Una “Ciudad Perdida” en IZTACALCO, nido de CRIMINALES

*Ahí venden drogas y armas, igual hay casas de seguridad. *También se ejerce la prostitución, pederastia y se alquilan sicarios. *El sitio es tan peligroso que ni la policía quiere realizar operativos *Pablo Raúl Moreno Carreón dispuesto a terminar con ese cáncer social

La pésima administración del alcalde en Iztacalco, Raúl Armando Quintero Martínez, ha provocado que los índices delictivos vayan en aumento y que la tranquilidad de quienes habitan en la demarcación, se haya prácticamente extinguido.

Es bien conocido por la opinión pública que los principales problemas de la jurisdicción —que actualmente se encuentra secuestrada por el funcionario morenista- son los asaltos, asesinatos y la venta de droga.

Prácticamente en Iztacalco no hay un punto en donde la gente pueda estar a gusto y la inseguridad ha llegado a tal extremo gracias a la ineficacia de Armando Quintero —aunada a su ambición de poder económico y político- que han proliferado los llamados “puntos rojos”.

Entre estos se encuentra una ciudad perdida, como sacada de aquella película brasileña llamada “Ciudad de Dios” —así como lo leen- conocida como la “CP” que se encuentra ubicada sobre la avenida Oriente 229-A, esquina con la calle sur 20 , colonia Agrícola Oriental y casualmente la Casa de Campaña de Quintero Martínez se encuentra ubicada a unas cuadras del sitio.

Déjenme comentarles apreciables lectores que en ese lugar —en el cual realizamos un amplio recorrido, previo contacto con algunos de sus habitantes – se puede adquirir prácticamente de todo y es que está bien protegido por el “padrino Armando”.

Hay venta de armas de toda clase , de diversos tamaños y formas, ya sean de fuego o blancas. El expendio de droga está a la orden y también hay para escoger: mota, coca, chochos, opio, krokodil, Extasis, Kristal, entre otras y a precios que varían de acuerdo a la cantidad y el tipo que se enervante que se adquiera.

De acuerdo con los informes recabados también hay prostitución de hombres y mujeres jóvenes cuyos servicios varían entre los 100 y los 500 pesos de acuerdo a lo que el cliente pida.

Pero lo más grave del asunto es que en esa ciudad perdida también se ofrecen a niños de entre 8 y 10 años de edad para aquellos que van en busca de aventuras poco comunes para saciar sus más bajos instintos pederastas.

De acuerdo con uno de los habitantes de la ciudad perdida que sirvió como guía al autor de esta columna , incluso hay casas de seguridad donde “guardan” por un buen rato a personas económicamente potentadas, que son víctimas de secuestro.

Y además, por tan solo dos mil pesos se puede contratar los servicios de unos tres sicarios —que en su mayoría son adolescentes de entre 12 y 16 años de edad- a cualquier hora del día a quienes se les paga al momento de que terminan la encomienda que se les asigne.

Quienes habitan cerca de ese lugar viven en constante temor y aseguran que la policía jamás se acerca ni cuando hay balaceras entre grupos delictivos o asesinatos.

Y es que las pocas veces que en años anteriores trataron de ingresar a la ciudad perdida, los elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana —actualmente a cargo de Omar García Harfuch- han sido recibidos a balazos pues ahí, los delincuentes poseen mejores armas que ellos.

La situación prolifera y no se ve para cuando pueda acabar, toda vez que sus líderes reciben la protección del “padrino Armando” y hasta lo visitan en su oficina de la alcaldia para ponerse a la orden sobre cualquier cuestión que se ofrezca.

Los integrantes de esos grupos delictivos han servido como “acarreados” en las campañas que ha realizado Quintero para alcanzar los puestos de elección popular que ha ostentado durante varios años y también han sido utilizados como “grupos de choque” cuando ha sido necesario.

Incluso varios de ellos se dedican a distribuir droga en diversos bares de “mala muerte” que se encuentran ubicados en colonias como la Gabriel Ramos Millán, Carlos Zapata Vela, Rodeo, Pantitlán, Juventino Rosas, Tlazintla, Tlacotal y el Campamento 2 de Octubre.

Esta ciudad perdida que recientemente fue remodelada y convertida en unidad habitacional sin los permisos necesarios de construcción —pero con el apoyo de Armando “El Padrino” Quintero-, es el mayor cáncer que actualmente tiene la jurisdicción y al parecer no tiene cura.

La llamada “CP” seguirá cubierta bajo el manto protector de ese servidor público, quien actualmente busca repetir el cargo durante los próximos comicios.

Esto último a pesar de que no atiende las demandas vecinales adecuadamente y cuando lo hace es a regañadientes como ocurrió hace unos días en la zona maderera de Iztacalco, donde proliferan los montones de basura y desperdicios industriales, así como la delincuencia, el comercio ambulante y los autos abandonados.

Raúl Armando mandó a retirar seis toneladas de basura de esa zona pero no precisamente con la ayuda de personal de limpias, sino utilizó a elementos de la Guardia Nacional y de la policía capitalina. Terrible humillación para el uniforme y funciones de esas corporaciones.

Otra problemática que no ha atendido es la de 11 edificios que se encuentran en una unidad habitacional ubicada sobre Calzada de la Viga 901 —donde habitan 220 familias- mismos qué tras los sismos de 2017 quedaron severamente dañados con enormes fisuras en su estructura y que están en riesgo de derrumbarse.

Sus habitantes ya interpusieron diversas quejas ante las autoridades de la alcaldia pero no han sido atendidas a pesar de que también han dicho que el suelo de esas zonas se ha reblandecido y han surgido socavones debido a que la empresa refresquera Pepsico ubicada a unas cuadras de la unidad habitacional afectada, constantemente perfora el subsuelo con el fin de extraer agua para elaborar sus bebidas.

APUNTES FIDEDIGNOS

En medio de toda esa tempestad hay un “caballo negro” que no se doblega y va a todo galope sobre las amplias llanuras de Iztacalco, cargado de nuevas propuestas para controlar el problema de la delincuencia en la demarcación.

Pablo Raúl Moreno Carreón ya prepara afanosamente su candidatura independiente para contender por la titularidad de la alcaldía iztacalquense y es considerado como un peligroso rival para Armando Quintero, quien al parecer ya ha comenzado a medirle “el agua a los camotes” toda vez que Pablo Raúl conocido como “pablito” entre sus vecinos y colaboradores cercanos, podría frenarle de tajo sus intenciones políticas.

Y es que este joven abogado surgido de las luchas estudiantiles, ha demostrado que tiene madera, liderazgo y propuestas frescas enfocadas al beneficio de los iztacalquenses, quienes piden a gritos se resuelva principalmente el problema de la delincuencia y el narcomenudeo.

Pablo Raúl cuenta con el apoyo de organizaciones civiles, sindicatos, potentados empresarios, así como de la misma jefa de gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum Pardo, quienes han visto en este nuevo candidato una excelente opción paga gobernar la alcaldía morenista, pero sin colores partidistas.

Es claro que este joven aspirante podría dar en cualquier momento un fuerte machetazo al “caballo de espadas” para sacarlo de la jugada política y decirle “me saludas a nunca vuelvas”…seguiremos informando!!!

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