Por Alejandro Ruíz Robles
¡Una Cita Literaria!
Cuando era adolescente leí la obra de “Hamlet” de William Shakespeare y me llamó la atención una de las líneas de su soliloquio que a la larga me sirvió para afrontar muchas cosas en mi vida: “To be or not to be, that is the question (Ser o no ser, esa es la cuestión).”, Usualmente esta expresión la utilizamos para definirnos ante momentos de indecisión o duda.
Y tal pareciera que parafraseando esta expresión y con miras a actuar ante esta nueva “normalidad” debiéramos citar: “Volver o no volver … ¡Esa es la cuestión!”. Y es cierto, después de más 60 días de “sana distancia” y de “quédate en casa” se abre la posibilidad de regresar a la actividad laboral usual y decidir: entre una seguridad sanitaria máxima en casa o un riesgo mesurado para salir a nuestros centros de trabajo para generar riqueza y subsistir.
El largo camino del regreso.
Si bien es cierto que la sociedad civil y las autoridades recomendaron para la mayoría de las empresas tomar precauciones y mantener a sus colaboradores en casa, la autoridad ha señalado que concluye el período de “sana distancia” e inicia la “nueva normalidad”. Un período que en términos generales inició después de la segunda quincena de marzo y se prolongó mas allá del 20 de abril hasta concluir este 31 de mayo; entendiendo que algunas empresas se mantuvieron en actividad y otras por su giro y ubicación, lo han hecho hace unos días y otras, junto con algunas oficinas de gobierno, lo harán después.
Un período de más de 70 días nos ha enseñado a los mexicanos una extraña forma de vivir y producir desde casa, compartir con la familia durante 24 horas de diversas maneras y, lo más importante, convivir con medidas extremas de precaución. También hay que decirlo, la motivación ha pasado a ser distinta al cambiar los marcadores deportivos por la fortuna de no estar incluidos nosotros o nuestros familiares y amigos en los registros de difuntos del COVID-19. El regreso a nuestras actividades sin duda nos presenta expectativas distintas a lo acostumbrado.
¡El Valor de Vivir con Valor!
Hablar de temores, miedos, inquietudes, incertidumbres es perfectamente válido en este momento, máxime si las estadísticas nos muestran que como país lideramos la región con más de 10,000 muertos, no hemos domado nada y el territorio nacional está más colorado por las alertas sanitarias que descolorido – ni para qué mencionar la opinión y expectativas de los expertos -. Si bien el rojo es un indicativo para embestir o frenar, nosotros podemos entenderlo como un reto para actuar de manera precavida y como una oportunidad de aprender y crecer en momentos difíciles. La resiliencia vista como la capacidad que tiene una persona para superar circunstancias difíciles se convertirá en un atributo de todos los mexicanos.
Está “pausa” en nuestra rutina nos da la oportunidad de ser creativos para transformar nuestra forma de producir y desarrollarnos; es buen momento de reinventarnos. Hoy más que nunca, a cada momento debemos ser agradecidos y aquilatar cada momento, ayudar y ser empáticos con los demás; estas acciones sin duda serán factores que ayudarán a todos a una rápida adaptación a la realidad que se nos presenta. El poder que tengamos como empresa dependerá en demasía de la fortaleza y unión que tengamos como equipo. Entender el liderazgo como la capacidad de transformar a todos en un ente dirigido a un solo objetivo será básico para integrar y hacer equipos eficientes y efectivos.
De sus cenizas resurgirá.
En la mitología griega se decía que el Ave Fénix era un animal que de sus cenizas resurgía y esa actitud, sin duda alguna, tendremos que asumirla en nuestra vida ya que los días que hemos permanecido lejos de las oficinas ha hecho que nuestras actividades se hayan realizado en forma distinta y se presenten pendientes inminentes por atender. Las actividades presenciales no han sido del todo sustituidas por lo virtual y en muchos casos, la sonrisa y la atención próxima ha sido un anhelo para el calor humano que los mexicanos sabemos ofrecer en la atención y el servicio a nuestros clientes.
En fin, los rostros con cubrebocas y caretas serán nuestra forma de presentarnos y tratarnos, evitando el contacto físico pero nunca el visual ni la cordialidad de nuestras acciones y/o expresiones. Si bien la sonrisa estará oculta, la calidez de nuestras palabras aflorará para transmitir el trato adecuado para quienes nos rodean. Una careta nunca impedirá la gentileza y educación en el servicio. Hoy la atención personal que brindemos será básica para atender y conectar con nuestros clientes. Sin duda que la tecnología es importante, pero el factor humano es esencial; razón por la cual, tendremos que hacer lo suficiente para lograr amalgamarlos.
Darnos un momento para analizar nuestras metas, planear los pasos a seguir y tomarnos el tiempo necesario para alcanzarlas requiere paciencia y disciplina; la ausencia de éstas puede implicar fracasos y frustraciones.
Nuestro futuro próximo que ya vivimos.
Estamos viviendo tiempos muy difíciles y es bueno señalar a nuestras familias, compañeros y clientes que el hecho de regresar a nuestras actividades acostumbradas no implica que hayamos superado las circunstancias por las cuales nos quedamos en casa; por el contrario, es momento de crear y cumplir con los protocolos sanitarios en nuestro entorno laboral y ser responsables de nuestro actuar. No se ha superado nada y si tenemos todo que perder si no atendemos a ellos. Nadie quiere regresar a quedarse en casa ni mucho menos ver su salud mermada o perder la vida de un ser querido por la apatía de cumplir normas que preservan nuestra vida. Esa situación ya la vivimos y no deseamos repetirla. No queremos un futuro próximo de encierro como el de nuestro pasado inmediato.
Hoy tenemos la posibilidad de hacer nuestro destino de una forma distinta al que habíamos proyectado hasta hace unos meses pero conscientes de la gran importancia que tiene la vida y que está en nuestras manos preservarla con los máximos cuidados -al menos por los próximos dos años a estimación de los expertos –.
La Vida se vive y hoy tenemos la opción de disfrutarla plenamente. La cuestión es … ¡Volveremos con la disciplina de cuidar nuestra salud y procurar a quienes nos importan … o no volveremos a ser capaces de vivir al aire libre!