El informe presenta proyecciones para las próximas tres décadas con escenarios que consideran emisiones de gases de efecto invernadero y modificaciones de temperatura moderados. El contexto supone un aumento de 2°C en el calentamiento global promedio para 2050, con referencia a los registros del periodo preindustrial.

Los hallazgos indican que en este decenio (2020 y 2030), 11 de las entidades federativas ya enfrentan un alto estrés hídrico. Las regiones con mayor exposición son Baja California, Baja California Sur, Aguascalientes, Ciudad de México, Estado de México, Morelos, Sonora, Chihuahua, Sinaloa, Zacatecas y Guanajuato. Ante circunstancias climáticas con emisiones moderadas, en los próximos 30 años, los Estados de Nuevo León, Tamaulipas, Coahuila, San Luis Potosí, Querétaro, Tlaxcala, Hidalgo, Colima y Jalisco se sumarán a la lista.

Los territorios de Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Campeche, Veracruz y Tabasco conservarán un riesgo de estrés hídrico bajo, debido a las condiciones húmedas de los ecosistemas que hospedan y a una actividad industrial menor respecto al resto del país. No obstante, el reporte advierte que cambios en las estructuras sociales y económicas no considerados en la evaluación podrían incrementar la demanda de agua en los próximos años.

El impacto económico del estrés hídrico en México

Las regiones con una estructura economía basada en actividades sensibles a la disposición de agua están más expuestas a padecer estrés hídrico y perder inversiones en consecuencia.

  • Las industrias consideradas como susceptibles a la falta del líquido son la agricultura, la producción de alimentos y bebidas, la fabricación textil, los productos químicos, la construcción, la fabricación de automóviles, la generación de energía y el turismo. En Baja California, Sonora, Chihuahua, Zacatecas y Aguascalientes más del 40% de las actividades económicas están relacionadas con estos sectores.

“Dado que el agua es un insumo crítico para ciertos procesos de fabricación, las frecuentes interrupciones en el suministro de agua pueden afectar cada vez más las decisiones de inversión y provocar el traslado de las industrias sensibles al agua a Estados menos expuestos. Esto podría limitar y presionar las expectativas de crecimiento económico de las entidades con alta exposición al estrés hídrico”, advierte el estudio.

Los analistas de S&P Global Ratings determinan que la vulnerabilidad de la mayoría de las entidades de la República Mexicana al estrés hídrico se ve agravada por “una inversión insuficiente en infraestructura hídrica”, derivada de la fragilidad económica y presupuestal. La calificadora evaluó como débil o muy débil el desempeño presupuestario del 87% de los Estados. La economía de los gobiernos locales y regionales (GLR) también se incluyó en estas categorías en el 90% de los casos.

“Conforme aumentan las tensiones sobre los recursos hídricos, los riesgos para los GLR incluyen un deterioro del crecimiento económico y de las finanzas públicas, así como interrupciones en el suministro de agua a la población que podrían provocar disturbios sociales o emigración. Estos factores podrían presionar a los gobiernos federal y locales para que implementen medidas de emergencia costosas, lo que debilitaría su desempeño financiero”, señala el informe.

¿Nos vamos a quedar sin agua en México?

En la actualidad, varias regiones del territorio nacional presentan un riesgo de estrés hídrico de moderado a severo. Instituciones a nivel internacional pronostican que a largo plazo, de aquí a 30 años, diversos países van a presentar serias dificultades para el abastecimiento de agua, México es uno de ellos. Te decimos cuáles serían las posibles consecuencias a nivel social y ambiental de “quedarnos sin agua”.

La UNAM define “estrés hídrico” como el fenómeno que se presenta cuando “la demanda de agua potable es más alta que la cantidad del recurso disponible”. Factores tales como el crecimiento demográfico, incremento económico de la región, cambio climático y la degradación de los ecosistemas provocan variaciones en los índices de estrés hídrico.

¿Cuál es la situación actual de México?

De acuerdo a “Aqueduct (Atlas de Riesgo Hídrico)” el territorio mexicano presenta áreas de bajo uso de agua, además de zonas de bajo riesgo de estrés hídrico.

Sin embargo, otras regiones son calificadas como de riesgo hídrico alto e incluso severo, en esta categoría se encuentran estados como:

  • Baja California
  • Sonora
  • Chihuahua
  • Coahuila
  • México
  • Jalisco
  • Guanajuato
  • Tamaulipas

Qué lugar ocupa México en el ranking de naciones con mayor estrés hídrico

Alrededor del 40% del agua potable en México se pierde por fugas en la red de distribución y sólo en 2023 se reportaron casi 27 mil reportes de rupturas en las tuberías en la Ciudad de México debido al desgaste y el cumplimiento de la vida útil de éstas, señaló el senador del PRD y ex jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera.

El legislador apuntó que actualmente México es un país con alto estrés hídrico, pues consume anualmente ente 40 y 80% del agua disponible y por ello ocupa el lugar número 24 a nivel mundial y segundo en América Latina en el ranking de naciones con mayor estrés hídrico.

El 92% del agua dulce que consume México se almacena en 210 presas en todo el país, y de acuerdo con el reporte técnico de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) del 19 de marzo, el nivel de llenado se encuentra al 48%, es decir, por debajo de la mitad.

El estrés hídrico sse presenta cuando la demanda de agua supera la cantidad disponible durante un período determinado. A nivel nacional esto implica que los recursos hídricos no son suficientes para satisfacer las necesidades de la población.

Esta condición de estrés puede ser provocada por factores como el crecimiento poblacional, considerando que México tiene aproximadamente 130 millones de habitantes, la explotación excesiva de los recursos hídricos, la contaminación del agua, cambios en los patrones de lluvia debido al cambio climático y la ineficiencia en la gestión y distribución del agua.

  • Debido a las fuertes condiciones de sequía y la ausencia de lluvias, existe la preocupación que durante 2024 las lluvias no sean suficientes para recuperar los niveles de almacenamiento, lo que generará mayor presión en la distribución del líquido en varias zonas del país.
  • Por esa razón el senador Mancera Espinosa presentó un punto de acuerdo para exhortar a la Comisión Nacional del Agua a acelerar el uso de tecnologías y procedimientos para la captación y almacenamiento del agua por parte de la población, así como alentar el uso racional y conservación de este recurso.

Además, pidió a la Conagua actualizar y difundir la información sobre la disponibilidad y necesidad de agua en el país, que considere el nivel de estrés hídrico por cuenca hidrológica.

En varias regiones del país, especialmente en el norte y en el Valle de México, la sobreexplotación de acuíferos ha llevado a una disminución en la disponibilidad de agua dulce. Ejemplo de ello es el Sistema Cutzamala, el cual se encuentra al 36% de su capacidad, lo que obligó a la Conagua a reducir el flujo de líquido hacia la Ciudad de México y los municipios conurbados.

La contaminación del agua es otra preocupación importante, donde la descarga de aguas residuales industriales y domésticas en cuerpos de agua ha afectado la calidad del agua disponible.

Además, el cambio climático amenaza con intensificar estos problemas, pues ahora se viven sequías más prolongadas y aunque se presentan eventos de lluvia más intensos, como en la temporada de huracanes 2023, estos son menos frecuentes.

  • Mancera Espinosa explicó que la sociedad y sus instituciones tienen derecho a la información oportuna, plena y fidedigna acerca de la ocurrencia, disponibilidad y necesidad de agua, en cantidad y calidad.
  • Los efectos del estrés hídrico incluyen escasez de agua para consumo humano y agrícola, conflictos por el acceso al agua, deterioro de los ecosistemas acuáticos y una reducción en la seguridad alimentaria. La gestión sostenible del agua y la implementación de políticas de eficiencia en el uso del agua son esenciales para mitigar el estrés hídrico en un país.

El senador del PRD agregó que es responsabilidad de toda la sociedad contribuir con acciones individuales y colectivas, que vayan encaminadas a generar un uso más eficiente del agua.

Sin embargo, consideró que para que las personas puedan cumplir con su parte en dicho propósito es necesario que cuenten con la información necesaria, para generarse una perspectiva y puedan tener acceso a alternativas que les permitan aprovechar este líquido de una mejor manera.

¿Qué tan probable es que llegue el Día Cero a la CDMX?

Especialistas en el manejo del agua consideraron que la crisis por desabasto de agua que vive el Valle de México no es un acercamiento al «Día Cero», pero advirtieron que la problemática tiene solución si el gobierno, la ciudadanía y el sector empresarial asumen su responsabilidad

  • El coordinador de la Red de Investigación en Agua de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Roberto Constantino Toto, explicó que el “Día Cero” es un término que nació en 2018 debido a la sequía en la Ciudad del Cabo, Sudáfrica, considerada la peor del siglo.

La característica que tuvo la sequía en esa parte de Sudáfrica, explicó, fue la incapacidad de abastecer de agua a la ciudadanía, así como para las actividades más elementales. Consideró incorrecto comparar lo ocurrido en este lugar con lo que vive el Valle de México.

“Tratar de equiparar la hora cero del agua, en relación con lo que está sucediendo ahora, me parece que genera en la población una expectativa de catastrofismo que conduce al miedo y no es una buena forma de discutir los asuntos públicos frente a este tipo de problemas.

  • Si habría que referirse a una hora cero en un inmediato, sería a la hora cero del Sistema Cutzamala. No es un asunto menor, desde luego, pero es un asunto que no le da la misma dimensión que en el caso sudafricano”, mencionó Constantino Toto en entrevista con El Sol de México.
  • De acuerdo con el académico de la UAM, la crisis hídrica en la capital es un reflejo de la dependencia a la naturaleza, pues la falta de lluvias ha provocado la falta de líquido en el Sistema Cutzamala.

El experto consideró que tanto ciudadanos como autoridades son culpables de esta problemática hídrica y ambos pueden hacer cosas para solucionarla.

Constantino Toto destacó la importancia de llevar a cabo distintas obras hídricas para atender el desabasto en el Sistema Cutzamala, como la recuperación de humedales, ríos y lagunas.

“El problema de la cuenca de México nunca fue la falta del agua, el problema era la abundancia, las inundaciones, y se desarrolló una cultura de la gestión del agua que sacara todo aquello que implicaba un riesgo de inundación: los ríos, el agua de los lagos y el agua de las lluvias.

“Necesitamos reinyectar parte de esa agua que nos llueve a los mantos acuíferos, reutilizar el agua que desechamos como parte de una reincorporación de los ciclos”, comentó.

El presidente de la asociación civil Consejo Consultivo del Agua, Raúl Rodríguez Márquez, dijo que el problema del Valle de México se deriva de que 36 por ciento de la población depende del Cutzamala y 13 por ciento del Sistema Lerma, ambos afectados por la falta de lluvias.

  • El otro 50 por ciento de abastecimiento viene de pozos profundos, afectados por la sobreexplotación que, a su vez, provocan hundimientos causantes de la ruptura de tuberías.
  • El especialista comentó a este diario que en una escala del uno al 10, la Zona Metropolitana del Valle de México está a la mitad respecto a la escasez de líquido, ya que no ha pasado por condiciones tan graves como el norte del país, por lo que descartó que esté próximo el “Día Cero”.

“Habrá un periodo de sequía muy fuerte que venimos ya experimentando, que es de ese abasto de agua superficial del Sistema Lerma-Cutzamala si no tenemos lluvias de aquí a cinco o cuatro meses.

“Viene la parte del Verano, vamos a tener un gran problema en una parte, pero de eso a llegar al ‘Día Cero’, entendiéndolo como que en ningún momento hubiera uso de agua para los sectores agrícola, doméstico, industrial, eso no lo veo en el Valle de México, pero sí lo veo en próximos años si no se atiende”, señaló.

Opinó que la capital tuvo una curva de aprendizaje corta con la sequía del año pasado, pues el consumo de agua por persona no tuvo reducciones significativas como si la hubo en Nuevo León, que pasaron de consumir entre 380 y 400 litros a 220 o 240 litros diarios.

Los expertos coincidieron que el Gobierno local debe hacer un programa para reducir las fugas de agua, mejorar los sistemas de captación de gran escala para reinyectar a nivel subterráneo./Agencias-PUNTOporPUNTO

Documento íntergo en el Enlace:

https://www.hrratings.com/pdf/EstrAs_HAdrico_y_sus_principales_causas_en_MAxico.pdf

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