La ambición de poder y dinero ha crecido a pasos agigantados entre los funcionarios del Sistema Penitenciario de la Ciudad de México, sin que hasta el momento su inepto titular, el odontólogo Andrés Ponce Aceituno haya podido, ya no digamos erradicar, sino controlar de forma definitiva. Por lo visto, este funcionario está acostumbrado a buscar culpables en lugar de obtener soluciones. A lo mejor por eso los custodios le han apodado el “cara de idiota”.
Prueba de ello, es la actividad ilícita que realiza de forma descarada, uno de sus altos mandos identificado como Julio de Jesús León alias “El Borracho”, –quien se desempeña como Subdirector de Seguridad de la Penitenciaría de Santa Martha Acatitla- mote que se ganó entre los grupos de custodios y de reos debido su enorme gusto por el alcohol y la cerveza. Incluso dicen las “malas lenguas” que continuamente llega bastante ebrio a trabajar y siempre acompañado por mujeres de la “vida galante”.
Y no solamente hace eso, sino que también autoriza que pasen a los reclusorios, pantallas, refrigeradores, hornos de microondas, computadoras, teléfonos celulares de alta gama como el IPhone 15 Pro Max de titanio, –aparato que rentan a internos en 40 pesos la hora y mil 500 pesos todo el día- entre otras cosas, que van directamente a manos de los internos más acaudalados y también a altos y medios mandos, entre los que se encuentra él, precisamente.
Dos de sus cómplices que fungen como supervisores, han sido identificados como Antonio Leal y otro más de apellido Palafox y su manera de realizar ese “trabajo” es mediante camionetas completamente cerradas que se utilizan para hacer los traslados de reos hacia hospitales, juzgados y a otros penales,
¡Imagínense ustedes queridos amigos!, lo que va a decir y hacer la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada Molina. –porque les comento que la señora es de pocas pulgas- cuando se entere de esta situación que perjudica aún más, la imagen del Sistema Penitenciario y de sus funcionarios.
Es claro que urge un cambio de 360 grados en esa instancia que durante muchos años ha sido víctima de la corrupción y las injusticias debido a que quienes han sido sus titulares así lo han permitido para obtener también muchos beneficios de esas prácticas desleales al Gobierno de la Ciudad de México. Aunque en esta ocasión, el actual Subsecretario del Sistema Penitenciario, Andrés Ponce Aceituno ha demostrado que no está apto para ese puesto, pues carece de toda experiencia y formación en el gremio carcelario.
¿Qué se puede esperar de un odontólogo?, digo, está por demás mencionarlo y por eso no se atreve a hacer movimientos bruscos para quitar a funcionarios como Aldo Bruno Aragón Sánchez, Director Ejecutivo de Seguridad Penitenciaria, quien le “pica los ojos” con las ganancias que obtiene de todos los ” negocios” que realiza en las cárceles.
Y precisamente Aldo Bruno aparte de estar coludido con “El Borracho” ahora resulta que también manda a arrestar hasta por 24 horas, a los encargados de Seguridad de los reclusorios capitalinos que no generan dinero.
Aquí cabe preguntar ¿por qué este funcionario no ha sido arrestado por órdenes de sus anteriores jefes y del actual, Andrés Ponce Aceituno, siendo que constantemente comete todo tipo de abusos en contra de sus subordinados? a quienes por cierto, ya los tiene HASTA LA MADRE, claro está, dicho por ellos mismos.
APUNTES FIDEDIGNOS
Y en otro tema no menos desagradable, resulta que Obdulio Ávila, recién nombrado Director General de Gobierno y Asuntos Jurídicos en la alcaldía Cuauhtémoc, “sacó las uñas” y trató de amedrentar a este columnista luego de que en una publicación anterior se mencionó que fungió como vínculo de la Unión Tepito cuando era coordinador de campaña de la entonces candidata a la demarcación, Alessandra Rojo de la Vega Piccolo.
Esto sucedió mediante una conversación en WhatsApp, que dicho funcionario sostuvo con quien escribe esta información, durante la cual, pretendió que se reconociera que lo que se había escrito era una total mentira, pero cuando se le sugirió que desmintiera públicamente la información, simplemente se negó a hacerlo y consideró que lo mejor era hacerlo “en corto”, es decir a través de esa plática virtual.
Sin embargo, Obdulio Ávila resaltó que “si usted no reconoce que miente en su libelo” voy a actuar conforme a la ley. Créanme, amigos lectores queso es lo que menos me espanta, porque si lo hace entonces él también tendrá que comprobar que no tiene relación con ese grupo delictivo ni en las corruptelas que se cometieron en Coyoacán, cuando ahí ocupaba el mismo cargo que hoy ostenta. Esta historia continuará….¡¡¡¡¡SEGUIREMOS INFORMANDO!!!!
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