Feminicida Jesús Hernández Alcocer, murió en su casa y no en la cárcel

*Con diez millones de pesos, el asesino de su esposa y cantante Yrma Lydia, compró su libertad porque no quería morir en una celda del Reclusorio Norte *El dinero se lo dio a Pablo López Jaramillo, Enrique Serrano Flores y César Abraham Flores Sandoval, Comisario del Sistema Penitenciario, Subsecretario del Sistema Penitenciario y Director Ejecutivo de Prevención y Reinserción Social, respectivamente *Su deceso puso al descubierto ese acto de corrupción y Enrique Serrano junto con su sobrino César Abraham, fueron cesados de sus cargos por órdenes de García Harfuch *Omar Reyes Colmenares queda como nuevo Subsecretario del Sistema Penitenciario, en sustitución de Serrano Flores; y custodios le envían un mensaje contundente

Jesús Hernández Alcocer, el abogado de 79 años de edad, quien fue acusado de asesinar con una pistola de grueso calibre a su esposa, la cantante Yrma Lydia, no falleció en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México, sino en su domicilio el pasado 4 de octubre, y de hecho sólo estuvo unos días en dicho penal. De hecho, cuando «entregaron» el cuerpo a sus familiares y fue velado, jamás se vio.
Esta situación causó bajas de funcionarios adscritos al sistema penitenciario capitalino, por órdenes directas de Omar Hamid García Harfuch, titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, conocido entre la tropa como «El Papichulo».
Jesús Hernández Alcocer, pagó 10 mdp para recuperar su libertad tras asesinar a su esposa
Pues tras haber cometido el crimen en el interior del restaurante Suntory ubicado en la colonia Del Valle, Jesús Hernández fue detenido junto con su escolta Benjamín Hernández Mendoza y llevado ante la Fiscalía Especializada para la Investigación del Delito de Feminicidio, donde permaneció arraigado alrededor de 72 horas, tiempo suficiente para que moviera sus múltiples influencias políticas y policiacas a fin de salir libre de todo cargo. Y así sucedió.
El escolta Benjamín Hernández Mendoza, está pagando «los platos rotos»
Pues una semana después, es decir, a las 14:00 horas del 30 de junio, se efectuó la primer audiencia sobre dicho feminicidio en los juzgados del Reclusorio Preventivo Varonil Oriente y Jesús Hernández Alcocer llegó a ese lugar a bordo de una ambulancia, en silla de ruedas y acompañado de sus abogados –cuando menos eso dicen- toda vez que desde ese día, según él, ya comenzaba a sentirse mal del corazón y de la presión, pues era hipertenso.
                                                       
Este reportero platicó vía telefónica con el escolta Benjamín Hernández Mendoza, quien aún se encuentra interno en el Reclusorio Norte en espera de la siguiente audiencia y con la confianza de que salga absuelto, pues dice, lo tienen encerrado por estar señalado como cómplice de un crimen que no cometió y del que jamás intentó encubrir a nadie ni tampoco escapar, porque aunque hubiese querido hacerlo  no habría tenido oportunidad.
                                               
«Cuando mi ex patrón mató a su esposa, porque de hecho hay testigos que vieron cuando le disparó en cuatro ocasiones y hasta le dio el tiro de gracia en la cabeza, un policía que fungía como escolta de uno de los clientes del restaurante Suntory, de inmediato lo detuvo cuando trató de huir y yo únicamente estaba esperándolo afuera, yo no pude hacer absolutamente nada,  mas que ver lo que sucedía, entonces llegaron más policías y nos llevaron a los dos ante la Fiscalía, donde estuvimos 72 horas y luego nos llevaron al Reclusorio Norte ´para vincularnos a proceso», relata Benjamín.
Estimados lectores, el entrevistado nos relata que su ex patrón solamente estuvo unos días en la cárcel en la zona de Ingreso, en un pasillo donde nadie lo molestaba, solo le llevaban de comer los custodios junto con ropa limpia de color beige, le permitían tener una televisión y hasta teléfono celular para que mantuviera comunicación con su abogado y familiares.
                                                                         
Al otro día de que se efectuó la audiencia, –señala- realizó un pago por diez millones de pesos a los directivos del Reclusorio Norte para que lo dejaran en libertad. Ese dinero fue repartido entre los funcionarios y custodios que estaban encargados por turnos, de vigilar a dicho reo, quien ya comenzaba a mostrar constantes malestares cardiacos debido a su descontrolada hipertensión; fue por ese motivo que Jesús Hernández decidió «comprar» su libertad para no morir en la cárcel, sino en la recámara de su casa, donde estaría al cuidado de sus familiares.
Benjamín comenta que el abogado de 79 años abandonó el penal aproximadamente a las 03:00 de la madrugada del 2 de julio y salió por la puerta de aduanas a bordo de una camioneta para traslados de internos, con rumbo a su domicilio ubicado al sur de la capital. Ahí comenzó a recibir los cuidados de sus familiares y una adecuada atención médica, aunque todo ese tiempo estuvo «monitoreado» por las autoridades del Reclusorio Norte. De hecho, ya estaba haciendo planes para irse a vivir a una casa que tenía en el puerto de Acapulco.
Sin embargo, las autoridades –quienes hicieron esta serie de movimientos a espaldas de Omar García Harfuch nunca pensaron que días después, es decir, el 4 de octubre, un infarto acabaría con la vida del asesino de Yrma Lydia. Y cuando reportaron el deceso del abogado directamente al titular de la SSC y este se enteró de que no había ocurrido en la celda que le tenían asignada sino en su domicilio particular, de inmediato se puso furioso y llamó a tres funcionarios del sistema penitenciario que estaban involucrados en esta complicada situación.
De hecho, se hizo todo un montaje para hacer creer a los medios de comunicación que el cadáver había sido entregado a sus familiares y velado en una agencia funeraria, pero jamás se vieron los restos ni el entierro fue captado en imágenes.
Pablo López Jaramillo, Enrique Serrano Flores, así como su sobrino César Abraham Flores Sandoval, Comisario del Sistema Penitenciario, Subsecretario del Sistema Penitenciario y Director Ejecutivo de Prevención y Reinserción Social, respectivamente, hicieron antesala en la oficina de Garçia Harfuch, ubicada en la calle de Liverpool, en la llamada Zona Rosa.
Funcionarios corruptazos; los que aparecen en la parte baja, se quedaron sin chamba
Estos recibieron una fuerte llamada de atención y les costó «la chamba» a Enrique Serrano y César Abraham, mismos que hicieron del sistema penitenciario una auténtica mina de oro personal, obviamente en sociedad con su ex jefe Pablo López Jaramillo, quien «los aventó» ante García Harfuch para conservar el puesto.
Serrano y su sobrino hasta hace unos días permitían el ingreso de teléfonos celulares que rentan a reos para extorsionar,  alcohol y droga a los reclusorios capitalinos, además de que deciden a quienes se les brindan más privilegios como celdas individuales con regadera, agua caliente, televisiones, cortinas, cobijas y comida preparada en la calle. También «ayudaban» a internos que tienen delitos federales a que no sean trasladados hacia cárceles de máxima seguridad que se encuentran en las distintas entidades de la república y los mantienen en la zona de Ingreso, en pasillos «especiales para padrinos» y todo ello, a cambio de 400 mil pesos.

 

 

«El alcohol y la droga los meten en unas camionetas que también son utilizadas para los traslados de reos a juzgados u hospitales, y para que no haya sospechas, daban la orden a los custodios que se encuentren de guardia en la zona de aduanas, que dejen pasar esos vehículos sin que los sometan a revisión», revelan informantes.

 

Entre otras cosas, también controlaban el acceso de un selecto grupo de reclusas que tienen en los penales para que brinden servicios sexuales a internos de alto poder adquisitivo, por cada servicio ellas cobran alrededor de 2 mil pesos y reciben 200 pesos de comisión.

Bellas reclusas ofrecen sus caricias al mejor postor
Pero lamentablemente toda esta corrupción es cíclica, pues una vez que Omar Reyes Colmenares –quien el jueves 16 de enero 2020 fue denunciado en video por amenazar  a un ciudadano e identificarse en ese momento como Director General de Investigación Criminal de la FGJCDMX- tomó posesión como Subsecretario del Sistema Penitenciario, de inmediato comenzó a conformar su «equipo de trabajo» con personal administrativo y custodios para armarse de una buena «lana» quincenal, por supuesto a costa de las necesidades de los internos y sus respectivas familias.
El Subsecretario del Sistema Penitenciario en CDMX, Omar Reyes Colmenares, toda una «fichita» (Foto especial)
                                                         
Incluso, José Iván Varillas Cervantes, encargado del Centro de Control del Reclusorio Preventivo Norte ya fue nombrado «hombre confianza» de Reyes Colmenares al grado que se encarga de informarle de todo, absolutamente de todo lo que acontece al interior del penal, así como de los retardos y faltas que tienen los custodios en sus respectivos turnos.
En una situación similar se encuentra Ana Lilia Vázquez, encargada del equipo de revisión del Reclusorio Oriente, quien junto con su compañero de trabajo y pareja sentimental Geovanni Flores, permiten el acceso –mediante módicas cantidades de dinero-  de artículos prohibidos al interior de ese penal, como armas, objetos punzocortantes, teléfonos celulares y droga, en complicidad con el jefe de Grupo del Tercer Turno, José Israel Careaga Moya conocido como «El Papá Oso», quien aspira a ser director de seguridad de dicho reclusorio, quien por cierto es bien sabido que formó parte y protegió a un grupo de reos mafiosos que operaban en la Zona Diamante, durante 2011.
Careaga Moya, trabajaba de la mano con un custodio identificado como «Erick», y debido a una serie de traiciones y estafas que ambos cometieron en contra de dicha célula criminal, este último pagó con su vida al ser asesinado y descuartizado cerca de su domicilio durante ese mismo; situación que las autoridades ocultaron.
Dicen «las malas lenguas» que una de sus hijas es la que se encarga de mantenerlo como «pieza clave» dentro de este ámbito, pues pide favores a altos funcionarios –entre ellos a Martí Batres, actual Secretario de Gobierno en la CDMX- y les corresponde con intensos momentos de placer.
Martí Batres, ¿protector político de José Israel Careaga Moya?
Otro más que resultó beneficiado con la llegada de Omar Reyes Colmenares a la Subsecretaría del Sistema Penitenciario de la CDMX, es un custodio identificado como David Ríos, quien fue nombrado encargado de la llamada zona diamante y que tiene antecedentes de tortura en el Centro Varonil de Seguridad Penitenciaria I del Reclusorio Norte.
Además, en su anterior lugar de trabajo constantemente se queda dormido e incluso ha sido fotografiado por sus subordinados para demostrar la gran incapacidad, inexperiencia e irresponsabilidad que tiene ese sujeto en el desempeño de los cargos que se le han conferido. Por lo que quienes actualmente están bajo sus órdenes, piden que lo remuevan y pongan en su lugar a otra persona que demuestre profesionalismo.
David Ríos, siempre se duerme en horas de trabajo (foto especial)
En una situación muy similar se encuentra Israel Franco, Jefe de Servicios de Apoyo en la zona diamante, pues trae antecedentes de amenazas que cometió en contra de sus subordinados en el Reclusorio Oriente de donde fue expulsado, por lo que en su nuevo lugar de trabajo tampoco ha sido bien recibido. Incluso, el personal de ahí, ha querido renunciar con tal de no soportar a su nuevo jefe. Muchos de los inconformes han sido enviados –de castigo- como guardianes al Centro de Sanciones Administrativas de Integración Social, conocido como «El Torito».
APUNTES FIDEDIGNOS
Y ya entrados en el tema carcelario estimados lectores, pongo a su disposición una carta que me hizo llegar un grupo de custodios que están deseosos de que haya un verdadero cambio en este ámbito lleno de corrupción y podredumbre; mensaje que reproduzco en forma textual:
                                                           
«Subsecretario del Sistema Penitenciario de la CDMX,Lic. Omar Reyes Colmenares, con el debido respeto, nos informan que es usted muy prepotente, hemos investigado que usted antes de tomar el cargo de Subsecretario del Sistema Penitenciario de la CDMX, era o es todavía el encargado de los operativos a los diferentes Centros Penitenciarios de la cdmx, en donde nada más llegan a Robar , decomisan droga  y no  ponerla disposición, ¿por qué?.
A caso no saben hacer Cadena de Custodia ? Tienen miedo a represalias en la calle ? O por qué ?  celulares, y  dinero que en este caso muchas veces son de los  negocios de las salas , de las  tiendas de los diferentes Dormitorios ,  de ahí se pagan sueldos , abasto etc y usted se lo lleva , dejando las broncas de la gente que se lo gana honradamente aunque usted no lo crea.
                                                     
En cuanto a su compartimiento hacia el personal de Seguridad, si el cambio que se está dando , es para mejorar las condiciones del personal de Seguridad, q bueno , pero si usted es igual de prepotente que El Comisario Pablo López Jaramillo, y demasiado Déspota cómo el ex titular Enrique Serrano Flores , de qué sirve el cambio que se está dando?.
Porque  eso de que le haga caso a chismes , y no comprueben que de verdad el personal se equivocó o tuvo una negligencia, lo haga acreedor a una sanción siendo inocente, o va a seguir mandando  por cualquier cosa a exámenes de control de confianza?.
Entonces usted que pasó los exámenes de control y confianza por qué llega y roba todo y no pone a disposición lo decomisado?. Está más que  claro que muchos de los q pasaron el examen de Control y Confianza son Buenos para el dinero, pero no para resolver problemas,  y los que tienen la experiencia Penitenciaria resuelven los  problemas, aún y sabiendo que no se ganan  el dinero  fácilmente aun y  no hayan pasado los exámenes de control de confianza.
Porque ya no es lo mismo 25 o 30 años después, esos exámenes de control y confianza, son para los de nuevo ingreso, nada más ponemos su ejemplo de que decomisa (Roba ) y si te vi no me acuerdo, si va a dar de baja porque va ya tienen personal nuevo , pues pensionen a mucha gente también que tienen más de 30 años , con una pensión digna que muchos tienen por meter abogado , no que con sus retiros voluntarios , les dan $10,000 mensuales , imagínese que la mayoría tienen casa, y con los descuentos ¿cuánto les queda?, casi nada, no alcanza ni para sobrevivir»
Así están las cosas en este sistema penitenciario instalado en la capital del país, pero mientras esto se llega a solucionar… ¡¡¡¡SEGUIREMOS INFORMANDO!!!!
Dudas, comentarios, aclaraciones y amenazas:

Recibe nuestro boletín informativo, suscríbete usando el formulario