Desde su fundación, el Sindicato único de Trabajadores del Gobierno de la Ciudad de México (SUTGCDMX) se ha caracterizado por ser un semillero de delincuentes que se han dedicado a llenar sus arcas personales sin importarles los intereses de los agremiados, quienes son el verdadero soporte, la verdadera esencia.
Muchos de quienes han sido líderes, se han dado vida de millonarios a costa de las jugosas cuotas que aportan los empleados con el sudor de su frente y que además, con sus salarios raquíticos y prestaciones de ley –en su mayoría fantasmas- deben enfrentar constantemente los embates de la crisis económica del país que cada fin de sexenio presidencial se presenta.
Tal es el caso de José Héctor Carreón Garcés, quien por sus constantes corruptelas fue destituido como administrador del Deportivo 18 de Marzo, por la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, y por si fuera poco, al parecer está ligado a una red de traficantes de órganos que opera en cárceles y hospitales capitalinos. De hecho, el próximo 10 de agosto tiene una audiencia en el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México por los delitos que se le imputan.
Lo anterior ocurrió hace algunos días, cuando fue notificado por autoridades del gobierno local que por órdenes de la máxima autoridad, tenía que dejar el cargo de forma inmediata, ante la serie de denuncias que le fueron interpuestas por usuarios de ese centro social.
De acuerdo con usuarios de dicho club deportivo ubicado en la colonia Tepeyac, alcaldía Gustavo A. Madero, desde que Carreón fue nombrado administrador, aumentó el precio de las inscripciones, de la comida que ahí se vende, comenzó a cobrar cuotas de 20 pesos para permitir a los cientos de usuarios el ingreso de sus automóviles al estacionamiento.
También instaló un autocinema con capacidad para 140 automóviles, mismo que diariamente funcionaba con horarios y un precio de 200 pesos, pero como lo hizo a espaldas de Claudia Sheinbaum y al ser reportado, al poco tiempo fue clausurado.
Informes proporcionados por gente cercana a Carreón señalan que éste obtuvo ganancias mensuales superiores a los 200 mil pesos, mismas que iban a parar a sus arcas personales y de las que nunca dio cuenta a las autoridades del Gobierno de la Ciudad de México, por lo que actualmente ya se realizan auditorías para detectar más actos de corrupción.
Entre otras arbitrariedades, y con el argumento de que iba a realizar una remodelación, también cometió un ecocidio en el deportivo, al talar más de la mitad de la cantidad de árboles que se encuentran en el lugar, sin haber pedido autorización al gobierno capitalino.
Cabe recordar que Carreón Garcés por tercera ocasión pretendió hasta hace unos meses postularse como candidato a la Secretaría General de la Sección 12 «Servicios Médicos» del Sindicato Único de Trabajadores de la Ciudad de México (SUTGCDMX), sin embargo sus aspiraciones se vieron truncadas ante las inconformidades de la mayoría de los agremiados sindicales.
Cabe señalar que Héctor Carreón tiene un historial conformado por diversas corruptelas que ha cometido para su beneficio personal así como un ingreso al Reclusorio Preventivo Varonil Norte e incluso y el próximo 10 de agosto, tiene una audiencia en los juzgados del Tribunal Superior de Justicia a la que deberá acudir para responder por las acusaciones que se le imputan.
Documentos y datos proporcionados al autor de esta columna, señalan que este sujeto enfrenta diversas demandas de tipo penal, administrativas, civiles, electorales. por pensión alimenticia, piratería, amenazas y lesiones, entre otras.
Aunque ha tratado de ampararse para evitar la acción de la justicia, ese trámite le fue rechazado y ahora está obligado a responder por las cuentas pendientes ante los juzgados y la Contraloría General de la Ciudad de México, instancia que le ha enviado 22 notificaciones y no las responde.
A lo anterior, habrá que señalar que Carreón Garcés consiguió a través de sus influencias, que su esposa Alma Villanueva entrara a trabajar a la Secretaría de Salud del gobierno local, donde percibe ingresos brutos superiores a los 50 mil pesos mensuales, así como su hija Ingrid Carreón Villanueva, quien tiene en esa dependencia una plaza como Médico Veterinario aunque carece de título y cédula profesional.
En este sentido, cabe señalar que Ingrid no aparece en el Registro Nacional de Profesionistas de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y desarrolla su actividad en el turno nocturno en una clínica con guardias fijas.
Ante el Instituto Nacional Electoral (INE), cuando en las pasadas elecciones se inscribió como candidato a diputado local del partido Fuerza por México, declaró que es dueño de bienes e inmuebles con un valor estimado en tres millones de pesos; de un automóvil cuyo costo es de 300 mil pesos y que tiene ahorros aproximados equivalentes a esta última cantidad, procedentes de las cuotas que aportan los más de 8 mil 500 agremiados.
Para lograr que dicho instituto político lo abanderara y de paso conseguir espacios para su familia, invirtió 9 millones de pesos provenientes de las cuotas de los agremiados sindicales. Al final no ganó, aparte de que Fuerza por México sólo obtuvo el 2.5 por ciento de las votaciones por lo que perdió su registro.
Además, las investigaciones realizadas por autoridades de la Fiscalía General de Justicia y la Contraloría General de la Ciudad de México, señalan que ante los actos de corrupción ya mencionados –algunos de ellos especificados en los expedientes 414/2020 y 1145/2020-1-, fue inhabilitado de por vida por parte de la Secretaría de Salud, por lo que ya no puede ocupar cargos como funcionario en dependencias ni postularse como candidato a ningún puesto de elección popular, ya sea como alcalde, legislador local y federal o líder sindical.
Esto último, de acuerdo con el Artículo 161 Bis que se encuentra en los estatutos generales del SUTGCDMX, al que por lo visto no se le da continuidad al permitir este tipo de situaciones que van en perjuicio de los trabajadores.
La siguiente audiencia de Carreón es el próximo 10 de agosto a las 10:30 am en el Juzgado Sexto en Materia Administrativa de la Ciudad de México, cuyo titular es Francisco Javier Rebolledo Peña. adscrito al Tribunal Superior de Justicia. Aunado a esto, la Policía de Investigación también rastrea la acusación de que Carreón está involucrado junto con algunos de sus colaboradores, en una red que se dedica a traficar con órganos humanos en cárceles y hospitales capitalinos.
Cuando Carreón Garcés ingresó a las filas de dicho sindicato, era un «humilde chofer» de ambulancia en el Hospital Rubén Leñero, y ahora reporta ingresos por 540 mil pesos anuales; aunque la Secretaría de Finanzas del gobierno capitalino señala que al año percibe 744 mil pesos, ya que tiene un nombramiento de jefe de Servicios en la Secretaría de Salud, es decir, 62 mil pesos mensuales.
Sin embargo, en redes sociales presume los suntuosos automóviles de su colección, los yates privados en los que vacaciona por las majestuosas playas del país exhibiendo sus presas de pesca. Usa trajes finos y lentes negros, le acompaña un séquito de personas de toda su confianza que lo mismo le funcionan para «hacerle los mandados», cuidarle, amedrentar a los trabajadores que no simpatizan con él, así como a directores de nosocomios a quienes les exige canonjías. Héctor Carreón es bien conocido por mandar a golpear a sus oponentes,
Sus adversarios lo describen como «un personaje extravagante» y aseguran –quienes lo conocen desde hace muchos años- que vendedor de discos pirata en las inmediaciones de los centros hospitalarios, actividad que en 2002 lo llevó a estar preso casi seis meses en el Reclusorio Norte por el delito de plagio y falsificación de documentos.
Para obtener su libertad utilizó a sus amistades –toda vez que no tenía derecho a salir bajo fianza- y desembolsó “una fuerte cantidad de dinero” para persuadir a los testigos y demandantes.
Es claro que encontró en el sector salud del gobierno capitalino una «minita» para obtener recursos económicos con la venta de plazas, venta de comisiones sindicales, venta de hojas de préstamos, venta de dictámenes médicos y hasta el tráfico de órganos, –imputación que al momento no ha sido comprobada- por lo cual, pretendió de nueva cuenta, tomar las riendas de la Sección 12, concluyen sus opositores.
APUNTES FIDEDIGNOS
Y hablando de injusticias, agremiados del Sindicato de Trabajadores de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, denunciaron ante este espacio informativo, que el Fiscal en Tláhuac, Francisco Javier Mejía Sánchez obliga a sus subordinados a presentarse a sus oficinas para que cumplan con su horario laboral a pesar de que muchos de ellos ya se han contagiado de Covid-19 y a causa de esa medida tan arbitraria, otros tantos han muerto y dejaron en el desamparo a sus respectivas familias.
La representación social ubicada en dicha alcaldía se ha vuelto un auténtico nido de contagios y decesos y aún así, Mejía Sánchez se ha negado a seguir los protocolos que dictan las autoridades de la Secretaría de Salud (Sedesa) y les ha dicho a sus empleados que «se quiten el chip de la pandemia y se presenten a trabajar».
Los afectados piden ayuda urgente a la titular de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX), Ernestina Godoy Ramos, para que frene esta situación y sancione con todo el peso de la ley a dicho funcionario que ha demostrado demasiada insensibilidad ante esta terrible situación…
¡¡¡Seguiremos informando!!!
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