“¡Impuestos a los billonarios, no a los trabajadores! ¡Impuesto a la riqueza ya!”, es la portada del informe sobre desigualdad global de Oxfam que muestra a un grupo de mujeres sosteniendo una manta con esta exigencia. Es que, por ejemplo, un impuesto del 5% a la fortuna de Carlos Slim recaudaría 4,100 millones de dólares, lo cual “bastaría para contratar a 250,000 docentes en México”, señala el reporte.
- Por primera vez en 25 años, aumentó la pobreza a nivel global. Con la pandemia de covid-19 creció 11%, pues más de 70 millones de personas en todo el mundo comenzaron a vivir con menos de 2 dólares al día. Mientras que desde 2020 la fortuna de los billonarios ha aumentado en 2,700 millones de dólares cada-día, señala la organización.
En 2022, “el salario de al menos 1,700 millones de trabajadoras y trabajadores creció menos que la inflación. Lo que redujo su capacidad para comprar alimentos o pagar las facturas energéticas”, revela Oxfam. En la práctica, es “un recorte salarial” que generará desigualdad y pobreza.
- La OIT estima que el mercado laboral global estuvo compuesto por 3,600 millones de personas el año pasado. De esta manera, la medición presentada por Oxfam implica que el 47% de los trabajadores y trabajadoras vieron mermado su poder adquisitivo de forma considerable.
- La organización lanzó su informe La ley del más rico; mientras en Suiza dio inicio la conferencia de Davos, la reunión anual del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés). Dicha asamblea reúne a personas políticas y empresarias.
Y, aunque la conferencia no es un espacio institucional oficial, sino una reunión financiada por empresas, países y grandes compañías toman acuerdos que impactan a una buena parte de la población.
Así que, aprovechando ese foro, Oxfam centró su informe “en la importancia de gravar la riqueza de las élites económicas para abordar tanto esta ‘policrisis’ a la que nos enfrentamos como el aumento desorbitado de las desigualdades”.
Empresas, inflación y salarios bajos
El incremento en el costo de vida acentuará la crisis, prevé Oxfam. “El aumento de la inflación hace que la mayoría de las personas trabajadoras esté sufriendo una pérdida de poder adquisitivo real al no actualizarse sus salarios en la misma medida”.
- En cambio, en los 10 años anteriores a la pandemia, las grandes corporaciones del Global Fortune 500 incrementaron 15% sus beneficios, “pasando de 820,000 millones de dólares en 2009 a 2.1 billones en 2019”. Eso sigue ocurriendo, pues “los beneficios empresariales están alcanzando niveles sin precedentes y son una de las principales causas de la crisis del coste de la vida”.
En el apartado “Inflación de la codicia: Las grandes empresas están detrás de la inflación y rentabilizando el sufrimiento”, Oxfam recuerda que la explicación común al aumento de precios es la siguiente: cuando la demanda supera la oferta, el valor de los productos se dispara. “Pero este argumento tan sólo explica una parte del incremento de los precios de la energía y los alimentos”.
- La invasión de Rusia a Ucrania redujo el suministro de gas ruso, provocando el incremento del precio de la energía a nivel mundial. Pero “en el caso de los alimentos, los precios ya estaban aumentando considerablemente mucho antes del inicio de la guerra, y la interrupción del suministro de cereales desde Ucrania no ha hecho sino agravar el problema”.
- Las grandes empresas trasladan el aumento de los costes de los insumos a los consumidores y capitalizan la crisis, “utilizándola como una cortina de humo para aplicar precios aún mayores”. Oxfam estima que se han obtenido 306,000 millones de dólares extra por esta vía.
En España, Comisiones Obreras (CCOO, uno de los mayores sindicatos del país) concluyó “que los beneficios empresariales han sido responsables del 83.4 % de la subida de los precios durante el primer trimestre de 2022”.
Sin embargo, sus exorbitantes ganancias no se reflejan en la mejora de los salarios o las condiciones de trabajo. Al contrario, “las personas trabajadoras podrían sufrir pérdidas de sus salarios en términos reales por 337,000 millones de dólares” y las mujeres y los grupos racializados son los más afectados.
Mujeres jóvenes, las personas más afectadas
“Cuando irrumpe una crisis económica, las y los trabajadores son los primeros en sufrir las consecuencias, en forma de reducciones salariales y pérdida de empleo”, indica Oxfam en el reporte.
- En 2020, la covid-19 dio lugar “a una pérdida de horas de trabajo casi cuatro veces mayor que durante la crisis económica mundial de 2008, siendo las mujeres y los colectivos racializados los más afectados”.
- México perdió más de 12 millones de puestos de trabajo en ese periodo. Poco a poco las condiciones han mejorado, pues de una tasa de desocupación que superó el 4% general en 2020, en noviembre de 2022 fue de 2.8%. Y los salarios mínimos tuvieron un incremento de 20% para 2023.
“A nivel global, las mujeres perdieron 64 millones de empleos, lo cual les supuso un coste de al menos 800,000 millones de dólares en pérdida de ingresos”.
En México, tan sólo de marzo a abril de 2020 casi 5.5 millones de mujeres pasaron a la inactividad y ya no pudieron continuar su búsqueda de trabajo.
“La destrucción de empleo afectó el doble a las mujeres jóvenes que a los hombres jóvenes. El empleo de las mujeres se caracteriza por niveles de informalidad mucho mayores que los de los hombres, especialmente en los países del Sur global, lo cual hace que sean más vulnerables a los despidos”, dice Oxfam, y a perpetuar la feminización de la pobreza.
Salarios precarios en México
“Con excepción de México, en 2022 todas las economías emergentes del G20 exhiben salarios mensuales promedio más altos en términos reales que la línea de base (2008). En México, los salarios reales siguen mostrando una tendencia del 7% por debajo de su valor real en 2008”, destacó la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
- De acuerdo con el Informe Mundial sobre Salarios 2022-2023: El impacto de la inflación de la Covid-19 en los salarios y el poder adquisitivo presentado este miércoles, aunque desde 2019 se observa una tendencia de recuperación de las remuneraciones generales en el país, año en el que comenzó a implementarse la política de alzas considerables al referente mínimo, todavía no se ha logrado un avance total en favor de la población trabajadora.
- El organismo advirtió que la combinación de las secuelas de la pandemia, la crisis inflacionaria y la desaceleración del crecimiento económico mundial han comenzado a propiciar una caída drástica de los ingresos de los trabajadores en varios países. Se estima que en la primera mitad de este año los salarios mensuales promedio disminuyeron en términos reales en -0.9% a nivel global, el primer dato de crecimiento negativo para este indicador en más de 20 años.
“Las múltiples crisis mundiales a las que nos enfrentamos han provocado un descenso de los salarios reales. Esto ha colocado a decenas de millones de trabajadores en una situación desesperada, ya que se enfrentan a una incertidumbre cada vez mayor», expresó Gilbert F. Houngbo, director general de la OIT.
«La desigualdad de ingresos y la pobreza aumentarán si no se mantiene el poder adquisitivo de los peor pagados. Además, podría ponerse en peligro la tan necesaria recuperación tras la pandemia. Esto podría alimentar un mayor malestar social en todo el mundo y socavar el objetivo de lograr la prosperidad y la paz para todos”, sentenció.
- Para el caso de México, los datos presentados en el reporte destacan que mientras los salarios reales del primer quintil, es decir, la población que menos gana, han tenido una disminución de -3.7% en 2022 respecto de lo observado antes de la pandemia, para los trabajadores mejor pagados la merma ha sido sólo de -0.1 por ciento.
Sin embargo, esta situación cambia al analizar la condición de formalidad e informalidad de los trabajadores. Del lado del empleo formal, quienes menos ganan han visto un aumento de 5.7% en los salarios reales en los últimos tres años, para los de mayores percepciones ha habido una caída de -5.5 por ciento. En el caso de las ocupaciones informales, las percepciones reales del primer quintil han retrocedido -1.9% y de las del quinto quintil, -5.0 por ciento.
- La OIT advirtió que las altas tasas de inflación seguirán presionando el bolsillo de los trabajadores, en especial de los que menos ganan, pues son quienes destinan una proporción mayor de recursos a los productos de primera necesidad. En México, por ejemplo, se detalla en el informe, los hogares del decil inferior de la distribución de ingresos –es decir, el 10% de los hogares con ingresos más bajos– gastan el 42% de sus ingresos en alimentos, mientras que los del decil superior sólo dedican a este fin el 14% de sus recursos.
“Las proyecciones indican que la inflación mundial alcanzará el 8.8% a finales de 2022; a partir de ahí, descenderá al 6.5% en 2023 y al 4.1% en 2024. A menos que los salarios y otros tipos de ingresos laborales se ajusten a la inflación, es probable que disminuya el nivel de vida de muchos trabajadores y de sus familias”, se advierte en el reporte.
Ante este contexto, el organismo recomendó implementar políticas focalizadas para sostener el poder adquisitivo de los trabajadores, hacer ajustes considerables en el salario mínimo, considerar la entrega de bonos a las familias de bajos ingresos para ayudarles a adquirir los bienes esenciales y la reducción de algunos impuestos al consumo.
“Debemos prestar atención especial a los trabajadores que se encuentran en la parte media e inferior de la escala de salarios. Luchar contra el deterioro de los salarios reales puede contribuir a mantener el crecimiento económico lo cual, a su vez, puede ayudar a recuperar los niveles de empleo registrados antes de la pandemia. Ésta puede ser una manera eficaz de disminuir la probabilidad o la intensidad de las recesiones en todos los países y regiones”, declaró Rosalía Vázquez-Álvarez, una de las autoras del informe./Agencias-PUNTOporPUNTO