En esta ocasión estimados lectores, haré de lado los termas políticos porque les voy a contar una historia muy impactante, la cual con toda seguridad será de su total interés y que a decir de los afectados, comenzó con una bonita amistad que duró muchísimos años y terminó en una horrible tragedia que para colmo atrajo a la injusticia. ¿Y por qué digo que atrajo a la injusticia?, ¡ahhhh! porque como en miles de situaciones como esta, en los juzgados se fabricó un culpable al que se le dejó caer «todo el peso de la ley» ante la ausencia del verdadero responsable.
Me refiero al caso tan sonado en redes sociales y medios periodísticos, de Silvia Jazmín Armendariz Alpuche, quien fue asesinada de una manera por demás cruel, en Minatitlán, Veracruz, el 15 de agosto 2019 y el presunto «autor material» –su mejor amiga desde el kinder- fue sentenciado hace poco más de una semana a 70 años de prisión, por supuesto de una manera injusta, asquerosa, arbitraria e indignante.
El domingo 18 de septiembre se celebró la audiencia en el Centro Integral de Justicia de Coatzacoalcos, donde el juez determinó que las pruebas presentadas eran suficientes para dictarle la máxima pena a la joven Andrea Aguilar Jara, lo que fue criticado por su abogado y familiares.
Andrea era amiga de Silvia Jazmín y presuntamente participó en su asesinato junto a Aldo “N”, quien ya fue vinculado a proceso por el mismo delito. El juez asegura que encontró «pruebas contundentes», a través de su celular, donde la ubican junto a Aldo y Silvia antes del asesinato.
Aunque esto más bien suena a que los familiares de la infortunada compraron a la autoridad para que ejerciera su poder y alguien «pagara los platos rotos» en un afán de se les hiciera justicia y de esa manera pudieran «vengar» la muerte de Silvia Jazmín. Por increíble que les parezca a muchos de ustedes estimados lectores, así se manejan las cosas la mayoría de las veces en los juzgados.
Desafortunadamente en el sistema penitenciario mexicano, «quien tiene más saliva es quien traga más pinole». Y en este caso, Andrea Aguilar Jara al parecer se quedó sin saliva y se convirtió en «la pagadora», obviamente sin que a las autoridades que se encargan de «impartir justicia» les importe que le están arruinando la vida a una inocente, porque realmente no existen esas «pruebas contundentes» que la han incriminado como responsable de ese asesinato. Y mientras, el verdadero culpable –aunque no me atrevo a asegurar que sea Aldo, el joven que estaba con Silvia Jazmín y Andrea el mismo día del crimen- está en espera de que sus familiares «se muevan» para que salga libre.
Andrea fue detenida el 3 de diciembre del 2020, sobre la calle Jorge H. Acosta de la colonia Soto Inés en el municipio de Minatitlán, a través de una orden de aprehensión en su contra que se giró sin elementos suficientes para determinarla como coautora material del asesinato y en ese momento, los oficiales que ejecutaron el mandato judicial no le leyeron sus derechos.
Tal y como han informado los medios periodísticos, Silvia Jazmín, fue asesinada y calcinada presuntamente por Aldo, quien dejó sus restos en un basurero clandestino del sur de Veracruz
La joven salió de su hogar en la colonia Petrolera a hacerse pedicure y ya no regresó, pasando a la lista de víctimas de feminicidios en la entidad
En este caso, familiares de ambas jóvenes se han manifestado, unos para pedir justicia para Silvia Jazmín y otros proclaman férreamente la inocencia de Andrea
De hecho, la familia de Andrea Aguilar Jara hizo contacto con este columnista para platicar que ella y Silvia Jazmín eran amigas desde la guardería, iban juntas en un CENDI y cuando ambas entrar a la escuela primaria se dejan de ver y se reencuentran en la secundaria, tenían amigos en común, salían a fiestas, hicieron sus XV años en fechas cercanas y conforme pasó el tiempo, esa amistad se consolidó
Silvia Jazmín estudió en el Tec Milenio en Veracruz y Andrea en la UAG, campus Tabasco, ambas graduadas y tituladas. Andrea es Ingeniera Petrolera y Silvia Jazmín era Ingeniera Industrial y de hecho, cada que tenían vacaciones se frecuentaban ya sea en Veracruz o Villahermosa, Tabasco.
Se frecuentaban con otros amigos, se iban de viaje, estaban con sus respectivas parejas, disfrutaban de la vida, e incluso les gustaba vestirse igual como «gemelas». Entre ellas nunca hubo peleas, ni malas palabras, ni nada que mostrara la existencia de una rivalidad, por el contrario nunca se expresaban mal una de la otra.
De acuerdo con sus consanguíneos y amigos cercanos, Andrea no es NINI –como se les llama a los jóvenes que ni estudian ni trabajan- sino que siempre demostró su profesionalismo y dedicación laboral, pues fue empleada ejemplar en empresa como Controtec, Judel, Dresser Rand y tenía negocios propios como «Dieta Fácil» y «Costillitas La Contingencia»; además, le gustaban las labores altruistas.
Tras el asesinato, Andrea Jara siempre estuvo dispuesta a colaborar con las autoridades y hasta entregó su teléfono celular para que lo revisaran y sacaran alguna pista que les sirviera para dar con el asesino de su gran amiga; además, cuando se iba a trabajar fuera de su entidad, avisaba a las autoridades, nunca huyó ni tampoco se ocultó
De hecho, los padres de Silvia Jazmín junto con la Fiscalía la obligaron a señalar a Aldo –ex novio de la infortunada- a que dijera que él era el asesino, pero Andrea se negó a hacerlo porque no le constaban los hechos. Precisamente de ahí se agarraron las autoridades –ya empalmadas por los asquerosos padres de Aldo- para determinar sin elementos que ella era cómplice y desafortunadamente se convirtió en un «chivo expiatorio» que perdió su libertad
Desde esta tribuna, hacemos votos para que se haga justicia, ya no tanto en favor de Silvia Jazmín –porque a fin de cuentas ella ya fue juzgada ante el tribunal de Dios y ojala ya esté descansando en paz- sino para que Andrea Aguilar Jara salga de la cárcel y rehaga su vida como se lo merece. Si están interesados en saber sobre las actualizaciones del caso, los invito a que sigan la cuenta de twitter @AJarainocente.
APUNTES FIDEDIGNOS
En otro tema que también ha causado mucha polémica, en redes sociales se viralizó la violenta reacción que tuvo el padre de Mauricio Tabe, titular de la alcaldía Miguel Hidalgo, –ubicada al sur de la Ciudad de México- ante la clausura de un negocio familiar en la colonia Escandón.
La taquería Don Eraki fue cerrada por presuntas irregularidades. Ante ello, el papá del alcalde enfureció y amenazó con un cuchillo a uno de los encargados del cierre.
El empleado del Instituto de Verificación Administrativa (Invea) vivió momentos de tensión cuando el hombre amagó con causarle un herida en el cuello con arma blanca y lo amenazó verbalmente al decirle: “Te lo clavo, hijo de p***. Te voy a clavar”
Los testigos reaccionaron al intento de ataque y pidieron al agresor que se tranquilizara, ante lo cual éste respondió profiriendo insultos en su contra. En la grabación en la que quedó registrado el hecho se pudo escuchar al señor responder indignado: “Tranquilícese pura ver** cab***. Órale hijos de la chin****”
El negocio fue inaugurado el pasado 18 de agosto. Desde aquel momento se señaló que su apertura era irregular debido a que está asentado en un predio que presuntamente es de uso habitacional.
Tabe salió en defensa de su familia al asegurar que han sido víctimas de intimidación y que el negocio ílícito de tacos es un invento de la oposición que busca sustentar sus falsos señalamientos de forma institucional…Mientras son peras o manzanas, ¡¡¡¡SEGUIREMOS INFORMANDO!!!!
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