A esta columna llegó la información de que en el entorno del presidente ya se sabe abiertamente que Andrés Manuel López Obrador tiene un aprecio especial por Dulce Silva Hernández, la lealtad y el trabajo de la empresaria en Tlaxcala desde la fundación de Morena le ganaron esa confianza, pese a haber protagonizado junto a su esposo César Yáñez Centeno Cabrera, el primer gran escándalo de la 4T: la llamada «boda fifí», que salió publicada en la revista ¡Hola!.
Para los hombres del presidente, esto ocasionó que quien fuera el operador y vocero favorito de López Obrador pasara a un segundo plano en Palacio Nacional, trabajando desde un cargo (la Coordinación General de Política y Gobierno) en el que no luce como antes, siempre al lado del tabasqueño, día y noche, en aviones o camionetas, alejando multitudes para abrir camino o acercando a los morenistas con los que necesitaba reunirse AMLO.
Pero el aprecio no se acabó. Y tras un prolongado silencio, las aspiraciones políticas del matrimonio ya se han manifestado: la gubernatura de Tlaxcala en 2021.
La última encuesta de Massive Caller confirmó el escenario que los militantes conocían: la favorita no es otra que la delegada del Bienestar, Lorena Cuéllar, con 30% de las preferencias. La sorpresa es quién le pisa los talones con 25%: Silva Hernández.
Como en otros sitios del país que irán a elecciones, la sola marca de Morena aventaja en el estado por una diferencia abismal al segundo lugar: casi 27 puntos de distancia entre el PAN (16.6%) y el principal partido de la 4T (43.4%).
Según datos, el matrimonio encontró en esto un criterio de oportunidad para disputar a la superdelegada la candidatura en 2021, sin poner en riesgo la competencia.
Al medir a Cuéllar y a Silva contra Adriana Dávila Fernández del PAN, el comportamiento es distinto en cada caso.
La superdelegada gana a la diputada panista por 21 puntos, pero Acción Nacional queda aún en segundo lugar de las preferencias, mientras que Silva desploma al panismo hasta el tercer lugar dejando al PRI con la diputada Anabel Alvarado en un segundo sitio más rezagado que en el escenario anterior.
Si se mide a las morenistas frente a Juan Carlos Sánchez del PAN, Cuéllar Cisneros tan sólo gana por ocho puntos, en tanto que Dulce Silva lo hunde con poco más de 24 puntos de diferencia, dejando al panista con 15.2% de las preferencias del voto. Ahí está la apuesta de la empresaria de Huamantla, golpear al panismo y no sólo dar un triunfo a la 4T.
Por ello ya se le ha visto con Santiago Nieto, Alfredo Jalife-Rahme o la alcaldesa neolonesa Clara Luz Flores, así como con el exgobernador Alfonso Sánchez Anaya, viejo aliado de AMLO en Tlaxcala y quien podría apadrinarla rumbo al Palacio de Gobierno.
Ante este panorama, por supuesto que Yáñez Centeno Cabrera ya se frota las manos de emoción,, pues esta sería una brillante oportunidad para salir del relego a donde lo mandó AMLO tras haber vendido su boda con Dulce .
Pues quedaría como vocero oficial del gobierno tlaxcalteca y dejaría a un lado su etapa actual de Godinez que lo mantiene semioculto y sin voz ni voto, en una pequeña oficina del Palacio Nacional.
APUNTES FIDEDIGNOS
A punto de ser bloqueadas se encuentran las intenciones de Claudia Sheinbaum Pardo, jefa de gobierno de la Ciudad de México, para ser aspirante a la candidatura por la Presidencia de la República.
Y todo porque en últimas fechas se ha dado tremendos agarrones presenciales y telefónicos con Andrés Manuel López Obrador.
Y todo por que el mandatario se rehusa a que se decrete de nueva cuenta el semáforo rojo en la capital del país, pese al constante aumento en el número de muertes y contagios por Covid-19, aunado a la saturación de pacientes que se padece en los hospitales.
De acuerdo con fuentes altamente confiables, la última pelea que tuvieron ambos funcionarios fue precisamente este viernes a las 07:00 de la noche , durante la cual, López Obrador advirtió a Sheinbaum que si se atrevía a poner el semáforo rojo en la CDMX, se fuera despidiendo de sus aspiraciones ser candidata presidencial en los próximos comicios.
Claro está que el regreso a semáforo rojo significaría que la economía en la capital se paralice junto con el resto de las actividades.
Y al tabasqueño se le echarían encima como jauría, todos los empresarios capitalinos, con quienes ya tiene jugosos intereses económicos. Mientras tanto, Doña Claudia tendrá que “apechugar” y seguir exhortando a la población a través de redes sociales y otros medios de comunicación a que se quede en casa y que si sale, lo haga con cubrebocas y sana distancia….seguiremos informando!!!!
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